MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).-
MVS Radio dio por terminado este domingo la relación laboral con la
periodista Carmen Aristegui y advirtió, en un comunicado titulado MVS no acepta el ultimátum de Carmen Aristegui, que no podemos aceptar condicionamientos.
La
empresa destaca en el documento publicado en su portal electrónico que
no puede aceptar el ultimátum de la periodista de reincorporar a sus
colaboradores Daniel Lizárraga e Irving Huerta despedidos la semana
pasadacomo condición para que ella permanezca en el noticiero.
MVS
indica en el comunicado -sin especificar nombres- que separó a los dos
colaboradores de Carmen Aristegui por pérdida de confianza al haber
comprometido el nombre de MVS, sin contar con facultades para ello y sin
haberlo consultado previamente con la administración de la empresa.
Lamentamos
la posición de la conductora, pero como empresa no podemos aceptar
condicionamientos y ultimatos de nuestros colaboradores. El diálogo, no
se atiende imponiendo condiciones, sino escuchando a las partes y
tratando de alcanzar acuerdos, detalla el documento de MVS.
Agrega
que En MVS Radio, trabajamos en equipo. La cultura de nuestra
organización gira en torno a ese concepto, por lo que las actitudes
individualistas no tienen cabida en nuestro proyecto. No podemos
permitir que alguno de nuestros colaboradores pretenda privilegios en
menoscabo de sus compañeros y mucho menos que pretenda imponer a la
administración condiciones y ultimatos.
Por las anteriores razones, la administración de MVS Radio decidió dar por terminada la relación con la señora Carmen Aristegui.
Lamentamos,
sinceramente, el término de la relación laboral con la periodista
Carmen Aristegui y le deseamos buena suerte en su desarrollo profesional
futuro, concluye el texto.
El
pasado viernes la periodista despidió su programa y manifestó su deseo
de que en la emisión de este lunes contara con el regreso de sus
colaboradores Daniel Lizárraga e Irving Huerta.
El
conflicto inició luego de que Aristegui anunció que su espacio de
noticias en MVS se sumaba al proyecto Méxicoleaks. Luego, dicha empresa
emitió un comunicado en el que se deslindó de la iniciativa y
descalificó a sus propios colaboradores, argumentando que no había
autorizado el uso de la marca Noticias MVS para relacionarla con el
proyecto, hecho que a su juicio implicó un muy lamentable abuso de
confianza, mientras al mismo tiempo señalaba que MexicoLeaks es una
iniciativa legítima de la sociedad.
El
Grupo MVS despidió a Lizárraga y Huerta el jueves pasado, periodistas
responsables de la investigación de la Casa Blanca de la familia
presidencial y del reportaje sobre Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, el
líder priísta que operaba desde la sede de ese partido en el Distrito
Federal una red de prostitución y pederastia.
El
despido de los dos colaboradores de Aristegui por parte de Grupo MVS
desató una ola de críticas en redes sociales y una inmediata
movilización de radioescuchas que se concentraron frente a las
instalaciones de esa empresa el viernes pasado.
Je Suis Carmen
Denise Dresser
16 Mar. 2015
Todos
los días Carmen Aristegui se sentaba frente al micrófono y hacía la
tarea que le tocaba. La encomienda del periodista tan bien descrita por
George Orwell: "Decirle a los demás lo que preferirían no oír". Que el
padre Maciel era un pederasta. Que Emilio Gamboa negociaba legislación
en el Senado con un protector de pederastas. Que Mario Marín celebró
darle un "coscorrón" a Lydia Cacho con botellas de cognac. Que
Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre operaba una red de prostitución
financiada por el erario. Que la primera dama "compró" una casa que está
a nombre de un contratista, beneficiario de multimillonarias
licitaciones. Tantas investigaciones realizadas, tanta podredumbre
revelada, tanta corrupción detectada, tanto periodismo profesional.
Todos
los días Carmen Aristegui defendía derechos que muchos mexicanos ni
siquiera saben que poseen, ni comprenden que ella trabajaba para
resguardarlos. El derecho a la libertad de expresión. El derecho a ser
un contrapeso al poder que en México se ejerce -cada vez más- de manera
impune. El derecho a mostrar la verdad, caminando sobre un terreno
minado de mentiras. El derecho de los mexicanos a contar con un
periodismo independiente, autónomo, crítico. Allí estaba, todas las
mañanas de 6:45 a 10 am, de lunes a viernes, el archipiélago de la
libertad. Uno de los pocos que quedaban. Allí estaba ese lugar que
sintonizaban millones de mexicanos en busca de lo querían saber,
escuchar, conocer sobre su país, sobre quién los gobierna, sobre cómo se
ejerce el poder. Ese lugar que informaba y retaba y ofendía y enojaba.
