La desaceleración económica se
va expresando de diferentes maneras, dándose también en los resultados
del primer trimestre de las sociedades que informan a la
Superintendencia de Valores y Seguros, las cuales volvieron –al igual
que el año pasado- a experimentar disminución en sus utilidades, aunque
sus ventas se incrementaron. Por su parte, los indicadores de actividad
económica del Banco Central correspondiente al trimestre febrero-abril
promedian una disminución, si se compara con los mismos meses del año
anterior, de 1,6 puntos porcentuales. El menor crecimiento de la
actividad se expresó también en las cifras del INE sobre ocupación, ya
que los niveles de cesantía crecieron en febrero-abril por tercer
trimestre móvil consecutivo, al tiempo que la tasa de desocupación frenó
su proceso de descenso. Las utilidades empresariales siguen estando
fuertemente concentradas, ya que las diez de mejores resultados explican
un 41% del total. Sus montos mayores se produjeron en cinco sectores,
minería, bancos, eléctricas, forestales y de comercio al detalle, los
cuales reúnen un 56,9% de las ganancias totales. En el listado de las
mayores ganancias atribuibles a los controladores destaca la presencia
de empresas mineras, prioritariamente cupríferas, a pesar de la caída
experimentada en las cotizaciones de los commodities más relevantes para
la economía nacional. Entre los factores del descenso en las
ganancias, además de la desaceleración que afecta a la economía global y
la nacional, influyó en el primer trimestre del año la revaluación del
peso, el descenso en el precio del cobre y el incremento de costos.
Los resultados en el primer trimestre
de las sociedades que informan de ellos a la Superintendencia de Valores
y Seguros (SVS) entregaron otra señal de la desaceleración económica en
curso. Sus ganancias se redujeron en 2,7% con relación a los mismos
meses de 2012, a pesar que las ventas consolidadas crecieron en cifras
anualizadas 4,2%. Se compara con los mismos meses de 2012 que cayeron
a su vez en 13,3%, cuando también los ingresos y las ventas
aumentaron. Sectorialmente la mayor caída se registró en minería, con
una reducción promedio de 29,3%, en primer lugar por la reducción en la
cotización del metal rojo. Disminuciones aún mayores experimentaron
Codelco (43,5%), Doña Inés de Collahuasi (74,3%), CAP (46,4%), El Tesoro
(45,2%), Los Pelambres (34,6%) y Punta del Cobre (55,3%). El precio
promedio del metal rojo en doce meses disminuyó en 4,3% al registrar
US$3,6 la libra.
El presidente del Banco Central,
Rodrigo Vergara, en un seminario efectuado por la Confederación de la
Producción y el Comercio y la Sociedad de Fomento Fabril, manifestó que
en el país se registra un contexto de baja inflación y de signos de
desaceleración, que “se asocia a un menor crecimiento de la inversión, y
en particular en maquinarias y equipos (…)”. Subrayando que “las
perspectivas para la inversión se han ajustado a la baja” (31/05/13).
El Informe de Percepción de Negocios elaborado por el Banco Central, en
base a las opiniones entregadas por ejecutivos de empresas de diversas
regiones y sectores económicos, constató a su turno coincidiendo con
los resultados entregados a la SVS- que los negocios estuvieron por
debajo de lo anticipado, explicado según la muestra por aumentos de los
costos y la postergación de proyectos mineros y energéticos, que tienen
impactos en los estados de situación también de otros sectores. En
cuanto al paro portuario consideraron que tuvo efectos transitorios, en
ningún caso mayor al de octubre de 2012. A su turno, el patrimonio
bursátil defendió en 2013 hasta el 7 de junio en un 4,23%, en su tercer
año de crecimiento negativo o muy bajo.
