Carolina Tohá fue clara
al respecto; se dice que la reforma al Postnatal es prácticamente un
logro de él, lo que es falso. Realmente eso encrispa junto a que diga
que las energías renovables no son una alternativa para Chile.
Mientras Piñera pronunciaba su discurso, en las afueras la ciudadanía protestaba, no solo en Valparaíso sino a lo largo del país, dándose cita para manifestar el descontento con el actual gobierno.
El uso de gases lacrimógenos, nuevamente
se hizo efectivo, tras la irresponsable aprobación de su uso por parte
del ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, quien
tras prohibir su aplicación, en el plazo de 24 horas, logró reunir los
antecedentes que aseguraban a su juicio “la inocuidad” del uso de este
tipo de armamento represivo utilizado por Carabineros.
Respecto a la aprobación de Hidroaysén, sin dejarlo explícito, Piñera le dio su respaldo; y era que no, su señora, Cecilia Morel ya recibió de parte de Endesa un millón de euros para su Fundación.
A Piñera se le notó su rabia contenida
por los lienzos desplegados y las manifestaciones ciudadanas que lo
llamaron varias veces a lugar mientras continuaba con su discurso.
Claramente este es un gobierno no preparado para la disidencia.
Claramente es la continuación de una Constitución de origen dictatorial,
presidencialista y antidemocrática, que nos tratan de envolver en un
lindo papel de regalo.
A continuación dejamos en extenso el discurso de Sebastián Piñera.
Señoras y señores parlamentarios, chilenas y chilenos,
Nuestra misión
Hace un año concurrí a este Congreso
Pleno para convocar a las chilenas y chilenos a asumir una misión y
abrazar una causa noble y factible: hacer de nuestra patria, antes que
termine esta década, un país desarrollado y sin pobreza. Este fue el
sueño que nuestros padres y abuelos siempre acariciaron, pero nunca
lograron. Y esta es la misión y deber de nuestra generación, la
generación del Bicentenario.
Los convoqué a que juntos construyéramos una sociedad de seguridades, oportunidades y valores para todos.
Una sociedad de seguridades significa
una vida digna para todos los chilenos y chilenas y atenuar los temores
que nos oprimen. Para ello necesitamos una red de protección fuerte y
siempre disponible para acogerlos. Pero no una telaraña que los atrape
en una dependencia permanente. Los chilenos nos alegramos mucho más
cuando una persona logra superar la red de protección que cuando debe
ingresar a ella.
Una sociedad de oportunidades significa
que todos los chilenos tengamos la posibilidad de realizarnos como
personas y desarrollar en plenitud los talentos que Dios nos dio. Para
ello debemos mejorar la educación, crear empleos y potenciar las fuerzas
de la innovación y el emprendimiento.
Una sociedad de valores es una sociedad
donde reine la libertad, la justicia y la fraternidad y donde valores
esenciales, como la vida, la familia, los derechos humanos y la
protección del medio ambiente, sean siempre respetados.
Esta es la patria que juntos estamos construyendo.
2010: Un año trágico, histórico, épico y fecundo
El 2010 fue un año difícil que nunca
olvidaremos. Un año en que vivimos tristezas y alegrías; temores y
heroísmos; dolores y esperanzas.
Comenzó con uno de los más devastadores
terremotos y maremotos de nuestra historia. El 27 de febrero perdimos
muchas vidas y hubo gran destrucción de propiedad.
Esos dramáticos minutos devastaron
sueños y proyectos de vida, pero no lograron doblegar el temple y la
voluntad del pueblo chileno. Porque de las ruinas se levantó una nación
noble y solidaria, que supo enfrentar la adversidad con un coraje y una
unidad, que han sido destacados y admirados en el mundo entero.
Sólo doce días después de la catástrofe,
asumimos el Gobierno de Chile. Ya no sólo con la misión de llevar
adelante nuestro Programa de Gobierno, sino también con la voluntad de
reconstruir un país aún mejor.
El 5 de agosto un escalofrío recorrió
nuestro país. 33 mineros habían quedado atrapados en la Mina San José.
Desde el primer día nuestro gobierno asumió el compromiso incondicional
de buscarlos, como si fueran nuestros propios hijos y, con la ayuda de
Dios, rescatarlos sanos y salvos. Muchos perdieron la fe de encontrarlos
con vida. Pero el 22 de agosto recibimos un inspirador mensaje que hizo
que, en todos los hogares de nuestra patria, los chilenos llorásemos de
emoción y alegría. Siete semanas más tarde se produjo el milagro del
Campamento Esperanza. Logramos rescatar, uno a uno, a nuestros 33
mineros y devolverlos a la vida y a sus familias. Así, lo que comenzó
como una tragedia, terminó como un testimonio, para Chile y el mundo
entero, de la fuerza de la fe, del compromiso y la convicción.
El 2010 conmemoramos también nuestros
200 años de vida independiente. Y los chilenos celebramos el
Bicentenario unidos como una gran familia, inaugurando la gran bandera
del Bicentenario, recordando nuestro pasado, honrando a nuestros héroes,
aprendiendo de nuestros errores y, por sobre todo, mirando el futuro
con una nueva fe y esperanza.
Y cuando llegábamos al final del año,
nuevamente la tragedia nos golpeó con rudeza. El 8 de diciembre, 81
compatriotas privados de libertad perdieron sus vidas en el terrible
incendio de la cárcel de San Miguel.
A pesar de la adversidad, el año 2010 fue un año muy fecundo y promisorio para Chile.
Primero, porque experimentamos la
fuerza, la solidaridad y el coraje de nuestro pueblo que, frente a la
adversidad, supo ponerse de pie con unidad y grandeza. Estoy seguro que
la forma en que enfrentamos la reconstrucción y el rescate de los
mineros, será una fuerza inspiradora para disipar las sombras y dudas,
cuando ellas en el futuro, intenten inundar nuestra alma. Y segundo,
Chile recuperó su capacidad de crecimiento y liderazgo y avanzó en
múltiples frentes, todo lo cual debe hacernos sentir a todos muy
orgullosos.
Rendición de cuentas
Queridos compatriotas:
Hoy, tal como lo ordena la Constitución y
lo establece nuestra tradición republicana, vengo ante ustedes y ante
el país a rendir cuenta.
Hoy es tiempo de balances y de que hablen los hechos, con toda su fuerza y elocuencia.
Balance de reconstrucción
Desde el mismo 27 de febrero, la
reconstrucción se planificó e implementó en tres etapas, de distinta
naturaleza, pero de inicio simultáneo. Primero se enfrentó la emergencia
inmediata: restablecer el orden público, reponer el abastecimiento de
servicios básicos, y recuperar la conectividad terrestre y los servicios
de comunicación.
Luego vino la emergencia del invierno,
en la que volcamos toda nuestra energía en brindar a los damnificados la
mayor y más oportuna protección posible, antes que el invierno trajera
el frío, las lluvias y las enfermedades. Para ello contamos con la
colaboración de la sociedad civil, las Fuerzas Armadas, miles de
voluntarios y países amigos.
Este esfuerzo permitió que un millón 250
mil niños que perdieron sus escuelas, no perdieran su año escolar.
Restablecimos el acceso digno y oportuno a los servicios de salud.
Entregamos más de 80 mil viviendas de emergencia. Recuperamos
íntegramente la conectividad física de nuestro país. Y, en 120 días,
nuestra economía volvió a crecer y a crear empleos con gran fuerza.
Esta semana, hemos dispuesto recursos
para que cada familia, que aún se encuentra en una vivienda de
emergencia, acceda a materiales de construcción, por hasta 50 mil pesos,
para mejorar su vivienda y enfrentar mejor el frío y las lluvias de
este invierno. Este programa llamado Manos a la Obra 3, beneficiará a 64
mil 726 familias.
Siempre dijimos que la reconstrucción
definitiva no duraría semanas ni meses. Dijimos que ella requeriría el
esfuerzo permanente durante los cuatro años de nuestro gobierno. Hoy, a
poco más de catorce meses de aquel trágico y devastador 27 de febrero,
responsablemente puedo informar al país, que más de la mitad de la
reconstrucción ya está cumplida, pero aún nos falta la otra mitad.
El terremoto y maremoto destruyeron o
dañaron significativamente 220 mil viviendas, aumentando en un 37 por
ciento las familias chilenas sin hogar. A marzo de este año, hemos
entregado 146 mil de los 220 mil subsidios de reconstrucción
comprometidos. 92 mil proyectos están iniciados o entregados, y cada mes
se inician más de diez mil obras nuevas. Las soluciones habitacionales
terminadas y entregadas alcanzan a 40 mil.
¡Cómo me gustaría que todos los
damnificados ya tuviesen sus casas o escuelas definitivas!
Desgraciadamente, la magnitud del terremoto no lo hace posible. Hemos
trabajado y seguiremos trabajando sin descanso. Pero aún nos queda mucho
por hacer. A fines de este año habremos entregado los 220 mil subsidios
comprometidos, 100 mil soluciones habitacionales estarán terminadas y
80 mil más iniciadas. Antes del invierno del 2012, todas las familias
que viven en aldeas habrán recibido sus viviendas definitivas o éstas
estarán en notable estado de avance.
En el campo de la educación, hemos
reconstruido o reparado el 70 por ciento de los cuatro mil 538
establecimientos educacionales destruidos o dañados por el terremoto, lo
que representó más de la mitad de las escuelas o colegios de las
regiones afectadas, beneficiando a más de un millón de alumnos. Y
estamos trabajando para terminar esta tarea durante nuestro gobierno.
En salud hemos recuperado el 85 por
ciento de los hospitales, el 100 por ciento de las camas, el 84 por
ciento de los pabellones y el 95 por ciento del equipamiento médico,
destruido o inutilizado. Durante el segundo semestre entregaremos nueve
hospitales públicos de construcción acelerada: Putaendo, Parral, Talca
externo, Talca interno, Curicó, Cauquenes, Hualañé, Chillán y el Félix
Bulnes en Santiago, que beneficiarán a más de tres millones de
compatriotas.
El 99 por ciento de la infraestructura
pública destruida o dañada ha sido recuperada y se encuentra operativa.
Ello incluye mil 554 kilómetros de caminos, la infraestructura
portuaria, los sistemas de Agua Potable Rural, los aeródromos y
aeropuertos, los embalses, canales y colectores de aguas lluvias.
También hemos recuperado el 98 por ciento de los puentes, incluidos el
puente Juan Pablo II y Llacolén sobre el río Bío Bío, y el 99 por ciento
de la infraestructura pública concesionada.
Es necesario e importante reconocer que
ese 27 de febrero la ONEMI no estaba preparada para asumir su desafío y
cumplir la misión para la cual fue creada. Desde luego no está en
nuestras manos impedir que la naturaleza vuelva a golpearnos. Pero sí
tenemos el deber de estar preparados para dar alertas tempranas, ayuda
oportuna y proteger con eficacia las vidas de nuestros compatriotas.
Para eso enviamos a este Congreso el proyecto de ley que crea la Agencia
Nacional de Protección Civil, que reemplazará a la antigua ONEMI, y
estará dotada de los necesarios recursos humanos y de tecnología de
última generación. Este proyecto también considera la participación
inmediata de nuestras Fuerzas Armadas y de Orden en la insustituible
misión de proteger a la población, sin que sea necesario decretar Estado
de Excepción Constitucional, como ocurre en la actualidad. Y estamos
realizando campañas masivas de educación y entrenamiento de la población
civil, para crear una sólida cultura de seguridad y prevención de
riesgos.
No puedo concluir este balance de la
reconstrucción sin honrar la memoria de quienes perdieron la vida y
solidarizar con sus familias. Tampoco, sin agradecer el esfuerzo y la
colaboración de miles de compatriotas e instituciones que dieron
testimonio de gran nobleza y generosidad. Y también quisiera asegurar a
las personas que llevan meses sufriendo, que estamos y vamos a seguir
trabajando incansablemente para ayudarlos. Ellos nos inspiran, todos los
días, a no perder ni un minuto.
Balance de nuestros siete compromisos de Gobierno
Hace un año planteamos a todos los
chilenos, en este Congreso Pleno, que junto con el desafío de la
reconstrucción, asumiríamos en plenitud la responsabilidad de concretar
nuestro Programa de Gobierno. Nos comprometimos con siete grandes
desafíos para Chile, establecimos metas y plazos concretos, y también
pedimos al pueblo que nos juzgara no sólo por nuestras buenas
intenciones, sino que, especialmente, por los logros y resultados. Los
chilenos ya estamos sintiendo cómo el cambio está llegando a nuestras
vidas. De estos siete grandes compromisos paso a rendir cuenta.
1. RECUPERAR LA CAPACIDAD DE CRECIMIENTO
Recuperar la capacidad de crecimiento es
el principal instrumento para crear oportunidades y derrotar la
pobreza. El crecimiento económico genera empleo, mejora los salarios, da
más oportunidades y aporta recursos para financiar el gasto social y,
especialmente nuestra Agenda Social, en beneficio de la clase media y
los sectores más vulnerables.
Hace un año nos fijamos una meta muy
audaz. Tan audaz que muchos la consideraron imposible: que Chile
duplicara su ritmo de crecimiento, alcanzando un seis por ciento anual.
Pues bien, durante los primeros doce
meses de nuestro gobierno, y a pesar de los devastadores efectos del
terremoto y maremoto, Chile está creciendo en torno al siete por ciento
anual, el ritmo más alto de los últimos quince años. Esto nos ubica
nuevamente entre los países de mayor crecimiento de América Latina y la
OCDE. Y este crecimiento es sólido y sustentable, pues está construido
sobre roca y no sobre arena. En efecto, durante el año 2010, por fin
logramos no sólo detener, sino también revertir la caída que venía
mostrando la productividad desde el año 2006, e iniciar una
recuperación, de forma tal que ésta deje de ser un lastre y vuelva a ser
un motor de crecimiento. La tasa de inversión creció en un 18,8 por
ciento en términos reales, 2,6 veces el crecimiento promedio de la
última década. Las exportaciones, a precios corrientes, crecieron 31,5
por ciento, alcanzando 71 mil millones de dólares, la cifra más alta de
nuestra historia. El consumo privado creció un 10,4 por ciento en
términos reales, duplicando el promedio registrado durante la última
década.
Estos logros se deben en parte a la
recuperación de la confianza y al esfuerzo de los trabajadores y
emprendedores. También a la profunda agenda de incentivos a la inversión
y el emprendimiento desarrollada por el gobierno de la Coalición por el
Cambio. Entre ellas destaco la eliminación del impuesto a las Pymes por
sus utilidades reinvertidas y la reducción a la mitad del impuesto de
timbres y estampillas. Y también a la responsabilidad macroeconómica de
los gobiernos anteriores.
Adicionalmente, acabamos de lanzar la
Agenda de Impulso Competitivo, cuyo principal objetivo, a través de un
conjunto de reformas, es fomentar la innovación y el emprendimiento, los
verdaderos recursos renovables e inagotables con que contamos,
potenciar la ciencia y tecnología, los instrumentos más poderosos de la
sociedad del conocimiento y la información, y de esta forma, incrementar
el crecimiento potencial de nuestra economía.
En materia de inflación, estamos muy
conscientes de que el alza en los precios internacionales, especialmente
de los alimentos y el petróleo, está golpeando el bolsillo de la gente,
particularmente nuestra clase media y sectores más vulnerables. Para
evitar estos efectos, tanto el Banco Central como el gobierno estamos
tomando las medidas para mantener la inflación dentro de rangos
aceptables. El Banco Central ha actuado a través de la política de tasa
de interés y el gobierno a través de mayor austeridad y reducciones del
gasto público.
2. CREAR UN MILLÓN DE EMPLEOS
Hablar de oportunidades exige
necesariamente crear buenos empleos y con sueldos justos. En los últimos
años, cientos de miles de chilenos vivieron la angustia de no tener
trabajo. Por eso, era necesario fijarnos una meta extraordinariamente
ambiciosa. Crear un millón de empleos en el período 2010-2014.
El que ha estado cesante sabe lo que
esto significa: sufre la familia, se resiente la dignidad y la angustia
de no poder cumplir con los compromisos económicos afecta la vida
familiar. Una persona desempleada no sólo es una persona desesperada
sino una oportunidad perdida. Por eso sentimos una enorme alegría, de
haber podido todos juntos, crear 487 mil empleos, la cifra más alta de
nuestra historia. Y lo más importante: la mitad de estos trabajos fueron
para mujeres.
Pero tan importante como la cantidad, es
la calidad del trabajo. Queremos trabajos mejor remunerados, en que se
respeten los derechos de los trabajadores. Queremos un trato respetuoso y
un ambiente seguro. Quiero ser muy claro: he dado instrucciones de ser
inflexibles en la defensa de los derechos laborales y sindicales frente a
cualquier abuso. Hemos aumentado el número de fiscalizadores en
terreno, estamos modernizando profundamente la Dirección del Trabajo y
seguiremos avanzando en perfeccionar la justicia laboral.
Siento también gran satisfacción por el
aumento de las remuneraciones, que crecieron en promedio un 6,3 por
ciento nominal, con un gran avance en el caso de las mujeres y los
trabajadores de pequeñas y medianas empresas. Durante el año 2010
capacitamos a un millón 100 mil trabajadores, y estamos avanzando hacia
nuestra meta de capacitar a cinco millones de compatriotas durante
nuestro gobierno.
Hemos asumido el compromiso de convertir
a Chile en un país modelo en seguridad laboral. Próximamente,
enviaremos al Congreso el proyecto de reforma a la Superintendencia de
Seguridad Social y firmaremos tres decretos que dan vida al Nuevo
Sistema de Seguridad Laboral. Este año enviaremos los proyectos que
modifican la Ley de Accidentes del Trabajo y reforman el modelo de
fiscalización. Pero las modificaciones legales no bastan si no van
acompañadas de una cultura de seguridad laboral. Las reformas incluyen
un completo protocolo de prevención al interior de la empresa, con
autoevaluaciones y plena participación de los trabajadores. Nuestra meta
es reducir en un 25 por ciento los accidentes del trabajo y salvar así
muchas vidas. Estas son metas exigentes que obligarán al gobierno, a los
empleadores, a los trabajadores, a sus organizaciones sindicales y a
las entidades de prevención a instaurar una verdadera cultura de
seguridad en el trabajo.
3. DELINCUENCIA, NARCOTRÁFICO Y ACCESO A LA JUSTICIA
En materia de seguridad ciudadana la
mano está cambiando. Se está poniendo más dura con los delincuentes y
narcotraficantes y más amigable con las víctimas y los ciudadanos. El
año 2009, una de cada tres familias fue víctima de un delito. Cuatro de
cada cinco chilenos vivían con temor. La droga y el narcotráfico seguían
atrapando jóvenes y destruyendo vidas y habían transformado a Chile en
el país de mayor consumo de América Latina. Esta situación producía
rabia y angustia en nuestros compatriotas.
Con el apoyo de todos los sectores
creamos el Ministerio de Interior y Seguridad Pública, implementamos el
Plan Chile Seguro, los programas Barrio en Paz Residencial y Comercial.
Aprobamos la reforma constitucional que crea la Defensoría de las
Víctimas y pusimos en marcha los programas Vida Nueva y Vida Sana.
Y para superar el déficit de nuestras
policías, estamos aumentando la dotación de Carabineros en diez mil
efectivos y la dotación de la PDI en mil detectives, los cuales estarán
en las calles protegiendo a la gente inocente.
Estamos implementando quince nuevos
planes Cuadrante, para llegar al término de nuestro gobierno a operar en
todas las ciudades con más de 25 mil habitantes.
Han transcurrido sólo catorce meses
desde que pusimos en marcha una alianza estratégica entre el gobierno,
las policías y la ciudadanía, para empezar a ganar la batalla contra la
delincuencia y el narcotráfico y devolver a las familias una mayor paz y
seguridad. El esfuerzo ha sido grande y ya empezamos a ver sus primeros
resultados concretos. El año 2010 los delitos cayeron en un 16 por
ciento, lo que significa que 222 mil 363 familias, en su mayoría de
hogares vulnerables y de clase media, dejaron de ser víctimas de
delitos. También el temor de los ciudadanos empezó a disminuir.
Hemos logrado la detención de más de 50
mil prófugos de la justicia, la recuperación del 80 por ciento de los
automóviles robados, la incautación de casi tres mil 500 armas de fuego
y, sobre todo, los mayores niveles de decomiso de drogas de nuestra
historia. Todos conocemos la estrecha relación que existe entre armas,
drogas y delitos. Cada vez que incautamos un arma ilegal estamos
protegiendo la vida y cada vez que incautamos drogas estamos salvando
niños y jóvenes.
Con el consumo excesivo de alcohol
seremos inflexibles. El caso de Kevin Silva, joven al que visité en el
Hospital Barros Luco y me contó cómo perdió sus piernas, cuando en la
mañana de un domingo se dirigía a participar en una maratón, ha remecido
la conciencia de todos los chilenos. Por eso presentamos un plan
integral contra el alcoholismo y la droga, con metas y plazos exigentes,
que incluye que toda persona que reincida en conducir en estado de
ebriedad perderá definitivamente su carné de chofer.
Pero estamos plenamente concientes de
que todavía nos queda un largo camino por recorrer. Jamás debemos
olvidar que la delincuencia y el narcotráfico son enemigos poderosos y
despiadados, y los debemos combatir siempre con decisión y todo el rigor
de la ley.
El año pasado, y luego de recorrer
varios recintos penitenciarios, encargué al ministro de Justicia un
completo plan para mejorar la indigna situación de nuestras cárceles y
presos. El 15 de octubre pasado pusimos en marcha un plan que incluyó la
compra de miles de literas, colchones y frazadas resistentes al fuego;
la reparación de baños y celdas; mejores condiciones de salud y visitas
de familiares, y un estatuto laboral y educacional para mejorar la
dignidad y facilitar la rehabilitación y reinserción social de los
reclusos.
También iniciamos la construcción
acelerada de cuatro nuevas cárceles, la incorporación de casi cinco mil
efectivos de Gendarmería y la utilización de nuevas tecnologías, como el
brazalete electrónico.
Días atrás dimos un gran paso adelante
en materia de acceso a la justicia, con un plan piloto de justicia
vecinal, que atenderá y resolverá, en forma simple y rápida, diferencias
y conflictos de naturaleza familiar, comunitaria o vecinal, para evitar
que conflictos chicos, por no ser resueltos a tiempo, crezcan y dejen
la grande.
4. MEJORAR LA CALIDAD Y EQUIDAD DE LA EDUCACIÓN
Todos lo sabemos. La educación es la
madre de todas las batallas. Es la cuna de la igualdad de oportunidades.
La principal vía de movilidad social. Es en la educación donde debemos
ganar la batalla del futuro. Por eso, la hemos puesto en el corazón de
nuestro gobierno.
Pero esta lucha por la calidad y equidad
de la educación no se gana con discursos o promesas. Tampoco en la
calle. Se gana en la sala de clases y en los hogares.
