Los estudios sobre la pobreza y los
pobres son muy abundantes. Los estudios sobre la riqueza y los ricos no son tan
profusos. Departamentos de sociología, de filosofía política o de economía de
cualquier facultad del mundo, revistas académicas de ciencias sociales, multitud
de gobiernos, institutos estadísticos, muchos ayuntamientos, periódicos, organismos
internacionales… producen cantidades formidables de informes, estudios, tesis
doctorales, estadísticas y artículos sobre los más increíbles aspectos de la
pobreza. Algunos incluso son buenos y útiles. La conocida publicista y
activista de ATTAC Susan George describe la situación con no poca sorna: ¿los
pobres? ¡que coman investigaciones!
Los ricos está más a cubierto de
inoportunas investigaciones que expongan de forma bien documentada las cada vez
mayores desigualdades actualmente existentes en el mundo posibilitadas y
fomentadas por el diseño político y económico de nuestras sociedades. Desigualdades
que se están incrementando como consecuencia de la tremenda ofensiva lanzada a
lo largo de los últimos meses contra las condiciones sociales de las clases
trabajadoras; una guerra de clases implacable. Ya se disfracen de imposibilidad
de hacer otras políticas diferentes, ya de realismo económico (sic), o incluso de política de
izquierdas (en el colmo del delirio), las políticas económicas diseñadas en
estas postreras semanas son para beneficio de los ricos y, como lógica
contraparte, para expolio y desgracia de los pobres y las clases trabajadoras.
Así que, ante los pocos datos sobre
los ricos, los documentos como los que publican anualmente Merryll-Lynch y
Capgemini sobre la riqueza y sus detentadores tienen un indiscutible interés
para conocer cómo van evolucionando las cosas en ese punto. Merryll-Lynch es
una empresa muy conocida que hace dos años fue adquirida por el Bank of America
por 44.000 millones de dólares; Capgemini, no tan afamada como la anterior, es
una empresa con más de 90.000 empleados en el mundo y con unos ingresos
globales manifiestos de 8.400 millones de euros en el 2009 que se dedica, según
declara ella misma, a la provisión de servicios de consultoría, tecnología y
outsourcing. Merryll-Lynch y Capgemini trabajan para los ricos. No puede
extrañar que quieran conocer bien el objeto principal de sus negocios. Y para
ello realizan unos informes anuales sobre el estado de los ricos y de sus
riquezas que aportan datos de indisputable interés. El último informe disponible
es el recientemente publicado del año 2010 que aporta datos del 2009 y años
anteriores. También se ha editado un informe dedicado exclusivamente a los
ricos de la “región Asia-Pacífico”. Los datos que a continuación se exponen
están obtenidos de estos dos informes, así como del informe global de 2009.[1]
Los informes de Merryll-Lynch y
Capgemini establecen unas definiciones sobre los ricos de los que van a
informar. A unos los designa por HNWI
por la siglas de High Net Worth Individuals (es decir, individuos de valor neto
elevado), a otros los llama UHNWI (la “U” va por ultra). Los primeros son los
que tienen activos superiores al millón de dólares entre los que no contabilizan
la primera residencia, los bienes consumibles, los bienes coleccionables y los
bienes de consumo duradero. Es decir, se trata de evaluar en estos informes lo
que estos ricos tienen como efectivo y activos fácil y rápidamente convertibles
en líquido. Para los segundos, los UHNWI o Ultra-HNWI, vale la misma
definición, pero subiendo el nivel a 30 millones de dólares. Según las
definiciones expuestas, queda claro que se trata de personas con una riqueza
efectiva superior, como quedaría reflejado si se añadiesen los bienes no
contabilizados a las cantidades respectivas de uno y 30 millones de dólares.
A partir de las mencionadas
estipulaciones Merryll-Lynch y Capgemini, en el mundo había 8,8 millones de
HNWI en el año 2005, aumentaron a 9,5 en el año siguiente y aún lo hicieron
hasta 10,1 millones en el año 2007. En el 2008, con el estallido de la crisis
económica, el número de HNWI volvió aproximadamente a los mismos niveles de
2005, con 8,6 millones en todo el mundo. Pero ya en 2009 la cifra alcanzada era
de 10 millones, casi el mismo nivel del año 2007, anterior a la crisis. La
riqueza conjunta de todos los HNWI del mundo fue, en estos mismos años, de 33,4
billones (sí, trillion en inglés de
EEUU) de dólares en el 2005, 37,2 en el
2006, 40,7 en el 2007, para bajar hasta los 32,8 en el 2008. Y para volver a
subir en plena crisis del año 2009 a 39 billones. Para tomar en su justa
proporción las cantidades de las que estamos hablando bueno será considerar que
equivalen aproximadamente a 3 veces el PIB de Estados Unidos. Y entre 30 y 40
veces, según el año, al PIB del Reino de España. Francamente espectacular.
