Esta
suerte de Mamo-Grafía recurrente, delectación mórbida y Kitsch, insiste
una vez más en mostrarnos el rostro mofletudo y el discurso cínico de
éste, otrora director de una pandilla de criminales al servicio del
dictador. El Mamo vuelve con su cantinela de siempre, salpicando de
estiércol todo cuanto nombra. Es, qué duda cabe, el portavoz del lado B
de la historia chilena cuya presencia fantasmal retorna con los aires
bicentenarios.
Al igual que su Jefe, esta
figura oscura, pertenece por derecho propio al basurero de la historia,
lugar de atrocidades, violencia y muerte. Hasta el actual gobierno de
derecha se siente incómodo con el hedor que emana de este sujeto cada
vez que los medios de comunicación lo traen de vuelta a la vida
política. Como Freddy Krueger, aquel personaje de antología del terror,
el ex general Contreras nos trae - cada tanto - aires de Halloween que
turban el imaginario histórico y social como un viento frío venido desde
lo subterráneo.
Sabemos que los medios de
comunicación buscan llamar la atención de sus públicos, este afán los
lleva a límites reñidos con la ética periodística. Así, no parece
apropiado rescatar del olvido a un convicto de la talla del Mamo, mucho
menos ponerlo en un plano de equivalencia mediática con personajes
políticos contemporáneos. Puede que una maniobra tal rinda dividendos de
audiencia, pero no enaltece la vida democrática en que estamos
empeñados. Cada vez que un criminal como éste encuentra un lugar en los
medios para emitir su opinión sobre la contingencia, es - tácitamente -
rehabilitado cívicamente.
Aquellos grandes
criminales de la historia que han sobrevivido a su propio estigma
terminan, por lo general, asediados por el silencio y la locura. El
silencio de las muchas tumbas sin nombre que sembraron a lo largo de su
nefasta existencia. La locura y el delirio de sus propios fantasmas que
regresan una y otra vez. En el caso de Chile, no ha sido así. Muchos de
nuestros grandes criminales todavía se pasean libres por las calles de
nuestras ciudades, reclamando para sus hermanos de horror, una
misericordia que jamás conocieron. En el colmo de la ironía, algunos de
ellos dan entrevistas por televisión desde la cárcel, enseñándoles a sus
compatriotas que en este rincón del mundo, el crimen sí paga.
Álvaro Cuadra es investigador y docente de la Escuela Latinoamericana de Postgrados. ELAP. Universidad ARCIS.
fuente, vìa :
http://www.argenpress.info/2010/08/mamo-grafia.html
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