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Ante una inminente “razzia” que
las policías y fiscales estarían preparando contra grupos
libertarios, en función de mostrar resultados en el llamado “caso
bombas”, el Centro Social Okupado y Biblioteca Sacco y Vanzetti de la
capital, hizo un llamado a la ciudadanía para desenmascarar lo que ellos
consideran una persecución contra quienes difunden ideas
antiautoritarias. A continuación, reproducimos el Comunicado que
recibimos en nuestra casilla de correo electrónico.
La obra denominada “caso bombas”, entró
esta semana en un nuevo acto. Uno de sus papeles principales, el de
fiscal con dedicación exclusiva, ha sufrido un cambio de actores: salió Xavier
Armendáriz, y llegó Alejandro Peña. Este
cambio encuentra su origen en las presiones vociferadas por el Ejecutivo, ante los
nulos resultados obtenidos en una investigación que lleva ya 4 años.
El cambio de fiscales generó
instantáneamente un revuelo mediático, inundando páginas de diarios con
supuestas filtraciones policíacas, dando cuenta del número de
sospechosos, casas donde encontrarlos, tendencias musicales que adoptan y
un sinnúmero de reconocibles características. Tras la lectura de la
prensa, podemos reconocer claramente las personas que serán detenidas en
cuestión de horas, en función de lo meticulosas de las descripciones,
en una clara aberración de inteligencia policial.
Las insinuaciones mediáticas que
pretenden engullirnos motivan estas líneas, es necesario reflexionar
sobre lo que se viene, la inminente razzia represiva, en manos
ahora de un nuevo actor. Nuestro interés no es generar un clima de
histeria y desbande, si no más bien llamar a la alerta, evitando así la
sorpresa de los golpes.
El papel de la prensa es claro y grosero
a la vez, están generando el escenario propicio para nuestra detención.
Hace meses construyeron el perfil de la sujeto a neutralizar, hoy en
cambio ya van entregando particularidades de personas y espacios
concretos, normalizando con esto la jugada político-policial que se
avecina.
Este escrito busca reflexionar sobre el
cambio en el contexto represivo y desmenuzar sus vaguedades a fin de
estar preparados para los próximos acontecimientos. Ante el cambio de
fiscal resulta evidente lo que acontecerá: Detenciones, casas allanadas,
juicios, declaraciones pomposas de las autoridades y compañerxs en
prisión.
Alejandro Peña, amante de los chalecos
antibalas, las cámaras y los cascos de guerra a la hora de participar en
operativos, descrito por sus propios jefes como “Un fanático de patear
puertas”, preparará sin lugar a dudas un operativo dantesco, digno de
alguna buena película de ficción, buena en efectos, pero pésima y
aburrida en la construcción del guión. Ya todos saben el final, pues
ellos mismo lo han filtrado hasta el hartazgo.
La prensa habla ahora de “Lideres anarquistas” a detener, buscando
afanosamente la tan ansiada construcción del agravante de una Asociación
Ilícita. Ante esto seremos categóricos una vez más: como
Antiautoritarixs despreciamos la
autoridad en todas sus formas, ya sea de verde, azul, rojo o negro.
Nuestras formas organizativas son
autónomas y horizontales, negando en la práctica y la teoría el
surgimiento de líderes o dirigentes. Nadie dirige ni guía nuestros
pasos, nuestros aciertos o desaciertos. Es absolutamente inviable una
asociación ilícita antiautoritaria; este delirio investigativo sólo
evidencia la desesperación y el deseo de sepultar con años de prisión a
cualquiera que presente objeciones con el mundo que han edificado a
medida de los poderosxs.
Pero en definitiva todo este barullo
mediático, con tesis más o menos exaltadas, devela las reales
motivaciones de este juicio y su larga investigación. Este no es un
juicio penal o criminal, es groseramente un juicio político, a nuestras
posiciones de vida, a nuestros valores.
Si hoy el poder nos golpea con el
arsenal legal y represivo típico de la democracia, no se debe a nuestra
participación material en algún hecho emprendido en medio de la noche,
con la complicidad de las sombras. Si hoy nos atacan es porque reconocen
en nosotros y en muchxs compañerxs más, posiciones de negación a los
valores fundamentales del mundo capitalista: la autoridad y el Estado.
