LLEGÓ LA HORA DEL RENACIMIENTO DE MÉXICO, POR EL BIEN DE TODOS
1 Por la revolución de las conciencias y un pensamiento crítico
Frente
a la degradación de la sociedad, el desmantelamiento de las
instituciones, la destrucción de la naturaleza, la concentración de la
riqueza y la deshumanización del poder, se necesita un profundo cambio
político, económico, social y cultural, pero sobre todo moral, ético.
Urge una revolución de las conciencias y una corriente de pensamiento, crítica y solidaria, sustentada en la cultura de nuestro pueblo, en su vocación de trabajo y en su generosidad. Para superar la actual crisis moral,
el camino son valores como la solidaridad, el apoyo mutuo, el respeto a
la diversidad, el sentido de comunidad, el amor al prójimo y el cuidado
del medio ambiente. No aceptamos el predominio del dinero, la mentira y
la corrupción, sobre la dignidad, la moral y el bien común.
Proponemos una forma de vida donde
cada mujer y cada hombre —sin importar condición social, étnica,
creencias o preferencias sexuales— valgan por su trabajo, sus acciones
solidarias, su fraternidad, sus aportes al bienestar colectivo, y no
por poseer dinero o tener poder. Una convivencia donde la virtud sea el
hábito de hacer el bien y actuar contra la desigualdad, y la mayor
satisfacción de cada uno sea el bienestar de todos, recobrando así el sentido de comunidad y espíritu de servicio.
Vamos por la regeneración de la sociedad.
Los funcionarios públicos deben servir a la gente. La sociedad debe
ser responsable frente a los problemas, trabajar en común y desterrar
la corrupción de arriba hacia abajo.
Una cultura democrática que reconozca la democracia comunitaria de los indígenas, la democracia participativa (consulta,
referendo, iniciativa popular, revocación de mandato, fiscalización) y
el poder de los ciudadanos para hacerse cargo de tareas públicas. El
respeto a los derechos humanos (libertades civiles y derechos sociales),
debe considerar que para ser libre, una persona también requiere
satisfacer sus necesidades más elementales. La cultura democrática
implica diálogo plural y participación hacia un fin común, la
solidaridad de todos, el respeto y la ayuda mutua.
Un
México incluyente implica igualdad cultural, económica, política y
social para los pueblos indígenas y reconocer su derecho a la autonomía,
a la paz con justicia y dignidad.
Frente
a una modernidad depredadora que explota y excluye a los ciudadanos,
amenaza la naturaleza, antepone el dinero a la gente, miente y corrompe
la política; construimos una modernidad alternativa, basada en
la inclusión y la democracia, el equilibrio ecológico, el uso equitativo
y racional del agua, la energía limpia, la biodiversidad, la tecnología
y la ciencia; una democracia social y política del siglo XXI.
2 El Estado, al servicio del pueblo y de la nación
El
Estado mexicano está bajo el control de una minoría que utiliza el
poder público en su beneficio. La oligarquía tiene secuestradas a las
instituciones. Por esa razón, como pueblo, debemos recuperar democráticamente al Estado, a través de la participación activa y del voto, y reintegrar las riquezas y los bienes públicos que
han sido entregados ilegalmente (sobre todo en la minería, la
industria eléctrica y el petróleo). Es indeclinable el derecho de la
Nación sobre el territorio y los recursos estratégicos, que deben ser
administrados en beneficio de los mexicanos.
Hay que restablecer el principio de la soberanía popular para poner al Estado al servicio de los ciudadanos y de la nación. Se trata de construir un Estado social y democrático que
asuma su responsabilidad con la sociedad, que combata la desigualdad
con un nuevo modelo económico cuyo objetivo primordial sea el bienestar
de la gente, que tenga un papel activo en la economía, que restablezca
el estado de derecho y combata las formas de dominación, que vele por el
bienestar y la seguridad de los ciudadanos.
