miércoles, 11 de agosto de 2010

Argentina : Supermercados: los dueños del gran embudo Por: Carlos Saglul (ACTA)

Mucha luz, plástico y color. Con sus marcas siempre nuevas en las góndolas, packaging seductor y todo el glamour de lo moderno, los supermercados, paraíso del consumidor, son también un gran embudo por donde pasa el ajuste de la demarcación. Pequeños productores mal pagos, consumidores esquilmados, se convierten en la ganancia millonaria de unos pocos. Desde que llegaron al país en los setenta, muchas cosas cambiaron, entre ellas la vida de los empleados de comercio.


En pleno proceso de organización en el seno de la CTA, los trabajadores del sector nos cuentan cómo es, acción gremial mediante, dejar de ser un “recurso humano”, para transformarse en un proyecto colectivo que busca la dignificación de la clase trabajadora. Son laburantes que todos los días le ponen el cuerpo a la nada sencilla tarea de remar contra la corriente y soportar, a pie firme, los embates de uno de los emblemas del sindicalismo empresarial en nuestro país, el Sindicato de Comercio conducido por el inefable Armando Cavalieri.

Ellos también construyen en la práctica un nuevo modelo sindical que se canaliza por medio de la Central de Trabajadores de la Argentina. La pelea por trabajo y salarios dignos, por libertad y democracia sindical se libra en todos los frentes, en cada lugar y al mismo tiempo. He aquí algunos botones de muestra de esta realidad emergente entre los trabajadores que habitan el universo de Mercurio, hijo de Júpiter, el Dios del Comercio.

La Sociedad de Dependientes de Comercio de la Capital Federal, primer antecedente gremial de la sindicalización de los empleados de comercio, nace en 1881. Ese año, se concreta la primera movilización, convocada para demandar la puesta en vigencia de una Ordenanza que designó al domingo como día no laborable. Los empresarios ponen el grito en el cielo y las presiones sobre el Gobierno son fuertes, pero al fin, una columna de varios miles de manifestantes que desemboca en Plaza de Mayo logra inclinar la pulseada a favor de los trabajadores.

En 1913 se crea la Federación de Dependientes de Comercio de la República Argentina y seis años después de la Sociedad de Dependientes de la Capital Federal nace la Federación de Comercio de Buenos Aires. Con el diputado socialista Ángel Borlenghi a la cabeza surge una amplia campaña para exigir cambios en el Código de Comercio: Indemnización por despido injustificado, vacaciones anuales pagas, respeto del sueldo en caso de enfermedad. La pelea es larga, hay concentraciones en todo el país, más de veinte mil trabajadores salen a la calle. Finalmente las reformas se convierten en Ley. Después de un fallido intento de veto, el Poder Ejecutivo promulga las modificaciones reclamadas un 26 de septiembre, que desde entonces es conmemorado como el Día del Empleado de Comercio.

En 1975, los empleados de comercio se dan los Convenios que aún los rigen. Pocos años después entran al país los primeros supermercados. La historia ya no será la misma. En su mayoría, verdaderas multinacionales que a veces funcionan en forma encubierta a través de supuestas firmas nacionales, respetan a rajatabla el dogma del supermercado, esto es, obtener la mayor ganancia al menor costo. De los testimonios recogidos en esta nota entre los sindicatos del ramo que forman parte de la Central de Trabajadores de la Argentina surge con claridad que la metodología de las compañías es llevarse la ganancia cargando íntegramente los costos sobre los hombros de pequeños y medianos productores y comerciantes, el valor de cuyos productos se multiplica por diez al pasar por caja.

Eso explica la razón por la cual algunos productos, se encarecen hasta 400 veces en el trecho desde el origen a la boca de expendio. El otro secreto es la concentración monopólica a nivel local y mundial y la falta de una política capaz de combatirla. Sólo siete grandes cadenas controlan el 75 por ciento de la distribución mundial de alimentos. Se trata de un embudo, en cuyo origen está el productor, y del otro lado el consumidor. La parte del león se lo lleva el dueño del embudo que es el supermercado. Sin regulación estatal, el productor debe elegir entre venderles al precio que le fijan o dejar que la producción se le pudra. Se trata de uno de los aspectos centrales de la globalización capitalista y la pérdida de la soberanía alimentaría por parte de las naciones del Tercer Mundo.

