“Vuelve…
Hoy comprendo que te amo
Estoy solo y te extraño…
Vuelve…”
(Ricardo Fogli, cantante italiano)
Algunos
de mis amigos y cercanos me han hecho sentir como si estuviera faltando
a una obligación al no referirme a la partida de César Barros desde las
vísceras de la “exitosa” Industria Salmonera y su arribo a la no menos “exitosa” empresa del retail LA POLAR.
Debe
ser porque alguna vez el reconvertido dirigente señaló a sus cercanos
que yo era el principal enemigo de la Industria tóxica a la que él le
prestaba servicios distinguidos.
Cualquiera
podía ser enemigo de una industria que violaba las normas que ella
misma escribía y las leyes que promulgaba la Bancada Salmonera que
encabezaba el ahora ECO-SENADOR Horvath. No hay mérito alguno en ser
enemigo de una industria que vivió de los subsidios estatales y de la
explotación laboral y de la Naturaleza. Es una obligación serlo.
Pero
es verdad. No había querido referirme a esa pérdida de categoría del
ilustre sofista y dirigente de Colo Colo porque entiendo este cambio de
trinchera como un descenso, algo parecido a lo que le ocurrió a River
Plate de Argentina gracias a los “exitosos” dirigentes que se hicieron
cargo de esa tremenda institución deportiva.
Con su partida a LA POLAR, César se fue a la “B”…
En
efecto, César Barros llega a LA POLAR para convencer a apenas 420 mil
personas de que el negocio es “exitoso” y que las repactaciones
unilaterales de deudas, donde el que debía 100 quedó debiendo 500 o más,
es parte de ese éxito. No por nada, hasta antes del escándalo
denunciado por el Servicio Nacional del Consumidor (SERNAC) a principios
de Junio, LA POLAR era una empresa “top ten” entre las acciones mejor
transadas en la Bolsa de Valores de Santiago, donde pululan los expertos
y doctorados en las nuevas Ciencias Ocultas: las Ciencias Económicas…
En
sólo una semana, las acciones de LA POLAR habían caído en un 70% su
valor especulativo. No es que hayan desaparecido el 70% de los
refrigeradores de LA POLAR, ni el 70% de las cocinas a gas, ni el 70% de
las estufas ni el 70% de los vendedores ni similar porcentaje de sus
graciosas promotoras. Lo que desapareció fue el 70% del valor inventado
por los economistas imitadores del Mago Merlín.
¿Qué
tiene de mérito hacerse cargo de esa tarea cuando acá, en todo el Mar
Austral, César Barros se hizo cargo de otro fraude, el de la Industria
Salmonera, convenciendo a MILLONES de personas (y no sólo a miles)
respecto del “éxito” de una Industria que nunca tuvo posibilidades de
triunfar y que terminó devorada por piojos, bacterias, hongos y virus?
¿Qué
mérito puede tener si llega a convencer al Director del SERNAC para que
retire las demandas que ha presentado contra sus ahora empleadores, si
durante 4 años mantuvo “viva” a una Industria que desapareció en el año
2007 y convenció a un Gobierno SOCIALISTA y al Cappo di Tutti del
Partido gobernante, al Senador Camilo Escalona, que Privatizar el Mar
Austral chileno para pagarle las deudas a las salmoneras noruegas,
españolas y japonesas, era el re-inicio del “éxito” perdido?
En
consecuencia, César Barros ha perdido masividad. De venderle la pomada
(o la pescada, más bien) a 17 MILLONES de chilenos, ahora la venta se la
hará apenas a 400 mil y fracción, incluido a Jorge Zabaleta, el actor
“rostro” de la multi-tienda que quizás alcanzó a cobrar su sueldo antes
de la debacle.
Pero, ¿cuáles serán las funciones de César Barros en LA POLAR?
Quizás,
evitar que al Estado se le ocurra poner nuevas regulaciones a la
industria del retail para que a sus clientes les roben menos. Si así
fuera, César Barros necesitaría de la colaboración de al menos la
Comisión de Economía de la Cámara de Diputados y de la de Hacienda del
Senado.
¡Eso es pan comido para el auto-designado Fundador de Puerto Montt y Descubridor de Chiloé!
Para
evitar que el Estado se pusiera serio y racional en relación a la
Industria Salmonera, Barros siempre contó con la colaboración del
parlamento completo. En primera votación de la Ley de Privatización del
Mar, los salmoneros obtuvieron, en la Cámara Baja, 92 votos a favor de
sus intereses. Los que nos oponíamos a eso… apenas logramos UNO, el de
René Alinco, ahora reconvertido a Diputado por Hidroaysén.
Y
en la “nueva” regulación a la Industria salmonera, el éxito fue total:
de las 54 propuestas que hizo Salmon-Chile (liderada por Barros) a una
Mesa Salmonera de Trabajo, la agencia publicitaria impuso 48… y se trajo
al Coordinador de esa Mesa a trabajar a AQUACHILE… Eso se llama
quedarse con pan y pedazo.
Por
eso, que César se vaya vender otras pomadas cuando en esta pomada
salmonera evidentemente tuvo un éxito real, es una pérdida para el país.
Porque
este país vive de inventos, de creerse el cuento del liderazgo, de que
“curado manejo mejor” y de que Hidroaysén es necesario para el
“desarrollo”; de que Arturo Martínez (el César Barros de la CUT) es
Socialista y de que a los salmones se les puede alimentar con levaduras y
criar en balsas-jaulas de cobre … De eso vive y de eso se reproduce
este país. De fantasías.
LA
POLAR es una tienda del retail, es decir, de las que compran barato y
venden caro, donde comprar al contado SALE MÁS CARO que comprar a
crédito y donde el vendedor gana un 2% de comisión si te entrega el
televisor fiado y sólo un 1% si se lo pagas al contado… ¿En qué otro
país algo tan ridículo y tan irracional puede ser legal?…Sólo en un país
donde se privatizó el mar. En este país.
Y
por otras características históricas de lo que es el retail es que me
atrevo a decir que la pérdida de categoría del ilustre personaje en
comento es total.
El
retail se puede considerar la actividad heredera del antiguo
“semanero”, un personaje popular que con un carro o una camioneta
recorre o recorría los barrios pobres para entregar artículos de línea
blanca o ropas que se cancelaban en cuotas semanales con un pequeño
interés.
Ahora
los “semaneros” atienden en malls y shopping centers, donde pagan
arriendos por metro cuadrado edificado… tal como las salmoneras pagaban
el uso del mar de todos los chilenos: por metro cuadrado. Que los
salmoneros en realidad ocuparan metros cúbicos, es sólo un detalle. En
el Parlamento chileno sólo se sabe multiplicar el largo por el ancho… y
las leyes, a lo más, tienen dos dimensiones…
El
semanero era un “matutero” por excelencia, trayendo artículos
importados de mala calidad que sólo por ser extranjeros eran codiciados
por los pobladores pobres… tal como los salmones: extranjeros y de mala
calidad, llenos de microbios y tráfico de influencias.
El semanero nunca pagaba impuestos… A los salmoneros ni siquiera se los cobran: toda la vida trabajaron a pérdida…
El semanero va a desaparecer…los salmoneros también.
Y
entonces es cierto. César Barros parece pintado para los neo-semaneros;
ambos fraudes tienen características casi hermanas, son empresas o
industrias que viven de la publicidad que además descuentan de sus
impuestos (si es que los pagan) y Barros ha sido un ejemplo de
eficiencia en revivir muertos a punta de AQUA.cl o de MUNDO ACUÍCOLA.
Pero las diferencias tampoco son menores: hay una cuestión de estilo de por medio
No
es lo mismo vender estufas que filetes de salmón… aunque las estufas
existan y los filetes no… Pero cuando se trata de una fantasía, por lo
menos que esta tenga un toque de distinción y de humor.
Y en ambas facetas… te extrañaremos, César.
Patagonia Chilena
Sin Represas…Sin Salmoneras
Vìa :
http://www.elciudadano.cl/2011/06/29/cesar-barros-del-salmo-salar-al-salmo-%E2%80%9Cpolar%E2%80%9D/
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