Esta democracia social representa un compromiso a fondo con la democratización del país y la lucha contra la desigualdad como
ejes de un Estado con responsabilidad social. El pueblo debe participar
en la toma de decisiones, a través de la consulta, el plebiscito, el
referéndum, la revocación del mandato y la iniciativa popular y otras
formas de participación republicana. La refundación democrática del Estado debe comenzar desde el municipio, haciendo realidad el cabildo abierto y la intervención ciudadana en asuntos públicos.
En
un régimen democrático, la tarea de la seguridad pública es garantizar
la tranquilidad de toda la población. La solución de fondo a la actual
crisis de inseguridad y violencia, es combatir el desempleo, la
pobreza, la pérdida de valores y la ausencia de alternativas. Las
fuerzas armadas no deben ser usadas en funciones civiles o para reprimir
a movimientos sociales. No se permitirán más actos de impunidad desde
el poder y se investigarán los casos graves de violaciones a los
derechos humanos.
Defendemos
las conquistas históricas plasmadas en nuestra Constitución y
proponemos un modo de gobernar que respete el interés de la mayoría, con
la participación democrática y organizada de los ciudadanos, el voto
popular y elecciones limpias, baratas y equitativas.
Reconstruiremos
la política exterior promoviendo la igualdad soberana entre los
Estados, la no intervención y la solución pacífica de controversias, la
solidaridad entre pueblos, defendiendo a los migrantes, proyectando los
valores históricos de independencia y libertad, negados y traicionados
por los últimos gobiernos neoliberales. México debe recuperar su
pertenencia a América Latina y el Caribe, mirar hacia los países del
sur, manteniendo una relación de cooperación con Estados Unidos que
beneficie a ambos pueblos.
3 Democratizar el acceso a los Medios de Comunicación
Es
inaceptable que unas cuantas empresas posean el control de la
televisión y de la radio, y administren la ignorancia en el país en
función de sus intereses. Televisa y TV Azteca controlan el 90% de la
televisión y 9 grupos poseen 80% de la radio en México. En cambio se
obstruye y persigue a las radios comunitarias. El Estado debe hacer
cumplir el mandato constitucional de garantizar el derecho a la
información. La manipulación de los medios de comunicación por la
oligarquía es uno de los principales obstáculos para instaurar la
democracia en el país.
Democratizar el acceso a los medios de comunicación y a las nuevas tecnologías.
Se promoverá la libre competencia y desconcentrará el otorgamiento de
concesiones del Estado para evitar los monopolios de la radio y la
televisión.
Abrir
los canales de televisión y de radio suficientes para brindar este
servicio público indispensable y acabar con los monopolios. Se
promoverá una ley que impida la concentración en unas cuantas manos y
regule la relación de los medios con la sociedad y el Estado.
Garantizar el derecho a la información de los mexicanos, enriqueciendo
figuras como el derecho de réplica y la obligación de informar asuntos
de interés público. Crear una Defensoría del Público y de los derechos
de la audiencia, encargada de recibir y canalizar consultas, reclamos y
denuncias del público de la radio y la televisión. Crear un fondo de
fomento para la producción de programas educativos y culturales.
Vincular la formación educativa y los contenidos de la televisión.
Promover el cine nacional en la televisión abierta y por cable.
Promover el acceso de toda la población a los medios de comunicación.
La radio y la televisión son un servicio público, de interés nacional y
son esenciales para el desarrollo cultural y social de la población.
Establecer medios públicos para garantizar el derecho a la información, reflejar la pluralidad política, étnica, social y cultural de los mexicanos.
Impulsar y garantizar el funcionamiento de medios comunitarios,
como radios y televisiones locales y regionales que permitan el acceso y
el manejo de estos medios a pueblos indígenas, campesinos, jóvenes,
además de escuelas y centros culturales.
Garantizar el acceso universal a la Internet, como un derecho ciudadano.
4 Nueva política y combate a la corrupción
Ética republicana. En
tanto que la vida pública, privada y social de nuestro país vive en una
profunda corrupción, las instituciones se encuentran capturadas por
los poderes fácticos y prevalece la impunidad de quienes cometen graves
delitos en contra de las mayorías, proponemos una ética republicana que
regenere a la nación, moralice a la política y promueva una corriente
crítica de pensamiento.
