La reciente dimisión de Alfredo Sáenz como primer ejecutivo del
Banco Santander ha puesto el foco informativo sobre las liquidaciones o
finiquitos descomunales, desproporcionados, que se han llevado algunos
directivos en España y también claro está en el extranjero.
El sector que se lleva la palma por sus indemnizaciones de salida
escandalosas es, paradójicamente la banca, el foco y origen de la
crisis y el que ha recibido ayudas públicas multimillonarias para
rescatar a varias de sus entidades quebradas por su desastrosa gestión.
El ya ex consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz, abandona el banco con la segunda mayor pensión de la historia de España, 88,1 millones de euros. Esa cantidad se sitúa muy por encima de los 25,5 millones que tiene acumulados en su plan de pensiones el propio Botín.
Estos compromisos por jubilación complementan el sueldo percibido por
Sáenz el año pasado, que se redujo un 29%, hasta 8,2 millones de euros.
Sólo supera esa cifra su antecesor en el cargo, Ángel Corcóstegui, que dejó el banco en 2002 con un compromiso por jubilación de 108 millones. Eso sí, Sáenz supera a José Ignacio Goirigolzarri, actual presidente de Bankia, que abandonó el puesto de consejero delegado de BBVA en 2009 con 68,7 millones bajo el brazo. A continuación aparece el que fuera director general de Latinoamérica de Banco Santander, Francisco Luzón, que se marchó en 2012 con una bolsa en concepto de jubilación de 56 millones de euros. La cifra supera en cuatro millones a la que se llevó Richard S. Fuld, responsable del quebrado Lehman Brothers, el banco que provocó el estallido de la crisis financiera en 2008.
Otro caso sonado es el del exconsejero delegado del Royal Bank of Scotland, al que se considera responsable de dejar en el banco unas pérdidas de más de 20.000 millones de libras, y que percibe 700.000 libras anuales de pensión (unos 762.000 euros). A pesar de que la entidad tuvo que ser rescatada por Reino Unido, Goodwin, que recibió muchas críticas y fue apodado como La trituradora, no renunció a su pensión —algo que le pidió el propio Gobierno británico—. Su caso indignó a los ciudadanos de las islas, lo que provocó que incluso llegaran a atacar su casa.
Volviendo a la turbulenta banca nacional, hay otras salidas escandalosas, como las de los directivos de la quebrada Novacaixa Galicia, que se embolsaron más de 30 millones de euros en concepto de indemnizaciones después de dejar la entidad con un agujero de más de 1.500 millones. Jose Luis Méndez se llevó 16 millones, José Luis Pego, 10 millones; Óscar Rodríguez Estrada y Javier García Paredes 7 millones cada uno y el exresponsable del grupo inmobiliario,Gregorio Gorriarán, sólo cinco. En la CAM, poco antes de ser intervenida, su director general,Roberto López Abad, se prejubiló y con él salieron otros cuatro directivos que se repartieron 12,8 millones de euros. Su sucesora se apresuró a ponerse un sueldo de 600.000 euros al año, tres veces superior al del gobernador del Banco de España, y una pensión vitalicia de 369.497 euros, pero fue despedida de inmediato.
En el caso de Caixa Penedés cuatro directivos se adjudicaron 31,6 millones de euros en planes de pensiones y pólizas a espaldas de los órganos de control de la entidad. El caso está siendo juzgado y el fiscal pide la apertura de juicio oral y 12,5 años de cárcel. La acusación detalla que los directivos se asignaron las pólizas a partir de 2001 y camparon a sus anchas hasta 2009, cuando la crisis del sector llevó a endurecer las leyes sobre la remuneración de altos directivos.
