El Banco Mundial, la OCDE y los mercados presionan a los gobiernos para que den prioridad al avance de los fondos privados
"El
primer paso es reformar el pilar público [del sistema de pensiones]
retrasando la edad de jubilación y recortando el nivel de prestaciones,
empezando por los casos en que son demasiado generosas. El segundo
paso es crear el pilar privado". Y para ayudar a crearlo, hay que
"empequeñecer el pilar público de forma gradual".
Así lo escribió el Banco Mundial en 1994 en uno de los informes más importantes que ha producido nunca, Adverting the old age crisis [Evitando la crisis de la vejez].
Desde entonces, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional
(FMI), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos
(OCDE) y las patronales bancarias y de fondos de pensiones han
presionado a gobiernos de todo el mundo con el mantra expuesto
en este trabajo de 1994: exigen un sistema "multipilar" en el que los
fondos privados sean siempre el eje central. Y, para lograrlo, sugieren
"empequeñecer" el sistema público.
El informe Evitando la crisis de la vejez' marca la pauta desde 1994
El
Banco Mundial tiene incluso un documento marco para extender el
"modelo multipilar" nacido del extenso informe de 1994 y que resume en
ocho páginas las 436 del documento base. La propuesta tiene tres patas
principales: una pública, pequeña y dirigida sobre todo a pobres y
excluidos; otra privada, obligatoria, que exige la cotización de todos
los trabajadores, y, finalmente, una última, privada y optativa para el
que quiera mejorar su pensión.
Banca de inversión
En
17 de los últimos 19 años, el Banco Mundial ha tenido como director a
un ex alto ejecutivo de la banca de inversión estadounidense, el
principal lobby en favor de la extensión de las pensiones
privadas: Lewis Thompson (1991-1995), que pasó 40 años en JP Morgan;
James Wolfensohn(1995-2005), ex ejecutivo de Solomon Brothers, y desde
2007, Robert Zoellick, ex directivo de Goldman Sachs.
El patrimonio de los fondos privados es 12 veces superior al PIB español
Pese
a ello, su "modelo multipilar" ha sido asumido como propio también por
la OCDE, el FMI, y, en parte, la misma UE. "Los planes privados de
jubilación son el gran sueño de la banca, porque logran que los
trabajadores les transfieran parte de su salario durante toda su vida,
lo que supone gestionar muchísimo dinero durante muchos años con un
altísimo margen de maniobra", opina Miren Etxezarreta, catedrática
emérita de Economía Aplicada y autora de Qué pensiones, qué futuro (Icaria).
Estos
capitales son parte de los mercados que presionan en favor de los
recortes de los sistemas públicos. En total, suman 12,7 billones de
euros, más de 12 veces el PIB español(1,067 billones) y gigantes todavía
mayores en comparación con algunos de los países de la UE ahora más
asediados: el PIB portugués es de apenas 0,17 billones, y el griego, de
0,24 billones.
Según el último informe de la OCDE sobre pensiones
y mercados, del pasado julio, los planes privados invierten cada vez
más en los agresivos hedge funds. Pero en la mayoría de los
casos que analiza, la principal inversión se destina a deuda pública, en
un porcentaje que en algún caso llega al 90%.
Los planes privados no despegarán sin recortes públicos, admite la patronal
España,
Grecia y Portugal se cuentan precisamente entre los países donde menos
éxito ha tenido la fórmula "multipilar" lanzada por el Banco Mundial
en 1994. La penetración de los planes privados en estos países ahora
asediados es sensiblemente menor que la media de la OCDE: en Grecia son
irrelevantes, en España suponen el 8,1% del PIB, y en Portugal, el
13,4%, cuando la media en la OCDE se sitúa en el 35,5%, y algunos
países, como Holanda y Finlandia, superan el 110%.
La patronal
del sector en España (Inverco) y la OCDE redactaron el año pasado
sendos informes que coinciden en la causa del retraso de las pensiones
privadas en España: concluyeron que la generosidad del modelo público
impide que crezca el privado.
"A pesar del tratamiento fiscal que
reciben las aportaciones a los planes de pensiones, la extensión de
estos formatos de previsión depende crucialmente del espacio que las
pensiones públicas dejen para ello", concluye El impacto de la crisis económica y financiera en la inversión colectiva y en el ahorro-previsión,
editado en junio por Inverco. Y termina: "El que las pensiones públicas
sustituyan en porcentajes muy elevados a los salarios previos a la
jubilación, como es el caso de España, con una tasa de sustitución de
las mayores de la OCDE, implica que hay poco margen para la expansión
de las pensiones privadas".
A la misma conclusión llegó la OCDE. En un estudio de 2007 (Reduciendo la brecha de las pensiones: el papel de las pensiones privadas)
lamentaba que la "vía tradicional" para alentar los planes privados
las desgravaciones fiscales era "ineficiente" y sugería explorar nuevas
fórmulas.
Exigencia de recortes
En el
último informe sobre España, en diciembre de 2010, la OCDE ya evitó los
rodeos: "El bajo nivel de contribuciones a las pensiones privadas
podría ser una consecuencia de las generosas dotaciones que ofrece el
sistema público". La receta que exigía hace apenas un mes iba en esta
dirección: recortes en el modelo público, como el retraso en la edad de
jubilación, aumento del periodo de cálculo y otras medidas que bajen
la prestación.
Entre las fórmulas que la OCDE sugería ya en el
documento de 2007 destacaba "lanzar campañas nacionales de
concienciación" sobre los peligros del envejecimiento, para las que la
propia organización ha elaborado un documento de líneas maestras.
La
sugerencia de "empe-queñecer" el sistema público y lanzar campañas ya
estaba en el documento del Banco Mundial de 1994: "Los pagos [del
sistema público] no deben ser demasiado generosos y la reforma requiere
empequeñecer el pilar público". ¿Y cómo convencer a la opinión
pública? "En Chile, altos cargos del Gobierno dirigieron una intensiva
campaña en los medios para convencer a la gente de la quiebra del viejo
sistema", subrayaba el Banco Mundial.
Inmediatamente después de
publicarse este informe, en muchos países empezaron a aparecer estudios
augurando la inminente quiebra del sistema público. Los impulsaron
sobre todo fundaciones del sector financiero o la patronal. En España
empezaron a difundirse el mismo año 1994 con El futuro de las pensiones públicas, lanzado
por BBV, pero en apenas dos años editaron estudios parecidos el Círculo
de Empresarios redactado por José Piñera, el ex ministro de Pinochet
que dirigió la privatización en Chile, La Caixa y los que coordinó el
catedrático José Barea, entre otros.
Todos auguraban la quiebra del
sistema público y en algún caso estimaban que su deuda acumulada en
2010 supondría el 10,7% del PIB. La realidad es que tiene un superávit
acumulado superior al 6% del PIB. Pero en 1995 los fondos privados
apenas tenían en España un patrimonio de 13.000 millones y el pasado
septiembre sumaban 84.000.
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