España se aferra a la renta que llega del Sur
Las
autoridades españolas reiteraron que “tomarán medidas” si el gobierno
argentino decide avanzar con una nacionalización de YPF. Con
“incertidumbre” y “sin certezas”, pero con las versiones periodísticas
como guía, el gobierno de España se posicionó como intermediario y
guardián del grupo Repsol. El canciller español José Manuel
García-Margallo se reunió ayer con el embajador argentino, Carlos
Bettini, y le transmitió el mensaje oficial: “Cualquier agresión a
Repsol violando el principio de seguridad jurídica será considerada como
una agresión al gobierno español que tomará las reacciones oportunas”.
El funcionario convocó así al “diálogo” y consideró la posibilidad de
una ruptura de las “relaciones económicas y fraternales” entre ambos
países. García-Margallo, de estirpe conservadora, señaló que ya
empezaron a “estudiar las posibles medidas a tomar en caso de que fallen
las negociaciones”. No ofreció precisiones, pero aseguró que el
gobierno del Partido Popular ya “pidió el apoyo a sus socios y aliados”,
entre los que contabilizó a Estados Unidos, México y “otros que no les
cuento”.
Por su parte, la vicepresidenta española, Soraya Sáenz de
Santamaría, aseguró que “la obligación de este gobierno es defender los
intereses de Repsol con todos los instrumentos que tiene a su alcance.
Las medidas no se anuncian, se adoptan”. Las autoridades de la Unión
Europea avalaron a los españoles, pero reconocieron extraoficialmente
que carecen de instrumentos para sancionar a la Argentina, pues no hay
ningún acuerdo ni vínculo legal al que puedan apelar. El accionar del
gobierno español fue respaldado por la vicesecretaria general del PSOE,
Elena Valenciano, al asegurar que “el gobierno está trabajando bien en
la defensa de YPF”. Ningún funcionario argentino respondió oficialmente
los señalamientos de sus pares españoles.En el gobierno de Mariano Rajoy están confundidos. “Ayer (por el jueves) había una noticia en primera página de Clarín, pero fue desmentida en Página/12. Estamos en un momento de incertidumbre”, advirtió ayer el canciller español en referencia al supuesto proyecto para expropiar YPF. A pesar de la incertidumbre y en sintonía con la políticas de ajuste fiscal y flexibilización laboral impulsadas por el Partido Popular, los funcionarios recurrieron al discurso neoliberal para señalar las posibles consecuencias si Argentina avanza en una nacionalización de la petrolera que hoy controla Repsol. Con la “inseguridad jurídica” como punta de lanza, las autoridades de La Moncloa recordaron al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner los efectos negativos sobre el “clima de negocios” y lamentaron la caída de 40 por ciento acumulada en el precio de las acciones de YPF. “No es el mejor clima para hacer negocios ni para animar a los inversores para ir a ningún lugar del mundo”, señaló García-Margallo durante una conferencia de prensa después de su “cordial” encuentro con Bettini.
Las declaraciones que formuló el martes el gobernador de Neuquén, Jorge Sapag, donde adelantó que estaba en estudio convertir a YPF en una empresa mixta, y la difusión el jueves en algunos medios argentinos de un supuesto proyecto de ley para expropiar la firma detonaron la virulencia de las autoridades españolas. En medio de las especulaciones, los servicios oficiales de comunicación de ese país difundieron el mismo jueves un breve video donde el ministro de Industria, José Manuel Soria, advertía que “los gestos de hostilidad contra los intereses de las empresas españolas traen consecuencias”.
CFK no mencionó a YPF durante su discurso de anteayer; poco se supo luego del encuentro con los gobernadores de las provincias petroleras y los españoles quedaron todavía más desconcertados. “Lo cierto es que ese proyecto de ley que se ha anunciado con 62 artículos todavía no ha entrado en la Cámara. Las versiones que tenemos son contradictorias. Hay periódicos que dicen que es borrador y otros que dicen que es propuesta de ley. Es un momento de incertidumbre. Tenemos que aprovechar la impasse para negociar”, apuntó el canciller de España.
Según relató García-Margallo, en el encuentro con Bettini le manifestó que “YPF es importante para Repsol y Repsol es importante para España” y le aseguró que “el gobierno español tomará las reacciones que considere oportunas” si se avanza en la nacionalización.
La posición del canciller español osciló entre un llamado a la negociación y amenazas. “Confiamos en el sentido común y buen acuerdo”. “Cualquier gobierno que se respete tiene que decir que va a defender los intereses de sus empresas ahí donde están. En eso consiste hacer política exterior.” “Llamamos al diálogo y las negociaciones. La ruptura es el peor escenario que podríamos imaginar.” “Es hora de estudiar las medidas que va a tomar el gobierno en caso de que la negociación falle”, fueron algunas de sus afirmaciones. “La ruptura de una relación entre España y Argentina no sería sólo en términos económicos sino que sería una ruptura de una relación fraternal. Es el peor de los escenarios que podríamos imaginar”, remató el funcionario.
La vicepresidenta Sáenz de Santamaría señaló que “existe una enorme preocupación en la comunidad internacional”. García-Margallo precisó que se contactaron con Estados Unidos, enviaron una carta a la Cancillería de México, que es el anfitrión del G-20 este año –España no es miembro del grupo y participa como invitada–, y a las autoridades colombianas para que el tema se aborde en la Cumbre de las Américas. “Hemos hecho muchos contactos, algunos que les cuento y otros que no les cuento”, concluyó.
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