Ese lugar imprescindible.
La
defensa de la libertad en un país donde es un bien escaso es difícil,
ardua, arriesgada. Implica defender el derecho de diseminar incluso
aquello que es percibido como ofensivo o "desestabilizador" o incómodo
para el gobierno. Carmen encabeza esa defensa porque ella es así. Es
conocida por su trabajo, respetada por su inteligencia, honrada por su
coraje. Es valiente. Obcecada. Combativa. Audaz. Auténtica. Y porque la
libertad de expresión que ejerce es así; esa es la naturaleza de la
bestia. A veces tiene el deber de arrojarle leña al fuego. A veces
enfrenta el imperativo de encender un cerillo en un paraje reseco. A
veces incomoda al Presidente y al secretario de Hacienda y al PRI y al
PRD y al INE y al IFAI y a la Suprema Corte y al Senado y al Ejército. Y
al hacerlo, protege el lugar vital en el cual el discurso plural -cada
vez más atacado- puede sobrevivir.
Hay
muchos a quienes no les gusta su trabajo. La descalifican por
"lopezobradorista" o "lesbiana" o "sesgada" o "estridente" o
"izquierdista" o "políticamente correcta". A quienes no les agradaba el
tipo de periodismo que impulsaba, tenían todo el derecho de cambiar de
estación. A lo que no tienen derecho -como lo hizo MVS- es a armar un
conflicto que constituyó un pretexto para sacarla del aire, junto con
los dos periodistas que hicieron la investigación sobre la Casa Blanca.
Usando el tema del mal uso de la "marca" como cortina de humo. Usando el
argumento del "abuso de confianza" como bozal. Usando "lineamientos"
elaborados de manera intempestiva como una forma de cercar o censurar,
porque para cualquier periodista que se respete a sí mismo resultarían
inaceptables.
Como
ha explicado el Ombudsman de MVS, los lineamientos anunciados por la
empresa modificaban unilateralmente las condiciones del contrato firmado
por Carmen, en el cual ella era responsable del contenido de su
emisión. De pronto, y de forma hostil, ruda y beligerante, la empresa
dictó términos no consensuados, con probables implicaciones jurídicas
dado el contrato que previamente había celebrado con ella. De pronto, la
familia Vargas actuó de manera antitética a lo que su nombre ha
representado. Y no se sabe si es por recompensas económicas, presión
política, peticiones de Los Pinos, o simple miedo ante las implicaciones
del trabajo que Carmen hace y ha hecho.
Y
por eso habrá que defender y arropar y pelear por Carmen Aristegui y
sus espacios. Porque son los nuestros. Porque a nosotros, como
beneficiarios de su trabajo, nos corresponde construir una defensa
robusta de la libertad de expresión, del pluralismo, de la necesidad de
ser irreverente y retador. Nos corresponde apuntalar la práctica diaria
de la libertad. Ponernos de pie, protestar, exhibir a MVS como una
empresa tramposa, solidarizarnos con quien reta la corrupción, los
abusos del poder, la violencia, la intolerancia. El lema de lo que hay
que hacer es simple y lo dice todo: "Je Suis Carmen".
Denise
Dresser es politóloga, escritora, columnista y activista. Coordinó el
libro "Gritos y Susurros: Experiencias Intempestivas de Mujeres". Ganó
el Premio Nacional de Periodismo en 2010. Su último libro es "El País de
Uno. Reflexiones para entender y cambiar a México".
Leer más: http://www.reforma.com/ aplicaciones/editoriales/ editorial.aspx?id=58462# ixzz3UZVrhOKz
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Estimado Juan Ramón
Maestro, escribidor y periodista, amigo.
Pareciera
que las personas citadas en los artículos periodísticos no se enteran o
no leen lo que un informador escribe. Pienso que irreverente pero
respetuosamente lo dicho es sostenido con fuentes citadas públicas y
abiertas, las inferencias, deducciones y hasta las apreciaciones e
interpretaciones emitidas en el ejercicio de la libertad de expresión.
He
recibido una "demanda" que bien puede ser con el objeto de intimidar,
por lo que envio el texto que respondo a la responsable editora de KAOS
que me publica aclarando y pidiendo, como a tí, consejo y opinión para
dar respuesta a quién esta reclamación me envía.
Considero
una denuncia sobre un tema, basado en información de fuentes abiertas y
públicas consultadas... tal vez pudiere haber un exceso, lo que
creeiría con tu observación Juan Ramón. Por ello además solicito un
sabio consejo de gente tan experiemntada como tú.
