El activista argentino Gonzalo Berrón,
calificó como “vergonzoso” que los gobiernos del mundo no puedan llegar a
compromisos aunque sea mínimos para combatir con eficiencia el cambio
climático.
Poco antes que finalizaran las negociaciones
oficiales de Naciones Unidas (ONU) sobre clima, realizadas en la ciudad
sudafricana de Durban en diciembre, Berrón dijo que las tratativas
internacionales estaban “condenadas al fracaso” al menos en esa
instancia, lo que evaluó como un “escándalo” para los pueblos del mundo.
El dirigente, que es parte de la Alianza Social Continental
(movimiento integrado por organizaciones sociales, redes temáticas y
organizaciones sectoriales de todo el hemisferio americano) no se
equivocó. Las negociaciones de la ONU no arrojaron compromisos de
reducción de emisiones contaminantes obligatorios y acordes con la
ciencia, ni concretaron un financiamiento climático del mundo
desarrollado que permita a los países en desarrollo hacer frente a la
crisis.
No obstante, en la charla con Radio Mundo Real
Berrón fue autocrítico: “creo que nuestras movilizaciones vienen siendo
relativamente débiles, no hay una conciencia de la urgencia de
movilizarse para que esto cambie”, dijo. Y agregó que lo que está en
juego es la “sobrevivencia”.
La entrevista con el activista argentino fue realizada en la
Universidad de KwaZulu Natal de Durban, donde se centraron las
actividades de la sociedad civil durante las dos semanas de
negociaciones de la ONU en el Centro Internacional de Convenciones de
esa ciudad.
El diálogo transcurrió al final de una actividad denominada
“Desmantelando el poder de las empresas transnacionales y reclamando
alternativas de desarrollo”, que organizaron el Transnational Institute
de Holanda, Amigos de la Tierra Internacional, la Alianza Social
Continental, Ecologistas en Acción de España y la organización brasileña
FASE, entre varios otros.
“En el contexto de la crisis sistémica global, las corporaciones
transnacionales han desempeñado un rol protagónico. No sólo hemos visto
cómo los bancos y las agencias de crédito han acumulado ganancias a
pesar de la crisis, también vemos cómo están obteniendo beneficios de la
especulación con los precios de los alimentos y de la crisis
climática”, expresaba la convocatoria a la actividad. “A pesar de la
deslegitimación del poder político y económico de las empresas
transnacionales por el colapso del modelo neoliberal, se están
reposicionando y reinventando a sí mismas. Han sido las principales
beneficiarias del rescate de los gobiernos, mientras que los pueblos han
tenido que padecer la crisis”, agregaba el texto.
Por eso la entrevista con Berrón se centró en el rol de las grandes
corporaciones transnacionales en un marco de crisis climática. “Porque
una de las principales cuestiones que las transnacionales están llevando
a la discusión sobre el clima es ver cómo ganan dinero de una situación
que es una catástrofe para la humanidad y para el planeta en su
conjunto”, dijo el dirigente.
Berrón destacó que las grandes empresas “no quieren nada que les
corte su capacidad de generar ganancias” y por eso no aceptan “ningún
tipo de solución vinculante” que pueda limitar los actuales patrones de
producción y consumo. Para el activista esta postura de las empresas es
la que “está ganando”, porque las compañías “influyen en países que son
clave en estas negociaciones, como Estados Unidos”.
El representante de la Alianza Social Continental resaltó también los
posicionamientos que consideran que el cambio climático es algo
“irreversible”, porque son los que han dado lugar a la “economía verde”,
que “no es ni más ni menos que el Estado diciendo ’en realidad tenemos
que avanzar junto con el mercado hacia soluciones para el medio
ambiente’”. “Cuando nosotros sabemos que en realidad no son soluciones
para el medio ambiente, son soluciones para el mercado”, dijo Berrón. La
economía verde aparece como enmascarando la búsqueda para que las
empresas sigan ganando dinero inclusive a costa de la crisis ambiental.
“Eso no es justo sobre todo porque no soluciona los problemas del
planeta y de la humanidad”, consideró el dirigente argentino.
Siguiendo con esta línea de pensamiento, el activista señaló que la
captura corporativa de un espacio como el de Naciones Unidas es “el
final de una cadena en el cual las corporaciones y los negocios van
capturando los distintos niveles de decisión”. “De esa manera van
erosionando lo que es la democracia, la democracia va quedando cada vez
más en manos del dinero, de las corporaciones, porque son las que
mayores volúmenes de dinero van utilizando”, agregó.
A Berrón le preocupa esta “captura de la democracia y de la soberanía
popular”, que destacó que “no ocurre sólo en los países del Sur”, sino
también por ejemplo, y sobre todo, “en el centro del mundo desarrollado,
en Estados Unidos”. El dirigente cree que las agrupaciones sociales que
trabajan estos temas en diversas partes del mundo deben lograr cierta
“convergencia” y contribuir de forma “cooperativa y solidaria” a un
“movimiento internacional” para tratar de imponer límites al accionar de
las corporaciones transnacionales.
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