Flexibilización laboral

El Sindicato de Empleados de Hipermercados, Supermercados y Mayoristas (SEHSMA-CTA) nació para nuclear a trabajadores de Lomas de Zamora, Esteban Echeverría y Ezeiza, hoy se extiende a varias provincias y localidades del país. Su secretario general, Carlos “Tito” Godoy, cuenta que antes de fin de año tendrán ocho organizaciones provinciales. Están próximos a inaugurar seccionales en Chubut, Santiago del Estero y Mendoza. También se están abriendo filiales en grandes ciudades como Bahía Blanca y Mar del Plata.

Para el dirigente, “aunque pueda escucharse como contradictorio nuestro problema central no son ahora los empresarios sino algunos dirigentes sindicales”. Explica que en los últimos tiempos los supermercados han ganado en forma tan extraordinaria que podrían mejorar los salarios sin problema. “Lo que pasa es que algunos dirigentes ya no son gremialistas sino empresarios y entonces ven cualquier aumento, no como un triunfo sindical sino como un costo”.

Hugo Eusebio, de la Unión de Trabajadores de Comercio y Servicios de Villa María, Córdoba, (UTRACOS-CTA) le pone cifras a la coyuntura: “El último acuerdo paritario dejó los básicos remunerativos por debajo del Salario Mínimo Vital y Móvil, el sueldo remunerativo de un vendedor B -categoría mayoritaria de comercio- quedó en 1.494.96 pesos, los demás montos son no remunerativos. Representan 1.025 pesos e implica que más del 40 por ciento del sueldo no tiene aportes. Hace tres años que los empresarios se vienen ahorrando cifras siderales esquivando el pago de parte de los aportes previsionales. Con alrededor de 2.270 pesos de salario de bolsillo estamos por debajo de la línea de pobreza”, advierte.

Eusebio señala que alrededor de 40 por ciento de los trabajadores está en negro.”Las inspecciones del Ministerio de Trabajo rara vez acuden ante las denuncias sindicales”. Ambos gremios pelean actualmente la inscripción gremial y coinciden que en la falta de libertad y democracia sindical es responsable en gran parte de la impunidad que tiene el fraude laboral en el ámbito del gremio de comercio.

Julio Hikkilo del Sindicato del Personal de Reposición Externa y Merchandising de la Costa Atlántica dice que “con el menemismo llegaron al país las grandes cadenas de supermercados y con éstas las compañías terciarizadoras. Al contratar trabajadores a través de agencias se perdió la estabilidad y se profundizó la flexibilización laboral”.

Explica que muchas empresas afilian a sus trabajadores al gremio de Comercio que encabeza Armando Cavalieri porque “de esa manera pagan salarios bajos, gran parte en negro” y se evitan lidiar con delegados de base y gremios que defiendan los derechos laborales.

Clin caja

A su turno, Ricardo Sánchez, secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina de Paraná y del Sindicato de Trabajadores Mercantiles de Entre Ríos, recuerda como cambió la actividad con la aparición de los supermercados: “Un caso paradigmático fue nuestra ciudad, donde el intendente modificó la circulación de la calle Laprida para que el tránsito confluyera en la puerta del hipermercado Wall Mart. La flexibilización laboral se tradujo en contratos basura, se introduce la rotación del personal como un fenómeno de explotación sistemática y tercerización del empleo. Por un lado, contratan mayor cantidad de trabajadores, pero lo compensan con la rotación de los mismos, de manera que no se pueda construir un sujeto colectivo que permita disputar mejores condiciones laborales”.

Para el dirigente entrerriano “en este proceso incipiente de inflación los trabajadores perdemos por los ajustes que se producen en las empresas, se reducen incentivos como horas extras, y se termina corriendo el riesgo de despidos. Además debemos soportar los acuerdos de las cúpulas sindicales que acuerdan aumentos salariales en cuotas, de carácter no remunerativo, distorsionando la naturaleza de la remuneración”.

Eusebio señala que “con el golpe de Estado del 76 los mejores dirigentes fueron presos o desaparecidos. Apareció en escena Armando Cavalieri que al momento del golpe estaba detenido por una estafa con un plan de viviendas para cuya construcción recaudó el dinero que nunca se convirtió en ladrillos. Los militares lo liberaron para que diera la imagen que no había persecución gremial. Habiendo obtenido el manejo discrecional de la vieja Confederación General de Empleados de Comercio y los fondos de la obra social (OSECAC), en poco tiempo el poder que logró con la dictadura se agigantó. Los secretarios general de los casi 325 gremios de base pasaron a ser empleados de sus empleados. La receta es burocracia, flexibilización laboral, salarios bajos, y nada de democracia sindical”.

