Más de dos mil personas en Vallecas. Cientos de personas en Lavapiés y a apenas unos metros, en la plaza Santa Ana, otros cientos, y a apenas unos metros, en la Plaza del Carro de La Latina, otros tantos. Y en Prosperidad, y en Aravaca, y en Retiro y en un largo etcétera de nombres que están marcando el camino de salida para las acampadas de otras ciudades.
“No habíamos visto esto nunca en el barrio”, nos comentan Toñi y Luis, vecinos desde hace casi 30 años en Tetuán, un distrito donde podemos encontrar rascacielos de oficinas en el norte y manzanas donde prácticamente solo viven dominicanos en el sur.
Madrid. Gran ciudad. Capital que se teje por relaciones laborales, donde cada uno conoce cada vez menos a sus vecinos, la anomia, dice la sociología postmoderna. ¿Cuajará un movimiento vecinal asambleario? ¿Preferirá el joven de Usera participar en la reunión de su barrio, con el que se siente poco identificado, que juntarse con sus compañeros de Facultad en la asamblea de Lavapiés o Tribunal, zonas donde suele pasar sus ratos de ocio? Otra línea de observación más de este fenómeno que está dando más respuestas por la vía de los hechos que por la vía de los contenidos.
Había cierta expectación por saber cómo se pronunciarían las asambleas de los barrios con respecto a la permanencia de la acampada en Sol. A falta de que las actas se pongan en común entre esta noche y mañana, el sentir general de las reuniones de Vallecas, Tetuán o en el Centro es que el ciclo de la ‘Ciudad Sol’ está agotado y que son los barrios y la participación a través de Internet los que ahora tienen que tomar el relevo.
Sin embargo, hay asuntos de fricción
que bloquean ese debate: por un lado, ¿la prioridad de las asambleas
debe ser la de discutir problemas del barrio o primero hay que ayudar al
resto del movimiento 15M a consensuar unas propuestas ideológicas más
generales de cara a la sociedad?
Por otro, el pasado jueves, la asamblea general de la acampada de la
Puerta del Sol hizo circular cuatro propuestas políticas elaboradas por
una subcomisión que no pasó por órganos intermedios antes de pedir la
aprobación del documento. Eso ha creado un gran malestar en las comisiones que, tema por tema, están intentando elaborar una agenda de propuestas políticas firmes desde el movimiento 15M.Esta segunda cuestión, que permanece soterrada pero que ya deriva en tensiones, y otras como una cierta terminología heredada de la acampada de Sol y no libre de connotaciones internas, como “consenso de mínimos”, ha creado esta mañana asambleas ‘de doble velocidad’, donde los vecinos que no están implicados en el movimiento desde el principio intentaban sin mucho éxito comprender todo lo que se debatía.
Como ha pasado en Tetuán, o en Carabanchel, o en varios barrios más según los testimonios en twitter, el entusiasmo de los asistentes por participar del movimiento 15M ha chocado con las dinámicas asamblearias. “Hemos estado una hora y cuarto decidiendo quién modera, cómo se modera, cuándo se celebra la próxima, a qué hora, dónde o si dejábamos que la gente hiciera fotos o grabara las asambleas… Todo es desesperadamente lento”, nos decía un vecino de Vallecas en la misma línea que otros en diferentes barrios. Y, sin embargo, poca gente se ha movido del sitio antes de finalizar. “Esto es solo el prólogo, en la próxima entraremos en materia”, nos comenta una vecina de La Latina.
Jesús, por ejemplo, es optimista:
El barrio como entorno seguro
Vivienda, desahucios, pensiones, son palabras que han surgido en el debate vecinal de Tetuán. Se creará una línea de trabajo para “apoyar a nuestros vecinos inmigrantes contra redadas policiales y para mejorar la convivencia en el barrio”, en palabras de una de las personas que ha tomado la palabra. El 9% de la población del distrito es de orígen inmigrante.Precisamente al final de la asamblea nos quedamos charlando en uno de los corrillos que se ha formado. “Yo creo que las asambleas de barrio van a ayudar a que muchos inmigrantes participen en el 15M, porque a Sol no van muchos porque tienen miedo: de que si la policía interviene ellos tengan problemas por lo de los papeles, o simplemente porque no sean escuchados”, dice alguien. “Es que no se sienten representados“, responde la directora de una asociación de mujeres inmigrantes del barrio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario