El Diario de la Región consigna que un informe del Centro de Estudios "Nelson Mandela" desnuda la realidad de los encargados de cuidar la seguridad pública. Además, insiste en que la desigualdad es la principal generadora del delito.
Un estudio realizado por el Centro de Estudios "Nelson Mandela" de Resistencia revela que siete de cada diez efectivos policiales de la provincia no alcanza a cubrir la canasta familiar, indispensable para satisfacer las necesidades de alimentos, servicios y vestimenta. El informe insiste además en la estrecha vinculación que existe entre desigualdad y delito, en provincias marginales como Chaco. La conclusión es contundente: “la pobreza e indigencia policial, generan un cóctel explosivo” en la provincia, aseguran los especialistas.
Policías pobres
Los niveles pobreza e indigencia de una población se calcula en función de los costos de las canastas básica familiar y alimentaria para una familia tipo. Hace pocos días se conoció que comer sano le cuesta a una familia tipo no menos de 1.600 pesos por mes, “en suba por efecto de una persistente inflación”, asegura el trabajo del Centro Mandela. La cifra surge del relevamiento realizado por un equipo de nutricionistas, a cargo del Dr. Sergio Britos, de la cátedra Economía General y Familiar, de la Escuela de Nutrición, que funciona en la Facultad de Medicina de la UBA.
“Tomando en cuenta el valor de la canasta alimentaria saludable y el sueldo de bolsillo del agente de policía que se inicia, que actualmente se ubica en torno a los 1.300 pesos por mes, se puede comprender que el policía raso chaqueño es indigente porque no alcanza a cubrir siquiera el costo real de la canasta alimentaria”, sostiene el estudio del centro de estudios.
Si a la canasta alimentaria se le incorporan los demás gastos básicos (servicios) del hogar, como ser vestimenta, calzado, productos de limpieza y tocador, medicamentos, servicios públicos básicos, transporte, vivienda, educación, la cifra podría trepar a 3.800 pesos. “De acuerdo con estimaciones propias, sobre la base de la estructura de cargos actualizada de la policía provincial, alrededor del 75 por ciento de los policías no alcanzan a cubrir el monto mensual de la canasta familiar total; por ende, están por debajo de la línea de pobreza”, asegura el estudio y agrega: “Del total del personal policial, aproximadamente el 50 por ciento no alcanza siquiera a cubrir el costo de la canasta alimentaria saludable. Por lo tanto, la conclusión es alarmante en el siguiente sentido: tres de cada cuatro policías son pobres y la mitad de los policías en actividad son indigentes”.
Según el Centro Mandela, “la doctrina ha probado, con sólidos fundamentos técnicos, que existe una estrecha correlación entre desigualdad social y delito”. Estudios económicos-criminológicos demostraron, a través del análisis comparado de la evolución de ciertos indicadores sociales promedios con las curvas de criminalidad, que la distribución del ingreso explica mejor el comportamiento delictual global en un conglomerado importante de nuestro país. “En provincias pobres y marginales como la nuestra, los excluidos crecen a medida que aumentan la pobreza, el desempleo, el analfabetismo, la deserción escolar, y otros indicadores sociales negativos”, sostiene los especialistas.
fuente, vìa:
http://www.argenpress.info/2010/04/argentina-chaco-la-mitad-de-los.html
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