Sebastián Claro, miembro del consejo
del Banco Central, por su parte, reconoció abiertamente el curso de
desaceleración. “Eso es –manifestó- parte esperable y anticipable, no
solo por el propio ciclo de la economía chilena sino también por lo que
está pasando en el mundo. (…) se estaría llevando a cabo –añadió-, pero
de manera gradual hacia un crecimiento más acorde al de tendencia”
(02/02/13). El exministro Juan Andrés Fontaine, del Instituto Libertad y
Desarrollo, encargado programático de la candidatura de Andrés
Allamand, escribió de la existencia de una “luz amarilla” debido a que
“el ritmo de expansión de la economía ha decaído, las utilidades de las
grandes empresas retroceden y la bolsa mantiene un prolongado letargo”
(02/06/13).
Las cifras del imacec de abril, con
un incremento en doce meses de 4,4%, a pesar de contar con dos días más
trabajados con relación al mismo mes del año anterior, que si se
descuentan se reduce a cerca de 3%, aportó señales muy claras en la
misma dirección. Si se considera la variación de la producción a partir
de la demanda agregada, el factor de crecimiento como lo señaló el
Banco Central, residió en el dinamismo del consumo. Todos los demás
componentes apuntan en la dirección opuesta. Las exportaciones
sufrieron el impacto de la desaceleración global desde el año pasado, el
gasto público el gobierno lo mantiene acotado, con su dogmatica
concepción de que debe crecer menos que el producto, y las inversiones
privadas como lo demostró el indicador de abril constituyó el nuevo
factor de desaceleración. Dado que gasto público y la inversión tienen
efecto multiplicador su bajo crecimiento en algún momento debe
repercutir también en el consumo. Si se compara febrero-abril con el
mismo trimestre de 2012 se produce un descenso de 1,6 puntos
porcentuales, de 5,2% a 3,6%.
Para Felipe Larrain, continuando con
su política de “terror económico” –a la cual se sumo igualmente
Sebastián Piñera- sostuvo que la desaceleración de las inversiones sería
una consecuencia de las propuestas efectuadas de producir cambios
cualitativos y cuantitativos en el régimen tributario, manteniendo su
formulación que las mayores necesidades de financiamiento deben provenir
del crecimiento económico que aporta más o menos US$600 millones por
cada punto de expansión del producto. No considera que la evolución de
la economía es cíclica y, por tanto, aumentos del gasto permanente no
pueden quedar a merced de coyunturas favorables que, desde luego, son
por definición inestables. A esta campaña se sumó, como era previsible,
rápidamente El Mercurio.
A la misma conclusión de
desaceleración conducen las cifras del INE sobre empleo y desempleo en
el trimestre móvil febrero-abril, mostrando que por tercera vez
consecutiva la cesantía aumentó y que el número de trabajadores
perdiendo sus empleos en un año se aproximó a diez mil. Mientras tanto,
la tasa de desempleo experimentó su menor descenso desde que se efectúa
a partir del año 2010 con la nueva encuesta de empleo, bajando apenas
en 0,1 punto porcentual, alcanzando a 6,4% de la población activa. Su
nivel fue superior en un punto porcentual o más al promedio nacional en
Araucanía (7,4%), Valparaíso (7,5%), Arica y Parinacota (7,5%) y Bíobio
(8%). A su vez la tasa de participación laboral, que establece la
relación entre los ocupados y la población considerada en condiciones de
trabajar, se mantuvo en un bajo 59,8%, porcentaje que en las mujeres es
de apenas 47,8%.
Otra característica de los
resultados de las sociedades -además de sus signos de desaceleración-
lo constituye, como es habitual, la elevada concentración de sus
ganancias. Las diez primeras de ellas por sus utilidades reúnen un 41%
del total. Sectorialmente cinco áreas de actividad explican un 56,9% de
las ganancias totales cifradas en US$7.876 millones. Ellas son minería
(29,1%), banca (10,1%), eléctricas (7,2%), forestales (5,5%), retail
(5,0%).
La ganancia atribuible a los
controladores, también como es usual, lo encabezan empresas cupríferas.
