Las
versiones libres que rinden los paramilitares colombianos que se
acogieron al confuso proceso de desmovilización comenzado en la
administración de Álvaro Uribe están conformando una enciclopedia de la
crueldad y la sevicia. Si Colombia está recuperándose de las confesiones
de Don Berna en Estados Unidos, la audiencia de El Mellizo denota el
grado de saña practicado en el conflicto armado de ese país.
De
la alta parapolítica a la miseria cotidiana de esa guerra infinita. En
la noche de este domingo 29 de enero el Canal Capital de Bogotá emitía
parte de la declaración del extraditado y poderoso jefe paramilitar
Diego Fernando Murillo, alias Don Berna, a autoridades estadounidenses y
colombianas.
Don Berna habría
prendido el abanico para señalar las conexiones de las autodenominadas
Autodefensas Unidad de Colombia (AUC) con el círculo cerrado de poder de
Álvaro Uribe. Según Don Berna el servicio de espionaje del Estado,
dependiente de Presidencia, habría trabajado de la mano con las AUC para
espiar a magistrados de la Corte. Los paramilitares hacían labores de
espionaje con equipos facilitados por el DAS y luego le entregaban los
informes y las grabaciones a secretarios de Uribe, como Edmundo del
Castillo y Bernardo Moreno, éste último ya encarcelado.
Don
Berna escupe y salpica a ex directores del DAS como el ya condenado
Jorge Noguera o María del Pilar Hurtadao, ésta buscada por la justicia
colombiana y protegida por el Gobierno de Ricardo Martinelli en Panamá; a
diplomáticos como Juan José Chaux o el actual embajador de Colombia en
el Vaticano y entonces jefe de prensa de Uribe, César Mauricio
Velázquez.
–
CRUELDAD SIN LÍMITES
Pero
si Don Berna muestra la cara tenebrosa de las conexiones en lo alto de
la pirámide, la fiscal 22 de Justicia y Paz ha relatado ante el Tribunal
Superior de Bogotá el brutal testimonio del también extraditado Miguel
Ángel Mejía Munera, alias El Mellizo.
A
El Mellizo, comandante del Bloque Vencedores de Arauca, los
investigadores le atribuyen unas 2.500 víctimas mortales entre 2011 y
2005 y ahora, en la imputación ante la justicia, se le va a procesar por
haber esclavizado y prostituido a menores de edad. Será la primera vez
que la Fiscalía de Colombia formule cargos por este tipo de delitos a un
comandante paramilitar.
Pero el
relato de la fiscal llamó la atención por cómo El Mellizo y otros ocho
paramilitares contaron las torturas y el asesinato, a mediados de 2004,
del campesino Miguel Modesto Jiménez, en Catatumbo, Norte de Santander.
Según
explica el diario El Espectador, “la fiscal señaló que alias ‘el
eléctrico’ sacó dos serpientes de cascabel que tenía dentro de una
pecera y se las echó al jornalero, quien ya había sufrido una golpiza
por parte de los paramilitares, principalmente en sus genitales.
(…)
Después de más de media hora de golpes y ultrajes, uno de los
paramilitares le disparó en dos oportunidades en su pierna, acto seguido
le llevaron un perro de raza bóxer para que lo mordiera, sin embargo el
caso hizo caso omiso a las órdenes que le emitían sus jefes, pese al
deseo de hacerle daño y aumentar su dolor al campesino.
(…)
Ya en ese momento, moribundo y lleno de sangre en todo su cuerpo, el
jefe paramilitar ordenó a sus hombres que le quitaran la ropa, quienes
de inmediato procedieron a dejarlo en calzoncillos y una franela.
(…)
Acto seguido y acatando las nuevas órdenes que daba el comandante a voz
en cuello y fuera de sí, alias ‘el eléctrico’ no tenía el menor
inconveniente en sacar del improvisado serpentario a una de sus
culebras, para hacer que mordiera a la cada vez más aterrada víctima de
la infame acción en una de sus tetillas en dos oportunidades.
(…)
El dolor llegó a su máxima expresión, mientras sus gritos pedían
piedad, pero sus verdugos omitieron estos sollozos y le rociaron
gasolina por todo el cuerpo para prenderle fuego sin que de nada
valieran las reiteradas suplicas y ruegos de un hombre que estaba
absolutamente postrado y sin la más mínima posibilidad de defenderse.
Pese a todo este sufrimiento, Jiménez sacó fuerzas logró deshacerse de
las ataduras que todavía tena en sus brazos, ante esto alias ‘Martín’ no
tuvo mayor inconveniente en cegar su vida con dos tiros de gracia en la
cabeza”.
Equipo Otramérica
Medio amigo de El CiudadanoVìa :
http://www.elciudadano.cl/2012/01/31/47756/esclavitud-sexual-torturas-serpientes-y-otras-crueldades-paramilitares/
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