miércoles, 8 de junio de 2011

Mundo : Los fantasmas balcánicos . Emilio Godoy

(apro).- Si el siglo XX terminó con la caída del Muro de Berlín en 1989, la centuria siguiente comenzó con el conflicto que desmembró la entonces Yugoslavia, el mayor enfrentamiento bélico en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
A dos décadas del desencadenamiento de la crisis en los Balcanes, la coyuntura parece entrar en una nueva etapa en pos de la impartición de justicia y la reconciliación con la detención, y posterior extradición a La Haya, del general serbio Radko Mladic el 26 de mayo.
“Lo que nos puede decir el arresto de Mladic es si la captura y una idea de justicia van a permitir cicatrizar las heridas y posibilitar la unión en la región, si una población afectada cree que hay castigo para los victimarios”, dijo a Apro Beatriz Pérez Rodríguez, coordinadora del Centro de Estudios Europeos de la Faculta de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional Autónoma de México.
La temperatura empezó a calentarse en la República Federal Socialista de Yugoslavia, una asociación de seis estados que databa de 1948 luego de que los partisanos derrotaron a los nazis, en el segundo semestre de 1990, cuando los vientos de cambio que sacudieron Europa Oriental a finales de 1989 alcanzaron los Balcanes.
En ese momento, los partidos comunistas se percataron que no podían seguir aferrados al poder y que sería difícil mantener unida a Yugoslavia.
El proceso se aceleró cuando Eslovenia y Croacia proclamaron su independencia en marzo de 1991, a lo cual siguió la postura similar del parlamento de Bosnia, decisión que fue confirmada en un referéndum de febrero de 1992. Esa cadena de emancipaciones, fomentada por el nacionalismo exacerbado, marcó el camino hacia una guerra que se extendió de abril de ese año a diciembre de 1995, y que dejó más de 100 mil muertos y miles de huérfanos y desplazados internos.
El conflicto es “un recuento de muchas divisiones, de intereses, de la influencia de las potencias internacionales”, recordó Pérez.
La independencia de Croacia contó con la alineación de Alemania –base de una numerosa colonia croata-, mientras Rusia se plegó a los intereses serbios –por su tronco común eslavo-.
La guerra se zanjó en 1995, después de 21 días de duras negociaciones, con el Acuerdo Marco General para la Paz en Bosnia y Herzegovina, también conocido como Acuerdos de Dayton, por la localidad del estado de Ohio donde fueron signados.
El tratado, que fue firmado y ratificado por los involucrados en París el 14 de diciembre, legitimó lo que por la fuerza se había materializado en la región, la definición de nuevas fronteras para Serbia y Croacia, y la creación de la Federación de Bosnia y Herzegovina, formada por un ente de mayoría musulmana y croata, y otro, la República Srpska, de mayoría serbia.