El selecto grupo de los Ultra-HNWI estaba
formado en el año 2009 por solamente 93.100 personas en todo el planeta.
Aproximadamente una de cada 75.000 personas que en el mundo existe es un
Ultra-HNWI. Y, dato interesante, la riqueza que concentraban era del 35,5% de
la acaparada por todos los HNWI, mientras que solamente representaban el 0,9%
de los mismos. Es decir, estos 93.100 campeones mundiales de la riqueza poseían
unos activos de más de 13.845.000.000.000 de dólares. Lo que representa una
cantidad similar al PIB de toda la Unión Europea.
Entre Estados Unidos (con casi 2’9
millones), Japón (con casi 1’7 millones) y Alemania (con 861.000), concentran
el 53,5% de todos los HNWI del mundo del último año que hasta el momento se
disponen de datos, el 2009. El Reino de España tiene la nada despreciable cifra
de 143.000 HNWI, para este mismo año. Eso significa situarse en el lugar número
12 de esta clasificación mundial de ricachones.
¿Cómo afectará la crisis a estas
riquezas? Bueno será verlo en el informe que Capgemini y Merryll-Lynch hagan
con datos del 2010. Pero de momento, podemos esperar de forma razonable que,
después de algún primer tropezón, les irá fantásticamente. Dos puntos de apoyo
de esta afirmación son los siguientes. En primer lugar, la propia previsión que
hacen Capgemini y Merryll-Lynch es que en el año 2013 los HNWI lograrán
acumular unas fortunas (recordemos que, para el cálculo de las mismas, no se
contabilizan la primera residencia, los bienes consumibles, los bienes coleccionables y los bienes de
consumo duradero) del orden de ¡48,5 billones de dólares! Multiplicarán, de
cumplirse la previsión de Capgemini y Merryll-Lynch, la fortuna que disponían
globalmente en el 2008 por casi el 60%, en cinco años. De momento, el 2009 les
ha ido más que bien. El segundo punto de apoyo de nuestra afirmación lo aporta
el anteriormente citado informe de 2010 dedicado exclusivamente a los ricos de
la “región Asia-Pacífico”. Los datos más interesantes de este informe desvelan
que ya en el 2009 los niveles de la riqueza acumulada por los HNWI de la
región, volvían también a los niveles de 2007, anterior a la crisis. Es decir,
los HNWI crecieron en el 2009 exactamente un 25,8% y su riqueza conjunta un
30,9% respecto al año anterior. Japón concentraba en el 2009 el 54,6% de todos
los HNWI de la región y el 40’3% de la
riqueza de los mismos.
La conclusión del informe de Capgemini y Merryll-Lynch es: “Alrededor
del planeta, la creación de HNWI y de riqueza depende muy estrechamente del
éxito de cada país en la gestión de la incipiente recuperación económica… y de
los desafíos globales en las condiciones financieras”. Lo que tiene por
condición, puesto en palabras más directas, “servirse de la crisis bancaria (generada por
préstamos inmobiliarios de mala calidad y por la morosidad, no por unos costes
laborales altos) como ocasión para cambiar las leyes y permitir que las
empresas privadas y los entes públicos puedan despedir de barato y más
discrecionalmente a los trabajadores, así como reducir las pensiones y el gasto
social a fin de pagar más a los bancos.” [2]
Una guerra de clases en toda regla.
Notas: [1] Pueden
obtenerse en http://www.at.capgemini.com/. [2] Michael Hudson (2010): “Huelgas contra un golpe de Estado financiero en trance de obligar a
Europa a cometer suicidio económico, demográfico y fiscal” (en http://www.sinpermiso.info/articulos/ficheros/hudsonh.pdf).
Daniel Raventós es profesor de la Facultad de Economía y
Empresa de la Universidad de Barcelona, miembro del Comité de Redacción de SINPERMISO
y presidente de la Red Renta Básica. Su
último libro es Las condiciones materiales de la
libertad (Ed. El Viejo Topo, 2007).
Fuente, vìa, post de :
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