miércoles, 9 de junio de 2010

Chile : El embajador de un gobierno que ya va en bajada Miguel Otero, embajador piñerista en Argentina, fiel reflejo de los bandidos pinochetistas, ha querido engatusar al país lanzando la mentira más burda que los chilenos han escuchado en 40 años. Arturo Alejandro Muñoz

NO HAY PEOR ciego que el que no quiere ver…ni hay peor político que el que reniega de la historia de su propio país. El ex golpista, ex pinochetista, perenne sedicioso, inagotable clasista, el ex senador y actual embajador piñerista en Argentina, Miguel Otero, responde perfectamente a la última aseveración.
Este ‘ciego político’ ha declarado, convenientemente según creyó, que la mayoría de los chilenos “no sintieron la dictadura de Pinochet”, o mejor dicho, que pocos compatriotas se habrían percatado, entre 1973 y 1989, de la presencia de una sangrienta dictadura en la que él –Otero- tuvo activa participación y jugo$a$ retribuciones.
No se trata de un hombre cualquiera ni de un ciudadano “de a pie”; estamos hablando, ni más ni menos, que del embajador chileno en Argentina, una de las plazas más importantes para nuestra alicaída Cancillería, en la que oficia de “number o­ne” un empresario, un comerciante, y no un diplomático, ya que el marco teórico que interesas e interpreta a nuestro especulador mandatario dice relación exclusivamente con negocios, dinero, compra, venta, colusiones financieras, informaciones privilegiadas, quiebras bancarias, amores monopólicos, asesinatos de fideicomisos ciegos, tuertos y bizcos, etc., etc.
Siguiendo la línea de su jefe, el embajador Otero se dejó arrastrar por el mismo pecado: la incontinencia verbal, creyendo a pie juntillas (como aún lo cree Piñera) que ser gobierno le autoriza moralmente poder evacuar ideas prohijadas por alguna alcantarilla política que ha sido sustento en la campaña presidencial, o que merece ser rescatada del olvido luego de la muerte -posiblemente así ha sido- de algún semi borrado líder al que se amó y aplaudió en el pasado cercano, pero que la fuerza de los hechos y la opinión de la humanidad recomendaron alejarlo por un lapso que sólo fue definido por la señora muerte, quien optó por llevarlo a la punta de rieles de la existencia.
Es que Oterito –tío del senador Alberto Espina (otro fundamentalista  que bien baila)- parece que pretende reescribir la historia con tintes personales, ya que difícilmente los chilenos olvidarán el ataque aéreo a La Moneda, el bombardeo a la casa presidencial de Tomás Moro, el Estadio Nacional, Dos Álamos, Villa Grimaldi, la Caravana de la Muerte, la ‘Venda Sexy’, el ‘palacio de la risa’ en Valparaíso, la Esmeralda, Baquedano, Ritoque, Lonquén, Colonia ‘Dignidad’ y Paul Schaeffer, la casa de calle Belgrado, la de José Domingo Cañas, el Estadio Chile, el caso de los degollados, el asesinato de Tucapel Jiménez, la operación Colombo, el asesinato del padre Jarlan, etc., etc.
A través de estas líneas quiero recordarle a Oterito que en esos años también hubo valientes que sin apoyo logístico -ni refuerzos de ninguna especie-, se jugaron el pellejo por combatir la lluvia de balas y bayonetazos que día a día y noche tras noche propinaban los agentes del Estado. ¿Olvidó el actual embajador que el entonces intendente santiaguino, coronel Carol Urzúa, al salir de su propia casa en Las Condes fue zurcido a balazos por un comando del Frente Patriótico Manuel Rodríguez? ¿Habrá olvidado también Oterito que en la cuesta-curva del Manzano, bajando de San José de Maipo hacia Las Vizcachas, Pinochet estuvo a punto de parar las chalas y que en esa acción se fueron al otro mundo varios de sus escoltas?¿Olvidó ex profeso Oterito las muertes a balazos de otros militares y carabineros, ajusticiados en plena vía pública por comandos civiles? Todo ello ocurría en Chile porque había una dictadura, y los chilenos lo sabían, pues la sufrían y vivían diariamente. Pero Otero finge no recordar…ya que  no le es conveniente a sus intereses políticos.
Un buen amigo,  compañero de luchas sindicales en aquellos duros años (cuyo nombre es Walter, pero omito el apellido por razones obvias), me escribió entregándome su parecer respecto de este asunto ‘oteril’, aunque lo extiende al gobierno todo. Y me dice lo siguiente:
“” (los derechistas) Siempre han mentido para ganar el favor popular y por desgracia esta vez les resultó; ya tienen el gobierno y lo que realmente duele fue la votación que obtuvieron en las llamadas comuna populares. Ahora lo que es cuento a parte es la prepotencia con que han asumido los cargos de gobierno, se han instalado en las distintas reparticiones públicas realmente como patrones de fundo, sembrando el terror en los funcionarios, especialmente en los que están a honorarios, profesionales que dan lo mejor de si y son pisoteados en su dignidad de trabajadores por sus jefaturas nuevas y deben aceptarlo o pierden la pega. Ahora la gran tarea es desenmascararlos, demostrarle al pueblo y a la opinión pública en general que son y serán unos mentirosos que compraron votos con el bono de Marzo… que están jugando con las esperanzas de un pueblo que siempre ha sufrido, que lucha a diario por salir adelante con sacrificios pero por sobre todo con dignidad. No a las mentiras de la derecha, amigo mío. Hay que demostrarle al pueblo lo equivocado que estuvo al darle a la derecha pinochetista su voto en Enero… y hacer conciencia que esto no se puede volver a repetir.””
Sí…es cierto. Siempre han mentido. Mintieron con el‘desabastecimiento’, ya que condenaron al hambre a los chilenos durante largo tiempo (1972-73), pues al día siguiente del golpe de estado milagrosamente todas las alacenas de almacenes, boliches, supermercados, etcétera, estaban abarrotadas de mercaderías. Mintieron con el ‘Plan Zeta’, un invento macabro de mentes fascistas y podridas, como la del ‘historiador’ Gonzalo Vial que guió el timo sangriento.
Mintieron cuando aseguró Pinochet que “respetaría las organizaciones de los trabajadores, su historia, sus derechos, sus luchas y sus conquistas”, ya que en 1980 parieron el fatídico Plan Laboral y el Sistema de AFP’s, ideados ambos por el hermano del actual especulador financiero que nos gobierna. Mintieron cuando hablaban de ‘enfrentamientos’ con civiles, pues se trataba únicamente de fusilamientos masivos, de asesinatos cobardes, planificados por descerebrados con uniforme. Mintieron cuando en Naciones Unidas Sergio Diez aseguró al mundo que en Chile no había presos políticos, torturas ni crímenes de lesa humanidad.
Mintieron y mintieron y volvieron a mentir. Oterito, fiel reflejo de esa camada de conspiradores, fascistas y bandidos, nos ha querido obnubilar, engatusar, lanzando la mentira más burda de todas las que hemos escuchado de labios totalitarios estos últimos 30 años. Es consciente de que su boca y su lengua dispararon falacias provenientes de su propia cabeza políticamente afiebrada, y lo hizo en Argentina, donde la dictadura militar provocó la ‘guerra sucia’, misma que nuestros hermanos allende los Andes han sabido juzgar con mejor oportunidad y efectos que nosotros.

