La
preparación del día “D” más parece un circo, los que van a salir de
allí son personas que merecen respeto, ellos no regresan de vacaciones,
han estado por más de dos meses encerrados y no por voluntad propia,
sino por la irresponsabilidad de los empresarios que a costa de mano de
obra barata, transgrediendo todas las leyes que protegen a los
trabajadores, ganan dinero a manos llenas, dineros manchado con la vida
de los que han muerto en sus faenas, por un lado, y la irresponsabilidad
de un estado jibarizado que pocas atribuciones tiene para fiscalizar
las condiciones de seguridad en que se realizan los trabajos.
Seguramente, van a estar por mucho tiempo con toda la atención de los
medios encima y bien por ellos, son verdaderos ejemplos de fortaleza,
fortaleza que han obtenido gracias a siglos de explotación e
injusticias, pero ¿alguien a escuchado o leído los cambios que han
realizado los que deben legislar sobre las condiciones laborales en las
que se ganan el pan los trabajadores chilenos?, así como están sacando
cuentas alegres sobre los puntos en que podría subir Piñera, en las
encuestas una vez realizado el rescate, llevan la cuenta de cuantos
mineros, trabajadores de nuestro país, han muerto durante este año en
“accidentes” laborales?, los trabajadores que han muerto , ¿tenían
seguros de vida?, vale la pena preguntarse ¿cuánto vale la vida de un
trabajador para los empresarios si en un sistema, como la economía
“social” de mercado los trabajadores son prescindibles y reemplazables
en cualquier momento, según los intereses de los que tienen el poder
económico, acaso algún trabajador se siente seguro en su trabajo
sabiendo que en cualquier momento puede ser despedido. La
subcontratación, que nos han impuesto, no es otra cosa que una nueva
forma de explotación y de manipulación ya que nadie se atreve a formar
sindicatos ni reclamar por temor a perder su fuente laboral, los hacen
firmar contratos cada tres meses, o en el mejor de los casos cada fin de
año, así se ahorran las indemnizaciones.
Los
33 mineros bajo 700 metros en Copiapó es una tragedia que no sorprende:
los obreros saben que, además de cobre y oro, en los yacimientos ronda
la muerte… que en las profundidades del pique se vive al filo del
peligro, pero también lo saben los que trabajan en las salmoneras que
trabajan bajo el agua, los temporeros con los pesticidas, sobre todo las
mujeres en edad fértil, muchos de sus hijos nacen con malformaciones,
los choferes que “cumplen turnos” que ponen en riesgo su vida y la de
los pasajeros.
Fuente, vìa :
http://www.argenpress.info/2010/10/in-situque-hay-detras-del-rescate_12.html
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