Una notificación del juzgado obliga a Emilia a ingresar antes de que
se resuelva la petición de indulto que ya tiene 33.000 firmas de apoyo.
Emilia Soria, la joven que hace seis años utilizó una tarjeta que se encontró en la calle para comprar pañales y comida para sus hijas,
irá a la cárcel en un plazo máximo de quince días. «Estamos
destrozados», se lamenta su marido. Emilia recibió ayer por la mañana
una nueva notificación del juzgado que ha sepultado las esperanzas
depositadas en una petición de indulto. «En el papel me dicen que tengo
que entrar en prisión en quince días. Pedimos que aplazaran mi ingreso
hasta que saliera lo del indulto pero no quieren y yo no tengo valor
para decirle a mis tres hijas que tengo que hacer las maletas y
abandonarlas», cuenta Emilia, hecha un manojo de nervios.
«Es muy injusto que pase algo así con todos los millones
que están robando por ahí. Ella cometió un error, es verdad, pero está
pagando por eso, con trabajos a la comunidad y con una multa de 900
euros. Hoy mismo se libraba de la cárcel un conductor ebrio que había
matado a dos personas. A mí me parece que la justicia no es igual para
todo el mundo. Si no, no nos estaría pasando esto. Es una auténtica
pesadilla», replica su marido indignado.
La historia de Emilia es una de esas que desafían a las
películas. Su primer marido, alcohólico y maltratador, dejó a Emilia
sola, con una hija pequeña y una orden de alejamiento por la que ella
cobra una pequeña pensión. Después llegó otra relación que no funcionó
pero de la que nació otra niña. Con dos pequeñas a su cargo y cuando
llevaba casi tres años sin trabajar, la suerte tentó a aquella joven de
22 años cuando se encontró en una calle de su pueblo, Requena, con una
cartera que cambiaría el curso de su vida para siempre.
Cogió una tarjeta de crédito y el DNI del propietario y
«sin pensarlo» entró en un supermercado para comprar comida y pañales.
Gastó 193 euros. Le pareció fácil y dos horas después se acercó a otro
'hiper' a por más comida. Despertó sospechas. Al reincidir, la pillaron.
«Sé que me equivoqué pero lo hice por necesidad. No me fui a comprar
ningún capricho a unos grandes almacenes. Sólo quería comida y pañales
para mis niñas», alega Emilia.
El cómputo de las dos penas por un delito continuado de
falsificación en documento mercantil y otro de estafa (de un año y diez
meses y de otros seis) llevarán a Emilia a la cárcel, pese a que ella
permutó seis meses por trabajos en beneficio de la comunidad y está
pagando una multa fraccionada de 900 euros. El juzgado le obliga ahora a
ingresar en prisión, seis años después de haber cometido el delito.
«Nunca más he tenido ningún problema con la justicia ni lo tuve antes de
aquello. Hace dos años me encontré otra cartera y ni la abrí. La
entregué a la Guardia Civil. He aprendido la lección, he pagado por mi
error y tengo derecho a poder vivir mi vida, ahora que tengo una
familia. Mis tres hijas me necesitan porque tienen nueve, siete y dos
añitos y medio. El otro día una de ellas me preguntó si allí en la
cárcel me podría duchar. ¿Cómo voy a dejarlas?».
Pero Emilia no está sola en su lucha. Más de 33.000
personas han firmado a través de la plataforma online Change.org en los
últimos días una petición (Change.org/PorEmilia), iniciada por su familia, para que no ingrese en prisión mientras se tramita el indulto.
«Tengo la cabeza embotada. No puedo pensar. Fíjate,
quince días se pasan volando. Iré a donde haga falta y haré lo que sea
para no tener que dejar a mis niñas. Me queda un mes y poco para
terminar con los trabajos sociales. Necesito que alguien me escuche, por
favor», ruega Emilia que, si nada lo remedia, ingresará en un centro
penitenciario de Cuenca.
Su primo murió en la cárcel
Tiene miedo de cumplir condena en Picassent. «No, no, a
Picassent no quiero ir», sentencia. «A mi primo lo mataron allí hace
cuatro años. Le clavaron unas tijeras en la espalda que le llegaron al
corazón. Lo pasamos muy mal cuando pasó todo aquello. Me da miedo ir
allí, la verdad», confiesa.
Para tratar de parar la maquinaria judicial, un abogado
especialista en derecho penal internacional, Jorge Albertini, se ha
hecho cargo personalmente de la causa de Emilia Soria. «Hemos presentado
una solicitud de suspensión subsidiaria de sustitución de pena y hemos
vuelto a pedir el indulto». El problema es que este proceso «puede
llegar a tardar algo más de un año». Pero el tiempo es lo que,
precisamente, se le está acabando a Emilia.
http://www.lasprovincias.es/v/20130130/valencia/madre-tarjeta-perdida-para-20130130.html
Vía: http://www.kaosenlared.net/component/k2/item/45439-la-madre-que-us%C3%B3-una-tarjeta-perdida-para-comprar-pa%C3%B1ales-a-prisi%C3%B3n-en-15-d%C3%ADas.html
Vía: http://www.kaosenlared.net/component/k2/item/45439-la-madre-que-us%C3%B3-una-tarjeta-perdida-para-comprar-pa%C3%B1ales-a-prisi%C3%B3n-en-15-d%C3%ADas.html
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