El listado tiene como número uno a Minera Escondida, cuyo accionista
mayoritario es el consorcio angloaustraliano BHP Billiton, cuyas
utilidades atribuibles descendieron en cifras interanuales en 1,7%
debido a la caída en la cotización del metal rojo y a los incrementos en
sus costos, los cuales subieron a un ritmo superior a las ventas. En
segundo lugar se ubica Minera Los Pelambres, explotada por el mayor
grupo económico chileno, los Luksic, que experimentó un retroceso en
doce meses mucho más fuerte, 34,6%, por causas en lo fundamental
similares. A su vez Anglo American Sur –donde Codelco quedó solo con
un 20% de la propiedad, por la no defensa del interés nacional de parte
del gobierno Piñera- registró una baja de 23,4% en su utilidad neta,
aunque la producción aumentó en 7,5% desde 105.500 a 113.500 toneladas.
Mayores ganancias atribuibles a los controladores enero-marzo 2013
(Fuente: Estados financieros. En millones de dólares del primer trimestre de cada año)
Empresa | 2013 | 2012 | % Var. | Controlada por |
Minera Escondida | 856,4 | 871,4 |
-1,7
|
BHP Billiton (angloaustraliana) |
Minera Los Pelambres | 339,8 | 519,8 |
-34,6
|
Grupo Luksic |
Banco de Chile | 257,3 | 258,7 |
0,3
|
Grupo Luksic –Citigroup (EE.UU.) |
Codelco | 246,6 | 482,5 |
48,9
|
Estado |
Empresas Copec | 238,7 | 153,9 |
55,1
|
Grupo Angelini |
Anglo American Sur | 223,9 | 292,7 |
-23,5
|
Anglo American (anglosudafricana) |
Falabella | 198,8 | 152,8 |
30,1
|
Solari, Cuneo, Del Río |
Enersis | 178,3 | 213,3 |
-16,4
|
Enel (Italia) |
Banco Santander | 171.3 | 250,7 |
-31,7
|
Banco Santander (España) |
AFP Provida | 167,3 | 70,6 |
137,0
|
MetLife (EE.UU.) |
SQM | 151,8 | 150,0 |
1,2
|
Julio Ponce Lerou |
AntarChile | 143,3 | 88,5 |
62,0
|
Grupo Angelini |
Endesa | 134,2 | 140,3 |
-4,4
|
Enel (Italia) |
Codelco quedó relegada al cuarto lugar,
con una reducción en sus utilidades atribuibles de 48,9% y de las ventas
en 17,3%, la cual como empresa estatal cancela un impuesto a las
utilidades superior a las empresas privadas. Si la comparación se
efectúa de acuerdo a los gravámenes cancelados por las privadas ocupó el
segundo lugar, detrás de Minera Escondida. En producción, considerando
la participación que posee en los yacimientos El Abra y Anglo American
Sur, alcanzó a 427,5 mil toneladas métricas de cobre fino (tmf). La
producción en las minas controladas por la empresa estatal fue de 384,6
tmf, registrando incrementos en las divisiones Chuquicamata, Radomiro
Tomic y El Teniente, pero disminuyó en Andina, por factores climáticos, y
en Gabriela Mistral. Su nivel de producción superó al de Escondida
(305.563 tmf).
Entre las empresas de mejores
resultados figuran, los dos mayores bancos del país. Chile y Santander.
El primero controlado en partes iguales por el grupo Luksic y el
consorcio norteamericano Citigroup, obtuvo utilidades prácticamente
similares a los mismos meses del año precedente, mientras el consorcio
español las vio disminuir en 32%. Las del tercer banco privado en
tamaño, el BCI, controlado por el grupo Yarur, igualmente disminuyeron
en 17,6%. Las estadísticas de abril, divulgadas por la Superintendencia
de Bancos e Instituciones Financiera, registra que el resultado
atribuible a los propietarios del sistema cayó en un 2% en doce meses.
Por su parte, las colocaciones totales del cuarto mes del año se
desaceleraron si se compara con el mes anterior de un aumento de 9,7% a
9,1% en doce meses, excluyendo las operaciones de Corpbanca en Colombia.
En comercio al detalle, por las
ganancias atribuibles a sus dueños, destaca Falabella, con un aumento de
30,1%, no así Cencosud, del grupo Paulmann, a pesar que este holding
fue entre las empresas del sector la que experimentó un mayor aumento en
sus ventas, 13,81%. El consorcio lo explica por “mayores costos
financieros principalmente como consecuencia del crédito puente tomado
para pagar la adquisición de supermercados en Colombia”[1].