El dirigente saca la calculadora y explica “un millón de trabajadores deben hacer un aporte a la obra social de Cavalieri de 62.50 pesos por mes que suman 62.500 millones de pesos ya que el gremio cobra por los pagos salariales remunerativos y no remunerativos. Esta cifra sumada a los 50 pesos por trabajador que recauda la burocracia a través de lo acordado con los empresarios, suma en sólo treinta días la cifra de 125 millones de pesos”.“¡ Anda a pedirle que te mejoren el salario!”, desafia Eusebio con ironia.

Guita para el aparato

Tanto a “Tito” Godoy como al villamariense Eusebio, le vienen los colores a la cara cuando se refieren a Armando “Gitano” Cavalieri, el secretario general de la Federación que agrupa a los empleados de Comercio. El primero explica que “lo único que les importa es el dos por ciento que le sacan a cada trabajador compulsivamente. Vos te vas de la obra social, pero igual les tenés que seguir pagando”.Añade que “como si fuera poco, en la última paritaria firmaron que les van a pagar una suma fija extraordinaria por trabajador a la Obra Social ”. Para los gremialistas que militan en la CTA, esto se traduce en “guita para el aparato, limosna para el trabajador”.

Hombre pragmático, el presidente de la Federación de Empleados de Comercio y Servicios necesita pocas palabras para definirse ideológicamente: “Hay que sincerar temas, no hay que hacer progresismo zonzo, sino hay que hacer progresismo realista. Y hay que tener en cuenta lo que dijo Lula, cuando vino acá: no se le tenga miedo a las multinacionales, miren que es gente que invierte. Y en este caso, los supermercados son en mi sector gente que invierte. No vinieron a timbear, sino a dejar dinero, levantar paredes, tomar gente (…) No les pagaran dos mil pesos pero si 700 o 750, pero tienen trabajo todos. Este es el mercado que hay. Hay que privilegiar el dialogo, tener seguridad jurídica es muy importante”. ¿Y quien mejor que Cavalieri para dar seguridad al capital?.

El dirigente gremial es dueño entre otras propiedades de la estancia La Federala (de 5.000 hectáreas ), establecimientos cerealeros, un lujoso club de campo, inmobiliarias, tambos, garajes y empresas de repuesto automotor, compañías dedicadas a emprendimientos deportivos.

“Cavalieri y Osvaldo Cornide, presidente de la Cámara Argentina de Comercio son socios en el seguro de retiro La Estrella una estafa a los trabajadores de comercio además de IAM, el Instituto Mercatil de seguro obligatorio”, añade Eusebio.

Godoy explica que “el Convenio de Comercio del 75 quedó vetusto, no nos contiene a los empleados de supermercados. Por eso hoy estamos luchando por un nuevo convenio. Hay nuevas realidades, una cajera que recibe entre 20 mil y 50 mil pesos diarios no puede estar ganando la miseria que le pagan. El repositor que antes atendía una góndola, hoy por lo menos esta a cargo de siete”.

Añade que en su zona varios miles de empleados de comercio se pasaron el gremio de Camioneros. “Ellos armaron ramas para llevarse la mayor cantidad posible de afiliados de otros gremios y la gente va, porque así se le duplica el sueldo. Eso se explica también por la pasividad del gremio de Comercio que no se actualizó porque eso no le conviene a los empresario”.

El festín de la explotación

El Sindicato de Personal Jerárquico de Comercio nace el 2 de enero de 2006. Lo conduce Jorge Mígueles: “Entre 1995 y 2002, estábamos bien pagos, ganábamos tres o cuatro veces más que los empleados de las categorías inferiores. Como no teníamos sindicato, los supermercadistas comenzaron a flexibilizarnos mientras como siempre Cavalieri miraba para otro lado. Terminaron sin pagarnos aumentos, ni extras, haciéndonos trabajar sábados, domingos, feriados, el festín de la explotación”.

El dirigente recuerda que “los del gremio de Comercio decía que no valía la pena representar a los jerárquicos porque éramos pocos. Cuando comenzamos a afiliarlos se pusieron nerviosos. Ahora se desesperan por captar compañeros a pesar de que no les corresponde. Son demagogos.”