Espero
no causarte "muina" con mi petición que basado en tu experiencia y
sabiduría puedas darme... para responder al "demandante", acceder a
quitar la nota, o sostener lo dicho con los puntos y referencias
contenidas también en la nota misma que escribí y que de lo dicho
sostengo que no hunbo acusación ni dolo de perjudicar a un particular,
pero que implican mi opinión en el libre derecho de expresión.
Así
pues podré seguir adelante para denunciar a quienes "flotan" en el
extranjero y que tienen relación CON LO NUESTRO, en temas como
corrupción, operación de empresas en renglones sensibles etc.
Sacaré
una nota sobre MEXICOLEAKS en el sentido de que creo que hay
apropiación de una idea que trabajas desde hace algunos años y de que
hay evidencia (la entrevista realizada para la radio en Montreal) del
trabajo de denuncia pública de casos importantes en México, "desde algún
lugar de la UNAM" ... toda vez que EL ESTADO / GOBIERNO que padecemos
está cerrando filas y atacando a los medios informativos.
Pero
será luego, por ahora comparto estos mensajes que incluyen la DEMANDA y
los términos en que una persona que se ha sentido afectada me ha
cursado. Debiendo decir que si me equivoque o exedí no dudaré en
disculparme PERO NO LO CREO EN ESE SENTIDO, he puesto cuidado en lo que
expreso, TAL VEZ NO SOY CLARO PERO TU LECTURA PODRÁ SACARME DE DUDAS Y
TU CONSEJO ACCIONAR EN EL EMJOR SENTIDO.
saludos AFECTOCONTAGIOSOS desde PARIS.
JUANITO GUANABACOA
"EL SABROSO"
Aprendiz de la Vida y Profesional de la Dicha.
2003 - desde lo infinito y más acá...
"EL SABROSO"
Aprendiz de la Vida y Profesional de la Dicha.
2003 - desde lo infinito y más acá...
Aristegui y el huevo de la serpiente
Todo
comenzó el miércoles como empiezan las guerras, por un asunto menor que
explota por la acumulación de tensiones. MVS publicó un desplegado en
los periódicos para deslindarse de la nueva plataforma de periodismo de
investigación MexicoLeaks, porque su nombre aparecía entre los
fundadores. El uso de nuestra marca, sin autorización expresa de sus
propietarios, constituye no sólo un agravio y una ofensa, sino un engaño
a la sociedad, pues implica un muy lamentable abuso de confianza, decía
el desplegado incendiario y provocador. Su conductora estelar, Carmen
Aristegui, mordió la trampa.
El
origen del conflicto era una de esas faltas de comunicación que se da
todos los días entre patrones y periodistas. Dos miembros de su equipo
sumaron a MVS a la alianza de medios alternativos que lanzaron el martes
MexicoLeaks, sin pedir autorización. Nada grave. Lo que hicieron los
reporteros Daniel Lizárraga e Irving Huerta es lo que hacen decenas de
veces los periodistas, que ante las restricciones presupuestales y la
estrechez de miras para generar contenidos, buscan alianzas de trabajo
sin costo para lograr información de calidad.
MexicoLeaks retoma con tecnología lo que antes se hacía artesanalmente. En los 80 el semanario satírico Le Canard enchaîné
tenía en la puerta de sus oficinas en París un buzón donde se dejaban
pistas para investigación en forma anónima que sus editores procesaban y
corroboraban. Durante años han llegado documentos anónimos a las
redacciones, y por correo electrónico pistas, rumores y calumnias. En
esa línea MexicoLeaks, cuyo nombre toman sus fundadores quizá por la
inspiración en Julian Assange y Edward Snowden que la generación
anterior tuvo en Bob Woodward, Carl Bernestein y Watergate, creó una
plataforma tecnológica para ser lo que el periodismo debe ser:
contrapeso de los poderosos, guardianes contra sus abusos.
Si
bien hubo un error editorial al no consultar con MVS la utilización de
su nombre y la empresa reaccionó con armas nucleares, Aristegui
respondió en igual forma. Cuestionó el origen del desplegado, sus
motivaciones, su interés extraempresarial y motivación política, y
emplazó a los dueños a darle una explicación. Los dueños no tienen que
dar explicaciones a sus empleados, aunque se llamen Carmen Aristegui,
pero ninguno de los dos estaba en la lógica del entendimiento. Hay que
entender el subtexto.
