La nacionalización del cobre
cumplió 35 años el 11 de julio de 2006. En un día histórico, el 11 de
julio de 1971, Congreso Nacional en Pleno dejó plasmado en la
Constitución Política del Estado la Nacionalización del Cobre.
Con la nacionalización del cobre, el
Estado chileno a través de Codelco tomó en sus manos casi el 100% de la
producción y de las exportaciones de cobre. En la actualidad, el cobre
chileno nuevamente está desnacionalizado, ya que cerca del 70% de la
producción y de las exportaciones de cobre chileno, son controladas por
las grandes mineras privadas, mayoritariamente extranjeras. Codelco ha
disminuido su participación en la producción y en las exportaciones de
cobre desde casi 100% a alrededor de un 30% en los últimos años.
En la nota VII de esta serie mostramos
las razones históricas, políticas, económicas, sociales y jurídicas con
las cuales el Presidente Salvador Allende fundamentaba
que la nacionalización del cobre debía quedar incorporada en la
Constitución Política del Estado. También seleccionamos aspectos de la
declaración de Naciones Unidas sobre la soberanía de los pueblos sobre
sus recursos naturales. Asimismo, presentamos el contrapunto que
señalaba el Presidente Salvador Allende, entre los intereses de Chile y
los intereses de las empresas de los Estados Unidos que explotaban el
cobre chileno.
En la nota VIII presentamos cómo en
Dictadura se dieron los cambios anticonstitucionales que posibilitaron
el inicio de la desnacionalización del cobre a través de una simple ley
de Pinochet.
En esta IX nota, presentamos los
aspectos del “Programa Fundacional de la Concertación” , en que se
formulaba claramente la autonomía y soberanía nacional en el cobre.
Presentamos a continuación aspectos
centrales que demuestran cómo en la realidad se ha implementado un
proceso completamente opuesto al “Programa Fundacional de la
Concertación”. En los gobiernos de Alywin, Frei
y Lagos se perfeccionaron las medidas
anticonstitucionales de Pinochet, concretando en forma acelerada el
proceso de desnacionalización del cobre.
En el gobierno de Michelle
Bachelet, hay un pacto de silencio sobre la desnacionalización
de la principal riqueza básica del país y sobre las grandes utilidades
de las empresas mineras privadas, mayoritariamente extranjeras, que para
el año 2006 fueron de 18.000 millones de dólares, que equivalen al 15 %
del PIB, al 70% del presupuesto del Estado, a 4 veces el presupuesto
del Ministerio de Educación. Los 18.000 millones de dólares de ganancias
de las empresas mineras extranjeras equivalen de 2 a 3 veces los
elevados excedentes de Codelco.
Este es un robo a Chile en el siglo XX y
en siglo XXI que muestra la complicidad y la corrupción de la época de
la Dictadura con la complicidad y corrupción de los dirigentes políticos
de la derecha y de la Concertación. La complicidad y corrupción de la
Concertación es la que ponemos en evidencia en esta nota y en las
siguientes.
I. El “Programa Fundacional de la
Concertación”: Autonomía y Soberanía Nacional en el Cobre.
El ‘Programa Fundacionalde la
Concertación’ de 1989 afirmaba todo lo contrario de lo que se ha hecho
en los gobiernos de Alywin, Frei, Lagos -y hasta ahora-, lo hecho por
Michelle Bachelet.
El ‘Programa Fundacional de la
Concertación’ señala: “El derecho y el deber de aplicar una política
chilena del cobre para el desarrollo del sector”, y el obtener “mayores
recursos fiscales preservando la autonomía y soberanía nacional en el
manejo de los recursos”. Con la garantía de este ‘Programa Fundacional’ y
las propuestas de Autonomía y Soberanía Nacional sobre el cobre, la
ciudadanía votó en contra de la Dictadura y apoyó a la Concertación y su
‘Programa Fundacional’ en las elecciones.
Como planteamientos específicos el
‘Programa Fundacional de la Concertación’ señala lo siguiente:
1. La defensa del patrimonio minero
nacional.
