Son los victimarios del pueblo colombiano y cuando les conviene se colocan también ellos de víctimas.
Ahora es así. Ahora el presidente Juan Manuel Santos es una víctima de las “chuzadas” o espionaje estatal del DAS.
En
este caso no es lo mismo “Chana que Sabastiana”. Los políticos de
izquierda, sindicalistas, luchadores populares, que desde siempre han
sido víctimas del espionaje estatal del DAS, son víctimas
consuetudinarias de atentados y asesinatos extrajudiciales.
Ahí
está el genocidio de la Unión Patriótica. Militares, policías, DAS,
todos al unísono “trabajaban” para exterminar a la U.P. Así siguen
trabajando todos los días para asesinar al POLO, a Piedad, a los
sindicalistas, a los defensores de derechos humanos. Todos los días de
todos los meses. Por eso hablamos de consuetudinario.
Y para muestra un botón: La CUT denuncia el asesinato de 36 líderes sindicales en el 2010.
Son
los “escoltas” de los “protegidos” por los organismos de inteligencia y
militares y policías los primeros en ser asesinados. Esos escoltas son
los que les hacen “inteligencia” a sus “protegidos”
No
así el espionaje estatal del DAS a los politiqueros de la oligarquía. A
éstos se les sigue para ver si son “amigos incondicionales” o no. A
ninguno le recetan su dosis de “plomo”. La prueba está que ninguno ha
sido asesinado, como sí lo han sido los “chuzados” de la oposición
política y social al régimen. O cuando mucho se da por la pelea al
interior oligárquico. Por ejemplo, entre Santos y Vargas Lleras. O entre
militares y ministra de defensa (por el destape de la corrupción de
charreteras”).
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