Joaquín
Vargas, jefe de la empresa, está vinculado al senador Emilio Gamboa,
con fuerte ascendencia en Los Pinos, quien impulsó a Eduardo Sánchez,
exabogado de MVS y hoy es director de Comunicación Social de la
Presidencia. Su consejero Felipe Chao es hermano de Andrés,
subsecretario de Gobernación para Normatividad
publicidad entre ello- y exsubalterno de Sánchez. Se puede alegar que el enfrentamiento de Aristegui no era con Vargas, sino contra quienes cree, por lo que dijo, lo mueven como títere.
publicidad entre ello- y exsubalterno de Sánchez. Se puede alegar que el enfrentamiento de Aristegui no era con Vargas, sino contra quienes cree, por lo que dijo, lo mueven como títere.
La
astuta Aristegui no la vio venir. MVS se le fue con toda la fuerza y en
lugar de usar esa energía para esquivarlos, como en el jiu-jitso, se
confrontó. Una disculpa por la falta de comunicación y 30 segundos de
amarrarse el hígado por lo agresivo del desplegado, y el asunto habría
quedado resuelto sin abrir sus flancos. Pero su sangre está muy
caliente. Como otros periodistas en este sexenio, ha sido sometida a
espionaje político con amenazas implícitas a su seguridad, y desde que
difundió la investigación originada y realizada por Rafael Cabrera sobre
la 'casa blanca', dejaron de autorizarle entrevistas en Los Pinos con
un gabinete que, previamente, desfilaba gustoso ante sus micrófonos.
La
revelación de la 'casa blanca' fue el punto de quiebre de ella con el
gobierno y de la empresa con ella, aunque objetivamente hablando, es uno
de los golpes periodísticos más importantes en la vida de esta
incipiente democracia, al exhibir los usos y costumbres del viejo
sistema político y provocar, al dejar al descubierto un conflicto de
interés que involucra al presidente de la República, la construcción de
un sistema más abierto donde la transparencia rija la conducta pública
de los agentes de poder. Paradójicamente este reportaje, cuya reacción
es el huevo de la serpiente, comenzó cuando la primera dama abrió su
casa a la revista ¡Hola! en 2013. La familia Vargas, en cambio, achaca a
ese trabajo que el Instituto Federal de Telecomunicaciones le negara en
noviembre el permiso para difundir televisión abierta por el canal 52.
Joaquín
Vargas ya no la aguanta, confió un cercano a él. Su relación con
Aristegui, ciertamente, ha sido difícil en sus seis años de matrimonio.
En 2011 la despidió por transgredir el código de ética de la empresa al
difundir el supuesto alcoholismo del presidente Felipe Calderón. En
realidad, lo que hizo fue entrevistar al lópezobradorista Gerardo
Fernández Noroña, que fue quien lo aireó. Vargas reculó y recontrató a
Aristegui sin explicar en dónde se torció el código de ética de MVS.
Al
año siguiente, luego que el gobierno federal le quitó la banda de 2.5
Ghz, se peleó con el gobierno federal y dijo que despidió a Aristegui
por presiones del gobierno de Calderón. Tampoco aclaró por qué la
recontrató, pero ahí quedó esa dialéctica empresarial de aplacarla
cuando conviene a sus intereses, y darle oxígeno cuando sus intereses
están en riesgo. La familia Vargas, como los barones de la prensa, no
son consistentes ni congruentes.
No defienden la libertad de prensa, sino la libertad de empresa.
Aristegui
recurre a métodos a veces cuestionables, y no reconoce sus errores. Sin
embargo, es congruente y consistente. Se enfrentó a Vargas desafiándolo
a que rectificara, bajo el supuesto de que hablaba entre iguales, o
sea, entre propietarios. Vargas le dobló la apuesta al despedir a sus
colaboradores y la orilló, por su postura al aire, a una solución
terminal. La tienen en el terreno empresarial que oculta toda motivación
política, si es que hay. Pero no la despidieron la semana pasada y
decidieron pagar el costo al anunciar el domingo por la noche que al no
aceptar el ultimátum que le había dado de su permanencia en la radio a
cambio de que reculara, rescindían su contrato, tomándole la palabra.
Su
voz, disruptiva, incesante y temeraria, es una necesidad en momentos en
los que el realineamiento oficialista es una tendencia en los medios.
Aristegui no debía salir, pero ya no tuvo tiempo de evadir la trampa. Lo
podía haber hecho este lunes al dar marcha atrás a sus
condicionamientos del viernes. Pero ya no lo le dejaron la ventana de
oportunidad. MVS asumió el costo, y faltará ver si en esta ocasión
mantiene su decisión.
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