El éxito está en invertir más, pero
también en exigir más. Por eso, estamos construyendo una alianza sólida
que requiere el compromiso de todos. De los alumnos y profesores en la
sala de clases, de los directores en escuelas y liceos, de los padres en
sus hogares, de los alcaldes en sus comunas, de los parlamentarios en
el Congreso, y ciertamente del Ministerio de Educación y el Presidente
en La Moneda.
Queremos familias informadas y
comprometidas. Nos alegra que más de un millón de familias hayan firmado
el Contrato de Honor, que refleja su testimonio y compromiso. Se la van
a jugar por la educación de sus hijos.
Este fue un año de grandes avances en
educación. Parto por agradecer a este Congreso por haber aprobado, con
amplias mayorías, la reforma educacional y la nueva institucionalidad,
que crea la Agencia y Superintendencia de Educación.
Reitero mi voluntad de que la educación
siempre sea tratada como una política de Estado. Podremos tener
diferencias, pero el futuro de nuestros niños requiere unidad.
De lo mucho que se ha hecho, quiero
destacar la Beca Vocación de Profesor, que premia a los buenos alumnos
que quieren estudiar Pedagogía. Escúchenme bien: todo joven con más de
600 puntos en la PSU, que quiera dedicar su vida a ser profesor y a
educar a nuestros niños más vulnerables, podrá estudiar Pedagogía
¡completamente gratis! ¡Eso es tomarse en serio la educación!
Destaco también el proyecto de ley que
aumentará en un 20 por ciento la subvención preferencial, los 30 liceos
de excelencia ya funcionando. El aumento en las horas de Lenguaje y
Matemática, las nuevas pruebas Simce de Inglés y Educación Física.
También el aumento en la asignación de excelencia pedagógica, que premia
a los buenos profesores, los incrementos de sueldos y nuevas
atribuciones para los directores de colegios, el bono de hasta 20
millones de pesos para mejorar las condiciones de retiro de los
profesores en edad de jubilar y el bono de reconocimiento de hasta dos
millones de pesos para los profesores ya jubilados con pensiones bajas,
entre otros.
El esfuerzo de años ya está rindiendo
frutos. La última prueba Simce nos dio dos grandes alegrías. Tanto en
calidad como en equidad. Mención especial merece el aumento en el Simce
de Lectura. Y también la reducción significativa en la brecha de
resultados entre los estudiantes de colegios particulares y municipales.
Sin duda, un gran logro de nuestros niños y profesores.
Las tareas para este año están claras.
Mejoramos en Lectura, pero tenemos que reforzar Matemática. Y para ser
en el futuro un país bilingüe, necesitamos un Plan Nacional de Inglés.
La educación pública de excelencia, al
nivel del Instituto Nacional o del Carmela Carvajal, tiene que seguir
llegando a todas las regiones. Por eso, en marzo próximo inauguraremos
otros 30 liceos Bicentenario de Excelencia, multiplicando las
oportunidades para los niños meritorios.
Pero no queremos que nadie se quede
atrás. Por eso estamos apoyando con un plan especial a los mil colegios
donde hay más dificultades de aprendizaje.
Seguiremos aumentando la subvención
escolar preferencial para llegar a más sectores de clase media, que
hasta ahora siempre han estado postergados. Tendremos un nuevo Simce de
Tecnologías de la Información. Mejoraremos la alimentación que nuestros
niños reciben en las escuelas, inspirándonos en el programa Elige Vivir
Sano.
Quiero reiterar aquí mi compromiso de
enfrentar el bullying y la violencia al interior de las escuelas. Es
necesario restablecer el respeto al profesor y a los estudiantes y
exigir que el compañerismo y la no discriminación no sólo se enseñen,
sino que se vivan al interior de la sala de clases.
¿Cuáles son nuestros próximos desafíos?
Tal como hicimos la reforma a la educación básica y media, llegó la hora
de la educación superior y preescolar. En la educación preescolar, este
año alcanzaremos cobertura universal para los niños pertenecientes a
las familias más vulnerables y de clase media de los dos primeros
quintiles.
Y en la educación superior hemos
superado por primera vez el millón de estudiantes, 700 mil de los cuales
pertenecen a la primera generación de sus familias que accede a ella y
560 mil se ven beneficiados con becas o créditos apoyados por el Estado.
Dada la importancia de este sector, enviaremos un proyecto de ley que
crea la Subsecretaría de Educación Superior, para que las universidades,
institutos profesionales y centros de formación técnica, así como los
estudiantes y sus familias, se vinculen con el Estado en forma directa y
eficiente.
Avanzaremos en un nuevo trato con las
universidades del Estado, otorgándoles más atribuciones y flexibilidad
para mejorar su gestión y competitividad.
Estamos conscientes de la alegría, pero
también de los costos y el endeudamiento que para las familias chilenas
significa que sus hijos lleguen a obtener un título profesional. Por
eso, perfeccionaremos los mecanismos de financiamiento estudiantil,
permitiremos reprogramar a los 100 mil deudores morosos del Fondo
Solidario. Buscaremos nivelar la cancha, dando más becas a los buenos
estudiantes que postulan a la educación técnica y profesional. También
modificaremos el esquema de Aporte Fiscal Indirecto, aumentando el
número de beneficiarios y entregando los recursos directamente a los
estudiantes, para que ellos decidan en qué institución quieren estudiar.
La PSU dejará de ser el único criterio
para valorar a un estudiante, incentivando que las universidades
atraigan también a los mejores alumnos de colegios municipales y
particulares subvencionados, según el ranking de su curso. En suma, más y
mejores oportunidades en educación para todos los que se esfuercen.
5. MEJORAR LA CALIDAD Y EQUIDAD DE LA SALUD
Cuando una persona está enferma necesita
que la traten con cariño, dignidad y le otorguen una atención médica
oportuna y eficaz. Sin embargo, los usuarios no están satisfechos:
largas colas, listas de espera, pacientes que con razón pierden la
paciencia, falta de especialistas y altos costos son algunas de las
quejas más frecuentes. Por eso hemos puesto al paciente en el corazón de
nuestra política de salud.
¿Y cómo está la salud en Chile? La
paradoja es que tenemos excelentes indicadores de expectativa de vida,
mortalidad materno-infantil y nutrición. Sin embargo, tenemos hábitos
que no contribuyen a una vida sana. El 80 por ciento de los chilenos son
sedentarios. Comemos demasiada sal, azúcar y grasas saturadas. Casi la
mitad de la población tiene problemas de obesidad. La incidencia de
enfermedades como diabetes, hipertensión y problemas cardiovasculares es
muy alta. El tabaquismo afecta a casi la mitad de la población. Los
índices de alcoholismo son excesivos y ocupamos el primer lugar de
América Latina en consumo de marihuana, cocaína y otras drogas.
Adicionalmente, hay que considerar que
el envejecimiento de nuestra población, las enfermedades crónicas que
requieren tratamiento permanente y los mayores costos asociados a las
nuevas tecnologías médicas, plantean formidables desafíos.
Para enfrentarlos con éxito necesitamos
una nueva actitud. Las responsabilidades son compartidas: los ciudadanos
deben asumir el cuidado de su propia salud. Al fin y al cabo, cada uno
es el mejor y más interesado médico de sí mismo. A ello apunta la ley de
etiquetado de alimentos y la campaña Elige Vivir Sano, liderada por la
Primera Dama, cuyos ejes son: alimentarse mejor, practicar más deporte,
compartir más con la familia y disfrutar más la naturaleza.
Por su parte, el sector salud debe
mejorar sustancialmente su institucionalidad, calidad de gestión y
eficacia, y fortalecer la prevención y la salud primaria. Prevenir es
siempre mejor que curar. Por esta razón, hemos puesto en marcha una
amplia agenda que incluye: el proyecto de Ley de Tabaco, el impulso a la
Ley de Derecho y Deberes del Paciente, las mayores opciones para la
venta de remedios que no requieren receta y que permitirán una reducción
estimada de 25 por ciento en su precio. La nueva Ley de Fármacos, que
exigirá el nombre genérico de los medicamentos y su venta en dosis
unitarias, para abaratar su costo y comprar sólo lo que se necesita.
Está en pleno proceso una profunda
reestructuración de Cenabast, para evitar que los ratones y los amigos
de lo ajeno se apropien de los medicamentos que necesitan los chilenos.
Estamos creando los primeros 30
consultorios de Excelencia y mejorando la atención a pacientes en los
hospitales de alta complejidad.
El 2010 se normalizaron e inauguraron los hospitales de Los Andes, Temuco y Santa Cruz.
Este año normalizaremos e inauguraremos
catorce hospitales: además de los nueve de construcción acelerada, que
ya mencioné como parte de la reconstrucción, comenzarán a funcionar los
de Coquimbo, Punta Arenas, Las Higueras de Talcahuano, Arica y
Tocopilla. En total, estos centros asistenciales contarán con dos mil
257 camas, 154 mil metros cuadrados de construcción y atenderán a 3,7
millones de personas.
A partir del 2012, y antes de que
termine nuestro gobierno, se habrán inaugurado otros diez hospitales en
Cañete, Hanga Roa de Isla de Pascua, Osorno, Corral, Regional de
Rancagua, Calama, Puerto Montt, Maipú, La Florida y Los Ángeles, los
cuales beneficiaran a 2,4 millones de personas.
Durante el año 2010 se terminaron las
obras de 27 Centros de Salud Familiar. Este año se terminarán otros 31
adicionales y está programado la iniciación de 33 Centros de Salud
Familiar adicionales.
Pero no basta con mejorar la
infraestructura. Necesitamos también impulsar una profunda reingeniería
para mejorar la gestión de la salud, que permita administrar mejor los
hospitales y consultorios y atender mejor a los pacientes.
Enviamos la ley corta de isapres, que
fija criterios de razonabilidad a los mecanismos de ajuste y evita
diferencias excesivas de precios por sexo y edad de los planes de salud.
Este proyecto será complementado con una iniciativa que definirá un
plan garantizado de salud y un mecanismo solidario de financiamiento,
para todos los usuarios de isapres.
En julio pasado aumentamos de 59 a 69 el
número de patologías con garantía AUGE y nos hemos propuesto seguir
avanzado para incluir también atenciones de carácter preventivo y
diagnóstico precoz de enfermedades crónicas prevalentes.
Cuando llegamos al gobierno, había
gigantescas listas de espera AUGE. En mi primera Cuenta Pública me
comprometí a terminar con ellas en un plazo de dos años. Gracias a un
gran esfuerzo de los servicios de salud, sus trabajadores y la exitosa
implementación del Bono AUGE, ¡hemos reducido esas listas de espera
desde 380 mil a 53 mil 152 pacientes!
Hoy quiero asumir un nuevo compromiso.
Hemos anticipado en seis meses el cumplimiento de la meta. A fines de
este año las listas de espera Auge serán parte de nuestra historia.
Pero mantenemos una enorme deuda con las
cirugías no AUGE. 89 mil 631 personas han esperado más de un año para
ser operadas. Con el ministro de Salud hemos acordado un plan para
resolver este problema dentro de los próximos dos años.
6. ERRADICAR LA EXTREMA POBREZA Y REDUCIR LAS DESIGUALDADES EXCESIVAS
Si tuviera que escoger un solo legado
por el cual quisiera que recuerden al gobierno de la Coalición por el
Cambio, sería por haber logrado derrotar la pobreza extrema y sentado
las bases para que Chile deje atrás el subdesarrollo y termine con la
pobreza y las desigualdades excesivas.
