En 2014, más de 93 por
ciento de 37 millones de hectáreas (Mha) de maíz y 34 Mha de soya fue
sembrado con semilla transgénica en Estados Unidos (EU). Es, sin duda,
un gran éxito de los consorcios multinacionales de semillas transgénicas
(Cmnst) que, encabezadas por Monsanto, controlan el mercado de esas
semillas y también el de sus versiones no transgénicas. Ambos granos se
consumen en ese país como forrajes, insumos industriales, son base de
alimentos procesados y también, productos clave de exportación.
La transgenización de estos cultivos en este país se aceleró por el
evento transgénico de tolerancia al herbicida Roundup® (que contiene
glifosato como ingrediente activo, más coadyuvantes) en la soya, y con
eventos apilados de tolerancia a ese herbicida y de resistencia a
algunas plagas, en el maíz. Además, por ser el glifosato eficiente como
desecante del follaje de los cultivos, se asperja ampliamente antes de
las cosechas motorizadas. El uso del glifosato, como parte de la
tecnología transgénica, ha sido uno de los motores del éxito de
Monsanto, también dueña de su patente. El glifosato ha sido promocionado
por Monsanto como inofensivo para la salud humana y para la ecología.Corresponde a EU 25 por ciento del consumo mundial. Ya les es ubicuo como contaminante. Está en los cuerpos de agua, en el agua potable, en las cosechas transgénicas y no transgénicas, en la orina de los humanos, en la leche materna, en la sangre, etcétera. La publicidad sobre su inocuidad, la permisiva regulación del gobierno estadunidense y su eficacia en la operatividad agrícola transgénica han impulsado lo que parece un megaexperimento con la población estadunidense (como conejillos de indias) y con la ecología. En este experimento, los Cmnst disfrutan de su
conquistadabonanza, mientras los sujetos experimentales, inopinadamente asumen el riesgo de lo incierto.
A partir de la década de 1990 la incidencia de 22 enfermedades degenerativas se ha incrementado en la población estadunidense con tasas varias veces mayores a las históricas. El autismo infantil pasó de la frecuencia histórica de uno de cada 2 mil 500 niños en 1985, a uno de cada 50 en 2013 ¡Un incremento meteórico en menos de tres décadas! Las muertes debidas a enfermedades cardiacas, demencias, diabetes, obesidad y otras han experimentado incrementos similares. ¿Cuáles son sus causas? El sentido común indicaría que se trata de procesos multifactoriales inconexos. Sin embargo, después de una revisión de 286 artículos científicos, A. Samsel y S. Seneff publicaron en 2013 un texto de gran polémica que pone en duda la inocuidad del glifosato. Los autores sugieren que la contaminación ubicua de glifosato es factor muy central de lo observado en la salud estadunidense. Esta publicación da justo en la línea de flotación del emporio
glifosato-transgénicos-Monsanto. Seguramente que los autores recibirán el tratamiento represivo especial en el que
todo se vale, que en su momento recibieron otros autores, como Chapela, de California; Sèralini, en Francia; Carrasco, en Argentina, y Carman, en Australia, por publicar resultados contrarios a los fundamentos del emporio (Samsel A. y S. Seneff. 2013. Entropy, vol 15, pp. 1416-1463; doi:103390/e151041416).
En el citado artículo, se resaltan las altas correlaciones
entre las incidencias de las enfermedades antes referidas y las
cantidades de glifosato aplicadas a los cultivos transgénicos de maíz y
soya en EU, así como varios mecanismos de acción del glifosato como
posible factor causal, que derivan de sus propiedades a) como herbicida
actuante sobre el microbioma bacteriano del tracto digestivo; b) como
agente secuestrante de minerales vitales, como el zinc, fierro, cobalto,
manganeso, y c) como supresor de citocromo P450.
El megaexperimento transgénico con la población estadunidense es muy relevante para México por dos razones por lo menos: 1) muy visiblemente, los planes corporativos de las Cmnst incluyen la reproducción de ese experimento en México; cuentan con el apoyo del gobierno mexicano y con la complicidad de contados científicos locales colaboracionistas, y 2) habrá que añadir al megaexperimento transgénico estadunidense el efecto del consumo directo y generalizado en México de grano de maíz transgénico, demostradamente asociado con cáncer mamario, daño a riñones e hígado, inflamación del estómago y crecimiento excesivo del útero de hembras en modelos experimentales de mamíferos. Sorpresivamente, sin base de investigación científica independiente en México, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ya dio el banderazo de salida a la gran aventura sin retorno.
*Presidente de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad AC.
Investigador nacional emérito;
El megaexperimento transgénico con la población estadunidense es muy relevante para México por dos razones por lo menos: 1) muy visiblemente, los planes corporativos de las Cmnst incluyen la reproducción de ese experimento en México; cuentan con el apoyo del gobierno mexicano y con la complicidad de contados científicos locales colaboracionistas, y 2) habrá que añadir al megaexperimento transgénico estadunidense el efecto del consumo directo y generalizado en México de grano de maíz transgénico, demostradamente asociado con cáncer mamario, daño a riñones e hígado, inflamación del estómago y crecimiento excesivo del útero de hembras en modelos experimentales de mamíferos. Sorpresivamente, sin base de investigación científica independiente en México, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ya dio el banderazo de salida a la gran aventura sin retorno.
*Presidente de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad AC.
Investigador nacional emérito;
vía:
http://www.jornada.unam.mx/2015/02/11/opinion/020a1pol
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