Servidores públicos con vocación de servicio. Existe
un gran dispendio de recursos públicos, excesivos salarios y derroche
de la alta burocracia, por eso proponemos servidores públicos con
vocación de servicio y percepciones modestas pero decorosas.
Austeridad republicana. El
dispendio del gobierno ofende al pueblo, por tal razón proponemos,
entre otras medidas, disminuir 50% los salarios de los servidores
públicos de mandos medios y superiores, bajar los gastos de los
funcionarios, eliminar bonos y percepciones extraordinarias, servicios
médicos y seguros privados, y cajas de ahorro especiales en todos los
niveles de gobierno. Prohibir la contratación de publicidad
gubernamental en medios electrónicos, ésta deberá transmitirse en
tiempos del Estado. Establecer el delito de corrupción y exigir
rendición de cuentas a los funcionarios.
Combate a la corrupción y transparencia. La
ausencia de un régimen democrático y la impunidad hacen que se
multiplique la corrupción. Para acabar con ese flagelo haremos que el
ejercicio del poder sea democrático, transparente y rinda cuentas a la
sociedad. Obligar a gobiernos, sindicatos, partidos, organizaciones
empresariales, iglesias, medios de comunicación electrónica, grandes
empresas a transparentar su funcionamiento y rendir cuentas. Proponemos
una Comisión de la Verdad que investigue y sancione la corrupción
política del pasado.
Recuperar la ética política. La
política es asunto de todos, no sólo de políticos profesionales. Es un
derecho participar en los asuntos públicos y sociales, sin embargo, la
política se ha pervertido y corrompido con el clientelismo y el
paternalismo. La obligación de la clase gobernante es respetar y servir
a los ciudadanos. La ética política es la búsqueda del bien común y es
la esencia del cambio democrático.
5 Crear una Nueva Economía
La
crisis económica mundial revela el fracaso del modelo neoliberal que
no ha sido capaz de brindar bienestar a los pueblos. La imposición de
una política económica por parte de los organismos financieros
internacionales, hacen que México sea de los países que menos crece,
menos empleo genera, con mayor migración y desigualdades.
El nivel de vida de la gente es el indicador principal de la nueva economía. Una
economía productiva, no especulativa, para que haya industrias,
consumo, mercado, crecimiento, distribución equitativa de la riqueza y
bienestar creciente.
El Estado debe reasumir su responsabilidad de conducir el desarrollo sin
injerencia externa. Con los sectores privado y social integrará cadenas
productivas, para maximizar el empleo y el valor agregado, para ello
es clave el apoyo a la educación, la ciencia y la tecnología.
En la globalidad, una economía nacional fuerte, con
mayor competencia interna y competitividad frente al exterior, donde
el Estado fortalezca la economía nacional y las relaciones comerciales
con el exterior sean equilibradas y recíprocas.
Fortalecer la economía popular y a la pequeña y mediana empresa; crédito y facilidades para el autoempleo y las empresas a baja escala.
La planeación sectorial y regional con participación social, pública y privada para maximizar el valor agregado y consolidar el trabajo remunerado.
Aumentar de manera sostenida la inversión pública en infraestructura, que genera mucho empleo y requiere de menos divisas que otras actividades.
Financiamiento accesible y barato para las actividades productivas.
Gravar con impuestos las operaciones de los capitales especulativos.
El Banco de México debe promover el desarrollo y no sólo controlar la inflación.
Revisar los tratados de libre comercio en beneficio de México para consolidar la producción en el campo, la autosuficiencia alimentaria y crear condiciones de arraigo rural.
Una mejor distribución de los frutos del crecimiento requiere del respeto de los derechos de los trabajadores, con democracia sindical, voto secreto, transparencia del uso de recursos sindicales; sin injerencia patronal o gubernamental.
Las políticas de desarrollo y proyectos económicos serán sustentables desde el punto de vista ecológico.
