(apro).- El general Raúl Castro Ruz cumplirá en el presente mes tres
años de haber asumido el poder en Cuba en momentos que su gobierno
registra una histórica baja en sus divisas, sobrecarga de su deuda
externa, reducción a casi 30% de sus importaciones –incluyendo los
alimentos comprados en Estados Unidos-- y el incontrolable aumento del
desempleo por los recortes en el presente año de unos 500 mil
burócratas.
Sin el carisma de su hermano Fidel, quien le cedió el poder el 24 de
febrero de 2008, pero más identificado con el cubano medio, al actual
presidente de los consejos de Estado y de Ministros sabe que el presente
año es crucial para “la sobrevivencia del socialismo”, por ello intenta
reducir el papel el Estado, eliminar los subsidios que ahogan sus
finanzas y abrir el abanico al sector privado interno, con pequeñas y
medianas empresas, y con capital extranjero con ambiciosos proyectos en
el sector turístico.
En paralelo, el presidente Raúl Castro le sigue apostando a la
exploración petrolera en aguas cubanas de la llamada Zona Económica
Exclusiva (ZEE) del Golfo de México. Primordialmente mantiene sus
esperanzas de encontrar grandes yacimientos de petróleos --calcula que
podría tener reservas por hasta 20 mil millones de barriles de crudo--
con la plataforma petrolera hecha en China pero liderada por la empresa
española Repsol-YPF.
En la ZEE empezaron exploración empresas importantes como Norsk-Hydro
(Noruega), ONGC (India), Petronas (Malasia), PDVSA (Venezuela),
Petrobras (Brasil) y PetroVietnam (Vietnam).
La crisis económica ahoga al gobierno comunista que preside Raúl
Castro, por ello desde hace julio de 2010 inició de forma acelerada
cambios estructurales en la economía cubana para lograr salvarla de un
colapso.
Para la sorpresa de muchos, las recientes decisiones del gobierno de
la isla en política interna le están dando oxígeno y un amplio margen
para implementar sus duras reformas económicas.
La determinación del gobierno comunista de poner en libertad a
decenas de prisioneros (62 hasta el 4 de febrero), considerados por
Amnistía Internacional (AI) como “presos de conciencia”, paralizó a la
oposición interna, fortaleció a las organizaciones de masas, consolidó
el calendario de las reformas económicas y destrabó las conversaciones
entre la isla y la Unión Europea (UE).
Reformas y pendientes
El presidente cubano Raúl Castro Ruz es el hermano menor del
expresidente y aún primer secretario del Partido Comunista de Cuba
(PCC), Fidel Castro Ruz.
El hijo menor de Ángel Castro Argizraje, un terrateniente emigrado de
España, asumió el 24 de febrero de 2008 el control del poder en Cuba,
tal y como estaba programado con los cambios a la Constitución en 1976.
El más pequeño de la familia Castro Ruz está considerado como el
hombre que encabezará “una transición pacífica, lenta, moderada y
controlada” en Cuba a las nuevas generaciones con las que compartirá el
poder.
Desde el inicio de la Revolución Cubana en 1959, Raúl ha participado
junto con su hermano Fidel en cada una de las decisiones históricas,
aunque su activismo político y propuestas de cambios dentro de la isla
inició de forma pública en 1990.
Según varios dirigentes del Comité Central del Partido Comunista de
Cuba (PCC), será el mandatario quien realice las reformas necesarias
para lograr una economía que genere más divisas y abra a las empresas
extranjeras sectores estratégicos como el turismo, petróleo, azúcar o la
minería, particularmente el níquel.
Cabe recordar que la isla decidió liberar desde los años noventa
sectores de su economía –en los que “toleró” algunas formas de
privatización— con el propósito de enfrentar la crisis que provocó la
caída de su comercio con el bloque soviético, el cual representaba la
cuarta parte de su producto interno bruto (PIB).
Raúl Castro ha tenido un papel protagónico desde la profunda crisis
que vivió la isla, conocida como Periodo Especial, derivada del derrumbe
de la Unión Soviética.
Como ministro de Defensa creó, junto con generales y soldados,
granjas y empresas y apoyó la creación de empresas cooperativas en el
campo y la ciudad para dar alternativas en ramos como el turismo,
tabaco, caña, producción de alimentos y la minería.
En el gobierno del general Castro se mantiene en el poder la
generación histórica del Ejército Rebelde y de las generaciones
emergentes nacidas durante las lucha contra Fulgencio Batista.