Larga justicia
El enjuiciamiento de Mladic ante el Tribunal Internacional para el Enjuiciamiento de los Presuntos Responsables de las Violaciones Graves del Derecho Internacional Humanitario Cometidas en el Territorio de la ex Yugoslavia desde 1991, conocido como Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY) creado el 25 de mayo de 1993 por el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas, puede ser el último gran proceso relacionado con la guerra en los Balcanes.
Esa corte ha escuchado al menos 3 mil 500 testimonios y ha procesado al menos a 124 personas. El caso más reciente es el del otrora líder de los serbios en Bosnia, Radovan Karadzic, prófugo desde 1995, y quien fue detenido en la capital serbia de Belgrado el 21 de julio de 2008. Karadzic, cuyo juicio comenzó el 26 de octubre de 2009, enfrenta 11 cargos por genocidio, crímenes contra la humanidad y de guerra.
Sólo resta por capturar a uno de los imputados de crímenes graves, Goran Hadzic, dirigente de los serbios en Croacia, sindicado de crímenes de guerra y contra la humanidad.
Los mayores implicados en la conflagración están encarcelados en La Haya o muertos. Slobodan Milosevic (1941-2006) fue el máximo dirigente serbio y, quizás, el principal responsable del inicio de la guerra. Milosevic murió en la cárcel de La Haya, mientras transcurría el proceso en su contra.
Franjo Tudjman (1922-1999) fue el artífice de la independencia croata y escapó al alcance del TPIY. Mientras, Alija Izetbegovic (1925-2003) estuvo al frente de Bosnia durante el conflicto y logró la autonomía de ese territorio.
Sobre Mladic penden cargos por genocidio y crímenes de guerra, especialmente por el asesinato masivo de 7 mil 500 jóvenes y hombres musulmanes en Srebrenica, en 1995; y el sitio de tres años y medio de Sarajevo, la capital bosnia, y que ocasionó 10 mil muertos entre 1992 y 1995.
“Cada vez que vemos matanzas en cualquier escenario internacional, vemos una población herida que pide justicia y que es muy difícil que les digan vamos a saltarnos esa operación cicatriz. Y eso puede generar movilizaciones y conflictos”, apuntó Pérez.
En esa medida, la región afronta tres retos mayúsculos. Uno es la recuperación económica y el otro tiene que ver con la reconciliación, que puede cobrar un nuevo impulso con el procesamiento de Mladic. Finalmente, figura la ampliación de la Unión Europea (UE) para incluir a Croacia, Serbia y Bosnia.
Croacia se integrará a la UE en 2013, mientras que la aplicación de Serbia podría acelerarse en los próximos meses.
La situación de Bosnia es muy diferente, pues desde 2006 se halla paralizado el proceso de reformas para centralizar el aparato administrativo y de justicia, debido especialmente a la oposición de los serbobosnios, interesados más en mantener su autonomía. Previamente, se había alcanzado la unificación de las fuerzas armadas, las aduanas y el sistema fiscal.
“La UE quita esos conflictos mediante el proceso de integración, pero el tema es complejo. El proceso de integración es importante, porque realmente es un ejemplo de que sí existen alianzas y puede existir un bienestar entre divergencias y diferencias”, indicó la académica de la UNAM.
Pero a Serbia le queda el espinoso tema de Kosovo, que empezó a marcar las diferencias entre ambos territorios cuando Milosevic suprimió su autonomía en 1989. Esa zona, de mayoría albanesa, es el último eslabón de la Gran Serbia, el sueño guajiro de personajes como Milosevic y Karadzic.
Kosovo, que fue eje de la guerra entre lo que quedaba de la República de Yugoslavia versus la Organización del Atlántico Norte (OTAN) y el guerrillero Ejército de Liberación de Kosovo, forma parte de Serbia pero se encuentra bajo la administración de la Misión de Administración Provisional de las Naciones Unidas y de la propia OTAN.
El gobierno provisional kosovar declaró unilateralmente su independencia el 17 de febrero de 2008, estatus reconocido por 71 países, entre ellos, Estados Unidos y una parte de la UE, pero rechazada por naciones como España y Rusia.
“La postura de Serbia es mantener Kosovo. Pero es complejo, porque para ser estado tiene que tener reconocimiento internacional. Si algunas naciones tienen procesos de separatismo, como España con el País Vasco o Rusia con Chechenia, es difícil que lo apoyen, porque si dan su visto bueno, también influiría en la cuestión de su propio territorio”, explicó Pérez.
En julio de 2010 la Corte Internacional de Justicia, surgida en 1945 y con sede en La Haya, dictaminó que la declaración de independencia de Kosovo no viola la legislación internacional.

Fuente, vìa :
http://www.proceso.com.mx/rv/modHome/detalleExclusiva/91956
La imagen no proviene de la fuente original

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog

free counters

Datos personales

Mi foto
Malas noticias en los periòdicos, asesinatos, enfermedad, pobreza, dolor, injusticias, discriminaciòn, guerras, lo grave es que nos parece normal.

Ecologia2