2. El
bolivariano Marce ha tocado un tema esencial: el papel de las clases
sociales, en particular de la clase media, en las luchas
revolucionarias. De entrada no puede soslayarse que Marx, Engels,
Bakunin, Lenin, Trotsky, Fidel Castro –quizá el 95 por ciento de los
luchadores revolucionarios- son originarios de las clases medias. Las
clases altas empresariales y burguesas han dedicado su vida a la
explotación y a acumular inmensas riquezas; a las clases trabajadoras y
oprimidas sólo les ha quedado tiempo para trabajar, es decir, producir
riquezas que no disfrutan. Pero el planteamiento es que la inmensa
mayoría de las clases medias –por su capacidad de ingresos y
endeudamiento- ha vivido mediatizada y enajenada en la sociedad
capitalista. Ha sido el sector que más consume tarjetas de crédito,
automóviles refrigeradores, celulares, computadoras, etcétera, y quien
más endeudado vive.
3. Las clases sociales
(burguesía, proletariado, pequeña burguesía, campesinado) han sido
categorías usadas en el marxismo y las designaciones clase alta, rica,
media, baja, pobre, marginal, han surgido de la sociología burguesa.
Mientras estas últimas definiciones hacen pensar que las clases así
nacieron y así tendrá que ser siempre, en las definiciones marxistas las
clases sociales surgen a partir de la propiedad privada, la división
del trabajo y de las guerras; vienen desde el esclavismo, el modo
asiático y el sistema feudal. Hoy son producto de la sociedad
capitalista, de la acumulación de riquezas entre unos cuantos y
explotación de la mayoría de los trabajadores, pero lo más importantes
es que no será siempre así porque la lucha de clases entre explotados y
oprimidos acabará con la explotación y la opresión para lograr la
igualdad de clases o la desaparición de las mismas.
4.
En México las clases medias parecen haber crecido y multiplicado a
partir de las décadas de los cuarenta y cincuenta de siglo pasado, al
mismo ritmo en que las ciudades y los sectores de servicios (salud,
burocracia, magisterio, comunicaciones, empresas privadas) comenzaron a
desarrollarse en el país. No tienden a desaparecer, al contrario. Antes
las ciudades eran pequeñas y los trabajadores se ubicaban en pequeñas
fábricas, en talleres artesanales, en el campo, los servicios eran
mínimos y las clases altas estaban más ligadas a los extranjeros que
siempre buscaron imitar. Con el crecimiento de las universidades, de las
empresas públicas y privadas, las burocracias y los servicios, las
clases medias despuntaron como sector más importantes que, por su
número, se convirtió en una gran cobertura del sistema capitalista.
Incluso sectores del proletariado fueron aburguesándose.
5.
Las clases medias y su conciencia “pequeñoburguesa” –de la que el
capitalismo se ha aprovechado ideológicamente- han estado, por sus
ambiciones de “progreso” y sus ilusiones de riquezas, más cerca de la
burguesía que del proletariado. Marx decía que los “elementos medios –el
pequeño industrial, el pequeño comerciante, el artesano, el campesino,
todo ellos luchaban contra la burguesía para salvar de la ruina su
existencia como tales estamentos medios; pero pueden ser revolucionarios
cuando tienen ante sí la perspectiva de su transito inminente al
proletariado, defendiendo así sus intereses futuros y abandonando sus
puntos de vista pequeñoburgueses para adoptar el del proletariado”. Sin
embargo lo que ha sucedido en los últimos 50 es que si bien las clases
medios se han extendido en número, sus ingresos son cada vez más bajos,
es decir, avanzan hacia la proletarización.
6.
No es muy clara la tesis, ni probada está, que a mayor miseria de los
trabajadores mayores posibilidades revolucionarias. Marx, más que de
miseria y pobreza, habló de explotación, salariado y capital. La
revolución no estallaría porque la miseria y el hambre fuera ya
inaguantable, sino porque la explotación fuera tan intensa y las
contradicciones de clase tan grandes que el proletariado –actuando con
conciencia colectiva- no tendría otra salida que organizarse y luchar.
Contrario a las clases medias o pequeñoburguesas educadas en el
individualismo y la competencia cuyo único interés ha sido tener mayores
ingresos para participar en la sociedad de consumo. ¿No han sido acaso
las ambiciones de las clases medias consumir y vivir como las clases
altas? Parecen desear los mismos coches, vestidos, perfumes, las formas
de caminar y hasta hacer el amor de las clases burguesas?
Fuente, vìa :
https://mail.google.com/mail/?shva=1#inbox/12962f3aeb833ec1
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