1.
A partir de las denuncias de Wikileak a los gobiernos del mundo, me ha
parecido que se han publicado más investigaciones sobre la situación de
la pobreza, la miseria y el hambre en el mundo. Se habla mucho de la
“crisis alimentaria” que está provocando el incremento de los precios de
los alimentos y que lleva a una situación límite: hambre y muerte a una
parte importante de la población mundial. Parece que incluso la ONU
empieza a preocuparse pero no se sabemos si pretende beneficiar a las
grandes empresas agroalimentarias o los famosos transgénicos. De lo que
estoy convencido es que hoy por hoy el mundo cuenta con suficiente
producción para poder garantizar la seguridad alimenticia de toda la
población mundial, “no obstante hay unos 850 millones de personas que
sufren hambre y que dependen directamente de las ayudas de diferentes
organismos internacionales, y este número aumenta a medida que se
incrementa el precio de los alimentos”.
2.
La realidad es que la miseria, el hambre, la indigencia de más de la
mitad de los pueblos de África, América Latina y Asia –en vez de
reducirse- parece aumentar. De nada han servido los grandes
descubrimientos y el desarrollo de las tecnologías para solucionar el
hambre de los pueblos. Como ha sucedido en la historia del capitalismo
una minoría de familias, las más ricas y poderosas, se ha aprovechado
de todos los avances tecnológicos para continuar acumulando riquezas y
se vislumbra que así será por lo menos en los próximos 50 o 100 años.
(No me olvido de los luddistas o destructores de máquinas) Ayer publiqué
un artículo con datos sobre la profunda pobreza en América Latina
subrayando el triste papel de México en ese contexto y las campañas
políticas (el PRI en Chiapas) que buscan remediar la situación con
medidas. Hoy me he topado con un estudioso –reconocido en la ONU- que
me aporta muchos más datos sobre el hambre.
3.
Mi amigo, el sicólogo Fritz, me ha enviado un trabajo de Jean Ziegler,
que es relator de la UNU para la alimentación y escritor; además, se
dice que lleva décadas luchando para demostrar que “otro mundo es
posible”. Me ha obligado a revisar sobre este intelectual para conocer
otras publicaciones y me he encontrado que Ziegler ha declarado que
“100.000 personas mueren de hambre, o de sus consecuencias inmediatas,
cada día. Un niño de menos de 10 años muere cada siete segundos y cada
cuatro minutos otro queda ciego por falta de vitamina A. El orden
mundial no es sólo asesino, sino absurdo, pues mata sin necesidad. Hoy
ya no existen las fatalidades. Un niño que muere de hambre hoy, muere
asesinado”. Es importante tener consciencia en que son mucho más los
niños y familias que mueren por hambre producto de la explotación y la
miseria, que los que mueren por guerras, revoluciones, crisis, huracanes
o sismos.
4.
Explica Ziegler que hay dos tipos de hambre: el coyuntural y el
estructural. El coyuntural es la hambruna a que siempre hemos visto en
Etiopía o se registra en periodos de guerra y que es fruto del
hundimiento de una economía; esta hambre causa el 5% de víctimas. El
hambre estructural es diferente porque está implícito en las estructuras
del subdesarrollo y el sistema de explotación capitalista. Causa el 95%
de las muertes y es el hambre que realmente pide a gritos la
intervención de la comunidad internacional. Así que, aunque debemos
ocuparnos por evitar cualquier manifestación de hambre, la que debe
alarmarnos más es la que está en nuestras manos solucionar mediante la
lucha social de los pueblos por el cambio de las estructuras
capitalistas. ¿De qué sirven las políticas asistencialistas o de
“caridad” practicadas por todos los gobiernos con el fin de frenar las
protestas y prolongar la explotación, tal como lo hace la iglesia?
5.
Lo terrible de esta situación en todas parte, escribe Ziegler, es que
el hambre que se reproduce biológicamente. Cada año, cientos de millones
de mujeres dan a luz a cientos de millones de niños destruidos desde el
momento mismo del nacimiento. “Un niño subalimentado entre los cero y
los cinco años ya no tiene arreglo; incluso si a los seis tiene suerte y
lo adopta una familia española, está dañado de por vida”. (Pone un
ejemplo) “En Brasil hay madres que se ven obligadas a cocer piedras
cuando sus hijos les piden comida”. Esperan poder distraerles del
hambre, que se cansen de esperar y se duerman. Debemos saber que tenemos
los medios para alimentar al doble de la población mundial sin
necesidad de alimentos modificados; no olvidemos que los transgénicos
son patentes, marcas registradas, y tienen dueño. Afortunadamente hay
lucha contra ellos. Las empresas que detentan las patentes, por ejemplo
Monsanto, van a hacer todo lo posible por obtener el máximo beneficio de
su propiedad.
6.
Los trabajadores todos hemos estado sometidos a los males del sistema
para que los más poderosos vivan en cuerpo de rey. Sabemos que la única
salida es la revolución libertaria de los productores, aunque tengamos
que luchar por ahora por medidas transitorias. Concluye Ziegler: Hasta
aquí hemos vivido bajo la herencia de la época del poder por delegación,
la república y los derechos humanos. Toda herencia está amenazada de
muerte por el gran capital financiero internacional, que pretende que la
mano invisible del mercado es la única y suprema autoridad de la
historia. Estamos creando un mundo en que los derechos humanos no tienen
sitio y la propia democracia está en grave peligro; hasta el punto de
que puede llegar a desaparecer. Es decir, vivimos en la jungla del
capitalismo globalizado y la ley del más fuerte. Puede haber salida,
pero debemos ser conscientes de que estamos defendiendo la última
trinchera. (23/I/13)
Consultar: http://pedroecheverriav. wordpress.com
pedroe@cablered.net.mx
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