2. Preservar la autonomía y soberanía nacional en el cobre.
3. La regulación del ritmo de la expansión de la producción chilena de cobre.
4. Estabilización del precio del cobre en los mercados externos.
5. La búsqueda del grado de elaboración más adecuado de los productos
mineros.
6. El desarrollo dinámico de Codelco.
7. El reforzamiento de Enami para atender a pequeños y medianos mineros.
8. La inversión extranjera debe ser adecuada a los requerimientos del desarrollo nacional.
2. Preservar la autonomía y soberanía nacional en el cobre.
3. La regulación del ritmo de la expansión de la producción chilena de cobre.
4. Estabilización del precio del cobre en los mercados externos.
5. La búsqueda del grado de elaboración más adecuado de los productos
mineros.
6. El desarrollo dinámico de Codelco.
7. El reforzamiento de Enami para atender a pequeños y medianos mineros.
8. La inversión extranjera debe ser adecuada a los requerimientos del desarrollo nacional.
II. Los Gobierno de la Concertación y la
Desnacionalización del Cobre
En los gobiernos de la Concertación se
ha hecho lo opuesto en cada uno de los puntos señalados en el ‘Programa
Fundacional’. En forma sistemática en muchos documentos sobre el cobre –
a partir de mediados de los noventa-, hemos desarrollado con cierto
detalle y con la documentación estadística necesaria las siguientes
conclusiones:
1. En vez de la defensa del patrimonio
minero nacional, los gobiernos de la Concertación no sólo han aplicado
la ley anticonstitucional de la Dictadura sobre el cobre, -reconociendo
la propiedad privada de los yacimientos-, sino que han perfeccionado la
‘Concesión Plena’ y otros aspectos de la legislación minera que
favorecen con nuevos incentivos a las empresas extranjeras.
En los primeros gobiernos de la
Concertación se aprobaron disminuciones de impuestos a las empresas
mineras y modificaciones que disminuyen la base tributable. También
durante los primeros gobiernos se dictaron leyes que facilitaban la
venta de los yacimientos entre empresas privadas y autorizaciones a
Codelco para traspasar a las empresas privadas los yacimientos no
explotados y que permanecen como reservas futuras de Codelco.
En el Tratado de Libre Comercio
Chile–Estados Unidos se perfeccionó los textos del TLC con Canadá,
reconociéndose como parte de la inversión extranjera, los yacimientos
chilenos de cobre, oro y otros minerales. Ellos pueden descontar como
desgaste de capital, el desgaste del yacimiento para bajar las
utilidades tributarias.
Estos tratados son tan ignominiosos, que
se establece que si Chile por razones superiores de utilidad pública
procede a nacionalizar las empresas, debe pagar los yacimientos según
los valores de mercado. La discusión de este tratado se inició en el
gobierno de Aylwin, continuó en el gobierno de Frei Ruiz Tagle, se
aprobó por el Congreso en el gobierno de Lagos, y finalmente fue
promulgada por el Presidente Lagos a mediados de su mandato.
En 2004 y 2005, la sociedad
mayoritariamente planteaba la necesidad de un royalty para
captar parte de la renta minera o del valor del recurso natural en los
yacimientos. El gobierno de Lagos sucumbió a las presiones de las
empresas extranjeras y de la derecha, y presentó un proyecto consistente
en un simple impuesto adicional a las utilidades de 5%. Este impuesto
se presenta para engañar como un ‘royalty’. En realidad se reconoce una
vez más la legislación anticonstitucional de Pinochet, ya que este falso
‘royalty’ asegura la propiedad privada de los yacimientos de cobre en
manos de las empresas extranjeras.
Pero además, para la aprobación del
impuesto adicional de 5 %, se disminuyó el impuesto anterior en 7 puntos
porcentuales. Ambos, sobre bases tributarias diferentes. Es muy
probable que en la práctica, la recaudación fiscal global que reciba el
Estado chileno por el cobre de parte de las empresas privadas
extranjeras, incluyendo el mal llamado ‘royalty’, sea menor ahora que en
el régimen tributario anterior.
