1.
Estuve en el mitin de López Obrador y mis cálculos me llevan a pensar
que asistieron unas 70 mil personas, no 50 mil como informaron los
empleados del gobierno de la ciudad de México. De la avenida Balderas al
Eje Lázaro Cárdenas debe haber por lo menos 700 metros, dado que la
Alameda Central tiene 513 de oriente a poniente y de 259 de norte a sur.
En la avenida Juárez, parados frente al mitin cabían 25 personas y en
las dos aceras otras 25; además el Eje Central tenía por lo menos 70
metros atestados. Fue curioso para mí ese ejercicio que hice de 10 a 12
horas del día, pues me permitió saludar a muchos amigos y ver cómo
llegaba la gente de diferentes entidades.
2.
Me emocioné mucho por la alegría y la combatividad de la gente que
portaba mantas, gritaba alguna consigna y los grupos que la repetían.
Pensaba que la amplia mayoría de la gente era atraída por la valentía y
constancia de López Obrador y su lucha contra la privatización de Pemex,
pero que no se planteaba las posibilidades reales de triunfo o de
fracaso de sus luchas. En el Zócalo AMLO ha reunido a 250 mil, a 150 mil
(incluso en uno de sus actos contra el desafuero, concentró a más de un
millón de personas) pero casi nunca- para este tipo de actos citados
con antelación de tres meses por lo menos- 70 mil gentes. Aunque López
Obrador jamás se desanima, es importante saber lo que está pasando.
3.
El presidente Peña Nieto anunció que no se impondrá el IVA en alimentos
y medicinas, además de una serie de reformas que hicieron que sus
aliados del PRD gritarán de alegría porque Peña los escuchó; por el
contrario la derecha empresarial y panista ha demostrado su disgusto.
Sin embargo esto quiere decir que el PRI está retomando su camino:
jugarle el dedo en la boca unas veces a la derecha que impulsa las
privatizaciones y otras veces a los perredistas y socialdemócratas con
reformas populistas muy limitadas. Así prolongó el PRI su dictadura de
1929 al año 2000 y su propone ahora otros 71 años más. ¿Y la izquierda
formada por los no electoreros y luchadores de calle? No se deja
engañar.
4.
A partir de 1964, con las llamados “diputados de partido” que los
gobiernos de López Mateos y Díaz Ordaz pusieron en práctica, vimos con
enorme claridad la actuación de los 20 diputados panistas dirigidos por
Ibarrola y los 10 diputados del PPS dirigidos por Lombardo (mientras los
5 diputados del PARM apoyaban en todo a los más de 100 diputados del
PRI) El PAN recibía más apoyos en dinero y rentas del gobierno porque
gritaba más; por el contrario Lombardo Toledano –por opinar que el
gobierno pertenecía a la burguesía nacionalista- recibía poco. Fueron
simples grupos de presión que vivían de los que les daba el gobierno
federal y los gobiernos locales. El PAN sólo fue importante cuando
negoció con Salinas en 1988.
5.
El PRI acostumbró a los políticos a vivir de subsidios; “ayudas”
económicas proporcionales al papel que se desempeñaba en el “juego
democrático”. Así que la llamada reforma política de López Portillo de
1977 -que dio entrada a partidos de derecha y socialdemócratas al
gobierno- fue sólo una repetición de lo que hizo López Mateos en 1962 y
Díaz Ordaz puso en práctica; y el llamado Pacto de Peña Nieto con el PAN
y el PRD es el mismo que el PRI puso en práctica aquellos años.; es
decir por lo menos hace 35 años que da maicito o atolito en la boca de
los llamados partidos de oposición que hoy gritan alegra porque el
gobierno de Peña “les está haciendo caso”. ¿No les parece un oportunismo
vergonzoso?
6.
Recuerdo que a principios de los sesenta marchamos tres o cuatro veces
en apoyo a la posición de López Mateos por no obedecer a la OEA que
exigía el rompimiento de relaciones con Cuba. López Mateos llegó a
decir, sin sangrarle la boca, que su gobierno era de izquierda “pero
dentro de la Constitución”. Los oportunistas de la llamada “izquierda”
aplaudían a rabiar; pero cuando el mismo López Mateos mando reprimir a
los ferrocarrileros, a los guerrerenses y mando asesinar al líder
campesino Rubén Jaramillo, quienes aplaudieron fueron los empresarios y
la derecha porque se demostraba que había “mano firme contra el
comunismo”. Así se la llevó el PRI 70 años, por eso fue conocido como
“el justo centro”; ni por uno ni por otra lado.
7.
Por eso con el PRI los luchadores sociales izquierdistas deben tener
más cuidado que con cualquier gobierno de dictadura militar y de derecha
civil. El PRI está acostumbrado a manejarse entre dos aguas meneándole
el dedo a los partidos extremos; por el contrario en una dictadura
militar o civil de derecho siempre es muy clara su defensa del
imperialismo yanqui y los poderosos empresarios. A los riquillos (no a
los millonarios) –que les disgusta la educación pública, gratuita y
laica- les duele el IVA en colegiaturas privadas porque significa mayor
sacrificio. Se olvidan que según se publicó ha menos de un mes, sólo 19
escuelas privadas (de las de mayor colegiatura) eran buenas y las demás
escuelas “patito”. (10/IX/13)
Pedro Echeverría V.
No hay comentarios:
Publicar un comentario