Rosa León, se subió su voz a sus cuerdas y le canto al alba fusilada. Aute nos recordó que siempre dan las cuatro y diez en el amor. Y Paco Ibáñez, resonó de Generación del 27.
Joaquín Sabina, a la trova hispánica, la emborracho de JBs en vaso de tubo y la puso a ligar con princesas de Sex Pistols.
Tal vez, fueron “aves de paso”, en el pueblo y hoy solo son guiñoles de escenario, con poesías altivas y mucha belleza de concierto.
Pero…
Alguien daría copla a Rafael Alberti o entonaría a Pedro Garfias, si en el intento de hacerle una ulcera fascista a Madrid, en Noviembre de 1936. Ellos hubieran seguido en el plató tocando sus rimas y no bajaran a la trinchera a ponerle palabra a la libertad, ¿qué canto serian?
Es gustoso al corazón, encontrarte en las asambleas populares que riñen con el gobierno en forma de Huelga General, a cantautores como Matías Avalos preparando lucha, con el obrero de la Telefónica, el precario trabajador de la sanidad, el parado de INEM, el jubilado de plaza o el funcionario del ayuntamiento. O escuchar a Pedro Guerra dando música al 29-S.
Queremos poetas y cantautores, no CDs, ni libros, si por estos se debe pagar el silencio de sus autores.
Eduardo Andradas
Colectivo de Poesía –Cultura Indigente-
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