1. “Si se cumpliera la Constitución, el país estaría muy feliz”. Esta
es una frase muy falsa y un poco tonta que ha dominado el pensamiento
de la población y ha desviado las luchas de los trabajadores. Parecería
que la Constitución, producto de la revolución burguesa de 1910-17,
hubiese sido hecha por los trabajadores y no por sus enemigos la
aristocracia carrancista y la pequeña burguesía obregonista. Se olvida o
se ignora de manera frecuente que la convocatoria de 1916 para elegir a
legisladores hacia la Constituyente prohibió que los zapatistas y
villistas –los campesinos revolucionarios, pero entonces calumniados
como “forajidos” y “robavacas” anticarrancistas- fueran electos para
formar parte del congreso que elaboraría la Constitución. ¿Qué fue esa
Carta Magna si no la Constitución liberal-burguesa de 1857 reformada por
diputados carrancistas y obregonistas que incluyeron algunos artículos
sociales justos negados en sus conclusiones?
2. Es un “deporte nacional”, desde que el 5 de febrero de 1917 se
promulgó la Constitución, repetir hasta el cansancio que la peor puta de
México es la Constitución por su permanente violación. Sin embargo esa
se ha convertido sólo en una manera de burlarse y de hacer chacota. La
realidad es que el pueblo –sin conocerla bien- siempre ha creído que es
“su” Constitución y peleado por que no sea violada por abogados, jueces y
funcionarios de Estado. No se da cuenta la población que la esencia de
la Constitución es la defensa obligatoria de la propiedad privada y que
los propietarios de ésta son un puñado de de terratenientes, de
propietarios urbanos, de dueños de empresas, bancos y demás que son los
que imponen los reglamentos de aplicación de las leyes con sus abogados y
sus jueces. ¿Puede un centenar de miserables ocupar tierras sin
producir, casas abandonadas, quedarse con empresas en quiebra, tomar una
calle, sin que sean desalojados?
3. Y desalojarlos no es violar la constitución sino cumplirla porque
la obligación del Estado es defender la propiedad privada. Por eso creer
en la Constitución, que defiende la propiedad privada cuando las luchas
de los pueblos son colectivas, me parece a mí una tontería. Por eso una
consigna central de cualquier grupo revolucionario, progresista, de los
trabajadores tiene que ser “ hacer una revolución, construir un nuevo
constituyente y elaborar una nueva constitución que garantice la real
libertad de los trabajadores”; aunque desafortunadamente esto parezca
hoy una utopía no debe olvidarse que siempre hay que hacer posible lo
imposible. Otra cosa es pelear porque se reforme esa Constitución
burguesa para que no sea muy agresiva contra los trabajadores. Por
ejemplo que aumente un poco más el salario mínimo, que se invierta un
poco más educación, en servicios de salud y que la explotación del
trabajo no sea tan intensa. Estar menos peor alarga la agonía.
4. Imagínate nada más: a) No luchamos contra la basura televisiva y
sólo pedimos: ¡Muera el monopolio Televisa y que hayan más canales para
tener variedad de basura!; b) No exigimos educación diferente y decimos:
¡Que cumplan la SEP y los maestros, aunque sigan transmitiendo la misma
ideología educativa de la clase dominante!; c) No exigimos un cambio
profundo en los sistemas de salud, sólo queremos más hospitales,
medicinas, camas, doctores y enfermeras. Todas estas demandas y mejoras
de vida están contenidas en la Constitución burguesa, pero nada cambian
de raíz. Después de cada cambio, de cualquier aumento de salarios los
precios los sobrepasan de manera amplia en porcentaje; después de
cualquier reforma en la SEP, el IMSS, el ISSSTE, a los pocos meses el
deterioro regresa. Así ha sido y será hasta que la población entienda
que los pequeños cambios sólo sirven para nublarles el cerebro,
mediatizarlos y prolongar más su agonía.
5. Fidel Castro, Hugo Chávez, Evo Morales, lo primero que hicieron en
sus países es cambiar la Constitución para poder gobernar. La vieja
constitución defensora de la propiedad privada y de todos los
privilegios de los ricos impedía tomar medidas radicales contra los
grandes ricos. La Constitución de Cuba fue transformada radicalmente
porque fue producto de una revolución armada; las de Venezuela y Bolivia
también fueron cambiadas para beneficio del pueblo pero dado que
asumieron el gobierno por la vía electoral tuvieron que aceptar algunas
transacciones con la clase dominante. Para cambiar las Constituciones se
requiere una gran fuerza de masas en el campo, en las fábricas y en las
calles. Dependiendo de la fuerza que los revolucionarios tengan será el
contenido de la Constitución. En México, al concluir la revolución en
armada 1915 se aplastó a los auténticos revolucionarios (fuerzas armadas
de Zapata y Villa) y la nueva burguesía se hizo del gobierno.
6. “El artículo Tercero sobre educación gratuita, laica, obligatoria,
debe cumplirse”; bonita premisa cuya realidad es completamente distinta
que ha llevado a México a los últimos lugares educativos del mundo. “Si
se cumpliera el 27 Constitucional sobre la propiedad de la tierra”; se
cumple porque la Constitución garantiza el respeto de la propiedad
privada y la propiedad colectiva fue destruida junto a las comunidades
indias de 1856 a 1883. “Si se cumpliera el artículo 123 sobre trabajo,
salarios, derecho de huelga”. Se cumple siempre y cuando “los factores
de la producción: capitalistas y obreros estén en armonía”. ¿Quién
decide cuando “los factores productivos” están en armonía? En fin, la
Constitución mexicana es un documento en el que caben interpretaciones
muy amplias de la ley, pero siempre la valedera será la que el gobierno y
el Estado decidan. Y el gobierno decide en función de la fuerza de
clase que los empresarios presentan
siempre.
7. Las Constituciones sirven para acabar con las rebeldías, los
movimientos, las revoluciones, imponiendo una serie de leyes para
organizar al nuevo Estado dominante. Las constituciones siempre
responden a los intereses de las clases burguesas. En las sociedades
capitalistas, que son todas, se construyen leyes que beneficien a las
clases dominantes y en los gobiernos realmente de transición, o que
voluntariamente se colocan en esa camino, hacia sociedades más amplias e
igualitarias, las constituciones deben readaptarse a la nueva realidad
que se busca construir. En conclusión: ¿Se pretende una revolución desde
la raíz o se busca una simple reforma que prolongue la vida del sistema
de explotación? ¿Se quiere que las cosas cambien en serio y se busca
simplemente conseguir algunas mejoras en la vida del pueblo para evitar
sus sufrimientos? En muchos países europeos y estados yanquis se han
logrado reformas importantes desde hace más de un siglo, pero la
explotación, la
opresión y la desigualdad continúan. ¿Qué queremos?
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