El
ex militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (Mir), Hugo
Marchant Moya, aterrizó en Chile esta mañana, pese a que aún no cumple
con los 25 años de pena de extrañamiento (destierro) a los que fue
condenado durante el Gobierno de Patricio Aylwin. Marchant busca
recuperar su derecho a vivir en el país.
“Cuando
escribo estas líneas, estamos pronto a cumplir 19 años desde aquella
asoleada mañana, cuando nos despedíamos de nuestros compañeros presos
políticos en la Cárcel Pública de Santiago, también de nuestros
familiares, amigos y compañeros de nuestro pueblo, que con su lucha y la
nuestra nos negábamos a creer en la oferta de Justicia que el proceso
de “la transición a la democracia” ofrecía a nuestro país y sus
Organizaciones de Derechos Humanos”, son las palabras con que Hugo
Marchant y su compañera, Silvia Aedo, comienzan una misiva dirigida al
Instituto Nacional de Derechos Humanos, escrita en septiembre pasado.
“Cuando
despegó el avión de la loza del aeropuerto de Pudahuel, comprendí una
vez más, que no hubo justicia, pues iniciaba con ese vuelo el camino
hacia el ‘Destierro’”, continúa.
Apenas
unos meses después, Hugo Marchant decidió venir a Chile a recuperar la
justicia perdida para él y sus compañeros presos políticos. Al igual que
varias decenas de chilenos, fue condenado en dictadura,y democracia por
la lucha realizada contra el régimen del dictador Augusto Pinochet
Ugarte.
Marchant pasó 9 años en
prisión tras ser considerado culpable del asesinato contra el ex
intendente de Santiago y militar, Carol Urzúa, ocurrido en 1983. Su caso
está registrado en la Comisión Valech, encargada de temas de prisión
política y tortura, y consta que fue víctima de torturas y que su
proceso no se acogió a derecho. A fines de 1992, gracias a las “Leyes
Cumplido” –cuyo nombre hace referencia al ministro de Justicia,
Francisco Cumplido- dictadas por Patricio Aylwin, se estableció una
diferencia entre quienes tuvieran cargos de consciencia –relacionados a
la militancia y la eventual “asociación ilícita”- y a quienes se culpara
de “delitos de sangre”.
Tal como
recordó el diputado independiente Sergio Aguiló, estas leyes se
aprobaron en un parlamento que contó con la presencia de senadores de
derecha, “algunos de ellos militares”, según puntualizó.
El
ex mirista fue incluido en la última categoría relacionada a los
delitos de sangre, saliendo de la cárcel para ser destinado a 25 años de
destierro en Finlandia, lo que se denominó “pena de extrañamiento”, un
eufemismo con que la nueva democracia denominó al destierro. De esta
forma, Marchant sólo puede regresar a vivir en su país el año 2017.
“¡LA CONDENA ESTÁ CUMPLIDA CON CRECES!”
Tras
su arribo a Chile, a las 11.40 de esta mañana, Marchant fue retenido
por la Policía de Investigaciones (PDI), en el Aeropuerto Internacional
Arturo Merino Benítez. “Me quedan aún seis largos años para terminar con
este infernal destierro. Considero que son absolutamente injustos,
debido a que ya en Chile estuve casi de 10 años en prisión. Por lo
tanto, 30 años ¡Creo que la condena está cumplida con creces!”, según se
informó en un comunicado enviado por el Comité Fin al Destierro Ahora
(Fada).
Ante la condición de retenido
de Marchant, la situación se volvió compleja para la abogada Alejandra
Arrianza, quien pertenece al Comité y pretendía iniciar el trámite legal
para exigir el fin de su condena. “Es paradójicamente ideal que lo
detuvieran porque podríamos haber interpuesto el recurso de protección y
comenzar los trámites legales”, aseguró el diputado Sergio Aguiló,
miembro de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados.
Debido
a la necesidad de que el juez Joaquín Billard revise el expediente del
ex mirista, los parlamentarios de la Comisión de Derechos Humanos
pidieron al subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, que le otorgaran
la posibilidad de quedarse un día más en Chile. Sin embargo, ésta fue
rechazada tajantemente, por lo que Marchant fue expulsado rumbo a Buenos
Aires.
“ES UNA ALEGRÍA QUE NUESTRO COMPAÑERO DESAFÍE ESTAS LEYES ABSURDAS”
A
juicio del diputado Aguiló, Hugo forma parte de un grupo de personas
que “vivieron las penas de la dictadura de forma brutal”. Por ello, el
parlamentario considera que “la pena es excesiva, cruel y no se
justifica”.
A sus palabras se suma
Alicia Lira, presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados
Políticos (Afep), quien señala que “es una gran alegría que nuestro
compañero desafíe estas leyes absurdas que desconocen la enorme lucha de
todos quienes lucharon contra la dictadura”.
Lira
declaró que “el Estado tiene una deuda con estos chilenos. Ellos
lucharon por conseguir esta democracia que hoy los condena a vivir fuera
de su país. Es una vergüenza”.
En su
carta al Instituto de Derechos Humanos, Marchant argumenta: “Quiero
decirles que no estamos pidiendo que se reconozca como legítimo haber
ejercido el derecho a la lucha contra la dictadura de ayer, como era la
reivindicación de la organización de los presos políticos y nuestros
familiares y amigos durante aquellos años, sino que simplemente estamos
exigiendo que se reconozca que nosotros ya hemos pagado de sobra la
condena”.
El Ciudadano
Vìa :
http://www.elciudadano.cl/2011/11/30/44800/ex-mirista-desafia-al-estado-chileno-y-trata-de-entrar-al-pais-a-pesar-de-su-destierro/
http://www.elciudadano.cl/2011/11/30/44800/ex-mirista-desafia-al-estado-chileno-y-trata-de-entrar-al-pais-a-pesar-de-su-destierro/
No hay comentarios:
Publicar un comentario