Pedro Echeverría V.
1.
Otra vez ayer miércoles, el maldito gobierno de Mancerda y Peña
“encapsuló” con su funesta policía a los jóvenes y valerosos anarquistas
que salieron a las calles del DF a protestar contra la explotación, la
miseria y la represión que sufren los trabajadores del país, en
particular los maestros de la CNTE. Pusieron en primer lugar la demanda
de libertad a favor del estudiante Mario González encarcelado por
protestar en el aniversario de la matanza del 2 de octubre de 1968. A
partir de los “encapsulamientos” de las protestas, de la multiplicación
de fuerzas armadas en la calle y de desalojos de plantones de los
maestros se puede concluir que el PRI, PAN y PRD han instalado ya de
manera descarada un régimen militar-policiaco en el país.
2.
¿O es que nos están orillando u obligando al pueblo, a los
trabajadores, a organizar guerrillas rurales y urbanas como única forma
de organizar nuestra defensa contra la explotación y la miseria? Si a
pesar de dos millones de uniformados que practican la represión y los
“encapsulamientos” ahora se pretende duplicar las acciones contra las
protestas y manifestaciones, se está buscando acaso que se creen más
guerrillas en México con el fin de justificar sus aniquilamientos y
asesinatos? ¿Cómo carajos salir a protestar si las pinches fuerzas
armadas son tan numerosas que duplican a los manifestantes? Estuve tres
días en el bloqueo al senado contra la privatización: nosotros éramos
cinco mil y los uniformados 10 mil.
3.
Desde que desalojaron el 13 de septiembre a los maestros del Zócalo se
vio una enorme cantidad de fuerzas armadas, es decir, se acusaba un
enorme crecimiento de ellas. Una vez situado el plantón de los maestros
en el Monumento de la Revolución, todas esas “fuerzas del orden”
rodearon el Zócalo y calles aledañas para impedir que los maestros
retomen el Zócalo u otros grupos lo hagan. El mismo López Obrador,
después de citar dos mítines en el Zócalo, los tuvo que cambiar
pacíficamente –sin protestar- de lugar. El crecimiento de las fuerzas
del ejército y la armada es una verdadera provocación del gobierno a los
trabajadores protestamos. Pensamos que Calderón hizo crecer el ejército
por miedo a AMLO, pero parece que es toda una línea.
4.
¿De dónde viene esa línea? Del gobierno norteamericano a partir del
desplome de la llamadas Torres Gemelas de Nueva York. Ese hecho que al
parecer fue un autoatentado del gobierno de Bush para justificar la
invasión a Afganistán e Irak, sirvió para hacer un llamado mundial para
“luchar contra el terrorismo”. A partir de entonces los grandes
fabricantes de armas de pusieron a trabajar con intensidad sus enormes
negocios para vender en todo el mundo. ¿No está acaso demostrado en la
historia de la primera y segunda guerra, en la de Corea, la de Vietnam,
que las guerras en el mundo hacen recuperar la economía norteamericana y
de paso frenan descontento en los propios EEUU? México aprovechó para
gastar miles de millones de dólares en poner al día a sus fuerzas
armadas.
5.
La guerrilla clásica que jamás olvido fue la de los Tupamaros en
Uruguay en los sesenta setenta, pero también recuerdo a los Montoneros
encabezados por Firmenich luchando en Buenos Aires y Córdova en la
Argentina contra la dictadura militar de Onganía a fines de los sesenta.
Pero en México, después de la matanza de cientos de estudiantes en
octubre de 1968, surgió la Liga Comunista 23 de septiembre como
guerrilla urbana para reivindicar las luchas del pueblo masacradas por
el gobierno de Díaz Ordaz y avaladas por los poderes Legislativo y
Judicial. ¿Será que Peña Nieto, Mancerda y las fuerzas armadas que
exigen más dinero estén provocando al pueblo a organizarse para luego
masacrarlo como siempre se ha hecho con los grupos armados por
“batallones de la muerte”?
6.
Parece que el gobierno ha escogido el camino de la dictadura con el
apoyo de los partidos políticos, los empresarios, el clero y los medios
de información. El PAN se vanagloria diciendo que impuso su proyecto
privatizador del petróleo y la electricidad y ahora presiona al gobierno
del DF para que apruebe una ley que prohíba o por lo menos reglamente
las manifestaciones. El PRI durante los gobiernos del PAN usó al PRD
para impedir que se aprueben leyes derechistas o reaccionarias; pero el
PAN esperó que llegue el PRI al gobierno para imponer sus reformas
empresariales pendientes. El PRD, como un perrito faldero está al
servicio de la derecha porque ese papel le permite más funcionarios, más
dinero y más poder. No tengo duda que los oportunistas del PRD apoyarán
la prohibición y la represión.
7.
