La lucha contra el poderoso capitalismo es una batalla seria, no un simple paseíllo
Pedro Echeverría V.
Pedro Echeverría V.
1.
Este año (2011) que está a punto de apagarse, fue un período importante
de luchas de los trabajadores del mundo, destacándose también batallas
estudiantiles en EEUU, España, Grecia, Chile e Italia. Las
concentraciones quizá lograron avances en el desarrollo de la conciencia
y ayudaron a frenar algunas medidas de las clases dominantes contra la
población, pero en esencia pareciera que son los capitalistas quienes
más avanzaron y consolidaron su dominio. Esto podría explicarse por el
enorme poder que aún tiene el capitalismo que –aunque sufra muchas
crisis fuertes y muy evidentes- es capaz de resolver sus contradicciones
y seguir marchando como si nada pasara. Y al parecer no nos damos
cuenta o no queremos hacerlo, porque muchas veces nos deslumbran
nuestras batallas al darnos la impresión de que avanzamos y estamos a
punto de ganar, cuando la realidad es que el sistema de opresión es
gigantesco. Pero tenemos que seguir batallando. El escritor Ignacio
Ramonet, te pone a
pensar.
pensar.
2.
Los "mercados", escribe Ramonet, son ese conjunto de bancos de
inversión, compañías de seguros, fondos de pensión y fondos
especulativos que compran y venden esencialmente cuatro tipos de
activos: divisas, acciones, bonos de los Estados y productos derivados.
Su colosal fuerza puede verse comparando dos cifras: cada año, la
economía real (empresas de bienes y de servicios) crea, en todo el
mundo, una riqueza (PIB) estimada en unos 45 billones (45 millones de
millones) de euros. Mientras que, en el mismo tiempo, a escala
planetaria, en la esfera financiera, los "mercados" mueven capitales por
un valor de 3.450 billones de euros. O sea, setenta y cinco veces lo
que produce la economía real. La consecuencia: ninguna economía
nacional, por poderosa que sea (Italia es la octava economía mundial),
puede resistir los asaltos de los mercados cuando éstos deciden atacarla
de forma coordinada, como lo están haciendo desde hace más de un año
contra los países europeos despectivamente calificados de PIIGS (cerdos,
en inglés): Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y
España.
España.
3.
Estas cifras en billones a escala financiera frente al trabajo
modestísimo, casi insignificante que hemos realizado a través de
décadas, me recuerdan cuando con mucho trabajo entregamos mil o dos mil
volantes o periodiquitos a igual número de obreros que todos los días,
semanas y meses, están atentos a la radio, la TV, a la propaganda de la
iglesia y todo el sistema de relaciones capitalistas. ¿Cómo derrotar en
México a los consorcios Televisa, TV Azteca, Radiofómula y otras decenas
de empresas informativas –que mueven capitales multimillonarios y
reciben apoyo de los gobiernos y el imperio? Esto me ha llevado a
pensar, que debemos unir y multiplicar los movimientos, las actividades,
a fin de que realmente seamos una fuerza que ponga en jaque a la
burguesía. Incluso pensar que esas burguesías de cada país cuentan con
apoyo internacional y en cualquier momento pueden contar con ejércitos y
aviones de otros países. Es decir, si nuestras batallas no son
poderosas, seguirán burlándose de
nosotros.
nosotros.
4.
Ninguna economía nacional, por poderosa que sea (Italia es la octava
economía mundial), puede resistir los asaltos de los mercados cuando
éstos deciden atacarla de forma coordinada, tal como siempre ha
sucedido. Cuando la pobre Rusia, China, Cuba, con proyectos proclamados
socialistas se buscó confrontar el mercado capitalista y su poderío
militar-nuclear, no pudieron. Sus proyectos tuvieron que
desnaturalizarse para luego adaptarse al modo de dominación capitalista,
o simplemente frenarlos. Y no fue por traición de los equipos de
gobierno, sino porque el poderío de las empresas del capital, era mil
veces más grande. Estas cifras comparativas que presenta Ramonet, hace
pensar que la toma forzada por el leninismo del poder en Rusia, en aquel
octubre de 1917, cuando aquel país apenas era semifeudal o
semicapitalista, fue determinante del futuro ruso. ¿No lo advirtieron
acaso los mencheviques de
Martov y Dan?
Martov y Dan?
5.
Rusia, aunque Lenin en 1918 reconoció que estaban “caminando muy
rápido” y creó la NEP, se desplomó formalmente en 1989. China, aunque
vivió la experiencia de Rusia y buscó crear las gigantescas comunas
campesinas, después de la muerte de Mao en 1976, comenzó a caminar por
la vía capitalista abierta. Cuba, aunque su pueblo heroico ha resistido
desde 1961 un terrible bloqueo económico continental, además de
invasiones y provocaciones, después de más de 50 años se vislumbra que
tendrá que aceptar el capitalismo. ¿Y Venezuela y Bolivia? Defendiéndose
boca arriba, pero con mucha dignidad, buscando construir un socialismo
que sólo puede existir cuando en capitalismo esté en franco desplome. La
realidad es que la sociedad socialista igualitaria y libertaria aún no
se asoma por el horizonte porque el funesto capitalismo que ha dominado
por lo menos en los últimos 500 años, aún es
fuerte.
fuerte.
6.
La realidad es que el 99 por ciento de nuestras luchas han sido
defensivas, es decir, solamente para defendernos frente a las
agresiones, encarcelamientos, asesinatos, que realizan las clases
dominantes. Pereciera que aceptamos el capitalismo y sólo habría que
criticarle sus errores; por lo menos es lo que encuentro en discursos y
demandas. Parece que las batallas anticapitalistas sólo están en la
mente de los izquierdosos que, como diría Marx, son la parte pensante
del movimiento social. ¿Cuándo carajos entonces vamos a destruir esta
sociedad de la explotación, del trabajo asalariado, la plusvalía, la
opresión, si todas las luchas son defensivas, contra los errores del
capitalismo? No me preocupa mi pinche edad, pero sí que los pobres y los
miserables estén sufriendo por millones las enfermedades y las muertes
de sus familiares por miseria y hambre. Yo gritaría, junto a muchos,
“que muera el capitalismo”; pero la realidad es que sólo es un desahogo.
7.
El capitalismo “nos da diez y las malas”, como dicen en el billar, es
decir, nos deja movernos, hacer muchas cosas, mientras no lo pongamos en
jaque. Podemos movilizarnos en decenas de países, podemos tener
gobiernos de izquierda o centroizquierda en el mundo, pero para los
controladores del capital mundial es cualquier cosa que, en los hechos,
han sufrido durante un siglo o más. El capitalismo tiene mucho margen en
sus pérdidas porque sus ganancias son 10 mil veces mayores. Necesitamos
crear, inventar en serio, estrategias para ser enemigos de verdad.
Pregunto: ¿La lucha de los normalistas de Guerrero terminará cuando
castiguen a los asesinos de sus compañeros o cuando logren la plaza
automática y el aumento significativo de las matrículas en todas las
normales rurales? En fin, la lucha contra el capitalismo –según puede
extraerse del artículo de Ramonet- no es sólo gritar “este puño sí se
ve”, sino que es una cosa seria,
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