6 Combatir los monopolios
El monopolio y los precios abusivos son anticonstitucionales. En
este país pobre se paga más que en las naciones ricas por bienes y
servicios, con pésimas condiciones de calidad. A pesar de estar
prohibidos por el artículo 28 de la Constitución, los monopolios imponen
su ley en el mercado. Vinculados al poder político, encarecen bienes y
servicios. Dañan la economía de sectores populares, clases medias,
productores, empresarios y comerciantes. La apertura comercial acabó
con la mayoría de las empresas nacionales y privilegió a unos cuantos.
Acabar con los abusos y los precios exagerados de los monopolios. El
salario mínimo en México es doce veces menor que en Estados Unidos, sin
embargo pagamos el cemento gris al doble que los estadounidenses; 17
por ciento más por teléfono de línea fija; 240 por ciento más por
llamadas de larga distancia nacional; 205 por ciento más por la
electricidad residencial de alto consumo; 20 por ciento más por
electricidad de alta tensión; 116 por ciento más por la tarjeta de
crédito; 309 por ciento más por Cablevisión básico; 176 por ciento más
por crédito a la vivienda.
Los precios exagerados golpean el poder adquisitivo y de ahorro de la gente; quitan
a las familias entre 10% y 15% de sus ingresos y son factor de
inequidad social. Reducen la masa salarial, el consumo promedio de las
familias y el ahorro.
Las grandes empresas monopólicas están protegidas contra la competencia. Con empresas que operan en nichos protegidos no habrá nuevos empleos ni tampoco oportunidades para las nuevas generaciones.
Los precios exagerados frenan la inversión y el empleo. Las
utilidades de empresas o el ahorro de los consumidores, son
transferidas a las grandes empresas. Las pequeñas industrias operan muy
por debajo de su capacidad.
Sin monopolios y precios exagerados crecería la economía entre 2 y 4 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB) y aumentaría el empleo.
La competencia debe ser una prioridad de Estado. La
actual Ley de Competencia es ambigua, imprecisa y sin sanciones
suficientes. México está en la posición número 60 de 134 países en
materia de competitividad. Hay que reforzar, dar mayor cobertura y
profundidad a la Ley y a la Comisión de Competencia.
7Abolir los privilegios fiscales
La injusticia fiscal profundiza la desigualdad social. La
economía mexicana atraviesa por una de las peores crisis de su
historia. En 2009 retrocedieron diez años los niveles de vida de la
población, pero las grandes empresas gozan de privilegios fiscales y
casi no pagan impuestos. La mayor parte de las contribuciones recaen en
los trabajadores asalariados, profesionistas, pequeños y medianos
empresarios y comerciantes. El año pasado el gobierno inventó un déficit
presupuestal para justificar el aumento de impuestos y de precios de
gasolinas, electricidad, gas, diesel, que fueron aprobados por el PRI y
el PAN.
Que paguen más los que ganan más. La
recaudación de impuestos en México es muy baja, no más del 11% del PIB.
En otros países supera el 20%. Aquí, los privilegios fiscales
representan el 5% del PIB. Incluso Calderón aceptó que las grandes
empresas dejaron de pagar 850 mil millones de pesos en 2008.
400 corporativos pagaron 1.7% de impuestos en 2008, 29
grandes empresas y 6 instituciones bancarias registraron ingresos por 2
billones 242 mil millones de pesos, pero sólo pagaron 3% de sus
ingresos. Cualquier trabajador o profesionista paga 30% de Impuesto
Sobre la Renta.
Las grandes empresas casi no pagan nada. Ejemplo
de la inequidad fiscal es la revisión de la Cuenta Pública de 2005 por
la Auditoría Superior de la Federación que concluyó lo siguiente: .Se
detectaron 50 grandes contribuyentes, cuyos pagos individuales de ISR en
2005, deducidas las devoluciones, fueron menores a 74 pesos..
Gravar las operaciones de la Bolsa Mexicana de Valores. Para
limitar los efectos nocivos de los capitales especulativos, se propone
un impuesto a las operaciones financieras de la Bolsa Mexicana de
Valores.
Acabar con el secreto fiscal. Que
el Congreso de la Unión tenga acceso a la información fiscal para
conocer la realidad quien paga y quien no paga impuestos en el país.
Hacienda se niega a entregar los nombres y las cantidades de impuestos
condonados a las empresas.
