El temprano y abrupto despertar del dia
de hoy fue un duro golpe, al enterarnos de que un compañero permanecía
herido de gravedad en las manos de la policía tras estallar
prematuramente la bomba con la que atacaría un simbolo de una sociedad
que se basa en la explotación de la vida a cambio de dinero y
sometimiento, un banco.
La prensa, como era de esperarse, se da
un festín buscando, entre sus familiares y amigxs algún signo de dolor,
alguna imagen para difundir, con su morbosa capacidad de convertirlo
todo en noticia, interviene en todo momento para captar la fotografía
que les hará resaltar su nombre entre la carroña. Esto no será olvidado.
Habrá quienes se pregunten ¿qué es lo
que lleva a un joven a arriesgar su vida en una acción como ésta,
afirmado sólo en sus ideas y convicciones? Sin duda que a la mayoría
esto poco o nada les importa porque temen arriesgarse a perder lo poco
que “tienen”, porque viven sometidos al engranaje del trabajo-consumo y
les acomoda la vida de espectadores donde ven cómo otros están peor que
ellos y eso les tranquiliza y reconforta.
Luciano ó Tortuga, como
al compañero le gusta que lo llamen, es un joven que ha tomado una de
las decisiones más difíciles de tomar, esa que muchxs critican y pocxs
se atreven empuñar, la de la acción directa contra la maquinaria del
Dominio.
Animales y la Tierra asesinados bajo la
misma idea de que todo es mercancía, donde todo es cada día más
artificial y controlado por los poderosos. Algunas cosas tan cotidianas
como una alimentación vegana, no desear el último teléfono celular o
difundir ideas a través de publicaciones son cosas que el compañero hace
suyas en la cotidianidad, un guerrero con libre determinación, jamás un
soldado que sigue órdenes.
El dolor en nuestros corazones y ese
nudo en la garganta son inevitables en estos momentos, las palabras no
son suficientes, un compañero está herido a la espera de un futuro
incierto, las paredes de un hospital son su jaula, custodiado por
mercenarios a sueldo esperando sacar provecho de la situación. A dos
años de la muerte del compa Mauri un nuevo accidente vuelve a golpearnos y la Fiscalía ya saca dividendos en una estéril investigación.
El llamado es a seguir atentxs y a no
dejar solo al compañero y su entorno inmediato, que sepan que el Tortuga
no está solo, porque independiente de conocerlo o no, el espíritu
salvaje y los deseos por la libertad plena nos hermanan.
Tortuga, nuestros corazones están contigo.
El silencio ampara traidores, solidaridad directa con el compañero.
Venganza por Mauri y Tortuga
3 de junio de 2011
-indómitxs en guerra-
Publicado en www.elactivista.tk
Texto -de origen externo- incorporado a este medio por (no es el autor):
Cristián Andrés Sotomayor DemuthVìa :
http://www.elciudadano.cl/2011/06/05/solidaridad-con-el-companero-tortuga-herido-en-una-accion-contra-el-dominio/
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