Una publicación de inusual procedencia como es un grupo de hackers y
activistas sociales, postula que Google, el buscador más utilizado en el
mundo, entrega resultados que no serían tan aleatorios y que una “mano
negra” podría estar modulándolos.
El cada vez más masivo uso de las tecnologías de la información
configura hoy una nueva forma de relacionarnos. Mientras las
generaciones mayores escasamente tienen un correo electrónico, los
jóvenes manejan varias cuentas de correos, de twitter, de facebook y de
muchas otras redes sociales a través de las cuales conversan, observan,
opinan y buscan información.
Cuando hasta unos atrás, para averiguar un dato sólo había que marcar
los tres dígitos de informaciones o desplegar las enormes páginas
amarillas, hoy la búsqueda se puede reducir a unos cuantos segundos, y
lo hallado, por lo general, sobrepasa con creces las expectativas.
Internet o la Red es hoy la supercarretera, aunque no la única, por la cual se mueven millones de seres humanos que convergen en páginas web creadas por personas, empresas o instituciones con el fin de tener una cara virtual, pero también incluye al mundo de los chats, los correos electrónicos y mucho más. Para manejarse a través de la WEB, hay que valerse de un buscador, y por lejos hoy el más usado es google.
Internet o la Red es hoy la supercarretera, aunque no la única, por la cual se mueven millones de seres humanos que convergen en páginas web creadas por personas, empresas o instituciones con el fin de tener una cara virtual, pero también incluye al mundo de los chats, los correos electrónicos y mucho más. Para manejarse a través de la WEB, hay que valerse de un buscador, y por lejos hoy el más usado es google.
Google es una alocución con ribetes mágicos, sin embargo su nombre
proviene del término matemático “googol”, que indica un 1 seguido por
100 ceros, y fue la cifra de páginas web, según se dice, a la que
aspiraban indexar en el motor de búsqueda que recién habían creado los
jóvenes ingenieros de la Universidad de Standford, Larry Page y Sergey
Brin, en 1997.
¿Se ha preguntado alguna vez cómo es posible que sólo al ingresar
unas cuantas palabras a un buscador en internet se obtengan cientos y
hasta miles de resultados? “El motor de búsqueda ideado por Larry Page
para calcular la importancia de una página web, conocido como PageRank
se basa en la matemática estadística de comienzos del siglo XIX, a
través de la cual el número de links que conducen a una página es una
forma de evaluar el valor de la página y, en cierto sentido, su
calidad”, explica el libro El lado oscuro de Google. Historia y futuro
de la industria de los metadatos. Esta publicación explica que el
Pageranking es la evaluación de las páginas web de Google, el que según
el libro no sería nada de “santa”, de modo que su neutralidad no sería
tal.
Se trata de un libro impreso, pero también es un libro digital bajo
la licencia de Creative Commons, es decir, cuyos derechos de autor han
sido liberados para que la publicación alcance su mayor difusión. Un
trabajo hecho de manera mancomunada por un grupo de investigación
compuesto por hackers y activistas sociales y una comunidad de
“escribientes”. (www.ippolita.net)
En Chile, uno de los más entendidos en el tema es el profesor asociado del Departamento de Ciencias de la Computación de la Universidad de Chile,
uno de los precursores de la Internet chilena, quien fue parte del
equipo que el primer email entre los Departamentos de Computación de la
Universidad de Chile y de Santiago, José Miguel Piquer, quien no
comparte la idea de esta suerte de “control subterráneo” que ejercería
Google. “En general, tengo una impresión de que es una empresa con
gente brillante y ligada al mundo académico. A diferencia de la mayoría
de las empresas de computación en el mundo y quienes las crearon, como
un Steve Jobs de Apple o Bill Gates de Microsoft, que es al revés.
Google siempre ha sido más cercana con la Universidad. Sin embargo, sí han crecido a tamaños astronómicos y en ese camino, es fácil “perder la santidad” cuando tienen que hacer acuerdos comerciales. Cuando se instalaron en Chile, por ejemplo fueron muy criticados por su visión del mundo. No creo en esa versión del complot, pero tampoco creo que haya que ser demasiado inocente”, dice.