Una reforma fiscal progresiva. Que las grandes corporaciones y los más ricos del país, paguen impuestos en la misma proporción que los países desarrollados.
Hacia un sistema fiscal más equitativo. Suprimir
los regímenes fiscales preferenciales, simplificar la legislación
tributaria, elevar la recaudación. Que haya mayor eficiencia
administrativa y que la política fiscal contribuya a la redistribución
justa de la riqueza..
8 Los energéticos, palanca del desarrollo nacional
Los
gobiernos neoliberales han violado el mandato de nuestra Constitución
que garantiza el aprovechamiento de los recursos naturales y las
industrias estratégicas en beneficio de la sociedad. Esta sistemática
contravención ha derivado en un desmantelamiento del sector energético
nacional. Las actividades del sector han sido convertidas en negocios
privados. Se ha desplazado y sustituido las capacidades nacionales de
ejecución y desarrollo tecnológico, al grado de convertir a Petróleos
Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad en simples
administradoras de contratos que favorecen predominantemente a
extranjeros. El más reciente ejemplo es la desintegración de Luz y
Fuerza del Centro, el despojo al Sindicato Mexicano de Electricistas y
el remate a Televisa de 21 mil kilómetros de fibra óptica, instalada
con presupuesto público.
Proponemos el fortalecimiento del sector energético mexicano, a fin de orientarlo al logro del desarrollo nacional, la equidad social y el bienestar general de la población.
No se exportará más petróleo crudo,
se buscará darle valor agregado en el país para generar empleos. Se
restituirán las reservas petroleras que se extraigan. Se construirán
tres nuevas refinerías para disminuir los precios de los combustibles y
la electricidad a los consumidores y a la industria mexicana. Se
promoverá el uso eficiente de la energía y de los combustibles para
evitar su desperdicio. Se reactivará la petroquímica nacional.
Se terminará con el contratismo en Pemex y será reintegrada como una sola empresa.
Se pondrá fin a la privatización de la industria eléctrica y
se recuperará la soberanía en la generación, transmisión y distribución
de energía eléctrica. Se fortalecerá la investigación científica y
tecnológica nacionales, para evitar la dependencia tecnológica.
Se
cuidará el medio ambiente con energías alternativas renovables y
limpias, a fin de revertir el calentamiento global y, en general, la
contaminación de suelos, aire y aguas.
Se establecerá una Comisión para investigar la corrupción en Pemex y se creará sistema de verdadera transparencia.
Se reducirán las tarifas de electricidad y los precios de los combustibles.
El nuevo modelo energético será la base de la verdadera independencia, la cabal soberanía, así como el desarrollo económico y social que merece el pueblo de México.
9 El campo y la soberanía alimentaria
Reanimar al campo y a la agricultura. Revalorar
y reactivar al agro arruinado por las políticas neoliberales, pues de
eso depende la alimentación de todos y el empleo e ingreso de millones,
la preservación del medio ambiente, de la cultura y la convivencia y de
la seguridad interna. Si no revitalizamos al campo seguiremos
destruyendo la naturaleza, importando comida, perdiendo nuestra
identidad, expulsando mexicanos a Estados Unidos y sometidos al narco
que aprovecha la pobreza rural para controlar regiones enteras.
Recuperar la soberanía y autosuficiencia alimentarias. Un
pueblo que importa el 40% de lo que come es un pueblo sometido a las
potencias agroexportadoras. Definiremos las políticas de producción,
distribución y consumo de alimentos promoviendo la pequeña y mediana
agricultura campesina, única que puede ser a la vez socialmente justa,
ambientalmente sana y económicamente viable, es decir sostenible.
Preservar el mercado agroalimentario interno y reactivar las cadenas productivas.
Atender la demanda nacional y los mercados locales, integrando cadenas
económicas para dar mercado a la producción, impulsando sistemas
comerciales, agroindustriales y financieros, sobre todo de carácter
asociativo.
Proteger y restaurar el medio ambiente con su aprovechamiento responsable.