El crimen que pueden probar y del que
nos responsabilizamos es el de despreciar a la autoridad y de esa
acusación nos consideramos orgullosamente culpables y reincidentes hasta
nuestro último suspiro. La nefasta maquinaria jurídica-mediática aspira
y desea nuestra derrota, aspira a que nos convirtamos de pronto en
arrepentidos y sumisos con la ideología del capital. Pese a ello
seguiremos despreciando las lógicas del poder allí donde éstas se
encuentren, develando la mecánica de la autoridad mediante el ejercicio
de la difusión de las ideas antiautoritarias y la solidaridad como
práctica cotidiana.
Nuestros esfuerzos han apuntado a
levantar un espacio que lleva ya 8 años, con actividades calendarizadas y
ampliamente difundidas. Nuestras posiciones frente a la vida las hemos
difundido por diversos canales, no es un secreto ni para nuestrxs
compañerxs, ni para nuestrxs vecinxs, ni mucho menos para quienes nos
siguen hace años, quienes nos escuchan, fisgonean, fotografían o filman.
Si saben lo que pensamos, defendemos o
rechazamos no es por la pericia de su investigación, ni por los fondos
que mendigan al ejecutivo, lo saben porque nosotrxs lo hemos dicho en
cientos de oportunidades, hemos sido clarxs en lo que aspiramos y
anhelamos vivir: la libertad plena.
Para saber lo que decimos y pensamos
sólo basta con leer nuestros escritos o venir a nuestras actividades
como tantas veces lo han hecho agentes de civil, esa es la debilidad y
la fortaleza de un espacio abierto.
Hace 7 meses nuestra casa fue allanada,
desde hace 7 meses tenemos la obligación de firmar en la fiscalía por
resistirnos a la humillación por parte de un grupo de asalto, hace mucho
más de dos años que los controles de identidad se nos hicieron
habituales, llegando incluso a 10 en una misma semana… entonces, ¿Cuáles
son los argumentos para acusarnos?, ¿dónde encuentra asidero la
afirmación periodística sobre nuestro supuesto actuar clandestino u
oculto?, ¿es creíble ahora, a esta altura y tras tanto control,
seguimiento, interceptación y allanamiento, que ya se disponen las
pruebas que nos ligarían a algún atentado?
Hacemos un llamado al análisis
coherente, que borre de un plumazo toda imbecilidad. No se nos apunta
en función de pruebas más o menos creíbles, se nos apunta, persigue,
hostiga, allana en función de lo que pensamos, de los compañeros que
defendemos, de las causas con las que solidarizamos y del silencio que
no aceptamos tener ante la partida de nuestro hermano Mauricio
Morales.
Aquí está develado y claro el origen de
nuestra investigación por conducta terrorista. Asistimos a una película
con un manoseado guión, en donde la policía de la mano del nuevo
fiscal, muestran con claridad sus próximos pasos ante la indiferencia
mundialera, las detenciones muy probablemente serán grabadas para algún
programa de docu-Reallity policial. El absurdo y el sensacionalismo
sellaran así la jugada represiva.
Ante la imposibilidad de inviabilidad de
encontrar autores materiales, rellenan listas con sujetos
independientes de su participación real en alguna acción. La inoperancia
y la necesidad de detenciones van dictando los pasos represivos del
actual contexto, somos por ello el blanco perfecto, lo tenemos claro, la
construcción de los personajes ya tiene nombre y apellido. Las caras
visibles recibirán la ola de represión que busca detener el avance de
las posiciones de ofensiva.
Por muy dantesca que sea la jugada
represiva, por muy extenso y profundo que sea el golpe, no podemos
permitir que se detenga el avance de la guerra social. La fuerza de
nuestras convicciones debe alimentar la coherencia entre nuestras
proyecciones y el espinudo escenario por el que debemos atravesar, así
aprendimos de generaciones que nos antecedieron, así debemos enfrentar
la adversidad.
Si dejamos de propagar aquello que hace
latir nuestro corazón y alimenta nuestra vida, como es la negación de
toda autoridad… todo paso dado en el camino que hemos emprendido,
carecerá de valor, sentido y coherencia. Nos traicionaríamos a nosotrxs
mismxs, a nuestrxs muertxs y a todxs quienes mantienen viva la revuelta.
Mientras preparan el terreno y afilan
los cuchillos para la cacería, generemos los lazos solidarios que
invaliden la estrategia represiva.
Centro Social Okupado y
Biblioteca Sacco y Vanzetti
http://www.elciudadano.cl/2010/06/20/ante-la-nueva-campana-mediatica-policial-y-el-inminente-golpe-represivo-a-okupas-en-chile/
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