(APe).- La muerte desbocada solamente puede controlarse con la vida desbocada.
El dolor profundo puede gambetearse desde el amor profundo.
Y lo mejor de la vida y el amor surgieron
desde las hijas y los hijos del pueblo rosarino apenas conocida la
explosión del edificio de calle Salta 2141, el martes 6 de agosto, a las
9.37, 68 años después de Hiroshima.
Mario Paiva, taxista, sintió que debía
escalar desde los aparatos de aire acondicionado que daban a la parte de
atrás de uno de las tres torres que sufrieron los efectos del gas
acumulado. Y salvó vidas jugándose la suya.
Lo mismo hicieron albañiles, bomberos,
rescatistas, gente de abajo, bien de abajo que pusieron en riesgo sus
existencias para salvar las de desconocidos que gritaban en medio de
llamaradas de varios metros de altura.
Como lo hizo Julio Más, combatiente de
Malvinas, que llegó a Salta al 2100 cuando eran muy pocos los que
trataban de ayudar y era mucho el fuego. Alguien dijo que había que
pasar por el pasillo para salvar a una señora que pedía auxilio a
gritos. Y él, 51 años, sobreviviente de aquella guerra, ninguneado
durante años, papá y abuelo, él que no tiene nada más que demostrar
sobre su valentía a favor del pueblo, se metió por ese lugar que en vez
de paredes y techos tenía llamas. Y allí está Julio junto a sus
compañeros, todas las noches, dándoles algo calentito de comer a los
bomberos, rescatistas y tantos otros que alientan las esperanzas
mientras remueven escombros. Lo mejor de la historia, lo mejor de
nuestro pueblo está en tipos como Julio, en los que no teniendo más que
sus vidas las ofrecen para que la vida de gente sencilla continúe a
pesar de los pesares y las impunidades empresariales.
Héroes cotidianos, ninguneados, sin
disfraces, sin dinero y que, sin embargo, con su fenomenal entrega y
compromiso por los otros permite suponer que efectivamente la vida le
ganará a la muerte y el amor a todas las formas de dolor.
Y también hay que destacar la sensibilidad
de la mayoría de los cronistas rosarinos exhibida en estos días de
profunda tristeza y dolor, también debe reconocerse. He visto pibas y
pibes muy jóvenes, trabajadores de prensa curtidos, camarógrafos de
varios años, atravesados por las imágenes que vieron y las palabras que
escucharon. Preguntándose con total sinceridad, una y mil veces, por qué
estaban allí y qué cosa decir para no caer en el morbo tan cotidiano en
los grandes medios porteños. Una buena señal para los días que vienen.
Pero también hace falta justicia, verdad y memoria, mientras siguen removiéndose los últimos escombros.
El viejo Pitágoras decía que los números
explicaban los misterios del universo y la vida. La cifra del sábado
decía que había 14 muertos y siete ausentes. 21. El número que también
expresa la cantidad de años que hace de la escandalosa privatización de
Gas del Estado.
Cuando era la tercera empresa más importante del mundo y fue privatizada.
La votación se hizo el 26 de marzo de 1992
con ausencia de los diputados radicales, bancada presidida por Fernando
De La Rúa, y para llevarla adelante el peronismo contó con los
necesarios 130 votos para aprobar la ley en general. Uno de ellos no era
legislador. Se trataba de Juan Abraham Kenan, un asesor de Julio Samid,
hermano del empresario Alberto Samid. Pasó a la historia como el
diputrucho. La ley llevaría el número 24.076, la madre de Litoral Gas.
La misma ley que la empresa no cumplió como tampoco lo hizo Enargas.
En estos días surgió un titular que deberá
ser tenido en cuenta: "Antes se podían cerrar sectores de 12 cuadras por
12, pero para ahorrar se dejó de hacer". En esta observación se
esconde la obscenidad del cálculo que termina en la acumulación de la
desidia luego devenida en acumulación de gas. Ahorrar en seguridad para
ganar más dinero. La perversión del sistema. Esos negocios mafiosos de
los años noventa todavía vigentes se pagan con la sangre derramada de
las hijas y los hijos del pueblo como también sucede con los llamados
"accidentes" ferroviarios. Y un dato más: Litoral Gas, la empresa que
decidió ahorrar facturó durante el año 2012, 313 millones de pesos, a
razón de 869.444 pesos diarios, un monto que la hizo aparecer en el
puesto 993 entre las mil empresas que más vendieron. Semejante cifra
demuestra la obscenidad del ahorro, lo criminal de ese ahorro.
La vida le ganará a la muerte, el amor
vencerá al dolor siempre y cuando haya justicia con los delincuentes de
guante blanco, aquellos que están por encima de la praxis de un gasista o
un maquinista ferroviario.
Fuentes: Ley 24.076, privatización de Gas
del Estado; diarios “La Capital”, “El Ciudadano” y “Rosario/12”, desde
el miércoles 7 al sábado 10 de agosto de 2013. Investigaciones y
entrevistas propias.
Vía:
http://www.pelotadetrapo.org.ar/agencia/index.php?option=com_content&view=article&id=7905:carlos-del-frade&catid=35:noticia-del-dia&Itemid=106
http://www.pelotadetrapo.org.ar/agencia/index.php?option=com_content&view=article&id=7905:carlos-del-frade&catid=35:noticia-del-dia&Itemid=106

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