Hablábamos sobre violencias de género en mi programa de radio, y una
oyente dejó su mensaje: "Todo bien con la propaganda de violencia de
género, pero por qué no hablan de la inseguridad que es mucho más
importante."
Representante del imaginario
colectivo, pero mucho más de una sociedad que mira para otro lado cuando
de violencia machista se trata. Tal vez porque el flagelo le pega en el
corazón de su identidad: machista y patriarcal. No hablo sólo de los
varones, que para ser machista no hace falta tener pene.
En Twitter, el doctor Stola escribe: "La
violencia de género se inscribe en la inseguridad ciudadana que sufren
las mujeres que tienen ciudadanía restringida en el mundo."
Las TICS, los medios, sobre todo la televisión abierta, parecen por fin abrirle la puerta a una temática esquivada hasta hace pocos años.
Las TICS, los medios, sobre todo la televisión abierta, parecen por fin abrirle la puerta a una temática esquivada hasta hace pocos años.
¿Hay más violencia? Curiosa pregunta que
remplaza a esta otra: ¿hay más violentos? Inútil buscar una respuesta
–o en todo caso, le dejamos la duda a quienes investigan–, de lo que se
trata es de buscar soluciones. Desde hace seis años, la Red PAR trabaja
planteando en todo el país que las estadísticas son imprescindibles para
generar políticas públicas, que conlleven un presupuesto y una
capacitación adecuada en todas las instancias que la problemática exige.
El lenguaje aporta a la construcción de
un sentido común que, en el caso de las mujeres, nos convierte en santas
o putas, siempre emocionalmente frágiles, merecedoras de violaciones y
castigos por provocadoras. Después de todo, el pobre Adán fue expulsado
del paraíso porque la pérfida Eva lo tentó con la manzana de… la
curiosidad y la sabiduría.
Los femicidios, que por fin lucen el
nombre que les corresponde –muy lejos del patético "crimen pasional" con
el que se confundía pasión con asesinato–, son la expresión más cruel y
más indiscutible de un proceso que con seguridad se inició mucho antes y
nadie pudo ver, a veces ni siquiera la propia víctima.
¡Eh! Pero también hay mujeres violentas.
Claro, por qué no, reivindico nuestro derecho a ser malas, pero los
cadáveres son femeninos. No hay discusión al respecto.
Las estadísticas no oficiales, como las
de La Casa del Encuentro, hablan de una mujer asesinada por un varón
cada dos días. Este dato se toma de lo que se publica. No hace falta
mucha geografía para saber que las asesinadas son más, muchas más.
Mujeres de todas las edades y clases
sociales, con o sin títulos, con o sin niñ@s, que compraron una historia
acerca de cómo debe ser una mujer enamorada y que muchas veces callaron
por vergüenza. Pero ¿y aquéllas que se animaron y no fueron ni
atendidas ni escuchadas? ¿Y cuántos varones impunes? Con estatua como
Monzón, asesino de Alicia Muñiz, o con estampita como Barreda, cuádruple
femicida de La Plata.
Así como pedimos juicio y castigo a los
culpables, pedimos juicio político a la justicia que absuelve, libera,
revincula, mientras las mujeres no tenemos acceso real a una justicia
rápida y efectiva, que proteja nuestros derechos.
* Liliana Hendel Periodistas de Argentina en Red por una Comunicación No Sexista.
Vía:
http://www.kaosenlared.net/america-latina/item/28432-argentina-sin-datos-oficiales-las-muertas-son-m%C3%A1s.html
http://www.kaosenlared.net/america-latina/item/28432-argentina-sin-datos-oficiales-las-muertas-son-m%C3%A1s.html
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