Hoy los medios utilizados parecen diferentes y los
actuales sicarios económicos no sirven sólo a la clase privilegiada
estadounidense sino a la clase privilegiada global: unos escasos
millones contra 6.500 millones de ciudadanos.
Quienes
perpetran hoy los crímenes económicos son más heterogéneos. Esos nuevos
sicarios son políticos profesionales, están en periódicos y
televisiones, en agencias de calificación, en bancos centrales,
ministerios económicos, consejos directivos de bancos, comités
directivos de grandes empresas y corporaciones...
La
mayoría de sicarios económicos (parte de la minoría privilegiada y a su
servicio) utilizan prioritariamente la desinformación, la ocultación y,
sobre todo, el miedo. En eso coinciden con los sicarios económicos
precursores. Con el miedo, el rumor y la falsedad los nuevos sicarios
económicos logran grandes beneficios para pocos. Han hecho suya aquella
letra de la canción: “guarda ese miedo que lo vela todo”. Miedo y
engaño. Por ejemplo, las ruinosas hipotecas basura hicieron ganar mucho
dinero a los directivos de la banca Goldman Sachs. ¿Qué sistema
económico es el que permite obtener ingentes beneficios con el fracaso y
la mentira?
El profesor Juan Torres nos ha
contado la película protagonizada por los nuevos sicarios económicos.
Fue así: Los bancos privados pudieron emitir deuda (una forma de crear
dinero). En las últimas décadas, la banca emitió más deuda que nunca. No
para financiar la economía real: para comprar y vender deuda; para
especular con la deuda. Nada que ver con financiar la creación de
productos y servicios. Nada que ver con la economía real.
No
satisfecha, la banca inventó nuevos modos de vender la deuda por medio
de la denominada ingeniería financiera o contabilidad imaginativa. Y
difundió su basura por todo el mundo, aunque sabían que los nuevos
productos especulativos de deuda no tenían la menor garantía. Y, como
nadie controlaba nada ni ponía freno alguno, la banca hizo crecer y
crecer la bola de nieve. Y los riesgos eran cada vez mayores. Al mismo
tiempo, la banca ocultaba todo con la imprescindible complicidad de las
agencias de calificación. Así engañaron al mundo simulando que toda esa
basura financiera era rentable. Pero sabían que no era así. Los nuevos
sicarios económicos crearon e hicieron crecer la enorme bola de nieve de
la deuda. Pero detrás sólo había humo y aire.
Y
al final, estalló.
Y en ésas estamos sin
poder avanzar ni un paso para salir del lodazal. Ahora la nueva forma
que toma la crisis es la falta de liquidez de muchos bancos. ¿Y qué
respuesta se da desde la zona oscura de los sicarios económicos?
Recortes públicos y sociales más una fe histérica en reducir el déficit
público. La muy neoliberal Comisión Europea, por ejemplo, abrirá el
fondo de emergencia de ayuda al euro (750.000 millones de euros, que son
casi un millón de millones de dólares) para que cualquier país de la
Unión Europea pueda recapitalizar sus bancos. Más de lo mismo.
Por
cierto, el Nobel de economía Stigtliz dijo hace unas semanas que si con
los muchos billones de dólares y euros con los que los gobiernos han
rescatado bancos se hubiera reinstaurado una banca pública, ya
estaríamos saliendo de la crisis.
En fin, según
el diccionario de la lengua española, estafar es “provocar un perjuicio
patrimonial a alguien mediante engaño con ánimo de lucro para conseguir
dinero con artificios con ánimo de no pagar”. ¿Está claro? En el Código
penal español, por ejemplo, la estafa se castiga con penas de prisión
de cuatro a ocho años y en otros es similar ¿Para cuándo la utilización
del derecho penal como medio imprescindible contra los sicarios
económicos para salir de la crisis?
fuente, vìa :
http://www.argenpress.info/2010/07/el-regreso-de-los-sicarios-economicos.html
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