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En estos días las
autoridades comunales de la Intendencia de Montevideo ha expulsado de
dos lugares públicos en la ciudad a los artesanos callejeros.
No
es que se les propongan otros proyectos, trabajos dentro de sus
competencias o simplemente el respeto por la libertad de estar
relativamente “afuera” del sistema de trabajo asalariado o simplemente
sobrevivir de la forma que se pudo o deseó.
Lisa y
llanamente es un operativo de limpieza de pobres en la ciudad, hay que
esconderlos, volverlos invisibles porque no dan buena imagen para los
turistas, los inversores y los uruguayos “bien nacidos”. Esto queda
evidenciado cuando se les propone como punto de venta la Plaza Primero
de Mayo, plaza que todos sabemos es casi un punto muerto en relación
al pasaje de peatones.
Acontecimientos como estos nos dan la
pauta de la implementación de políticas represivas contra los pobres,
cuando por otra parte se habla de eliminar o disminuir la pobreza
manteniendo las partidas de asistencialismo con los planes de
emergencia; planes que van cambiando de nombre para también llamarse
planes de “equidad”, o “igualdad de oportunidades” et, etc.
Es
que la mentira ya no se puede tapar con un dedo; a esto se le suma
toda la problemática de la seguridad, la baja de la imputabilidad para
los delitos cometidos por niños o jóvenes.
Desde la
derecha que digamos, no es más en su fondo que siempre extrema
derecha, se alientan medidas de gatillo fácil y ahora tenemos que
parte del ejército pasaría a reforzar a la policía en el combate por
la seguridad.
Así llegamos a la militarización de nuestra
sociedad; pero en que quedaron las investigaciones por corrupción en
la armada del Uruguay? en que la investigación de los delitos
económicos cometidos por el ejército uruguayo durante la dictadura?
Pero no, no resulta; el tema es un tema cerrado en Uruguay en donde
todos los partidos políticos coinciden por acuerdos o por omisión.
Entonces nos vamos a otra pregunta sencillita no más: porque
existen pobres?
No será entonces que para eliminar la pobreza
no habría que terminar con la riqueza?
Ahora bien; como se
termina con la riqueza de los ricos sin terminar con el sistema que
hablita la especulación, la explotación violenta de los trabajadores,
el saqueo de los recursos naturales?
Este es el punto sobre el
cuál debemos canalizar todos los esfuerzos para que se instale en
nuestra sociedad no solo el debate si no la articulación de todas las
luchas en ese sentido; terminar con el actual sistema devastador
capitalista y sentar las bases para la construcción de otra sociedad
libre de pobres porque libres de la explotación capitalista.
Pero
volvamos a la imagen de la ciudad de Montevideo, la ciudad de
Montevideo a excepción de tres barrios situados en franjas costeras es
una ciudad empobrecida, a mitad en ruinas; invadida por el salvajismo
de la publicidad que se expande por todas partes; edificios,
veredas, árboles, plaza, playas, parques.
Llena de antenas de
telefonía celular, de basura producida por un desenfrenado
consumismo alentado desde la propaganda y los políticos que predican
en post de una buena sociedad capitalista productiva.
Montevideo
es una ciudad triste, en donde digamos que su identidad es la no
identidad, en donde todos quieren ser otros, cualquier cosa menos
ellos mismos. En donde todos quieren tranquilidad, pero a nadie le
importa volverse un asesino para eliminar lo que más le molesta es
decir, los pobres.
Luna
17 02 2011
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