Peña, según la revista Proceso, “quiere duplicar los recursos para el
ejército, incrementar sus efectivos, aumentar su presencia en labores
policiacas y darle un marco jurídico que le permita regularizar su lucha
en las calles contra el crimen organizado. Pero no están dispuestos a
acotar el fuero de guerra ni que las fuerzas armadas rindan cuentas ante
el Congreso”. Yo pensé que el PAN por su ideología extremadamente
conservadora estaba más cerca del fascismo; hoy me doy cuenta que el PRI
–aprovechando su habilidad manipuladora- está dispuesto a imponer la
leyes que no logró poner en práctica Calderón y Fox. El bloqueo,
persecución y madriza que sufrieron nuestros admirados anarquistas, es
una muestra pequeña de las madrizas, encarcelamientos y asesinatos que
sufriremos los manifestantes en adelante. Pero ya veremos. (9/I/14)
1.
Los expriístas más destacados del PRD: Cárdenas, López Obrador, Muñoz
Ledo, Ebrard y Camacho nunca se deslindaron del sistema de explotación
capitalista, jamás plantearon como el venezonano Hugo Chávez o el
boliviano Evo Morales alguna posición antimperialista o antiyanqui, ni
tampoco han dicho que lucharían por la igual social. Sí rompieron con el
PRI, se deslindaron de funcionarios y han propuesto muchos cambios de
programas de gobierno; en resumen se convirtieron en políticos
progresistas, cuando más en centristas o en una tibia izquierda
reformista. Otros como “los chuchos”, Robles, García, Godoy, y muchos
más, no llegaron del PRI o del PAN, pero han sido cortados con la misma
tijera. Sólo López Obrador se salva, por ahora.
2.
El deslinde ideológico, unido a una práctica consecuente, es obligación
de cualquier político. No es simplemente “darse golpes de pecho por
pecados cometidos”, sino un profunda autocrítica que aclare errores para
que no se vuelvan a cometer. ¿Cómo saber si un político es sincero si
no se deslinda del pasado de corrupción que vivía, que pudiera ser por
convicción o por engaño? Recuerdo que en 1911 cuando los zapatistas le
gritaron a Madero que era un traidor porque se negaba a repartir las
tierras; él con razón –siendo él mismo terrateniente- les dijo que nunca
había prometido tal cosa y que sólo luchaba por la libertad. ¿Cómo
acusar a políticos de traidores cuando ellos representan al capitalismo y
sólo buscan reformarlo?
3.
Por ello siempre debemos ser exigentes con los principios ideológicos y
éticos de los políticos. En nuestros pueblos dicen: “Gallina que bebe
huevo, ni que le quemen el pico” o “El que anda con mierda algo se le
pega”. Por eso al senador del PRD –carente de mínimos principios
éticos- se le ocurrió decir que se “recorrerán un poco hacia la
izquierda” para que no los vean tan derechistas, “pero que no piensen
que dejarán de hacer políticas de alianzas con el PRI, el PAN y con
quien sea necesario porque ya están curados de sectarismo”. Con razón
los compañeros del EZLN y zapatistas han denunciado desde 2002 esas
traiciones en las que el PRD ha participado de manera amplia; por eso
también se abstuvieron de apoyar al PRD en las elecciones de 2006.
4.
Por otro lado hay que decir que los EEUU tienen atados a los
gobernantes y políticos mexicanos del PRI, PAN, PRD y demás partidos
donde más les duele. Les vale un carajo que EEUU tenga una embajada con
20 mil policías y militares protegidos que invaden con vigilancia todas
las esferas públicas; les importa un bledo que EEUU con armas y asesores
militares controle al ejército, la armada y la policía federal;
políticos y gobierno guardan silencio cuando es agredido algún otro país
y peor aún, nada dicen acerca del saqueo que sufre México en el
petróleo y la economía para beneficio de esos funestos vecinos. En fin,
no solo no defienden al país sino que EEUU sigue determinando acerca de
la política nacional, las inversiones y la distribución del presupuesto.
5.
El PRD “se correrá un poco a la izquierda” con el fin de captar a
incautos, a ilusos o lo que sea, pero luego seguirá en la política de
alianzas porque eso es lo que le interesa. El PAN –con mayor firmeza-
abrirá más sus puertas al empresariado y al clero porque es el partido
que mejor los ha representado en la historia, y el PRI –con mayor
habilidad- seguirá jugando con ambos partidos ajustándose en momentos
del lado de uno y del lado de otro. Los tres partidos tienen poder y
dinero del presupuesto público para “correrse un poco” hacia la
izquierda, el centro o la derecha ofreciendo cargos e ingresos que para
el oportunismo rampante es fácil aceptar. ¿Se olvida acaso que también
la política es parte de la privatización en el capitalismo para
beneficio de mercenarios?
6.
La lucha por la unidad de la izquierda no puede ser simplemente
nacionalista o contra la privatización del petróleo y la electricidad,
por ser muy limitada. Es obligatorio luchar contra la explotación del
trabajo, contra la privatización de los servicios de salud, de la
educación y contra los despidos de 46 mil electricistas, de miles de
Mexicana y los despidos de maestros que se preparan vía evaluaciones o
exámenes. El PRD busca la unidad con el PRI y el PAN arrastrando al
partido Morena hacia ese campo. El lópezobradorismo –aunque se vislumbra
que recorrerá el mismo camino de todos los partidos electoreros- si
quiere conservar su independencia y combatividad tiene que vivir
deslindándose y aclarando su posición. Su pico no está aún manchado,
aunque pronto lo sabremos.
(9/I/14)
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