Jorge Rivera es de otro sector de los empleados de comercio. Representa al Sindicato del Personal de Reposición Externa y Merchandising de Neuquén y Río Negro. “Somos un sindicato joven, compañeros que se organizaron para ponerle fin a la flexibilización y los atropellos que vinieron de la mano de las agencias de servicios empresariales que desde el menemismo se dedican a tercerizar el trabajo. Nos pagan por debajo de los salarios que perciben los compañeros que están en relación directa con las empresas. Como la actividad no está regulada, cada agencia abona lo que quiere. No tenemos categoría, te encuadran a su antojo. Sin libertad y democracia sindical nuestra situación es muy difícil. Le pelea es dura pero hay que darla, es la única esperanza”.

“Tito” Godoy indica que “una de las formas de negreo que cuentan con la complicidad de algunos gremios es la pasantía. Hay filiales de supermercados que han funcionado hasta un año con pasantes. Se trata poner a trabajar jóvenes a través de convenios con las facultades. Les pagan alrededor de 400 pesos por 6 horas. Generalmente los hacen trabajar extras que no figuran en ningún lado y en el 90 por ciento de los casos, cuando termina la pasantía les dicen: -adiós, gracias por los servicios prestados-”.

El Sindicato de Trabajadores de Comercio de Tierra del Fuego (SITRACOM-CTA) es el más austral del mundo. Su secretario general, Wenceslao Benítez expresó que “permanentemente tenemos que protagonizar el conflicto social ante despidos arbitrarios o casos de persecución sindical por parte de las patronales aliadas con los representantes del sindicalismo empresarial en Ushuaia y Río Grande con el objetivo de impedir la organización gremial”.

Añadió que "sabemos que a los trabajadores los presionan, le meten miedo, les hablan en contra nuestra y los amenazan con despidos, sin embargo, la decisión de los compañeros por darse una nueva organización que los represente sigue estando presente. Estamos dispuestos a defender los puestos de trabajo no sólo de quienes son despedidos del sino de cualquier empleado de comercio”, dijo Benítez.

"Se están violando los derechos sindicales contemplados en la Ley 23551 y los tratados internacionales. Nosotros estamos dispuestos acompañar a todos los compañeros que se enfrenten a la arbitrariedad de los patrones, con comportamientos antisindicales. En el marco de los fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el trabajador es el que decide cómo, cuándo y dónde se quieren organizar. Pero además los patrones no deben inmiscuirse en las cuestiones de los trabajadores, en su ejercicio de la libertad y democracia sindical", concluyó el dirigente mercantil fueguino.

Remarcan todos los días

Los trabajadores de comercio, especialmente los empleados de supermercados tienen un lugar privilegiado para testimoniar como su salario se ve licuado día a día a través del ajuste interminable de la remarcación y la falta de control de precios en un mercado absolutamente concentrado, donde la competencia es tan creíble como las mediciones del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC). “Te aumentan una vez al año, pero remarcan todos los días”. Hugo Eusebio de UTRACOS-CTA, afirma que “la demarcación en los últimos meses ha sido fuerte, y eso afecta enormemente nuestros bajos salarios. Estamos acostumbrados al famoso colchón de los supermercados, hipermercados y empresas de la alimentación que junto a la falta de política para combatir la inflación terminan triturando los magros aumentos que se consiguen”. Rivera coincide: “Si bien las subas son de a centavos, al final del mes el precio del producto se duplica”.

Por su parte, Hikkilo explica que “junto a las demarcaciones diarias se verifican la decisión de no reponer en las góndolas los productos que están bajo acuerdo de precios con el gobierno, es decir se genera el faltante”. Godoy nos cuenta que como tiene un comedor popular se ve obligado a seguir los precios de los alimentos y comenta que muchas veces la gente piensa que está comprando barato, cuando en realidad son productos que cuyo precio ha sido aumentado al doble días atrás, para bajarlos luego. Los compañeros repositores suelen avisarme “cuidado, no compres que a ese producto lo están preparando para la oferta”. Recalca que al ser diarios, las aumentos, el secreto de que algunos comercios chicos tengan precios más baratos está en que no tienen personal para remarcar todos los días”.
fuente, vìa :
http://www.argenpress.info/2010/08/supermercados-los-duenos-del-gran.html

1 comentario:

  1. Gracias por esta gran entrada! me vino perfecto ya que yo soy de Chile y me voy a hospedar en un alquiler temporario en palermo soho y saber todo esto me viene bárbaro!! saludos!!

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