Además debió efectuar provisiones debido a la resolución de la Primera
Sala de la Corte Suprema declarando nulos y abusivos cobros efectuados
con las tarjetas de Crédito Jumbo Más[2].
En mayo, Falabella entró al mercado
brasileño al adquirir el 50,1% de Construdecor, matriz de la cadena de
tiendas para el hogar Dicico, en US$188 millones. De ese total, US$175
millones se aportarán como capital. Esta actividad se encuentra en la
mayor economía sudamericana escasamente concentrada. Sus cinco mayores
empresas –entre las cuales figura Dicico- constituyen menos de un 10%
del mercado sectorial total, lo cual le crea un campo importante de
expansión. Falabella cuenta con 134 tiendas en Chile, Colombia, Perú y
Argentina, a las que se añaden las 57 de Dicico.
Entre las empresas con mayores
ganancias atribuibles a sus controladores figuró la AFP Provida, cuyas
utilidades aumentaron en un 13,7%, que pasó en 2012 a propiedad del
consorcio financiero norteamericano MetLife. Este incremento se explica
en proporción importante debido a la utilidad neta de impuestos
obtenida por la venta de sus participaciones accionarios en AFORE
Bancomer de México y la AFP Horizonte en Perú.
Tanto Enersis como Endesa Chile,
pertenecientes al consorcio italiano Enel, disminuyeron sus utilidades,
en 16,4% y 4,4% respectivamente. En Enersis fue explicado a causa de su
negativo resultado operacional, ante todo por efectos de la sequía en
Brasil debiendo absorber la empresa distribuidora los mayores costos que
debió enfrentar. En Endesa fue consecuencia de sus menores ventas y
como en todas las sociedades por el aumento en los impuestos de primera
categoría. Chilectra, también con mayoría accionaria de Enel, las
redujo un 22,2%. La norteamericana AES Gener, otra de las grandes
empresas del sector, experimentó una disminución de 33,6%, y E-CL, de la
transnacional francesa Suez, de 58,5%. La excepción entre las mayores
generadoras fue Colbún, que las aumentó en 165,3%. Enersis, debido al
proceso de capitalización efectuado durante 2012 pasó a ser la empresa
con resultados entregados a la SVS de mayor patrimonio[3].
Las empresas forestales, como
consecuencia del incremento en la cotización de la celulosa y mayores
volúmenes de venta, aumentaron sus ganancias en un 27,7%. Ocupando el
primer lugar Empresas Copec y luego sus filial Celulosa Arauco, con
mayoría accionaria del grupo Angelini. En tercer lugar aparece Empresas
CMPC, del grupo Matte. Se trata de un sector con predominio de grupos
económicos locales, los cuales a la vez viven un intenso proceso de
expansión hacia el exterior. Específicamente en la industria de la
celulosa están entre los cuatro mayores actores mundiales.
Entre las sociedades con pérdidas
siguió figurando la Compañía Sudamericana de Vapores (CSAV), controlada
por el grupo Luksic, que en 2011 experimentó un saldo en rojo de
US$1.250 millones y el año pasado US$314 millones. El primer trimestre,
14 de las 18 compañías más grandes del mundo registraron pérdidas,
entre las cuales figuró CSAV.
Ya las formulaciones de que la alta
demanda interna conduciría a incrementar las tasas de interés de
política monetaria para frenarla dejaron de hacerse. La inacción del
Banco Central se hace cada vez más insostenible, los desequilibrios se
espera que los resuelva el mercado –que se mueve en función de los
objetivos de sus principales actores- cuando la experiencia interna y
externa es que se requiere la acción del Estado. Los estímulos
económicos provenientes de las políticas anticiclicas de fines de la
década pasada y de la reconstrucción ya no están presentes y queda al
desnudo la carencia de políticas internas, que no sean aquellas
puntuales que favorecen a los grandes intereses económicos.
Por Hugo Fazio
El Ciudadano
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