Boca que arrastra mi boca
boca que me has arrastrado:
boca que vienes de lejos
a iluminarme de rayos.
Miguel Hernández
(APe).- La
desigualdad nace exactamente allí. En ese territorio de besos que a
dentelladas es capaz de devorarse el mundo entero, si es necesario. Ahí.
Donde cabe una sonrisa abierta. Tenaz. Generosa en brillos y blancuras.
Ahí. Exactamente en el punto en el que la felicidad se despliega y
convoca a la carcajada. Pero a veces no. Demasiadas. Porque es en ese
mismo sitial de paraísos y mandíbulas batientes donde se asienta también
la inequidad y la ausencia. Que fue llegando de a poco. Con los años.
Que sin darse cuenta fue despoblándose de blancuras para dar paso a ese
otro universo en el que una mano irá ocupando territorios que resultan
vergonzantes. Para que no se vea. Para que se olvide el labio de arriba el cielo y la tierra el otro labio.
La pobreza suele transformar la boca en infierno desdentado. Donde
comer se dificulta. Donde reir abiertamente será privilegio de unos
pocos. Donde la discriminación se hará fuente de dolor cotidiano.
La OMS (Organización Mundial de la Salud)
define que “la mayoría de las enfermedades orales se asocian con
factores de riesgo determinados, como la falta de higiene bucodental, la
alimentación inadecuada y la falta de asistencia periódica a un
odontólogo”. Y de hecho, las estadísticas del Observatorio de la Deuda
Social (UCA) arrojan que en el “estrato social muy bajo” hay un déficit
de prevención odontológica del 58,2 por ciento contra un 26,6% en los
estratos “medio altos”.
El Grupo de Trabajo de Salud Pública Oral
de España definió que a los 12 años la prevalencia de caries en los
países pobres es superior al 67 por ciento mientras que en los ricos,
llega al 45 por ciento. Pero la brecha crece aún más cuando refiere a la
prevalencia de edentulismo (pérdida de dientes) y se la compara con los
niveles educativos: en los más bajos, abarca a 46 personas de cada 100.
Mientras que en los niveles educativos altos, llega a duras penas al 7
por ciento.
Cuando una sonrisa trae tanta felicidad, vale la pena protegerla,
dice la publicidad de la crema dental que llegará a la propia vida a
cambio de 18, 22 ó 37 pesos por apenas un tubo de 90 gramos. Y que
ofrece a cambio sonrisas brillantes. Futuros brillantes.
Algo así como que un envase de pasta de uno, dos o tres colores, con
gustos mentolados o infantiles frutilla serán el troquel necesario para
el pasaporte único a la dicha y la prosperidad.
En países como Zambia habrá que invertir
todo el salario de un mes para acceder al total de crema dental que una
persona usará durante el año. La felicidad, indudablemente, cuesta cara.
Un danés invertirá apenas, cuatro horas de su salario. Así indica el
mismo Grupo de Trabajo de Salud Pública Oral.
Hay ciertas comparaciones que se cargan de
obscenidades. ¿Acaso no resulta obsceno pronunciar que en países como
Guinea Ecuatorial hay apenas un dentista cada 100.000 habitantes
mientras que en el norte de Europa es de uno cada millar?
El informe del Observatorio de la Deuda
Social desnuda que en Argentina hay 2.138.526 chicos de 6 a 12 años
(39.1 por ciento de esa franja) con déficit en la atención bucal. Y
1.615.194 de los que tienen entre 13 y 17 (el 45.8 por ciento del total
en esa franja). Hay que sumar el 54 por ciento de los que van de 3 a 5
años.
Pero por otro lado, el informe expone que
del total de 12.333.747 chicos de 0 a 18 años del país hay 5.747.526
(46,6 por ciento) que no tienen ningún tipo de cobertura de salud a
través de obra social, mutual o prepaga. Pero que, en los sectores
socioeconómicos más bajos abarca al 74,5 por ciento.
Dime cuál es tu condición socioeconómica y te diré qué tratamiento sanitario recibirás.
En lo relativo a la salud bucal, esa máxima se sobrecarga con otros
condimentos. El acceso a la odontología para las franjas sociales más
castigadas encuentra menos alternativas aún.
“Para mantener una buena higiene dental
debes seguir rigurosamente las siguientes recomendaciones: Visitar al
dentista dos veces al año/ Limpiarte muy bien los dientes después de
cada comida/ No consumir habitualmente dulces o bebidas azucaradas entre
comidas y reducir su consumo durante las mismas/ Masticar bien los
alimentos para que no se depositen restos entre los dientes/ Consumir
una dieta que sea rica en calcio y proteínas”.
Premisas que adquieren la certeza del dolor
agudo cuando se entremezclan con las profundas inequidades que diluyen a
la nada la visita al dentista dos veces al año (el 58,2 por ciento de
los estratos bajos tienen déficit de atención bucal); que dejan olvidada
la limpieza profunda de los dientes después de cada comida (existen
márgenes en donde no siempre hay un cepillo dental a la mano y en los
que la comida, demasiadas veces está cincelada de utopía) o que no
tienen la opción de elegir alimentos con fuerte contenido proteico y de
calcio (los fideos, la polenta o el arroz blanco, componente fundamental
de la pirámide alimenticia de la pobreza, no los contienen).
La fragilidad nutricional hará silenciosos e
inconcientes estragos en las bocas de los niños. Y con el devenir de la
historia el ratón Pérez será sólo leyenda de reyes, como fue en un
inicio para el pequeño Bubi I (luego Alfonso XIII). Ya no habrá nada por
triturar a su paso en donde la vejez transformará todo en una lavada
papilla vacía.
La vida va dejando endeble el camino de
fortalezas. Desnudará la inequidad profunda de quien se pondrá en pie
ante la muerte cruel y apretará fuerte los dientes como señal de batalla
y de quien ya no podrá, golpeado por las ausencias en esa boca que
alguna vez supo gritar rebeldía.
Las pobrezas viejas van debilitando esa
armadura, que nace en los confines de la gruta del alma. El tiempo va
olvidando que alguna vez la vida fue sinónimo de una dentellada feroz al
mundo y ahora es sólo una tímida mueca que alguna vez espejó sonrisa.
Y entonces, ya no habrá modo de ser mañana frontera de los besos –como escribía Hernández- cuando en la dentadura sientas un arma. Sientas un fuego correr dientes abajo buscando el centro.
Vía:
http://www.pelotadetrapo.org.ar/agencia/index.php?option=com_content&view=article&id=7927:claudia-rafael&catid=35:noticia-del-dia&Itemid=106
http://www.pelotadetrapo.org.ar/agencia/index.php?option=com_content&view=article&id=7927:claudia-rafael&catid=35:noticia-del-dia&Itemid=106
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