El lado oscuro de Google, como lo establece la comunidad virtual de ippolita, estaría en el hecho de que el buscador tendría una lista de 133 webs censuradas en Europa, se habría sometido a las presiones censores del gobierno chino y la cancelación de publicidad del grupo ecologista Oceana 36 para evitar problemas con uno de sus inversores, la Royal Caribbean, una de las empresas más grandes de cruceros en el mundo.
Google siempre ha sido más cercana con la Universidad. Sin embargo, sí han crecido a tamaños astronómicos y en ese camino, es fácil “perder la santidad” cuando tienen que hacer acuerdos comerciales. Cuando se instalaron en Chile, por ejemplo fueron muy criticados por su visión del mundo. No creo en esa versión del complot, pero tampoco creo que haya que ser demasiado inocente”, dice.
El lado oscuro de Google, como lo establece la comunidad virtual de ippolita, estaría en el hecho de que el buscador tendría una lista de 133 webs censuradas en Europa, se habría sometido a las presiones censores del gobierno chino y la cancelación de publicidad del grupo ecologista Oceana 36 para evitar problemas con uno de sus inversores, la Royal Caribbean, una de las empresas más grandes de cruceros en el mundo.
El colectivo Ippolita, por su parte, está abocado a la creación de
un servidor independiente con el fin de dotarse de instrumentos
autónomos para elaborar proyectos y compartir información, en el
entendido que lo que hoy existe no es tan libre como se piensa. Las
imágenes y relaciones con películas como Matrix surgen de inmediato, al
imaginar un mundo virtual que puede ser manipulado sin que nadie o sólo
unos pocos se percate de ello. “Creo que para Google, cuyo gran sueño es
indexar el planeta, es decir, ingresar páginas y rankearlas a una
velocidad en que la información crece más rápido de lo que se puede
encontrar, resulta un desafío tecnológico tan grande que es imposible
que además vayan a estar tratando de manipular la información del
mundo”, arguye el profesor Piquer.
La Red: Un ejemplo de convocatoria
La Red: Un ejemplo de convocatoria
Entender lo que está detrás de estos monstruos computacionales
resulta muy complicado para quienes son inmigrantes digitales, es decir,
todos aquellos que pasaron su infancia frente a un televisor en blanco y
negro, y a duras penas a color, o para quienes el gran juego virtual de
su juventud era el “pong”. La brecha digital es hoy uno de las grietas
que más separa a las generaciones recientes con toda la historia que
las antecede. Imposible comprender la manera cómo se relacionan, cómo
conversar los jóvenes de hoy con decenas de amigos a la vez cuando
permanecen a solas con sus computadores o. cómo se hacen parte de
movimientos sociales y son capaces de salir a las calles y reunirse con
más efectividad que ninguna otra organización social. El ejemplo de
Hidroaysén es emblemático: ya querría cualquier partido político o
sindicato tener la capacidad de convocatoria que logran las redes
sociales hoy. ¿Hacia dónde vamos? “No tengo idea a lo que esto va a
llegar, pero lo que está claro es que estamos frente a una revolución
gigantesca. Es un cambio enorme respecto de la difusión del conocimiento
y la masificación de la información. No sabemos hacia dónde vamos,
cuando nunca antes tuvimos tanta facilidad para llegar a tanta gente,
pero al mismo tiempo enfrentamos el problema inverso, cómo encontrar lo
que tanta gente escribe. Hoy, se estima que sólo en textos de páginas
webs hay más material disponible que el se había impreso en toda la
historia de la humanidad. Es un fenómeno que no sabemos a dónde nos va a
llevar pero sí compartimos la idea que nos va a cambiar la manera de
cómo hacemos sociedad, la forma de interactuar, de comunicarnos, de
generar opinión.
Las redes sociales se transforman en una nueva forma de sociedad y eso va a producir cambios radicales. Pero predecir es imposible”, responde José Miguel Piquer.
Las redes sociales se transforman en una nueva forma de sociedad y eso va a producir cambios radicales. Pero predecir es imposible”, responde José Miguel Piquer.
Este cambio revolucionario que se gesta día a día frente a nuestros
ojos pero de manera invisible, se materializa en libros o contenidos que
se pueden bajar desde la misma web. Lo importante es saber buscar.
El libro El lado oscuro de Google. Historia y futuro de la industria de los metadatos lo puede encontrar en la librería Prosa&Política
Vìa :
http://radio.uchile.cl/noticias/115527/
http://radio.uchile.cl/noticias/115527/
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