Se apresuró en ofrecer disculpas (a Piñera preferentemente, más que al país), pero está satisfecho con su ecuación totalitaria, pues tiene claro que la enseñanza del genocida Joseph Goebbels le viene como anillo al dedo a la derecha heredera de Pinochet, ya que la sentencia nazi del “miente, miente, que algo queda” siempre ha resultado ser una guinda de torta para las tiendas conservadoras.
Acá en Chile, muchos políticos piden a voz en cuello la renuncia o el despido de Oterito. En cambio, en este caso puntual yo prefiero que siga siendo embajador de Piñera…ojalá que en Europa, a objeto de que continúe abriendo la bocota y exhalando estupideces fascistoides que dejarán asombrados a sus interlocutores…pues ello es altamente positivo para la verdadera democracia, ya que de esa manera el mundo civilizado y libre le restará apoyo y confianza a este gobierno de empresarios predadores que más temprano que tarde quedará sin respaldo ciudadano.
Los demócratas de verdad, los libertarios auténticos, deben agradecerle a Oterito, habida consideración que merced a su deslenguada prosapia es posible que ahora muchos chilenos (algunos de ellos votantes a favor del especulador que quebró el Banco de Talca) comiencen a saborear la amarga chicha con la que deberán embriagarse de aquí en más. 
fuente, vìa :
http://www.kaosenlared.net/noticia/embajador-gobierno-ya-va-bajada

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