Este falso ‘royalty’ nos causó tanta
indignación que nos llevó a señalar que el Presidente Ricardo Lagos
pasará a la Historia como el Presidente que coronó la desnacionalización
del cobre que había nacionalizado el Presidente Salvador Allende.
En vez de la defensa del patrimonio
minero nacional que planteaba el ‘Programa Fundacional de la
Concertación’, gran parte del patrimonio minero nacional ha sido
entregado en propiedad privada, mayoritariamente a grandes empresas
extranjeras, mineras mundiales.
2. En vez de preservar la autonomía y
soberanía nacional en el cobre, los gobiernos de la Concertación
incentivaron y promovieron las inversiones extranjeras en el sector
minero, de tal manera que este sector concentra la mayoría de las
inversiones extranjeras. Además, las inversiones extranjeras en minería,
se realizaron en un gran porcentaje durante los gobiernos de la
Concertación.
Desde 1974 a 2004, se realizaron grandes
inversiones mineras por 19.155 millones de dólares, de los cuales
16.755 millones de dólares ser realizaron en el período 1990-2004. Es
decir cerca del 90% de las inversiones extranjeras en minería se
realizaron durante los gobiernos de la Concertación.
En vez de “autonomía y soberanía”, con
las grandes inversiones extranjeras en el cobre se desnacionalizó la
principal riqueza básica del país. Las grandes mineras mundiales que son
competidoras de Codelco en el mercado mundial, paradójicamente
controlan cerca del 70% de la producción y de las exportaciones de cobre
chileno y han desplazado a Codelco a una situación minoritaria.
El Estado chileno con la Nacionalización
del Cobre, a través de Codelco, controló casi el 100 % de la producción
y exportaciones de cobre en Chile. En la actualidad, con la
desnacionalización, Codelco controla sólo el 30 %. Chile pierde
autonomía y soberanía, incluso para decidir qué cantidad de cobre
producir.
La nacionalización del cobre le permitió
a Pinochet contar con cuantiosos recursos que fueron trascendentales en
Dictadura. En la actualidad, ningún economista ni cientistas sociales
ni los políticos mencionan estos aportes del cobre en Dictadura.
Y ahora, a pesar de que Codelco sólo
tiene el 30 % de la producción, ha entregado cuantiosos recursos al
Estado. En estos últimos meses uno de los temas centrales en Chile, es
cómo utilizar los elevados excedentes del cobre que recibe el Estado
chileno, mayoritariamente de Codelco. Sin embargo, como expresión del
silencio cómplice y de la corrupción política e intelectual, no
mencionan -ocultan-, que los recursos de Codelco sólo han sido posibles
por la nacionalización del cobre que se realizó en el gobierno de
Salvador Allende.
En relación a las cuantiosas utilidades
de las empresas mineras privadas, particularmente extranjeras, como
parte del silencio cómplice, en el gobierno y en la derecha hay una
prohibición de hablar de esto, a los ministros, a los dirigentes
políticos, a los parlamentarios y en las comisiones asesoras.
En la próxima nota, seguimos con el
contrapunto entre el “Programa Fundacional de la Concertación” sobre
autonomía y soberanía sobre el cobre, y la entrega de soberanía y
retroceso en aspectos específicos como: la regulación del ritmo de la
expansión de la producción; estabilización del precio del cobre; la
involución de refinados de cobre a concentrados de cobre; la disminución
de Codelco y Enami en las exportaciones chilenas de cobre; la
disminución de la participación de Codelco en el mercado mundial; y, el
incremento del poder en el mercado mundial -con el apoyo desde Chile-,
de las empresas extranjeras competidoras de Codelco.
Fuente: www.laondadigital.com
Fuente: www.laondadigital.com
http://www.elciudadano.cl/2010/06/17/el-robo-del-siglo-xx-y-xxi-nacionalizacion-del-cobre-y-desnacionalizacion-por-la-concertacion/
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