Un país que ha progresado tanto y que
tiene hoy el ingreso per cápita más alto de América Latina, no puede
seguir tolerando que medio millón de compatriotas viva en la pobreza
extrema y 2,6 millones en situación de pobreza, incluido uno cada cuatro
niños.
Se trata de una herida abierta, que
cruza el alma de Chile. Sanarla es nuestra gran misión. Como señalé
anteriormente, el trabajo, la educación y la familia son fundamentales
en este desafío. Pero además hemos puesto en marcha una nueva política:
el Ingreso Ético Familiar, lejos de ser un programa asistencialista,
potencia las capacidades de las propias familias para superar su
condición de pobreza.
No se trata de un bono ocasional ni de
un regalo. Es algo mucho más profundo: un pacto, una alianza con esas
130 mil familias, o 500 mil personas, que viven en situación de pobreza
extrema.
En esta primera etapa, estas familias
están recibiendo del Estado en promedio 38 mil 500 pesos al mes, lo que
unido a sus ingresos propios y otras ayudas estatales, les permitirá
alcanzar un ingreso mensual promedio de 180 mil pesos, cifra que debemos
incrementar en el futuro. Pero las familias también deberán asumir
compromisos, simples pero significativos. Por ejemplo, que sus hijos
tengan una asistencia mínima de 85 por ciento a sus escuelas, que sus
controles de salud y vacunación estén al día y que quienes estén en edad
de trabajar, trabajen, se capaciten, o busquen empleo. De este modo,
toda familia que quiera ayudarse a sí misma tendrá un gobierno y un país
acompañándola y apoyándola.
También iremos en ayuda de los casi 20
mil compatriotas para quienes la calle es su único hogar. No queremos
que ningún chileno se vea obligado a pasar la noche en la calle. Para
lograrlo estamos aumentando la cobertura de albergues y hospederías, a
través del programa Noche Digna.
Seguiremos fortaleciendo los programas
Chile Solidario y Chile Crece Contigo y estamos perfeccionando la Ficha
de Protección Social, para evitar injusticias o exclusiones
injustificadas en la recepción de la ayuda del Estado.
Y no nos hemos olvidado de las 30 mil
familias, que llevan décadas viviendo sin acceso a servicios básicos en
alguno de los 700 campamentos que aún existen en nuestro país. Durante
los próximos tres años haremos un gran esfuerzo para darles una solución
definitiva, entregando el doble de los subsidios habitacionales
asignados a ellas en los últimos cinco años. De este modo, estamos
trabajando para que, antes que termine esta década, los campamentos en
Chile sean historia antigua.
Finalmente, queremos invitar a los
diputados a aprobar cuanto antes el nuevo Ministerio de Desarrollo
Social, ya aprobado en el Senado, y que liderará la lucha contra la
pobreza y las desigualdades excesivas.
7. PERFECCIONAR NUESTRA DEMOCRACIA, PROFUNDIZAR LA REGIONALIZACIÓN Y MODERNIZAR EL ESTADO
Nuestra democracia necesita una profunda
revitalización. Nuestros jóvenes quieren opinar y participar: se
manifiestan a través de las redes sociales, pero no se inscriben en los
Registros Electorales. Por eso, hagámoslo ya: inscripción automática y
voto voluntario.
Hemos enviado un proyecto al Congreso
Nacional para permitir el voto de los chilenos que viven en el
extranjero y que mantienen un vínculo con Chile. Esperamos que pronto
alcancemos un consenso que transforme en ley esta aspiración.
Si queremos una democracia
participativa, tenemos que hacerla compatible con la vida normal de los
ciudadanos. Por eso propusimos una reforma constitucional para que la
segunda vuelta de la elección presidencial no interfiera con las fiestas
de Navidad, Año Nuevo y vacaciones. Agradezco a este Congreso por su
aprobación esta semana.
También es importante aumentar los
grados de participación, para eso hemos propuesto facilitar los
plebiscitos comunales y la iniciativa popular de ley.
Además, necesitamos que la democracia
llegue con mayor plenitud a los partidos políticos. Por eso, en los
próximos meses enviaremos los proyectos de ley de primarias voluntarias y
vinculantes para seleccionar los candidatos y una nueva ley de partidos
políticos, que los haga más democráticos, transparentes y
participativos.
En regionalización estamos avanzando a
paso firme. Cada región tiene su propio Plan de Desarrollo Regional.
Estos instrumentos fueron elaborados y acordados con las regiones, se
hacen cargo de los principales desafíos de cada una de ellas y
comprometen altos niveles de inversión. Durante el presente año, el
Fondo Nacional de Desarrollo Regional cuenta con 840 mil millones de
pesos, lo que significa un 50 por ciento más que el 2010. Además, y para
potenciar en forma muy especial el desarrollo de las regiones extremas,
estamos revisando y fortaleciendo los incentivos tributarios.
Pero nos queda mucho por avanzar.
Potenciaremos y modernizaremos los gobiernos regionales y comunales,
incorporando la elección directa de los consejeros regionales,
extendiendo la Alta Dirección Pública para los cargos claves y creando
cursos de formación y capacitación para sus funcionarios.
Como Presidente trabajo con muchos
servidores públicos honestos, capaces y con gran vocación. Pero ni el
mejor de ellos puede entregar todo su aporte si trabaja en un Estado que
fue diseñado en el siglo IXX, parchado en el siglo XX y que no responde
a las necesidades y desafíos del siglo XXI. Y el problema no es el
tamaño sino la calidad del Estado. Los chilenos saben muy bien que la
presencia del Estado donde no se requiere es asfixiante, pero su
ausencia es desoladora donde sí se requiere.
Estamos trabajando para modernizar
nuestro Estado y ponerlo 100 por ciento al servicio de nuestros
ciudadanos. Sólo un ejemplo: a todos nos han pedido certificados de
nacimiento en oficinas estatales. ¿Qué paradoja, no? Cuando es el propio
Estado el que los otorga. Estamos trabajando para que ninguna oficina
de gobierno exija a un ciudadano un certificado que ya está en poder del
Estado.
Adicionalmente, el Portal Digital de
Servicios del Estado permitirá a los ciudadanos hacer más trámites
electrónicamente, sin moverse de su hogar o lugar de trabajo. Queremos
que el Estado se acerque a las personas y no que las personas tengan que
peregrinar permanentemente por las distintas oficinas del Estado.
En materia de transparencia, los
ciudadanos tienen derecho a saber qué hacen los órganos públicos que
ellos financian con sus impuestos y cómo se comportan las autoridades
que ellos eligen con sus votos. Por ello, y para profundizar la
transparencia, hemos firmado un convenio con el Consejo de la
Transparencia, que pone a disposición de las personas toda la
información gubernamental en forma simple y expedita; y nos alegramos de
los adelantos reconocidos por ese consejo. Junto con ello, enviamos a
este Congreso el proyecto de ley que perfecciona las declaraciones de
patrimonio de intereses de las autoridades públicas y crea la figura del
Fideicomiso Ciego.
Concluida mi cuenta sobre los siete
principales compromisos del gobierno de la Coalición por el Cambio, paso
a referirme a algunos temas seleccionados. Otras materias que me
interesa compartir con la ciudadanía estarán disponibles en una versión
extendida de esta intervención en nuestra página web: www.gob.cl.
Otros compromisos
CULTURA
Por la trascendencia de la cultura en
nuestra sociedad, propondremos crear el Ministerio de la Cultura y el
Patrimonio, que agrupará al Consejo de la Cultura y las Artes, la
Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos y el Consejo de Monumentos
Nacionales. Esto fortalecerá la creación, difusión y conservación de
nuestra cultura y patrimonio. Además, en los próximos días presentaremos
a este Congreso un proyecto de ley que fortalece y perfecciona la Ley
de Donaciones Culturales, simplificando sus procedimientos y ampliando
el universo de beneficiarios y donantes.
Durante nuestro gobierno entregaremos
cinco nuevos teatros regionales en Iquique, La Serena, Rancagua,
Concepción y Punta Arenas. Y 51 nuevos centros culturales, en las
comunas con más de 50 mil habitantes, además de Rapa Nui y Chiloé,
cumpliendo así nuestro compromiso con las regiones. Junto con ello, a
partir de este año realizaremos Festivales de las Artes en todas las
regiones de Chile.
En alianza con los gobiernos regionales y
comunales y el sector privado, estamos reconstruyendo inmuebles de alto
valor patrimonial, como el Museo de Arte Contemporáneo, la Iglesia La
Matriz en Valparaíso, la casa de Violeta Parra, la Sala Arrau del Teatro
Municipal, el Teatro Municipal de Viña, la Parroquia San Vicente de
Tagua Tagua, el Santuario Santa Rosa de Pelequén y la Biblioteca
Severín, entre otros.
DEPORTES
Queremos hacer de Chile un país de
deportistas. Porque el deporte no sólo mejora nuestra salud, estado
físico y ánimo. También nos enseña valores, dentro y fuera de la cancha,
como el esfuerzo, el trabajo en equipo, el respeto a los compañeros y
al rival y el saber ganar y perder. Es el mejor antídoto contra la
droga, el alcohol y la delincuencia.
Hoy, casi el 80 por ciento de los
chilenos son sedentarios. Nuestra meta es duplicar el número de
deportistas, pasando de dos a cuatro millones e incorporando a niños,
mujeres, trabajadores y adultos mayores.
Este año inauguraremos los estadios de
Arica, Copiapó, Ovalle, Curicó y Talca cuyos trabajos comenzaron durante
la administración anterior. Por su parte, días atrás dimos a conocer el
plan ChileEstadios, con financiamiento del gobierno nacional y
regional, el que permitirá modernizar, durante los años 2012 y 2013 y
con estándar FIFA, siete estadios de fútbol profesional: Antofagasta,
Calama, La Serena, Viña del Mar, Valparaíso, Rancagua y Concepción.
Estos siete estadios significan una inversión de 75 millones de dólares.
Más adelante, continuaremos con Iquique, Puerto Montt, Curicó y otros.
Adicionalmente, para recuperar los
estadios para los amantes del fútbol y para la familia, y arrebatárselos
a los violentistas y delincuentes, hemos desarrollado el plan Estadio
Seguro, cuyo debut en el reciente partido entre Colo Colo y Universidad
de Chile y en el clásico universitario fue muy promisorio.
Pero lo más significativo serán los 147
mini estadios de fútbol amateur que construiremos con financiamiento
compartido, con una inversión de hasta 300 millones de pesos cada uno,
contarán con pasto sintético o natural, iluminación, graderías,
camarines y servicios higiénicos, y a los cuales podrán postular todos
los municipios y organizaciones deportivas. De esta forma, los chilenos
podrán practicar deporte con pantalón corto, y no sólo ser espectadores
de pantalón largo. También, estamos construyendo una red de 30
polideportivos en todo Chile. Estos programas representan una inversión
del gobierno de 95 millones de dólares.
Y con respecto al deporte de alta
competencia, apoyaremos con más fuerza a nuestros actuales y futuros
campeones. Por eso hoy quiero agradecerle a Tomás González, un gran
líder y un ejemplo para millones de niños y jóvenes chilenos, no sólo
por sus magníficos triunfos internacionales en el mundo de la gimnasia,
sino también por haberse puesto la camiseta y liderado la campaña Elige
Vivir Sano.
Además, el próximo año el Rally Dakar
cruzará nuevamente nuestro territorio, realizaremos por segundo año
consecutivo la Vuelta Ciclística de Chile, el año 2014 Chile será sede
de los Juegos Sudamericanos y el 2015 acogeremos el Mundial de Fútbol
Masculino Sub 17.
Por la inmensa importancia que asignamos
al proyecto de hacer de Chile un país de deportistas y crear una
verdadera cultura de vida sana, hemos decidido enviar a este Congreso un
proyecto de ley que creará el Ministerio del Deporte en Chile.
CHILE UNA SOCIEDAD DE VALORES, CHILE UNA GRAN FAMILIA
Para hacer realidad la sociedad de valores, debemos apoyar y fortalecer la familia, a todos los tipos y formas de familias.
Fiel a una profunda convicción de la
Coalición por el Cambio y cumpliendo un compromiso enviamos al Congreso
el proyecto de ley que extiende el posnatal de tres a seis meses y
amplía su cobertura para el 60 por ciento de las madres trabajadoras de
clase media y vulnerables, incorporando así a 160 mil mujeres a este
beneficio. Su aprobación significará un aporte a la salud física, mental
y emocional, tanto del niño como de su madre, al extender el período de
lactancia y facilitar la relación madre-hijo y padre-hijo, durante los
primeros seis meses de vida del niño y compatibilizará mejor el mundo de
la familia con el mundo del trabajo.
También, iniciamos un plan piloto del
Programa de 4 a 7, que permite ampliar el horario de 60 escuelas
vulnerables, beneficiando a más de seis mil madres trabajadoras que
podrán ejercer sus labores tranquilas sabiendo que sus hijos están bien
cuidados.
Para ayudar a los niños en situación de
fragilidad, presentaremos el proyecto de ley que reformula el actual
Sename, creando dos instituciones: el Servicio Nacional de la Infancia y
la Adolescencia y el nuevo Servicio Nacional de Menores, enfocado
exclusivamente en la atención y rehabilitación de niños y adolescentes
que hayan infringido la ley.
Además, estamos perfeccionando nuestra
legislación familiar y las normas sobre cuidado compartido de los hijos
por padres separados, para buscar fórmulas más armoniosas, poniendo
siempre por delante el interés superior de los hijos.
También aumentamos el Subsidio Único Familiar para ayudar a las familias más pobres y con más hijos.
Para prevenir la violencia
intrafamiliar, promulgamos la ley que contempla el delito de Femicidio,
pusimos en marcha el programa Chile Acoge y creamos centros
especializados en los tribunales de Familia para que, en casos urgentes,
toda mujer, niña o niño agredido reciba protección oportuna y eficaz, a
través de medidas cautelares como el uso del brazalete electrónico.
También presentamos a este Congreso el
proyecto de ley que modifica la sociedad conyugal, reconoce la plena
capacidad de la mujer en la administración de sus bienes, asegura una
efectiva igualdad entre ambos cónyuges y garantiza una adecuada
protección económica para la mujer, especialmente cuando ha dedicado su
vida al cuidado de los hijos y no ha tenido un trabajo remunerado.
No queremos que Chile sea un país
ingrato con nuestros adultos mayores. Debemos tratarlos hoy igual como
queremos que nos traten a nosotros mañana. A eso apunta el Bono Bodas de
Oro, un reconocimiento al valor del matrimonio, que beneficiará con 250
mil pesos a aquellas parejas que hayan cumplido 50 o más años de
matrimonio. Este bono se empieza a pagar la próxima semana y
beneficiará, durante nuestro gobierno, a 420 mil adultos mayores.
También es importante que la Cámara de Diputados haya aprobado en
general el proyecto que elimina o reduce gradualmente el descuento del
siete por ciento de salud, a más de 770 mil adultos mayores de clase
media y vulnerables.
Asimismo, nos causa satisfacción que el
próximo 1 de julio completaremos la Reforma Previsional, aumentando la
cobertura del Pilar Solidario del 55 por ciento a 60 por ciento de la
población e incrementando la pensión máxima con Aporte Solidario desde
200 a 255 mil pesos.
Recogiendo una amplia y sentida
aspiración popular, modificaremos el sistema de inscripción de
nacimientos en el Registro Civil, para que los padres puedan inscribir a
sus hijos, como originarios del pueblo en que viven y no solo de la
ciudad donde nacen.
En nuestro país, más de un millón de
compatriotas se identifican con las comunidades aymara, atacameña,
quechua, diaguita, colla, rapa nui, mapuche, kawashkar o yagan, entre
otras. Nos sentimos muy orgullosos de ser una nación multicultural. Pero
no sentimos lo mismo al constatar que, por siglos, las oportunidades
para su progreso material y espiritual no han estado a la altura de sus
necesidades ni de nuestras potencialidades como país. Se trata de una
población que vive en condiciones precarias, con tasas de desempleo y
pobreza superiores a la media nacional, y con salarios y escolaridad por
debajo del resto del país.
Para recuperar el tiempo perdido y hacer
justicia, pusimos en marcha una agenda a favor de nuestros pueblos
originarios, que incluye su reconocimiento constitucional y deja atrás
la estrategia de asimilación, reemplazándola por una de integración, que
significa valorizar y proteger su cultura, idioma, tradiciones y
valores.
También estamos incorporando su medicina
tradicional a nuestros programas de salud, creando establecimientos de
educación multiculturales, incluyendo los liceos de excelencia Indómito
de Purén y Araucanía de Villarrica, y una completa reforma y
fortalecimiento de las instituciones y programas orientados hacia ellos,
como la Conadi, el Programa Orígenes y los Fondos de Desarrollo
Indígena. También cambiamos la política de tierras para que ella sea más
transparente y justa y siempre vaya acompañada de apoyo productivo.
En septiembre, en el cerro Ñielol
constituimos una Mesa Amplia de Diálogo para el Reencuentro Histórico,
integrada por el gobierno, las iglesias, la sociedad civil y,
naturalmente, representantes del pueblo mapuche, la que estamos
extendiendo a otras etnias. El Plan Araucanía es la iniciativa más
ambiciosa de las últimas décadas para empezar a mejorar de verdad la
calidad de vida y las oportunidades del pueblo mapuche. En educación,
hemos aumentado en un 34 por ciento el presupuesto para becas indígenas,
en un 20 por ciento el fondo para promover su cultura y educación y
casi en un 60 por ciento el Fondo de Desarrollo Indígena de la Conadi.
Pero el respeto se demuestra también con
símbolos. El 4 de agosto pasado emití un instructivo presidencial para
que las autoridades de nuestras etnias originarias reciban la debida
consideración en todas las ceremonias oficiales de los gobiernos
regionales y provinciales.
También estamos comprometidos con el
fortalecimiento de la libertad religiosa y la igualdad de cultos. Hemos
formado mesas técnicas con las distintas confesiones, especialmente el
mundo evangélico, para remover las trabas legales que aún subsisten,
especialmente en escuelas, hospitales, cárceles, instituciones de
educación superior y en el acceso a subsidios estatales. ¡Porque hay
muchos caminos que llevan a Dios, y todos merecen nuestro respeto!
También debemos preocuparnos de las
cerca de dos millones de personas, uno de cada ocho chilenos, que viven
con algún tipo de discapacidad. Nuestro plan se ha orientado a cuatro
ejes prioritarios: primero, abrirles las puertas a la educación, el
trabajo y la salud. Segundo, prevenir, a través de un plan nacional de
detección y tratamiento temprano de enfermedades, que puedan ocasionar
discapacidades. Tercero, rehabilitar, dando apoyo económico y a través
de Fonasa, a la Fundación Teletón, y terminando con las listas de espera
para ayudas técnicas, como prótesis, sillas de ruedas, entre otras. Y
cuarto, crear el Servicio Nacional de la Discapacidad (Senadis), que
contará con los recursos, atribuciones y personal necesario para
proteger sus derechos.
CLASE MEDIA, PYMES Y PROTECCIÓN DE LOS CONSUMIDORES
La clase media es la columna vertebral de nuestro país y estamos profundamente comprometidos con ella.
Nos preocupa especialmente la educación
de sus hijos. Por eso estamos creando una subvención escolar especial
para ellos. Y en la educación superior, dando más becas y bajando los
costos del crédito, para que ninguna familia de clase media tenga que
elegir a cuál de sus hijos le financia su educación superior y cuál
llega solo a cuarto medio.
En seguridad ciudadana, nuestro énfasis
está en lograr que las familias de clase media se sientan más seguras y
no tengan que depender de rejas, candados y alarmas para protegerse.
Pero la clase media requiere también que
el Estado se comprometa con la protección de sus derechos. Se encuentra
en avanzado trámite el proyecto de ley que crea el Sernac Financiero,
para evitar cobros abusivos en bancos e instituciones financieras, así
como el proyecto para disminuir los costos de los seguros de los
créditos hipotecarios. Esta medida favorecerá a cerca de un millón 250
mil familias.
También dictamos un reglamento para
prohibir las ventas atadas de productos financieros y transparentar la
información de costos, lo que favorecerá a más de cuatro millones de
usuarios de créditos de consumo y siete millones de usuarios de tarjetas
de crédito. En las próximas semanas presentaremos un proyecto de ley
para disminuir las arbitrariedades que se producen con Dicom, porque
sabemos que estar en esa lista muchas veces impide acceder a créditos,
iniciar un emprendimiento o, incluso, obtener un empleo.
En salud hemos entregado, a través del
Bono AUGE, una atención más oportuna en los hospitales o clínicas.
También autorizamos la venta de medicamentos que no requieren receta
médica en supermercados, lo cual bajará su costo en hasta 25 por ciento.
Y porque sabemos que existe una clase
media compuesta por pequeños y medianos empresarios y comerciantes, la
Agenda de Impulso Competitivo incorpora la creación de un nuevo estatuto
Pyme 2.0 y tal como contamos con un Chilecompra, vamos a crear un
Chilepaga. Para que, en el futuro, la inmensa mayoría de los pagos de
organismos del gobierno, no excedan los 45 días.
JUSTICIA Y DERECHOS HUMANOS
En justicia y derechos humanos nuestro
gobierno está dando pasos sustantivos para instaurar en Chile una
verdadera cultura de protección y fomento de la vida, la dignidad y los
derechos humanos, en todo tiempo, lugar y circunstancia.
Luego de años de postergaciones,
finalmente restringimos el ámbito de la Justicia Militar al campo que le
es propio, estableciendo que los civiles sólo puedan ser juzgados por
tribunales ordinarios y de acuerdo a las normas penales comunes. E
ingresamos un proyecto de ley para adecuar nuestra legislación
antiterrorista a los estándares propios de democracias desarrolladas,
pero sin que ello nos signifique bajar la guardia frente a este flagelo
cruel y despiadado, que representa en sí mismo, una violación grave a
los derechos fundamentales.
Estamos invirtiendo 69 mil millones de
pesos, un 21 por ciento más que el año anterior, para fomentar y
proteger mejor los derechos humanos y reparar a víctimas del pasado.
Entre ellas destaco el Instituto de Derechos Humanos, el Museo de la
Memoria, las becas y pensiones de las comisiones Rettig y Valech y los
programas especiales del Ministerio del Interior.
El 23 de diciembre pasado entró en
vigencia en nuestro país la Convención Internacional Contra la
Desaparición Forzada de Personas, para que nunca más en Chile vuelvan a
ocurrir atrocidades como las que conocimos en décadas anteriores. Hace
algunas semanas publicamos la ley que tipifica los delitos de tráfico
ilícito de migrantes y trata de personas, así como la que concede
protección a refugiados políticos. Y estamos avanzando decididamente en
la ratificación de los instrumentos necesarios para la cooperación de
Chile con la Corte Penal Internacional.
Hemos levantado fuerte y clara nuestra
voz ante la comunidad internacional para denunciar y condenar atropellos
a la democracia y los derechos humanos, cada vez que ha sido necesario.
Ayer recibimos la noticia que nuestro país había sido reelegido como
miembro del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
Finalmente, en los próximos meses
enviaremos a este Congreso un proyecto de ley que crea la Subsecretaría
de Derechos Humanos, como parte del nuevo Ministerio de Justicia y
Derechos Humanos.
AGRICULTURA
La sociedad de seguridades y
oportunidades también incluye a los más de dos millones de compatriotas
que viven o trabajan en el campo. Nuestro gobierno está impulsando una
verdadera política de Estado en favor del mundo rural, y especialmente
de los productores pequeños y medianos y de la agricultura familiar
campesina. Próximamente enviaremos a este Congreso un proyecto de ley
que transformará el actual ministerio en el Ministerio de Agricultura y
Alimentos, para hacer de Chile una potencia agroalimentaria y forestal.
También, y tal como nos comprometimos el
21 de mayo pasado, estamos enfrentando con decisión y urgencia la
competencia desleal, tanto externa como interna. Recientemente se aprobó
el proyecto que extiende de dos a cuatro años el plazo de aplicación de
salvaguardias y estamos trabajando en fortalecer el funcionamiento de
la Comisión de Distorsiones. Además, creamos el sistema de muestras y
contramuestras y una oficina especializada, dentro de la Fiscalía
Nacional Económica, para prevenir atentados y abusos a la libre
competencia agrícola.
Pusimos fin a la retención de IVA a los
contribuyentes agrícolas que utilicen facturas electrónicas y rebajamos
sustancialmente las tasas de retención para aquellos productores de
trigo y legumbres que no las utilizan, beneficiando a más de 70 mil
pequeños productores.
En materia laboral, próximamente
enviaremos a este Congreso un proyecto de nuevo estatuto laboral, para
adecuar las normas a la realidad del sector y proteger mejor los
derechos de los trabajadores y trabajadoras agrícolas de temporada,
recogiendo muchas de las propuestas de la Mesa Agrícola.
Además, hemos incrementado el
presupuesto de Indap, para aumentar de 53 mil a 88 mil el número de
pequeños agricultores beneficiados a través del programa Prodesal y
estamos realizando alianzas productivas con más de cuatro mil pequeños
productores. Y, con apoyo de Inia y Corfo, estamos fomentando la
asociatividad y transferencia técnica al sector agrícola para aumentar
su competitividad.
Presentamos una iniciativa para regular
por ley los vegetales genéticamente modificados. Hemos recuperado
íntegramente los sistemas de riego afectados por el terremoto y estamos
realizando nuevas inversiones que nos permitirán incorporar, este año,
ocho mil nuevas hectáreas al riego y tecnificar otras 20 mil.
En materia forestal, este año
presentaremos un proyecto de ley para combatir a la desertificación,
recuperar suelos erosionados, mejorar la retención hídrica y prevenir
incendios forestales, ampliando las sanciones e incorporando la
responsabilidad civil de quienes los ocasionen.
Gracias a las nuevas regulaciones
sanitarias y de localización de los centros de cultivo, la industria
acuícola está recuperando los niveles de producción y exportación que
presentaba antes de la crisis del virus ISA. Por su parte, este año
enviaremos un nuevo proyecto de ley de pesca que permita compatibilizar
el desarrollo del sector, incluyendo la pesca artesanal e industrial,
con la conservación del recurso pesquero.
Por cierto, este gobierno de la
Coalición por el Cambio está muy conciente que la sólida situación de
nuestra economía, el alza en los precios de nuestras principales
exportaciones, las buenas perspectivas para la inversión extranjera, el
debilitamiento mundial del dólar, han producido una apreciación de
nuestra moneda y una caída en el precio del dólar, que ha dañado la
competitividad de algunas de nuestras industrias exportadoras o
sustituidoras de importaciones. La más sensible de ellas es la
agricultura. Y si bien este efecto ha sido parcialmente compensado por
mejores precios internacionales, hemos decidido apoyar a los
agricultores, incrementando sustancialmente las líneas de financiamiento
a través de Corfo y BancoEstado para pequeños y medianos productores
agrícolas. Corfo ampliará el límite para otorgar garantías estatales a
18 mil Unidades de Fomento (UF), las cuales podrán garantizar todo tipo
de créditos e inversiones, ante cualquier banco. Y el BancoEstado está
abriendo nuevas líneas de crédito por 400 millones de dólares de hasta
20 años plazo, así como una línea de créditos en dólares por un monto
total de 300 millones de esa moneda. Así estamos apoyando la
reconversión y la productividad de micro y pequeños empresarios
agrícolas.
INFRAESTRUCTURA
En un país como Chile, de territorio tan
extenso como accidentado y ubicado tan lejos de los principales
mercados del mundo, la calidad de la infraestructura y cadena logística
es crucial. Para agregar valor a nuestros productos es fundamental
reducir el tiempo y mejorar su acceso a los principales destinos
nacionales y mundiales.
Durante el 2010, invertimos en
infraestructura dos mil 700 millones de dólares y lanzamos un plan de
concesiones de más de ocho mil millones de dólares para el período
2010-1014, que significará más y mejores carreteras, puertos,
aeropuertos, embalses y otras obras públicas.
Hemos puesto en marcha el programa
Caminos para el Desarrollo, que pavimentará 700 kilómetros de caminos
secundarios productivos. Además, estamos completando la Ruta Austral,
para conectar Chile por Chile, entre las regiones de Los Lagos y Aysén.
TRANSPORTES
El diseño y la operación del
Transantiago es un gran problema que nos deja una gran lección. No es
posible diseñar ni implementar políticas públicas a partir de solo
voluntarismo. ¿Cuántos recursos ha debido gastar el Estado y cuánto daño
se le ha causado a los chilenos? Estamos trabajando en una solución que
es compleja y tomará tiempo. Ya iniciamos un proceso de rediseño, que
incluyó, entre otras medidas, un nuevo marco regulatorio, un nuevo
subsidio para evitar alzas aún mayores en las tarifas, lo cual nos ha
permitido, pese al aumento de precios de los combustibles, reducir su
déficit financiero y mejorar las frecuencias y regularidad en los
tiempos de transbordo y espera. Este año completaremos la renegociación
de los contratos con los operadores, para que el Transantiago evolucione
hacia un sistema de transporte público seguro y eficiente.
El próximo año iniciaremos las obras de
las nuevas líneas 3 y 6 del Metro, incorporando 37 nuevos kilómetros y
cinco nuevas comunas a su red: Pedro Aguirre Cerda, Cerrillos,
Independencia, Conchalí y Huechuraba.
En cuanto al transporte en regiones,
implementamos un subsidio de 29 mil millones de pesos para zonas urbanas
e iniciamos un completo plan de renovación y modernización de flotas.
Cada año tenemos que lamentar mil 600
muertes por accidentes de tránsito, constituyendo la segunda causa de
muerte de jóvenes. Nos hemos propuesto disminuir en un 20 por ciento el
número de estas víctimas fatales de aquí al 2014, y salvarle así la vida
a 320 hombres, mujeres y niños, cada año. Para ello, estamos impulsando
un sistema con puntaje para las licencias de conducir y hemos adquirido
equipos de última tecnología para controlar el exceso de velocidad en
nuestras carreteras, especialmente de buses y camiones.
TELECOMUNICACIONES
En materia de telecomunicaciones, este
año llegaremos con banda ancha e internet a tres millones de
beneficiarios, en mil localidades. En marzo próximo, prácticamente todas
las escuelas y liceos de Chile dispondrán de este servicio. También
estableceremos un sistema de internet inalámbrico y gratuito en el
Metro.
Crearemos una Superintendencia de
Telecomunicaciones, para proteger mejor los derechos e intereses de los
usuarios, y aprobaremos una ley de TV digital, que permita una cobertura
gratuita de alta definición en todo Chile.
La ley de antenas regulará su
instalación y protegerá la salud y los derechos de los vecinos y estamos
avanzando en la portabilidad numérica, permitiendo así a los clientes
de telefonía móvil cambiarse de empresa sin perder su número, y en
terminar los cobros por larga distancia nacional.
TURISMO
La industria del turismo será la de
mayor crecimiento y creación de empleos a nivel mundial. En Chile
tenemos todo para transformarnos en una potencia turística: una
cordillera majestuosa, un desierto inspirador, más de cuatro mil
kilómetros de costas, bosques, ríos, volcanes, glaciares, lagos,
fiordos, la magnífica Antártica y una gran riqueza cultural e histórica.
Nos hemos propuesto, durante esta
década, duplicar la importancia del turismo en la economía nacional,
pasando del tres por ciento al seis por ciento, crear 45 mil nuevos
empleos directos y 160 mil indirectos, y aumentar en un 45 por ciento el
número de turistas extranjeros que nos visitan cada año.
Para ello creamos la Subsecretaría de
Turismo, estamos promoviendo la imagen de Chile en el exterior,
invirtiendo en nueva infraestructura física y digital, y apoyando con
créditos y capacitación a miles de pequeños y medianos empresarios y
trabajadores del rubro turístico.
MINERÍA
La inversión minera proyectada supera
los 50 mil millones de dólares, la mayor de nuestra historia. De ella,
más de 20 mil millones de dólares corresponden a Codelco. El 80 por
ciento de esta inversión se materializará durante los próximos cinco
años.
Esto constituye una muy buena noticia,
pero también un enorme desafío. Debemos actuar ahora para adecuar
nuestra institucionalidad, modernizar nuestras regulaciones y capacitar
nuevos fiscalizadores, a fin de asegurar que este auge minero sea
sustentable ambientalmente, eficiente energéticamente y seguro para los
trabajadores.
En los próximos meses enviaremos a este
Congreso un proyecto de ley que crea una superintendencia especializada
en el control de riesgos y fiscalización de las normas sobre seguridad
minera, además de establecer comités paritarios en todas las empresas
para prevenir accidentes laborales. Y este año esperamos que sea
aprobado el proyecto que regula el cierre de faenas después del cese de
su operación, a fin de evitar que explotaciones temporales produzcan
daños permanentes al medio ambiente.
Además, estamos diseñando un nuevo marco
regulatorio para el litio, hemos puesto en marcha un plan de
optimización de procesos y mejoras en la gestión de Enami y estamos
apoyando decididamente el plan de inversiones e internacionalización de
Codelco.
Finalmente, enviaremos un proyecto de ley para fusionar los actuales ministerios de Minería y Energía.
VIVIENDA Y URBANISMO
En materia de vivienda, no queremos que
el terremoto y maremoto nos aparten de nuestro compromiso de entregar,
durante nuestro gobierno, 600 mil soluciones habitacionales para las
familias más vulnerables y de clase media que las requieren.
A esta fecha, nuestro gobierno ya ha
entregado 180 mil obras y asignado casi 100 mil subsidios regulares, que
se suman a los más de 146 mil subsidios entregados para reconstruir o
reparar viviendas destruidas o dañadas por el terremoto.
A partir de este año, nuestra política
habitacional considerará un subsidio especial para que aquellas familias
más numerosas, o en que un integrante sufra alguna discapacidad o que
acojan a un adulto mayor, puedan acceder a viviendas más amplias y
confortables. Además, queremos ampliar las posibilidades de las propias
familias beneficiarias de elegir, entre una serie de alternativas, el
barrio donde estarán ubicadas sus futuras viviendas, así como el modelo,
diseño y materiales de su construcción, lo cual se facilitará con la
feria virtual de vivienda que estamos creando en la web.
Junto con ello, hemos establecido un
sistema de certificación de calidad de las viviendas, para evitar que el
sueño de la vivienda propia se transforme en una pesadilla, como le ha
ocurrido a tantas familias en el pasado, y hemos ido avanzando en la
búsqueda de soluciones justas, que incluyen rebajas parciales de
dividendos para cerca de 80 mil deudores habitacionales vulnerables.
En materia de urbanismo, a través del
programa de recuperación de barrios, estamos haciendo un esfuerzo
histórico de inversión en construcción y mejoramiento de espacios
públicos, áreas verdes, plazas, ciclovías, multicanchas, iluminación,
pavimentación de caminos y equipamiento urbano. Y este año, después de
una década de indefiniciones, pondremos en marcha una nueva estrategia
nacional de desarrollo urbano de largo plazo, elaborada por una comisión
amplia y plural, integrada por arquitectos, urbanistas y otros expertos
sobre la materia, que nos permita avanzar hacia ciudades cada día más
humanas, seguras y limpias.
RELACIONES EXTERIORES
En materia de relaciones exteriores,
Chile tiene una sola voz. Y esa voz, que trasmite unidad y fuerza, es la
mejor garantía de que los derechos de Chile serán siempre respetados.
Quiero agradecer la valiosa actitud de
todos los parlamentarios y dirigentes políticos, cuyo respaldo he
sentido cada vez que los intereses de nuestro país lo han requerido.
Hemos seguido profundizando nuestras
relaciones con Argentina, a través de reuniones bilaterales, incluyendo
por primera vez, esta semana, una reunión en La Moneda, con
participación de ministros, intendentes y gobernadores de ambos países,
para acelerar la integración económica, cultural y física.
Con Bolivia, Chile no tiene problemas
limítrofes pendientes. El Tratado de 1904, plenamente vigente, los fijó
con claridad, y ha permitido el más amplio y libre tránsito para el
comercio exterior de Bolivia y una paz que se extiende por más de 106
años. Además, Chile y Bolivia tienen un mecanismo acordado de diálogo,
en torno a trece puntos de interés bilateral, cuyo objetivo es avanzar
en soluciones concretas, útiles y factibles para ambos países y cuya
eficacia ha sido reconocida tanto por Chile como por Bolivia. En
consecuencia, las declaraciones del Presidente Morales, incluyendo su
intención de acudir a tribunales y organismos internacionales para su
aspiración territorial y marítima, constituyen un serio obstáculo para
las relaciones entre ambos países y no se condicen ni con la letra ni
con el espíritu del Tratado de 1904. Adicionalmente, ellas se apartan de
los términos acordados en los múltiples encuentros de trabajo y
acuerdos alcanzados entre ambos gobiernos.
Bolivia no puede pretender un diálogo
“directo, franco y sincero”, como sostuvo el Presidente Morales,
mientras simultáneamente manifiesta su intención de acudir a tribunales y
organismos internacionales, para impugnar un tratado plenamente
vigente, aduciendo para ello, entre otras razones, la aplicación de
normas constitucionales bolivianas, aprobadas más de 100 años después de
la suscripción y aprobación del Tratado de 1904. Esto constituye una
pretensión inaceptable en el Derecho Internacional, ya que implicaría
dar prioridad a una norma interna por sobre un tratado internacional.
No obstante lo anterior, y dentro del
marco del respeto de los tratados vigentes entre ambos países y del
espíritu de las conversaciones existentes, Chile ratifica su voluntad de
diálogo bilateral, para seguir avanzando en la búsqueda de soluciones
concretas, útiles y factibles para ambos países.
Con respecto a Perú, hemos seguido
avanzando en los caminos de la colaboración e integración entre nuestros
países y pueblos. Y simultáneamente, haciendo valer con fuerza y
decisión los tratados limítrofes de 1952 y 1954, que fijaron el límite
marítimo entre Chile y Perú, en base al paralelo que parte del límite
terrestre y se extiende por 200 millas de mar territorial chileno. Estos
tratados han sido reconocidos invariablemente por Chile y Ecuador, país
firmante de dichos acuerdos, y también por la comunidad internacional.
Más aún, por más de 50 años, Perú también los reconoció.
La nota enviada recientemente por Perú a
las Naciones Unidas, reconociendo la Carta Náutica enviada por Ecuador a
dicho organismo internacional, constituye una confirmación adicional de
la naturaleza de tratado limítrofe de la “Declaración de Santiago sobre
Zona Marítima” de 1952. Más aún, la ratificación por parte de Ecuador y
Perú del paralelo geográfico como límite marítimo entre ambos países,
como se desprende de los tratados de 1952 y 1954, confirma la posición,
sostenida por Chile y Ecuador, en forma permanente y consistente.
Adicionalmente, seguimos profundizando
nuestros lazos de integración con América Latina, asumiendo nuestro rol
en Unasur y Mercosur y fortaleciendo la Alianza del Pacífico,
recientemente acordada entre Chile, México, Colombia y Perú.
Por su parte, en mayo del 2010 y
finalizando un proceso iniciado por el gobierno anterior, Chile pasó a
ser miembro de la OCDE. También seguimos desarrollando nuestros vínculos
con la Unión Europea, el Nafta, que agrupa a Estados Unidos, Canadá y
México, y el Asia-Pacífico, a través del Trans Pacific Partnership
(TPP), que incluirá países de ambos bordes del Océano Pacífico y deberá
constituirse en la zona de libre comercio más grande y auspiciosa del
mundo. También seguimos avanzando a través de tratados de integración
bilaterales, ya firmados o en proceso de negociación, con Malasia y
Vietnam y la profundización de nuestros acuerdos de libre comercio con
Hong Kong y China.
En julio, Chile asumirá la presidencia
de la naciente Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe
(Celac), cuya primera cumbre se celebrará en nuestro país el próximo
año. Ese mismo año se celebrará en Santiago la séptima cumbre entre
América Latina y El Caribe y la Unión Europea, cuyo capítulo
latinoamericano también es presidido por Chile.
Finalmente, y a través de un grupo de
trabajo transversal, estamos avanzando en una profunda modernización de
nuestra Cancillería, que la adecúe a las necesidades, desafíos y
oportunidades del siglo XXI y fortalezca nuestra integración con el
mundo.
DEFENSA
En materia de defensa, los chilenos
sabemos que tenemos instituciones armadas de las que podemos sentirnos
muy orgullosos. Son instituciones modernas y capaces de proteger nuestra
soberanía, fronteras, territorio y mar, y también sabemos que son
solidarias en tiempos de paz.
Para continuar apoyando su
modernización, hemos propuesto al Congreso Nacional un mecanismo de
financiamiento plurianual, que garantizará un equilibrio adecuado entre
los recursos y la estabilidad que necesitan nuestras Fuerzas Armadas, y
al mismo tiempo el control democrático del gasto en defensa. Este
proyecto reemplazará la Ley Reservada del Cobre y liberará a Codelco de
un impuesto distorsionador.
También impulsaremos la segunda etapa de
la reforma a la Justicia Militar, en línea con la Reforma Procesal
Penal en el campo civil.
Durante el 2012 presentaremos al
Congreso proyectos de ley para eliminar, gradualmente, la cotización del
seis por ciento que afecta a los pensionados de las Fuerzas Armadas
mayores de 65 años, afiliados a Capredena y Dipreca y terminar con
distorsiones y excesos existentes. También estamos trabajando en una
nueva carrera militar, más extendida y con mejores incentivos, de forma
de potenciar el recurso humano.
Chile es un país comprometido con la
paz. Se ha distinguido siempre por el respeto a los tratados y el
Derecho Internacional. Ha declarado que no tiene reivindicaciones
pendientes. Pero ha tenido siempre la más firme voluntad para resguardar
su independencia, soberanía e integridad territorial.
MEDIO AMBIENTE
Nuestro país tiene muchos desafíos en
materia de medio ambiente y nuestro gobierno no los va a eludir. No
tenemos tiempo que perder, el tiempo no será nuestro aliado sino nuestro
juez. Y nuestros hijos y nietos nos juzgarán por la forma en que
enfrentamos este desafío. El crecimiento y el cuidado del medio
ambiente, lejos de competir, son objetivos complementarios.
El año pasado, gracias a un acuerdo
político transversal, pusimos en marcha una nueva institucionalidad
ambiental, que incluye un Ministerio del Medio Ambiente, un Servicio de
Evaluación Ambiental, que reemplazó a la antigua Conama y la
Superintendencia del Medio Ambiente. A ellos se sumarán muy pronto los
nuevos tribunales ambientales especializados y el Servicio de
Biodiversidad y Áreas Silvestres Protegidas, que nos permitirán proteger
mejor nuestro enorme patrimonio natural.
Este año creamos el Parque Marino Motu
Motiro Hiva, de 150 mil kilómetros cuadrados, en torno a la Isla Salas y
Gómez, el quinto más grande del mundo y que protege un maravilloso y
único Santuario de la Naturaleza.
Lo mismo haremos con los Géiseres del
Tatio y el Monte San Lorenzo. A través del nuevo Servicio de Parques y
Biodiversidad, seguiremos dando vida a nuevas zonas protegidas,
incluyendo un gran parque en la Patagonia y la recuperación de bosques
originarios en la Isla de Pascua, para convertir a nuestro país en un
ejemplo mundial y ponerlo en la vanguardia en materia de protección de
nuestra biodiversidad. Para ello, estamos confeccionando un inventario
nacional de todos los ecosistemas y áreas silvestres que requieren
protección, así como elaborando planes de recuperación y conservación
para las casi 400 especies cuya supervivencia se encuentra amenazada,
tales como el cóndor, el huemul, el alerce, la araucaria o la palma
chilena.
Dictamos una nueva normativa en materia
de emisiones de plantas termoeléctricas y de calidad del aire,
incluyendo el material particulado 2,5, el más dañino para la salud,
siguiendo los estándares de los países más desarrollados. Esta norma
permitirá adelantarnos en diez años los plazos previamente contemplados.
La aplicación de esta norma limitará significativamente las emisiones
provenientes de centrales termoeléctricas y fuentes tóxicas como:
chimeneas industriales, fuentes móviles y estufas a leña. Estas
exigencias deberán ser cumplidas de inmediato por las nuevas centrales, y
en un plazo determinado, también por las existentes. Para decirlo en
forma clara: si hubiéramos tenido estas normas en nuestro país, no
tendríamos dramas como Tocopilla, Puchuncaví-Ventanas, Huasco, Coronel,
Talcahuano y Mejillones.
Adicionalmente, estamos haciendo una
completa revisión del Plan de Descontaminación del Complejo Industrial
Ventanas. Estamos incorporando incentivos para el uso de vehículos
eléctricos o híbridos, de baja o cero emisión. En las próximas semanas
ingresaremos a la Contraloría la nueva norma ambiental para calefactores
a leña, publicaremos el anteproyecto del Plan de Descontaminación de
Concepción y del Valle Central de la Región de O’Higgins. Iniciaremos un
programa para el recambio de calefactores en las ciudades de Coyhaique y
Temuco y enviaremos a este Congreso un proyecto de ley general de
residuos, para fomentar el reciclaje y la reutilización de los residuos
sólidos.
ENERGÍA
En energía Chile tiene hoy una potencia
instalada de generación eléctrica de casi quince mil MW. Esta capacidad,
y los proyectos ya en construcción, son suficientes para satisfacer las
necesidades de energía durante nuestro período de gobierno. Sin
embargo, si queremos seguir creciendo al ritmo que Chile necesita y
continuar abasteciendo de energía a nuestros hogares, empresas y
ciudades, necesitamos duplicar esta capacidad.
Para ello, debemos adoptar las
decisiones ¡ahora!, y evitar así una crisis energética en la segunda
mitad de esta década. Necesitamos compatibilizar la generación de la
energía necesaria con la igualmente necesaria protección de nuestro
medio ambiente. Y para ello requerimos aplicar las mejores tecnologías y
desarrollar una política de Estado.
Hemos descartado planificar o construir
plantas de energía nuclear durante nuestro gobierno. Sí avanzaremos en
comprender mejor estas tecnologías y en capacitar a nuestros
profesionales y técnicos.
Nuestra firme prioridad está en la
eficiencia energética y la generación de energías limpias y renovables,
como la energía del sol, el viento, las mareas y la geotermia. Ya
tenemos decenas de proyectos pilotos en desarrollo y hemos destinado un
fondo de 85 millones de dólares para investigarlas y promoverlas. Pero
esas energías representan menos del tres por ciento de nuestra actual
matriz energética. En Estados Unidos y los países de la OCDE las cifras
no son significativamente superiores.
Seguiremos avanzando decididamente en
energías limpias y renovables para alcanzar la meta del 20 por ciento.
Pero decir que en estas energías se encuentra toda la solución a nuestro
problema, es una utopía que induce a engaño a los chilenos.
En consecuencia, no podemos renunciar a
la energía térmica ni hidráulica. Sabemos perfectamente que la
aprobación de nuevas centrales y líneas de transmisión genera
apasionadas controversias. El camino fácil sería aplazar las decisiones y
dejarle el problema al próximo gobierno. Pero esa conducta pondría en
peligro el desafío más profundo y el anhelo más arraigado de los
chilenos: alcanzar el desarrollo y derrotar la pobreza. Un Presidente
debe ser capaz de levantar la vista, mirar más allá de las próximas
elecciones y asumir su responsabilidad con su país.
¡Tengo muy clara mi responsabilidad con el medio ambiente, pero también tengo muy clara mi responsabilidad con el desarrollo!
Chile es un país rico en agua. Y el agua
es energía limpia y renovable. No produce emisiones contaminantes ni
efecto invernadero. Teniendo acceso a la generación hídrica, en los
últimos quince años se han aprobado 106 plantas termoeléctricas, la
mayoría de ellas a carbón o petróleo, con los mayores índices de
contaminación y sin los debidos resguardos ambientales. Basta ver lo que
está ocurriendo hoy en Ventanas o Mejillones.
Pero además, la generación
hidroeléctrica es más económica. Esto es muy relevante, porque el costo
de la energía en Chile duplica el de los países vecinos y supera en casi
un 50 por ciento el de los países desarrollados. Esto lo pagan todos
los chilenos, todos los meses en sus cuentas de luz, y también la
economía con pérdidas de competitividad. No podemos decir que
necesitamos energía, consumirla abundantemente y, al mismo tiempo,
oponernos a todas sus fuentes.
Hasta ahora hemos hablado sólo de
generación. También debemos hablar de transmisión y distribución. Chile
es un país muy largo. Y mientras el consumo se concentra en el centro
del país, la generación energética futura se desplazará hacia el norte,
en materia de energía solar, y hacia el sur, en materia de energía
hidroeléctrica. En consecuencia, necesitamos una política adecuada a
nuestra realidad. Necesitamos una política de Estado en materia de
transmisión y distribución de energía.
En los últimos días la sociedad chilena
ha sido cruzada por un profundo debate respecto de la conveniencia o
inconveniencia de un proyecto hidroeléctrico en la Región de Aysén y de
la línea de transmisión desde Aysén a la Región Metropolitana.
El gobierno ha escuchado este debate y
lo considera útil y necesario. Por esta razón vamos a complementar el
trabajo de la recién designada Comisión de Expertos, de diferentes
sensibilidades políticas y ciudadanas, promoviendo un debate profundo y
responsable, para concordar esa política de Estado, que norme y regule
mejor temas como la construcción de megalíneas de transmisión, la
interconexión entre los sistemas eléctricos del norte grande y del
centro sur, creando un Sistema Interconectado Nacional, incluyendo la
posibilidad de una carretera eléctrica pública, de acceso abierto, que
permita a múltiples generadores, incluyendo mini y medianas
hidroeléctricas, solares, eólicas, y a futuro geotérmicas y
mareomotrices, como también a distribuidoras y consumidores, integrarse
al Sistema Interconectado Nacional.
Adicionalmente, debemos estudiar formas
para flexibilizar y hacer más competitiva la distribución en el sistema
eléctrico, considerando la posibilidad de crear un multicarrier
eléctrico, que otorgue a los consumidores mayores opciones para elegir a
sus generadores de energía.
Está política nacional deberá incorporar
también los necesarios resguardos para proteger el medio ambiente y los
sectores afectados y otros temas de interés público. Y generará una
industria más limpia, más competitiva y con mejores precios para los
consumidores.
AGUA
El agua es un recurso estratégico para
el desarrollo de Chile. Debemos usarla con sabiduría. Por ello, hemos
diseñado una Estrategia Nacional de Recursos Hídricos y un Plan Regional
de Infraestructura y Gestión del Agua para todas las regiones de Chile.
Ellos permitirán planificar y priorizar inversiones hasta el año 2018,
para aumentar la disponibilidad de agua, construir nuevos embalses,
impermeabilizar canales, inyectar aguas superficiales a los acuíferos,
potenciar el riego tecnificado y aumentar la fiscalización de la DGA,
para combatir el delito de usurpación de aguas. Además, este año
invertiremos 30 mil millones de pesos en sistemas de Agua Potable Rural.
Señoras y señores parlamentarios:
chilenas y chilenos:
Quiero terminar compartiendo con ustedes una felicitación, dos reflexiones y un agradecimiento.
La historia independiente de Chile ha
estado siempre vinculada a este Parlamento. El Cabildo Abierto de 1810
llamó a las primeras elecciones de diputados en todas las provincias de
Chile y, a las diez de la mañana del 4 de julio de 1811, al son de una salva de artillería, salieron del Palacio de Gobierno los primeros 36 diputados del Congreso.
En estos 200 años de vida han pasado por
este Congreso casi cuatro mil senadores y diputados, incluyendo a
Bernardo O’Higgins, Manuel Rodríguez, Diego Portales, Valentín Letelier,
Benjamín Vicuña Mackenna, Enrique Mac Iver, y tantos otros. Sólo uno de
ellos, Jaime Guzmán, fue asesinado cumpliendo su deber. 29 de ellos
ocuparon también la Presidencia de la República.
En este Congreso se han debatido y
despachado más de 20 mil leyes que han ido configurando nuestra patria y
nuestra identidad, como la Ley de Libertad de Vientre, la de
Instrucción Primaria Obligatoria, las revolucionarias leyes laborales y
sociales de principios del siglo XX, la Ley del Sufragio Femenino, la
Ley de Filiación, la Reforma Procesal Penal. Ellas han dejado huellas en
el alma chilena. Este año, en que el Congreso cumple 200 años de vida,
quiero agradecer y felicitarlos a todos ustedes, y a quienes los
antecedieron.
Vamos ahora con las dos reflexiones.
Nuestro país tiene por delante un futuro
promisorio. Estamos avanzando, y a paso firme, en las siete grandes
misiones de nuestro gobierno: hemos recuperado la capacidad de crecer y
crear empleos. Estamos mejorando la calidad de la educación y la salud.
La delincuencia, la droga y la pobreza están retrocediendo. Y estamos
avanzando en la revitalización de la democracia, la modernización del
Estado y la descentralización del país. Antes que termine esta década
podemos ser la primera nación de Latinoamérica en cruzar el umbral del
desarrollo y superar la pobreza.
Pero construir una sociedad de
seguridades, oportunidades y valores implica una opción por los más
vulnerables. Con ese objetivo diseñamos la Agenda Social. Porque
queremos que las madres acompañen a sus niños en sus momentos de mayor
necesidad de cuidado y afecto, estamos alargando el posnatal a seis
meses. Porque agradecemos a los matrimonios, hemos otorgado el Bono
Bodas de Oro. Porque queremos una vida mejor para nuestros adultos
mayores, estamos eliminando o reduciendo el siete por ciento de salud.
Porque queremos que todas las familias superen la pobreza extrema, hemos
creado el Ingreso Ético Familiar.
Estamos bien encaminados, pero nos queda
mucho por recorrer. La parte final del ascenso a las más altas cumbres
es siempre la más hermosa, pero también la más difícil. Por lo mismo,
debemos reflexionar y preguntarnos: ¿Qué puede desviarnos de nuestro
camino? ¿Qué puede abortar el cumplimiento de nuestra misión? Dos
grandes peligros pueden impedir que lleguemos a la meta.
El primero, es que el germen de la
división y el virus de la beligerancia se adueñen del espacio público y
nos impidan practicar el diálogo constructivo y alcanzar acuerdos
fecundos.
Cuando los países destinan sus mejores
esfuerzos a una lucha fratricida entre sus propios hijos, destruyen su
futuro. Nada une más un pueblo que un proyecto grande, ambicioso y
factible, en que todos puedan aportar a su éxito y beneficiarse de sus
frutos. Por eso, como Presidente de Chile, en este momento crucial de
nuestra historia, llamo a la unidad de todos los chilenos.
Debilitar nuestras instituciones es el
segundo peligro. Las instituciones, es decir las reglas que
democráticamente nos hemos dado para canalizar nuestra creatividad,
arbitrar nuestras diferencias y armonizar los múltiples y legítimos
intereses que existen en toda sociedad libre y plural, deben ser siempre
respetadas.
Sin instituciones, la fuerza reemplaza a
la racionalidad, la inestabilidad se adueña de la vida pública y los
derechos se tornan frágiles. Como país ya recorrimos ese camino y
socavamos las bases mismas de nuestra democracia y sana convivencia. Por
eso hoy también quiero llamar a mis compatriotas a cuidar y respetar
nuestras instituciones.
Quiero terminar este segundo Mensaje a la Nación expresando mi gratitud a tantas y tantos.
Dar las gracias a esos millones de
chilenas y chilenos que, con su esfuerzo, progresan y sacan adelante a
sus familias. A todos quienes nos aportan ideas o nos regalan una
sonrisa, plegaria o palabra de aliento. Agradecer a quienes nos critican
constructivamente, porque nos motivan a hacerlo mejor. A los
trabajadores que, con su esfuerzo, han hecho de Chile el país más
próspero de América Latina. A tantos emprendedores, especialmente
pequeños y medianos, que desde un quiosco, almacén o ferretería, dan
trabajo a millones de chilenas y chilenos. A las mujeres, y muy
especialmente a las jefas de hogar. A los artistas e intelectuales que
nos enriquecen el alma. A los profesores que educan a nuestros hijos.
Agradecer también a los parlamentarios y
dirigentes de la Coalición por el Cambio por su generoso, permanente y
leal apoyo. A la oposición que practica el diálogo y la colaboración
constructiva. A los ministros, subsecretarios, intendentes y cientos de
funcionarios públicos, con quienes comparto el privilegio de servir a
nuestro país.
Y por cierto, agradecer desde el fondo
del corazón a mis cuatro hijos y a mi mujer, Cecilia, por acompañarme en
esta cruzada, por compartir conmigo los momentos alegres y apoyarme en
los momentos tristes, y siempre, siempre, darme amor, comprensión y
cariño.
Y a Dios, por habernos dado la vida,
amarnos y guiarnos todos los días. Que Dios bendiga a nuestra patria.
Viva Chile y muchas gracias.
Vìa :
http://www.elciudadano.cl/2011/05/21/mensaje-presidencial-2011-sebastian-pinera-retorica-y-propaganda/
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