Servindi.- Sergio Sánchez Ibáñez, ex gerente de Recursos Naturales del gobierno regional de Cajamarca, cuestionó la validez del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto Conga y sustentó técnicamente por qué es inviable.
Aseguró que el EIA no muestra una mitigación de impactos en relación
con el agua superficial para lograr que el agua sea de la calidad
adecuada ya sea para descargar en cauces naturales o para consumo
humano.
Asimismo, aseveró que la eliminación de alguna laguna afectará de
manera impredecible el comportamiento hidrológico e hidrogeológico de
las cuencas aledañas al proyecto.
Ello sucede debido a que las lagunas son parte de la recarga de
acuíferos, y estas alimentan el flujo base de ríos y quebradas. Este
impacto ocurre a pesar de haberse utilizado un modelo de balance de
agua.
Limitaciones del EIA
Una limitación del proyecto es que reconoce como área de influencia
solo a 32 comunidades de los distritos de Huasmín, Sorochuco y La
Encañada, sin embargo, estos tres distritos cuentan con 250 centros
poblados.
Cabe destacar que los niveles de pobreza de estos distritos son
elevados. Tal es el caso de Huasmín con 88,3 %, Sorochuco con 79,1 % y
La Encañada, donde el 78,5 % es pobre
La economía depende del agua
El 98 por ciento de la población en el área de infuencia del proyecto
depende de actividades agrícolas y pecuarias que demandan un continuo
abastecimiento de agua.
Entre los cultivos de secano se producen: papa, cebada, trigo y oca,
olluco, haba, quinua. Los cultivos de secano con aportaciones de agua de
riego son: maíz, frijol, hortalizas, alverja, papa, sarandajo, camote,
yuca y sandía.
Además, existen cultivos permanentes que requieren dotación de agua
de riego: cítricos, plátano, chirimoya, pacae; y una intensa actividad
ganadera para venta de leche y subproductos.
Biodiversidad amenazada
Existen 460 especies de plantas de las cuales 34 están amenazadas, 46
son únicas (endémicas) de Perú, y 6 son únicas de la región de
Cajamarca.
También existen 225 especies de vertebrados terrestres: 13 especies
de aves amenazadas, siendo relevante el picaflor Taphrolesbia
griseiventris que se encuentra en situación de “peligro crítico”.
Esta biodiversidad se reproduce en un ecosistema donde existen
formaciones vegetales: matorral, bofedal, pajonal y vegetación ribereña.
Precisamente, indica Sánchez Ibáñez, existen 103 hectáreas de
bofedales y 1720 hectáreas de pajonales.
Circuito de aguas
El Proyecto Conga compromete en alto grado el circuito natural de las
aguas pues abarca las cabeceras de las cuencas de los ríos Jadibamba y
las Quebradas Chugurmayo y Chirimayo afluentes del Sendamal en la
provincia de Celendín.
Asimismo, la cuenca del río Chailhuagón, afluente del Chonta
(Cajamarca) y la Quebrada Toromacho afluente del Llaucano, en la
provincia de Bambamarca.
Todas esas cuencas derivan sus aguas al río Marañón, afluente del río Amazonas que desemboca al Océano Atlántico.
De otro lado el proyecto Conga destruirá de manera directa 4 de las
20 lagunas que existen en la zona, lo que en conjunto copmpromete a 34
hectáreas de espejo de agua.
Entre ellos el Azul, naciente del Río Alto Jadibamba; el Perol,
naciente de la quebrada Alto Chirimayo; Mala y Chailhuagón, naciente del
río Chailhuagón.
También impactará las lagunas: Mamacocha, Cortada, Seca, Mishacocha
Negra, Alforjacocha, Honda y Chica; 682 manantiales, y 102 captaciones
de agua para consumo humano y 18 canales de riego.
Componentes del Proyecto Conga
El proyecto comprende dos tajos mineros: el Perol, de 1,95 km. de
largo y 1 km. profundidad; y el tajo Chailhuagón, de 1.80 km. de largo y
600 m. de profundidad.
Asimismo, dos botaderos de desmonte: Perol, que tendrá 480 Mt. de
desmonte, 289 has.; y Chailhuagón, con 174 Mt de desmonte y 160 has.
La planta de procesamiento manejará 92.000 toneladas diarias al día y
la faja transportadora tendrá 2,4 km. pues de los tajos se transportará
material a una chancadora y de ahí por una faja a la planta de
procesamiento donde se realizará la separación del cobre, oro y plata
mediante un proceso de flotación.
Los depósitos de relaves se ubicaran en las cuencas de la quebrada Toromacho y río Jadibamba, en un área de 700 has.
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Con información de la Nueva Prensa
Con información de la Nueva Prensa
Vìa :
http://servindi.org/
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