Roma, Italia. El 30 de abril fue
el último día de Mohammad A. Tamimi en Italia. Llegó aquí tres meses
antes, luego de su estancia en una prisión administrativa israelí por su
trabajo como periodista independiente. Vino como invitado de las
Brigadas Internacionales de Paz (Peace Brigade International),
una organización no gubernamental (ONG) que realiza acompañamiento de la
sociedad civil en Palestina y otras partes del mundo. Mohammad tiene 26
años y es originario de Nabi Saleh, una pequeña comunidad de apenas 570
habitantes, 20 kilómetros al noreste de Ramallah, en Cisjordania. Si
bien es cierto que la resistencia contra la ocupación israelí por parte
de los habitantes de este pueblo se remonta a 1976, su lucha alcanzó
notoriedad internacional desde 2009, cuando los colonos israelíes,
protegidos por el ejército, ocuparon los manantiales de agua dulce y
prohibieron a la comunidad de Nabi Saleh acercarse.
“El nuestro es un pueblo pequeño, pero es un pueblo fuerte”, señala Mohammad, en entrevista con Desinformémonos.
Desde 1976, el ejército israelí facilita la construcción de casas para
los judíos que vienen de varias partes del mundo. “Fue muy difícil para
nosotros hacer algo en aquel entonces. Sí resistimos, pero ellos mataron
a muchos de los nuestros; para ellos nunca ha sido un problema matar y
arrestar palestinos”. Como el cáncer en el cuerpo, compara el
periodista, las colonias comenzaron a crecer cada vez más. “En el 2009
ya había más población ocupante que la que hay en todos nuestros
pueblos. Ahora toda el área está ocupada por colonos que vienen de
Rusia, Alemania, Estados Unidos, Brasil, de todo el mundo. El gobierno
israelí sigue construyendo más casas para ellos en nuestros
territorios”, denuncia. La familia de Mohammad tenía un terreno grande
en el que había olivares cultivados por los abuelos de sus abuelos, así
como vegetales y frutas, hasta que el ejército tumbó y quemó todos los
árboles y les arrebató la tierra. “En nuestra tierra construyeron una
piscina para los colonos”, informa el joven.
El “Ya basta” de Nabi Sabeh
A mediados de los años ochenta, el
pueblo de Nabi Saleh fue el primero en dirigirse a la Corte israelí para
exigir el respeto de sus territorios. Para sorpresa de los Tamimi, la
Corte les dio la razón. “Pero en realidad no cambió nada”, lamenta
Mohammad-. De hecho, tras el fallo el ejército derribó más casas y ocupó
más tierra. “Nos quedó claro que fue más bien una acción de propaganda
para quedar bien con las Naciones Unidas”. En 2009, después de que una
gran extensión de tierra ya había sido robada, los colonos ocuparon
definitivamente el manantial del que dependen los pueblos palestinos.
“Se apropiaron del agua de la que dependen las tierras que nos quedan, y
de la que dependen también nuestras vidas. Y sin embargo, somos
‘afortunados’ porque nos permiten tener agua una vez a la semana, porque
hay muchos pueblos a los que sólo se permite el acceso una vez al mes”,
indica el entrevistado. “Cuando ocuparon el manantial fue cuando
decidimos manifestarnos, porque dijimos, bueno, ellos nos pueden matar,
nos pueden arrestar y quitarnos nuestras casas; ellos pueden hacer lo
que quieran, pero nosotros tenemos que resistir, porque es suficiente.
¡Ya basta!”
Los habitantes comenzaron a manifestarse
cada viernes porque es día de fiesta para los palestinos. “Hemos hecho
que nuestro día de fiesta sea un día de resistencia”, declara. La
manifestación consiste en reunir a todo el pueblo en sus tierras.
“Desde el principio, el ejército y la policía nos reprimen con gases
lacrimógenos, con balas de goma, con lo que sea. Han arrestado a muchas
personas en este contexto. Actualmente tenemos más de 2 mil personas
heridas de alguna forma durante las manifestaciones y, por desgracia,
han muerto dos miembros de nuestra comunidad”, informa el joven. Desde
diciembre del 2009, los habitantes de Nabi Saleh realizan
manifestaciones no violentas contra la colonia israelí de Halamish. A
partir de entonces, los militares han reprimido brutalmente dichas
movilizaciones. Hasta la fecha, según lo reporta el sitio Nabi Saleh Solidarity [1],
más de cien personas están en prisión, incluidas mujeres y menores de
edad; por otro lado, durante las incursiones del ejército y la policía,
los arrestos de niños son una constante.
“Nos hacen muchas cosas malas, tanto el
ejército como los colonos. Cuando comenzamos a organizarnos para
protestar y resistir éramos sólo la gente de Nabi Saleh, pero nos dimos
cuenta de que necesitábamos a los medios y a las asociaciones
internacionales para que vieran qué estaba pasando. Abrimos canales para
compartir lo que sucedía, hicimos contactos con varios periodistas y
con activistas israelíes, quienes vinieron a Nabi Saleh y nos apoyan
hasta ahora”, dice el periodista. Él considera que los activistas
israelíes son gente muy especial, porque decidieron informarse
directamente, se dieron cuenta que la ocupación está mal y ahora luchan
junto a los palestinos”.