Aún permanecen en el poder personajes de la vieja guardia, como
Ramiro Valdés, comandante de la Revolución, de 78 años, miembro del Buró
Político y del Consejo de Estado y, desde los primeros días de enero
del 2011, segundo coordinador (superministro) de los ministerios de la
construcción, industria básica –incluye petróleo – y las comunicaciones.
Le siguen en la lista Guillermo García, comandante de la Revolución,
de 82 años; Abelardo Colomé Ibarra, miembro del Buró Político, de 70
años, general de cuerpo del Ejército, vicepresidente del Consejo de
Estado y ministro del Interior; Julio Casas Regueiro, de 70 años,
general de cuerpo del Ejército, de 73 años, ministro de las Fuerzas
Armadas Revolucionarias (FAR); Leopoldo Cintra, número dos del
Ministerio de las FAR, miembro del Buró Político y del Consejo de Estado
y jefe del Ejército Occidental.
Así como Ulises Rosales, general de 67 años, vicepresidente del
Consejo de Ministros y miembro del poderoso Buró Político del PCC. El
Consejo de Estado lo nombró, el pasado 12 de junio de 2010, coordinador
(superministro) de los ministerios del Azúcar, Agricultura e Industria
Alimentaria, las tres instancias del gabinete encargados de la
producción de alimentos.
Raúl Castro heredó un país con graves dificultades económicas y un
contexto internacional adverso que lo obligó a impulsar reformas
estructurales de su sistema económico, principalmente abriendo los
sectores agrícola, comercial y de servicios a empresarios y
cooperativistas.
En lo social, entregando las tierras ociosas y eliminando algunos de los excesos de prohibiciones que existen en todo el país.
Entre las medidas, decisiones y reformas adoptadas en tres años de
gobierno del hermano menor de Fidel, se encuentra el levantamiento de
restricciones a la venta de computadoras, algunos aparatos
electrodomésticos y equipos, como reproductores de DVD y vídeos, ollas
eléctricas y bicicletas a motor. Canceló la prohibición, no escrita, de
hospedarse en los hoteles, reservados para extranjeros desde que comenzó
el desarrollo acelerado del turismo internacional en 1993. Abrió las
puertas a los cubanos, en iguales condiciones, en pago en divisas, así
como también se les levantó la prohibición de rentar autos.
En los tres años de gobierno, Raúl Castro decretó un alza general de
pensiones a jubilados y pagos por asistencia social a familias con pocos
recursos hasta 20%, que beneficia a más de 2 millones de cubanos, y
aprobó un aumento salarial hasta de 55% a trabajadores del área
judicial.
Elevó a “seguridad de Estado” la producción de alimentos y anunció la
entrega masiva de tierras ociosas, mejores precios a los productores de
leche, tubérculos, hortalizas, café y tabaco, venta de instrumentos y
ropa de labor, así como concesión de créditos.
A Santiago de Cuba, segunda ciudad en importancia, se le inyectaron
millonarias inversiones para eliminar la falta de agua potable que la
afecta desde hace medio siglo; se reanimó el transporte por ómnibus y
ferrocarril y conmutó de la pena de muerte para un grupo de condenados.
Además, Raúl Castro convoco al VI Congreso del Partido Comunista,
Congreso pendiente desde 2002 y que trazará los lineamientos políticos y
económicos del país.
Estas son las medidas, decisiones y reformas ejecutadas por el
gobierno de Raúl Castro desde que asumió la presidencia en el 2008.
Pero la lista de los pendientes es grande.
Los cubanos exigen la revalorización del salario, pues con ingresos
promedio de 17 dólares deben comprar en tiendas en divisas y a altos
precios. Además piden que se elimine la doble moneda, pues existe un
peso devaluado y una moneda llamada CUC sobrevaluada. A ello se agregan
los problemas de la vivienda, incluyendo todas las limitaciones
vinculadas a las permutas, venta de propiedades y construcción con
esfuerzo propio, así como la crisis del transporte público.
Pero uno de los principales reclamos de los cubanos al general Raúl
Castro es la eliminación inmediata de las restricciones para viajar al
extranjero, en particular la cancelación del permiso de salida para
viajar legalmente al extranjero.
Fuente, vìa :
http://proceso.com.mx/rv/modHome/detalleExclusiva/88103
http://proceso.com.mx/rv/modHome/detalleExclusiva/88103
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