Frente a la crisis ambiental que degrada tierra, agua, aire, flora y
fauna, que envenena al cultivador y al consumidor, cambiaremos el rumbo:
no más agrotóxicos ni semillas transgénicas impuestos por las
transnacionales, y sí a las prácticas agroecológicas que aumenten la
productividad sin dañar a la naturaleza.
Impulsar la economía rural solidaria. Gracias
a la Revolución de1910 y la Reforma Agraria, la tierra y los bosques
de México son, en su mayor parte, de las comunidades campesinas e
indígenas. Devolver el usufructo de estos recursos a sus legítimos
poseedores, respetar las prácticas económicas autogestivas y solidarias
de indígenas y campesinos.
Defenderemos
los derechos del migrante y el derecho a no emigrar. Preservar el
carácter público y el usufructo colectivo de los recursos naturales y
saberes comunitarios. Defenderemos tierras, aguas, minas y bosques de la
privatización a manos de trasnacionales, también los conocimientos
tradicionales y los códigos genéticos de los seres vivos. Haremos valer
los derechos reproductivos, económicos, laborales, sociales, políticos,
culturales y agrarios de las mujeres campesinas. Debemos recuperar el
agro para los jóvenes rurales. Debemos reconocer los derechos
autonómicos de los pueblos indígenas.
Fortalecer
la rectoría del Estado en la promoción y regulación de los mercados
agroalimentarios con una visión de Estado, estableciendo una reserva
estratégica alimentaria, precios mínimos garantizados, producción
nacional de insumos, control de precios de los mismos y acceso
universal al crédito y servicios financieros.
10 Estado de Bienestar y lucha contra la desigualdad
El
bienestar de la población es el eje principal de todas las acciones de
un gobierno comprometido con la transformación democrática de la
sociedad. La libertad que gozamos sólo puede ejercerse plenamente si
tenemos resueltas ciertas necesidades elementales como alimentación,
vestido, habitación, seguridad y tranquilidad social. Sin embargo,
vivimos un estado de injusticia promovido y defendido por políticos,
funcionarios y hombres de poder inescrupulosos, que ponen sus ganancias
por encima del interés y las necesidades de los demás.
Una
transformación verdadera de la vida pública hará posible que cada
hombre y cada mujer reciban desde su nacimiento una alimentación básica
saludable y suficiente; tengan acceso a servicios públicos y gratuitos
de salud y educación; puedan ejercer su derecho al trabajo con salarios
justos y prestaciones sociales; dispongan de una vivienda adecuada en
tamaño, materiales y ubicación; puedan hacer uso de servicios públicos
básicos de agua, energía eléctrica y transporte; participen libremente
de las decisiones colectivas que se tomen y accedan sin condiciones a
los programas económicos, sociales y culturales que se establezcan en
su beneficio; cuenten con las bases materiales, de recursos e
instrumentos que requieran para desarrollar su inteligencia, sus
capacidades y su creatividad; que sus preferencias, identidad cultural,
género y decisiones sobre su vida y su cuerpo sean respetados y
reconocidos; que su patrimonio familiar y su seguridad sean
salvaguardados; que reciban una pensión al cumplir los setenta años; y
que se respeten sus deseos en la conclusión de su vida.
Crear un Estado solidario que atienda y respete los derechos propios,
sobre todo de la población que vive en condiciones de vulnerabilidad:
adultos mayores, a las personas con alguna discapacidad, indígenas,
mujeres, jóvenes y niños. Instrumentar un programa Hambre Cero.
Garantizar la universalidad y gratuidad de los programas sociales.
Inversiones públicas para garantizar los derechos sociales. El derecho a
la educación es la base de la transformación de nuestro país, todo
joven debe tener acceso al sistema educativo, desde el nivel preescolar
hasta la universidad. Los servicios de salud pública y los medicamentos
serán gratuitos para todos. Reconocimiento de la medicina tradicional.
Pensión universal a todos los adultos mayores y un sistema de
jubilaciones solidario y redistributivo.
La
solidaridad con los desposeídos no sólo es un asunto de justicia, es la
manera más eficaz, más humana y más barata para garantizar la
convivencia y la seguridad pública. Por eso reiteramos que por el bien
de todos, primero los pobres.
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