1. A principios de noviembre pasado, mientras se desataba la cargada
priísta hacia Humberto Moreira para presidir el PRI, Calderón destapaba
como su candidato presidencial al ex rector de la UNAM, Juan Ramón de la
Fuente. No lo empujaba hacia la candidatura panista sino lo ventaneaba
como el candidato de unidad PAN-PRD con el fin de que se enfrentara a
cualquiera que resulte del PRI: Peña Nieto, Beltrones o Paredes. Y
después de leer hoy sobre los resultados del Consejo del PRD sobre las
alianzas –en el que el lópezobradorismo fue ampliamente derrotado-
reconfirmo lo que escribí en aquellos días de noviembre: el ex
secretario de Salud (1994-99) del gobierno de Zedillo y ex rector de la
UNAM (1999-2007) será el candidato presidencial que buscará derrotar al
PRI. Aunque pudieran aparecer candidatos propios del PAN y PRD (Creel,
Ebrad) Calderón, el panismo, el chuchismo, el perredismo, se inclinarían
por De la Fuente.
2. La experiencia que obtengamos de las elecciones del Estado de
México, parece que será definitiva: el PRI lleva el candidato oficial
que se supone debe reconfirmar la gubernatura; el lópezobradorismo
cuenta con un candidato popular que –junto con AMLO- recorre y recorre
todo el estado; el PAN-PRD están por la alianza y éste último acaba de
aprobar la encuesta que se haría al respecto, misma que los amloistas
rechazaron de entrada y el mismo López Obrador se deslindó de cualquier
alianza PRD-PAN. Por tanto iría a las elecciones como PT-Convergencia.
Como dirían: “las cartas están echadas”. Si bien no se puede en política
la “verdad definitiva”, las tendencias apuntan que esta elección será
un buen indicador. Varias cosas más pueden suceder: que Encinas quiera
ser el candidato del “unidad… con el PAN”, que PT, Convergencia y hasta
el mismo AMLO reflexionen y acepten “por única vez, por patriotismo,
para no hacer el juego al PRI”.
3. Aunque después de la Revolución cubana toda la izquierda radical
de Latinoamérica se transformó en antielectorera, no dejó de impulsar y
participar en las luchas sociales donde éstas pudieran levantarse. La
izquierda, por lo menos hasta de la década de los setenta, era
esencialmente semilegal o clandestina; por el contrario la derecha
panista –sin ninguna fuerza o presencia social, aunque sí en el
empresariado- negociaba cargos gubernamentales y subsidios por el sólo
hecho de estar en el juego electoral. Mientras la izquierda apoyaba las
huelgas, salía a la calle, realizaba mítines y sufría represión y
cárceles, del otro lado la derecha –con el apoyo empresarial negociaba
mendrugos con el PRI y su gobierno por el hecho de participar en cada
elección aunque sus votos no rebasaran el 4 por ciento. El PRI obtuvo
siempre el 90 o 95 por ciento de los votos y contaba con el 99 de
funcionarios electos y nombrados. Decir PRI era decir gobierno y
viceversa.
4. La candidatura de De la Fuente, por aquello de “ex rector de la
UNAM”, no sería impugnada por panistas o perredistas; tampoco por
“intelectuales”, medios de información, incluso muchos priístas serían
mediatizados. Cosa que no sucedería con Ebrad que no sería del gusto de
panistas y de Creel que no le agradaría a muchos perredistas. Sólo
habría que pensar la gran oposición en ambos partidos si se presentara
al ultraderechista Cevallos o al radical socialdemócrata López Obrador.
Por eso el mismo De la Fuente ha dicho que sería algo así como un
candidato ciudadano de centro, independiente, no identificado con la
izquierda. Sería un “candidato de la sociedad civil”, según dijo esos
mismo días en una reunión en el Club de Industriales. Qué De la Fuente
está en campaña, eso es indudable. Sabe por experiencia, como ex rector,
del mucho desprestigio de los partidos, de los diputados, senadores,
gobernadores y sabe por donde apunta la jugada.
5. ¿Recuerdan lo que dijo el presidente ilegítimo Calderón para
abonar, sin que nadie se lo pidiera, por De la Fuente? En primer lugar,
el Día del Médico, Calderón felicitó a De la Fuente por su galardón así
como por los logros que ha alcanzado su profesión como médico y rector
de la UNAM. Destacó que entre el legado que ha generado al sector salud
el doctor De la Fuente, están 120 trabajos médicos así como sus
investigaciones sobre el alcoholismo, entre otros trabajos reconocidos
internacionalmente. Dijo que en su paso por la máxima casa de estudio,
De la Fuente regresó a la UNAM su prestigió y honor, tras una huelga que
duró casi un año. Apuntó que “es inescapable el paso de De la Fuente
por nuestra máxima casa de estudios que tomó la rectoría en una
Universidad paralizada, prácticamente condenada a esa parálisis, una
Universidad que estuvo en paro durante casi un año y su rector codo con
codo con la comunidad universitaria, logró recuperar el
orgullo de la UNAM".
6. Calderón, en sólo cuatro años, usando todo el dinero de
presupuesto, logró someter al PRD y de paso debilitar a López Obrador.
Las votaciones de su Consejo político (72 contra 129) reflejan
claramente que la correlación de fuerzas favorece totalmente a “los
chuchos”. El mismo anuncio de AMLO en el sentido en que “pediría permiso
en caso de… “demuestra que “los chuchos tienen todo para imponerse en
cualquier congreso de partido. Da la impresión que AMLO ha sido tan
arrinconado que tendrá que caminar hacia la fundación de otro partido
con los representantes de las decenas de miles de comités que ha
organizado en el país y, al mismo tendrá que llegar a acuerdos con sus
seguidores del PRD, con PT y Convergencia, para saber que
recomposiciones se pueden hacer. ¿Será necesario para AMLO esperarse
hasta después de los resultados del Estado de México? Pienso que el PRD
ampliamente mayoritario ya decidió su camino en comunión con Calderón.
7. Lo que realmente me interesa es lo que pasará con las luchas
sociales y las batallas defensivas de indígenas, campesinos, obreros,
estudiantes, colonos, etcétera. Lo qué pasará con el EZLN, La Sexta, los
profesores y la APPO de Oaxaca, la CNTE, los electricistas y mineros.
Los procesos electorales, la llamada alternancia, partidos y
candidatos, sólo garantizan que las cosas queden igual o empeoren, tal
como ha sucedido en los últimos 29 años. Las luchas sociales, por el
contrario, aunque sean respondidas por los gobiernos con represión,
cárcel y asesinatos, tiene que realizarse porque es la única forma de
defender los derechos de los trabajadores. Si AMLO se decide por la
creación de otro partido tendrá que ser de “nuevo tipo”, es decir,
aunque en un momento llegara a participar en elecciones, deberá ser no
electorero, plenamente al servicio de las luchas sociales, de plena
confrontación con el poder, horizontal, libre y abierto a los análisis y
discusiones.
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