jueves, 12 de agosto de 2010

México: Modelo antilaboral Golpear a los trabajadores en aras de conseguir mayores ganancias. Un proceder absurdo, los trabajadores que se venden como mano de obra son los creadores de valor y de ganancias. No al revés Salvador González Briceño | Alainet

¡Ejemplar antisocial!  Coludido entre las partes, o mafioso. Con todos sus derivados. Más lo que sigue. Así resulta el sistema retrógrado proempresarial,  antilaboral  y explotador, que se aplica en México. Esa es la característica primordial del modelo neoliberal, por cierto muy  a la mexicana, tramposo porque va con todo y contra todos.
 
Casi el Paraíso,  como la novela de Luis Spota. Ideal para los reyes, los príncipes, los hombres del dinero, pues. Con terreno fértil. En donde la creación de riqueza y su falaz distribución en la modalidad de renta, ha profundizado durante los últimos 30 años —o, digamos, los últimos cinco sexenios, para ponerle nombre y apellido; desde Miguel de la Madrid hasta Felipe Calderón, pasando por Carlos Salinas, Ernesto Zedillo y Vicente Fox— la polarización entre ricos y pobres.
 
El gobierno “es de  empresarios y para empresarios”, de plano lo dijo Fox en su momento. Y hubo de todo; incluso “manos libres” para los narcos. Los otros no lo dijeron, lo defendieron a manos llenas. Léase la privatización  dirigida  de Salinas para los prestanombres. El lastre Fobaproa-Ipab de Zedillo contra la nación a cuenta del fisco. Los negocios en Pemex para los  cuates  de Calderón y los panistas. Y la riqueza nacional es el botín. No expuesto, pero sí dispuesto para el más avezado en los negocios. El resto, así sean las mayorías, que se jodan.
 
A grado tal, que el  nuestro es el país con las mayores diferencias distributivas en este terreno en Latinoamérica. Aquí está la elite de muchos de los empresarios más ricos del mundo, comenzando por Carlos Slim [¡y el sonado Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias  El  Chapo! Barón de la droga a quien gusta enlistar la revista  Forbes  entre los potentados. Más no el gobierno mexicano, quien nada sabe de él desde su fuga del penal de Puente Grande, en los tiempos de Fox, como tampoco de su escondite y de sus inversiones ilícitas, o de su cuantiosa fortuna. Pero anda libre], como igualmente el mar de pobres.
 
La pobreza que avanzó  desde la desintegración de la clase media empujándola hacia abajo, orillándola a confundirse con el resto de las clases pobres; empleados, trabajadores de fábricas (nacionales o de maquila), campesinos e indígenas, quienes ganan un salario cada vez más ingrato que no alcanza para lo básico (donde lo  básico  llega hasta la tortilla y los frijoles). También los indigentes, sector de la pobreza extrema en donde se está arrinconando a los adultos mayores, que cada vez aumentan con pensiones raquíticas y sin atención médica; peor con una política social inexistente o que los reivindique. Nada. Porque el Estado es un instrumento para los menos.
 
En pocas palabras: crecen los ricos, aumentan los pobres, bajo la simple fórmula de + ricos + pobres. Ese es el saldo neoliberal en México. Se puede revisar cualquier dato estadístico, y la percepción no cambia. Al contrario, se aclara. Cierto que el saldo tampoco es exclusivo de aquí, pero es  ejemplar. Es el modelo clásico de los  Chicago boys, pero peor que en Chile. Es mejor aquí para los inversionistas, los especuladores, los grandes empresarios (por cierto que los “nacionalista” ora están acá, donde les conviene; ora navegan para allá, pero nadan casi siempre en la indefinición) y los políticos aliados o simplemente amigos de los hombres más ricos del país. El resto no les importa.
 
Para ello, útil resulta  el proceder aplicado. Muy propio de la clase político-empresarial de este país, que es arremeter en contra de los creadores de riqueza —un principio que con regularidad se olvida—; es decir, de los trabajadores. Ahí está el asunto ahora de Mexicana de Aviación. Pero es sólo un ejemplo como tantos otros del actual y los anteriores sexenios indicados.
 
Golpear a los  trabajadores en aras de conseguir el objetivo primordial: mayores ganancias. Un proceder absurdo. Porque en realidad, los trabajadores que se venden como mano de obra, son los creadores de valor y por tanto de ganancias. No al revés.
 
Pero como el precepto  neoliberal, atentatorio de sus principios de “libre mercado”, indica que correr a los empleados o presionarlos para que se “amarren el cinturón” y así no presionen por un aumento salarial, coadyuva a la eficiencia y la productividad —porque reduce los costos—, pues entonces la meta es golpearlos y no precisamente por motivos de la crisis económica.
 
Para lograrlo hay  muchas maneras. Pero entre las más favorecidas están al menos tres: 1) Amenazas y cumplidos de despidos para aligerar la plantilla laboral. 2) Incumplir los acuerdos previos, de contratos colectivos de trabajo, de revisión al alza de las cotizaciones salariales anuales. 3) Desconocimiento de los acuerdos sindicales internos, como la “toma de nota”. Esta última medida corresponde a la secretaría del Trabajo. Y la negativa se ha convertido en desestabilizadora de la representatividad y con ello de la  legitimidad  de los liderazgos sindicales. Pero con dedicatoria para aquellas empresas que se pretende desintegrar con fines económicos o de los propietarios. La minera, la eléctrica y ahora la de aviación son ejemplos claros.
 
Con una acotación  importante. Recuérdese que los famosos “topes” del salario, de por sí muy bajos, para contener la inflación son viejos. Datan desde el primer gobierno neoliberal de Miguel de la Madrid. Bajo la promesa de regularlos en tanto se contuviera el alza inflacionaria, a la fecha es tiempo que la recuperación duerme el sueño de los justos. Al gobernó se le olvidó, y a los líderes sindicales también. Ese es uno de los déficits de los “representantes”.
 
El haberse coludido  con el poder en beneficio propio y en perjuicio de los trabajadores y de la sociedad en general. La colusión neoliberal de los líderes  charros. Serviciales al sistema. Crías de los gobiernos del PRI. Lo reconozcan o no, pero así es. Serviciales en agravio así del poder adquisitivo del salario. Más bien, enemigos de los trabajadores. Tremendo peso cargan sobre sus espaldas. Por útiles que parecen luego.
 
Finalmente, lo que  acontece hoy con Mexicana de Aviación, más que crisis de subsistencia de la empresa, porque es muy rentable, va contra los trabajadores. Amenaza para pilotos y azafatas; la nómina del personal de tierra, administrativo, mecánico y de tráfico, en cuestión. No obstante, en 2006 la negociación entre dueños (Grupo Posadas) y pilotos (ASPA) garantizó para cuatro años no aumentar el salario, reducir la plantilla, aumentar las jornadas, reducir los descansos, ajustar el aguinaldo y la prima vacacional, pagos por hora nocturna y aterrizaje. ¿A quién le sobra voluntad? La voracidad primero.
Dicho acuerdo  contaría con las bendiciones políticas de Egipto, Rusia, Siria e Irán  y como colaboradores económicos necesarios en la reconstrucción de Gaza a Arabia Saudí, EEUU, UE, Japón, y Emiratos Árabes ( con un costo aproximado de 2.000 millones de $) y debería ser global y vinculante para todos los países del área geopolítica de Oriente Próximo  y  lograr la instauración de un nuevo "status quo" en la zona  ("  Pax obamaniana"),  una vez resuelto el contencioso nuclear de EEUU con Irán y el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países .
 
Dicha operación  contará con la inicial oposición del influyente lobby judío de EEUU (AIPAC), pero  lo terminará aceptando al recibir Israel como contrapartida las bendiciones de EEUU a la culminación del Muro de Cisjordania (que incluiría aproximadamente el 10% del territorio de Cisjordania, incluida Jerusalén Este) y el incremento de la ayuda económica cifrada durante la Administración Bush en unos 3.000 millones de dólares de ayuda,( monto que representa casi el 2% del PIB de Israel) hasta los 5.000 millones, pero la paz será inestable y su duración dependerá de las negociaciones de Israel con Siria para la devolución de los Altos del Golán y de la futura actitud de Hisbolad y Hamas, pues si ambas formaciones persisten en sus ataques a territorio israelí violando la “  sacrosanta seguridad"  exigida por la población judía,  podría incrementarse la tensión en la zona y reeditarse en la próxima década la Guerra de los Seis Días. 
 fuente, vìa :
www.kaosenlared.net/noticia/mexico-modelo-antilaboral

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