Las cifras publicadas en la
encuesta Casen que apareció hace ya un mes, indican que el 24,5% de los
niños de la primera infancia en nuestro país es pobre. Es decir, que en
Chile, la pobreza de los pequeños es más alta que el promedio nacional,
de 15% de pobres del total de la población.
La cifra alarma a cualquiera. Hilando
fino, deberíamos decir que en este país se vulneran los derechos del
niño cada día, y que las políticas públicas implementadas durante 20
años no fueron suficientes, al contrario, no hicieron mucho por palear
las cifras sobre el aumento de la pobreza, ya que esta misma encuesta,
el año 2006 reveló que la pobreza infantil ya era de 21,9% y la de los
adultos de un 13,7%. Es decir, hubo un alza en la cantidad de pobres,
incluyendo al sector infantil.
La pobreza en niños de tan corta edad se
ve reflejada en la falta de bienes materiales que permitan entregar un
cuidado óptimo en su primera etapa de vida, cuidados que son
fundamentales para el desarrollo. Sabido es el alto precio de pañales,
ropa, leche, artículos de primera necesidad, etc. Sumado a eso, está el
acceso limitado a salud y programas que ayuden a palear las carencias de
las familias en general.
La encuesta Casen explicitó la pobreza
por grupos de edad, y clarificó la dramática realidad: Que
proporcionalmente hay más niños pobres que adultos. Para los niños entre
0 y 3 años, la pobreza llega al 24,5%, y entre 4 y 17 años, la pobreza
alcanza a un 21,5%. Para los adultos entre 45 y 59 años se sitúa en un
11,5% y para los adultos mayores llega a sólo un 8,9%.
Los resultados de pobreza indican además
una clara relación entre situación de pobreza y escolaridad de la
población de 15 años o más. La población en situación de indigencia y
pobreza tiene, en promedio, 1,6 años menos de escolaridad que la
población no pobre.
Las cifras muestran entonces que entre
las familias pobres del país, un grupo doblemente vulnerable es el de
niñas y niños que no tienen acceso a condiciones adecuadas de
alimentación, vestuario, recreación, educación, desarrollo, etc.
Obviamente, el origen de la pobreza de los niños radica en la pobreza de
los padres, es decir, viven en núcleos familiares de bajos ingresos.
La psicóloga Ana María Olivares,
experta en masaje infantil, dice que el escenario económico de los
padres afecta notablemente la relación con el niño, la preocupación
generada por esta condición podría provocar abandono temprano,
desprotección, inseguridad y otros trastornos que afectan gravemente a
niños tan pequeños y vulnerables. Indicó además que “los niños cuyas
necesidades fueron de apego, serán en un futuro niños inseguros,
retraídos o violentos en el peor de los casos, por eso es que en la
primera etapa la familia y el Estado principalmente deben garantizar la
contención del niño”.
En el año 1971, Víctor Jara
escribió la canción de Luchín, y se inspiró en un niño que fue recogido
por una mujer en Barrancas, población ubicada en la comuna de
Pudahuel. Si el cantautor estuviese vivo, seguramente este panorama lo
inspiraría para escribirla muchas veces.
Fuente, vìa :
http://www.elciudadano.cl/2010/09/23/ninos-pobres-pobres-ninos/
http://www.elciudadano.cl/2010/09/23/ninos-pobres-pobres-ninos/
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