“Lo más importante –agrega Muhammad- es
que descubrieron que no se trata de una guerra, como dicen los medios
isralíes, sino la lucha de uno de los ejércitos más poderosos del mundo
contra campesinos que defienden su derecho a la tierra y a la vida. No
es una guerra, no hay un ‘otro lado’ beligerante”. Los israelíes
descubrieron también que los palestinos no los odian por ser judíos. “No
es una cuestión de religión. Nosotros ya éramos palestinos desde antes
de la ocupación y vivíamos juntos sin problemas los cristianos, judíos y
musulmanes. Lo curioso es que los problemas de los judíos no estaban en
Palestina, sino en Europa en general”. El periodista recuerda que en la
región no existían problemas con los judíos, “éramos amigos en
realidad. Hasta ahora no tenemos ningún problema con el judaísmo como
religión, pero el movimiento sionista, después de la Segunda Guerra
Mundial, instrumentalizó el sufrimiento de los judíos para ocupar las
tierras de los palestinos; el sionismo fue desde el principio fue un
movimiento de criminales”, acusa.
El periodistas independiente señala como
un problema que la escuela y los medios de comunicación israelíes
hablan de ellos como si no fueran humanos. “Tú puedes ver en la cara de
los soldados que no tienen ningún problema para matarnos o quitarnos
nuestras casa. Piensan que están haciendo algo bueno, porque han sido
educados para ver las cosas de esta manera”. Muhammad fue arrestado en
su casa con 26 años de edad, los mismos que el comandante que lo
arrestó: “me llevaron en la noche a un cuarto pequeño, después de un
rato el comandante llegó y me preguntó ‘¿Mohammed, quieres paz?’ Y le
contesté que sí, que todos nosotros queremos la paz, que es una cuestión
humana que todos necesitamos, y él me dijo, ‘Mohammad, si quieres paz,
está muy bien:Arabia Saudita y Egipto son países muy grandes, así que
puedes ir a vivir ahí, porque esta área, este lugar pertenece a los
judíos, porque Dios así lo dijo’. Puedes ver cómo piensan, creen que la
tierra es de ellos porque crecen con esta idea; para ellos este no es un
lugar para los musulmanes ni para los cristianos, este es un lugar sólo
para los judíos. Este es el problema. Es extraño todavía para mí pensar
cómo es que se pueda pensar así.
El periodismo alternativo como defensa
Mohammad Tamimi estuvo tres meses en
prisión. Tras ser arrestado, se le presentó ante diversos jueces con la
acusación de haber arrojado piedras a los soldados israelíes. En cada
caso la prueba presentada era una foto de un enfrentamiento en otro
lugar y en la que Mohammad no aparecía. A pesar de que los propios
jueces constataron una y otra vez que la persona de la foto no era él,
se le retuvo en la Prisión Administrativa sin ningún motivo legal. El
arresto de Mohammad coincide con la aparición del blog que él y otros
periodistas independientes han creado para denunciar la situación que se
vive es Nabi Saleh. A partir de entonces, publican video, fotos y
artículos que han sido citados por medios internacionales como el New york Times [2] o Al Jazeera:
“Comenzamos a trabajar con estas herramientas, y con el tiempo hemos
mejorado, pero no es suficiente”. Al ejército israelí parece no
importarle que el caso de Nabi Saleh tenga tal relevancia, de hecho -tal
como comenta Mohammad- el líder comunitario Mustafá Tamimi fue
asesinado mientras una comisión de las Naciones Unidas visitaba la zona
el 11 de diciembre del 2011. A Mustafa le dispararon una carga de gas
lacrimógeno a poca distancia y directamente a la cabeza. Algo similar
sucedió cuando, pocos meses después, una comisión de cónsules europeos
visitó la región mientras la policía incursionaba violentamente en Nabi
Saleh.
La experiencia de este pequeño pueblo ha
servido de inspiración a otros en Cisjordania. “Nuestro trabajo es
conocido, incluso los soldados saben sobre los Tamimi, y lo que hacemos
lo que publicamos en internet. Cuando me arrestaron me interrogaron
sobre por qué hacíamos lo que hacíamos, porque tomábamos fotos, videos,
es una cosa que obviamente no quieren. En una ocasión un soldado me
amenazó con su arma gritándome para que no tomara más fotos. A pesar de
todo creemos que esta forma de hacer las cosas puede protegernos hasta
un cierto punto. Documentar lo que pasa es necesario, si no lo haces es
como si no pasara nada. Seguimos trabajando en ese sentido. Es una
cuestión casi simbólica, no tenemos grandes cosas. Pero ahora los medios
israelíes hablan de nosotros también, dicen que nuestra experiencia es
una especie de virus. Están preocupados porque Nabi Saleh puede
convertirse en un símbolo en Cisjordania y en toda Palestina. Con el
tiempo puede ser que nuestro ejemplo se extienda y comiencen a hacerse
manifestaciones cada vez más grandes. Si ese momento llega será una cosa
muy mala para los sionistas”.
A los cuatro pueblos que comenzaron las
movilizaciones de 2009, se han sumado otros veinte, un crecimiento que
sin duda alguna -tal como afirma Mohammad-, ha sido favorecido por el
uso de las redes sociales y las nuevas tecnologías de comunicación. Así,
cuando el ejército entra en Nabis Saleh, o reprime la manifestación
semanal, las cámaras fotográficas pasan por las manos de todos. Son
especialmente los niños y las mujeres quienes participan, y para el
ejército y la policía es imposible arrebatar todas las cámaras a la vez,
por lo que hay siempre alguien dando cuenta de los abusos. En el equipo
de Mohammad participan 15 muchachos menores de 16 años, todos ellos
sabe utilizar las cámaras de video, y publican en facebook o Twitter
las imágenes que van captando. “Los niños son periodistas ahora”,
agrega Mohammad, “y si antes arrojaban piedras a los militares, hoy los
ves que les toman fotos o hacen video. Ahora sabemos lo importante que
es compartir y hablar de nuestra experiencia con el mundo. Incluso desde
México algunas personas han venido a visitarnos, también de Brasil, de
Chile, de Europa y de Los Estados Unidos, de todas partes han venido a
conocer nuestra realidad y apoyar al pueblo palestino.”
La experiencia en Italia
Cuando Mohammad Tamimi recuerda que
cuando llegó a Italia decidió convertirse en un mensajero de su pueblo:
“y no sólo hacer turismo y ver los lugares bonitos que tienen por acá.
Decidí traer el mensaje de mi comunidad, de mi gente y de lo que sucede
en Palestina. Casi todos se quedan muy impresionados porque no saben
nada de lo que pasa en Palestina y, obviamente, en los medios no dicen
nada. Les muestro también algunos videos que hemos publicado nosotros u
otras personas en You tube, y se quedan impresionados por lo que
ven. Desgraciadamente persiste la idea de que lo que sucede en nuestras
tierras es una guerra entre dos bandos en igualdad de condiciones. El
ejército israelí tiene armas nucleares, dicen que tienen la capacidad
para destruir el mundo, son un ejército poderoso y los americanos les
mandan muchas armas y dinero. Los gobiernos europeos, por su parte,
siempre hablan del derecho de los palestinos, de lo malo que es el muro
en Cisjordania y el apartheid, pero debajo de la mesa tienen acuerdos de
todo tipo con Israel”.
El objetivo principal, señala, “es
hablar con la gente, no con los gobiernos. Porque los gobiernos conocen
perfectamente qué es lo que está pasando en Palestina, pero no les
importa, sólo les interesan los acuerdos comerciales. Tenemos que
cambiar a las sociedades en todo el mundo, necesitamos hablar más de
nuestra situación y de lo que está pasando, porque de esta manera
creemos que será posible cambiar. Nuestra guerra es una guerra
diferente, no es como antes con niños que avientan piedras a los
tanques, ahora tenemos también niños que toman fotos y hacen videos y
las ponen en Facebook para mostrar al mundo nuestra realidad”
Sobre la “ayuda” que desde Italia se
envía a Palestina y el interés y solidaridad con su pueblo, dice: “mucha
de la gente que he conocido, después de que hablé con ellos, me decían,
‘Mohammad, ¿cómo podemos ayudar a los Palestinos? Si quieres les
podemos llevar dinero o cosas’. Pero no, ese es el problema, las
Naciones Unidas, las Liga de las Naciones Árabes, los europeos, todos
ellos mandan a los palestinos leche, pan, dinero y los israelíes nos
siguen matando. Es como un pájaro que tienes en su jaula, tú lo
alimentas, le das un poco de pan y quizá un poco de miel pero aun así
está enjaulado… y no necesitamos eso. La libertad es preferible incluso
si estás solo en el desierto, sin agua y sin comida; es mejor estar en
esas condiciones, pero libre, que bajo la ocupación.
Para finalizar, el periodista y
activista refiere que tiene buenas relaciones con muchos mexicanos.
“Nosotros como palestinos vemos a México como un símbolo, porque
pensamos que los mexicanos son guerreros y siguen luchando hasta ahora
por la justicia en México y en otros lugares. Y no sólo la gente de
México, sino toda la gente de Latinoamérica, pensamos que son un símbolo
que nos enseñan cómo resistir y pelear contra la ocupación”.
http://desinformemonos.org
http://desinformemonos.org/2013/05/nabi-saleh-un-pueblo-palestino-al-que-le-prohibieron-acercarse-a-sus-manantiales/
[1] Nabi Saleh Solidarity: http://nabisalehsolidarity.wordpress.com/
[2] New york Times: http://www.nytimes.com/2013/03/17/magazine/is-this-where-the-third-intifada-will-start.html?pagewanted=all&_r=0
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