Rumanía recibió un préstamo del FMI, a cambio, el Gobierno
aplica el plan de austeridad más estricto de Europa y ha
intentado privatizar la sanidad. Miles de rumanos salen a la calle.
- ASAMBLEA en la plaza de la Universidad de Bucarest. / Foto: Damjan BNZ.
“Los rumanos ya estábamos hasta
el gorro. Pagamos una parte de
nuestro salario en impuestos para
la sanidad, y siempre que vamos al
médico tenemos que desembolsar
algo más en facturas adicionales.
Cuando en diciembre se aprobó la
ley que privatizaba toda la sanidad
de golpe, estaba claro que la gente
iba a protestar”. Quien da cuenta
de esta situación es Roxanne, violinista de la orquesta de Brasov y
una funcionaria que ha visto su
sueldo menguado un 30% a raíz de
los recortes del Gobierno del primer ministro Emil Boc, del Partido
Democrático Liberal (PDL).
200 euros al mes
Roxanne gana ahora 200 euros al
mes, mientras el salario medio está por debajo de los 400. Asegura
que puede llevar una vida normal
porque está casada y su marido
también trabaja. “Un cuarto en un
piso en Brasov cuesta unos 130
euros al mes y Bucarest no es
mucho más barato”, afirma. Ésta
es una de las mayores ciudades de
Rumanía, con más de un cuarto de
millón de habitantes.
En muchos pueblos o incluso en
algunas partes de Bucarest no hay
agua corriente ni electricidad, según la agencia de noticias Reuters.
Desde que en 2009 Rumanía
recibiese un préstamo del Fondo
Monetario Internacional (FMI) y comenzase a aplicar el programa de
austeridad más estricto de Europa,
la situación se ha ido agravando.
Unos diez mil médicos y enfermeros y enfermeras se han marchado del país, según el periódico alemán Taz, aunque son necesarios
40.000 doctores más, según la
asociación de médicos rumana.
Hasta tres millones de rumanos trabajan en el extranjero, la mayoría
en España, Italia y Alemania.
Además, multinacionales como
Nokia, Nestlé, Kraft Foods o Coca
Cola han cerrado sus fábricas en
Rumanía para trasladarse a países
donde los salarios son aún más bajos. En el último cuatrimestre
de 2011 aumentó el desempleo
en un 7,2%.
La violinista Roxanne es joven y
lleva poco tiempo trabajando en la
orquesta. Otros colegas con más antigüedad ganan un salario más alto:
“500 euros o así”. DIAGONAL pregunta a Roxanne cómo puede vivir
un músico con ese salario, con el nivel de vida rumano. Por ejemplo, el
litro de leche cuesta alrededor de
un euro. Roxanne titubea y asegura que
la mayoría de sus colegas, también
funcionarios de la orquesta Brasov,
tienen otros trabajos adicionales y
que sobre todo tratan de no pensar
en ello: “Vamos al trabajo, tocamos
y después nos tomamos una cerveza.
Todos en este país tenemos problemas, pero nadie habla a diario
de eso”. No sólo a Roxanne y a los
funcionarios les han bajado el sueldo, también a los jubilados les han
recortados las pensiones, así como
las prestaciones por desempleo.
Al parecer, muchos rumanos
venían haciendo como este grupo
de músicos. Tratar de evadirse, despolitizados tras el fin del régimen
de Ceaucescu.
Protestas en 40 ciudades
Hasta que sí hablaron e incluso gritaron. La frustración acumulada
tras años y años de saqueo arrojó a
las calles a miles de personas durante cuatro días en la capital,
Bucarest, en Brasov, Timisoara,
Pitesti, Deva, Sibiu, Iasi, Cluj... y así
hasta más de 40 ciudades hasta
ahora ‘dormidas’ frente a las políticas neoliberales de la UE. En las
marchas, los miles de manifestantes pideron la dimisión del presidente, Traian Basescu, y la convocatoria de nuevas elecciones.
El detonante que dio pie a la liberación
de la rabia contenida fue la “reforma” (así la llamó Basescu) del sistema sanitario rumano propuesta y
aprobada en diciembre de 2011,
mediante la cual se privatizaba la
totalidad del sistema de salud. De
esa forma “se fomentará la competitividad entre los hospitales”,
aseguraba el presidente Basescu.
El ministro de Sanidad, Raed
Arafat, que creó los servicios de
emergencia, el SMURD, se opuso a
la nueva norma por considerar que
es “un ataque al sistema sanitario”,
según declaraciones públicas que
recogieron medios nacionales e internacionales. Este ministro dejó
de formar parte del Gobierno, provocando la ira ciudadana. La
privatización de este sector de la sanidad, así como la obligatoriedad
de
pago de dicho servicio, estaba en contra de los principios por los
cuales este médico de origen palestino
había estado luchando hasta aquel
momento en la arena política. El
ministro aseguró que esta ley atacará al sistema sanitario y que no
estaba dispuesto a firmarla. En
solidaridad con el ministro comenzaron las protestas.
Las manifestaciones comenzaron el 13 de enero y se sucedieron
sin descanso durante más de cuatro
días. Durante esos días más se
produjeron protestas, incluida la
manifestación del domingo 29 enero. Hasta esa fecha se contabilizaban más de 50 heridos y más de 250
detenidos. El domingo, la gendarmería hirió de gravedad a numerosos manifestantes en una de las protestas, en la que volaron piedras y
cócteles molotov, contra el gas pimienta y el uso de las porras por
parte de la policía.
Aunque la protesta ha tardado
en prender más que en otros
países europeos, Rumanía se ha
levantado en contra de los dictados de la Unión Europea y las
agencias de rating para exigir dignidad. “Este pueblo no se merece
el jefe de Estado que tiene”, fue la
reacción de Basescu el viernes 27
de enero ante las protestas.
Anulación de la privatización de la sanidad
Una parte de los manifestantes mantienen posturas
nacionalistas, otros piden la vuelta del rey y grupos neofascistas han
tomado asimismo parte en las protestas. La izquierda es en la mayoría de las ciudades débil o inexistente,
debido al pasado comunista. De ahí que las consignas y las
reclamaciones se dirijan al gobierno y no en dirección a un cambio de
sistema.
Tras varios días de lucha, llegó el primer éxito
del pueblo rumano: El primer ministro aseguró que el médico Raed Arafat
se encargaría de nuevo de dirigir el servicio de emergencias SMURD y la
“nueva ley“, la total privatización, sanitaria sería derogada.
REVUELTAS EN RUMANÍA
PRECARIEDAD: UN SISTEMA NEOLIBERAL
Con más de 22 millones de habitantes, Rumanía entró como
miembro de la UE en 2007 junto
con Bulgaria. Tras su aterrizaje en
el club europeo, las medidas exigidas han ido en aumento. Con
la llegada al Gobierno del liberal
presidente Traian Basescu en
2004, las medidas neoliberales
se han acentuado. A la reducción
de salarios a los funcionarios de
entre un 25 y 30%, el aumento
del IVA del 19 al 24%, se ha
unido una situación de paro y
hartazgo ciudadano ante la
corrupción generalizada.
PERMISO LABORAL: CIERRE DE FRONTERAS
Desde el 12 de diciembre de 2011,
los rumanos que quieran residir en
el Estado español o los que ya se
encuentren en el territorio tendrán
que tener permiso de trabajo. Una
normativa ‘especial’ propuesta por el
Gobierno de Rodríguez Zapatero y
solamente aplicable a los rumanos
(ciudadanos de la UE), que desde
esa fecha no cuentan con los mismos derechos que el resto de su
vecinos comunitarios.
Bruselas aceptó sin problemas la
medida propuesta por el Ejecutivo y
la justificó por el elevado porcentaje
de parados españoles.
Hace un año...
Vìa, fuente :
http://diagonalperiodico.net/Los-rumanos-se-rebelan-contra-la.html
http://diagonalperiodico.net/Los-rumanos-se-rebelan-contra-la.html
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