Otros no se han ido, pero en el momento que lo hagan posiblemente batirán todos los récords. Francisco González, el presidente del BBVA, tenía reconocidos en 2010 unos derechos por pensiones de 80 millones de euros para cuando decida retirarse. Desde esa fecha hasta ahora la cantidad ha debido ir engordando, y González ha cambiado los estatuos del banco para poder seguir en el cargo hasta los 75 años, con lo cual puede pilotar la entidad hasta 2020. Su finiquito puede pasar a los anales de la historia de España.
http://es.finance.yahoo.com/blogs/finlaotracaradelamoneda/los-que-se-han-llevado-los-mayores-finiquitos-104716603.html
Vía:
http://www.kaosenlared.net/component/k2/item/55950-los-que-se-han-llevado-los-mayores-finiquitos-en-espa%C3%B1a.html
Sólo supera esa cifra su antecesor en el cargo, Ángel Corcóstegui, que dejó el banco en 2002 con un compromiso por jubilación de 108 millones. Eso sí, Sáenz supera a José Ignacio Goirigolzarri, actual presidente de Bankia, que abandonó el puesto de consejero delegado de BBVA en 2009 con 68,7 millones bajo el brazo. A continuación aparece el que fuera director general de Latinoamérica de Banco Santander, Francisco Luzón, que se marchó en 2012 con una bolsa en concepto de jubilación de 56 millones de euros. La cifra supera en cuatro millones a la que se llevó Richard S. Fuld, responsable del quebrado Lehman Brothers, el banco que provocó el estallido de la crisis financiera en 2008.
Otro caso sonado es el del exconsejero delegado del Royal Bank of Scotland, al que se considera responsable de dejar en el banco unas pérdidas de más de 20.000 millones de libras, y que percibe 700.000 libras anuales de pensión (unos 762.000 euros). A pesar de que la entidad tuvo que ser rescatada por Reino Unido, Goodwin, que recibió muchas críticas y fue apodado como La trituradora, no renunció a su pensión —algo que le pidió el propio Gobierno británico—. Su caso indignó a los ciudadanos de las islas, lo que provocó que incluso llegaran a atacar su casa.
Volviendo a la turbulenta banca nacional, hay otras salidas escandalosas, como las de los directivos de la quebrada Novacaixa Galicia, que se embolsaron más de 30 millones de euros en concepto de indemnizaciones después de dejar la entidad con un agujero de más de 1.500 millones. Jose Luis Méndez se llevó 16 millones, José Luis Pego, 10 millones; Óscar Rodríguez Estrada y Javier García Paredes 7 millones cada uno y el exresponsable del grupo inmobiliario,Gregorio Gorriarán, sólo cinco. En la CAM, poco antes de ser intervenida, su director general,Roberto López Abad, se prejubiló y con él salieron otros cuatro directivos que se repartieron 12,8 millones de euros. Su sucesora se apresuró a ponerse un sueldo de 600.000 euros al año, tres veces superior al del gobernador del Banco de España, y una pensión vitalicia de 369.497 euros, pero fue despedida de inmediato.
En el caso de Caixa Penedés cuatro directivos se adjudicaron 31,6 millones de euros en planes de pensiones y pólizas a espaldas de los órganos de control de la entidad. El caso está siendo juzgado y el fiscal pide la apertura de juicio oral y 12,5 años de cárcel. La acusación detalla que los directivos se asignaron las pólizas a partir de 2001 y camparon a sus anchas hasta 2009, cuando la crisis del sector llevó a endurecer las leyes sobre la remuneración de altos directivos.
Otros no se han ido, pero en el momento que lo hagan posiblemente batirán todos los récords. Francisco González, el presidente del BBVA, tenía reconocidos en 2010 unos derechos por pensiones de 80 millones de euros para cuando decida retirarse. Desde esa fecha hasta ahora la cantidad ha debido ir engordando, y González ha cambiado los estatuos del banco para poder seguir en el cargo hasta los 75 años, con lo cual puede pilotar la entidad hasta 2020. Su finiquito puede pasar a los anales de la historia de España.
http://es.finance.yahoo.com/blogs/finlaotracaradelamoneda/los-que-se-han-llevado-los-mayores-finiquitos-104716603.html
Vía:
http://www.kaosenlared.net/component/k2/item/55950-los-que-se-han-llevado-los-mayores-finiquitos-en-espa%C3%B1a.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario