Bajo el lema
De mis impuestos, al Papa cero: Estado laico, los convocantes –asociaciones laicas, cristianas progresistas, ateas, de izquierdas, de homosexuales y los
indignados– rechazan que el Estado financie este evento y su alto costo en un momentos en que el desempleo supera 20 por ciento de la población activa en España.
La marcha partirá de la céntrica plaza Tirso de Molina y atravesará la Puerta del Sol, símbolo éste último del
movimiento de los indignados, que las autoridades españolas quisieron vetar.
Estamos totalmente de acuerdo con que venga, pero no con que un evento privado sea financiado con el dinero de todos, dijo en rueda de prensa Luis Vega, presidente de la Asociación Madrileña de Librepensadores y Ateos.
Los convocantes estiman que el Estado, los gobiernos regionales y los ayuntamientos gastarán
más de 100 millones de eurosen las jornadas si acuden 500 mil jóvenes, según Francisco Delgado, presidente de Europa Laica. Los organizadores esperan el doble, más de un millón de peregrinos.
Las administraciones públicas pondrán a disposición para el evento, entre el 16 y el 21 de agosto, a más de 10 mil policías, alojamiento en escuelas públicas y gimnasios, y la rebaja en el boleto del metro de Madrid, después de que los peregrinos pasaron una semana en las diócesis de toda España, en ocasiones también beneficiándose de alojamientos públicos.
No estamos organizando una manifestación contra el Papa, estamos defendiendo al Estado laico y que no se utilice el dinero público al servicio de algunos, declaró Evaristo Villar, del colectivo progresista Redes Cristianas.
Los organizadores de los encuentros, convocados por el Vaticano, niegan que éstos los financie parcialmente el Estado y estiman su costo en 50.5 millones de euros, 80 por ciento de ellos aportado por los participantes, que deben pagar una cuota, y el resto a cargo de donaciones de grandes empresas.
Los convocantes indicaron que además enviaron una carta a la Fiscalía del Estado en la que le piden que vigile si el Papa emite
mensajes excluyentes contra los derechos democráticos aprobados por los máximos órganos de representación ciudadana del Estado español, como el matrimonio entre personas del mismo sexo y el derecho al aborto, según el texto.
En su última visita, en noviembre pasado, el Papa, según algunos, fue demasiado lejos al denunciar el retorno a España del
agresivomovimiento anticlerical y laicista vivido en los años 30, durante la II República anterior a la guerra civil.
El Vaticano negó hoy que exista una particular preocupación en el equipo de Josepht Ratzinger por las manifestaciones. El vocero Federico Lombardi aseguró que en todo país democrático quienes no están de acuerdo con algo pueden manifestarlo públicamente.
Sobre las manifestaciones se debe decir que antes de cada viaje las hay; hubo en Malta, hubo en Gran Bretaña, siempre hay manifestaciones de parte de quien tiene una visión diferente, y quizás aprovecha la ocasión para exponer los propios problemas, dijo.
Vìa :
http://www.jornada.unam.mx/2011/08/13/mundo/020n2mun
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