Si bien en un principio el movimiento se miró con
precaución, oscilando entre la aprensión de la derecha y el paternalismo
de la socialdemocracia acomodada, los gobernantes de ambos partidos
mayoritarios han ido evolucionando hacia posturas de desconfianza y temor.
Un temor que ha cristalizado en actitudes orientadas a criminalizar la
indignación ciudadana y a justificar, con argumentos falsos e
interesados, las graves vulneraciones de distintos derechos
fundamentales de las personas que se han ido sumando al 15M.
Tras la violencia de las cargas policiales, las
irregularidades cometidas durante las detenciones en cuando a la
identificación de los agentes antidisturbios y en lo relativo a la asistencia letrada ,
la vieja estrategia del miedo ha sido de nuevo desempolvada. De manera
torpe y evidente, las declaraciones de los responsables políticos
relativas a los posibles antecedentes penales de los detenidos, se han
orientado a difundir la imagen de un movimiento conformado por gente
violenta, del que es mejor apartarse y al que es posible golpear, en
sentido literal, porque en cierta manera estas personas, gente diversa,
de todas las edades y muy distintas procedencias, nos lo merecemos.
Los datos y acusaciones falsas vertidas por
representantes de los partidos mayoritarios en medios de comunicación
respecto de los componentes del 15M implican el desprecio hacia sus derechos fundamentales,
entre otros la presunción de inocencia, el derecho a la intimidad, los
derechos fundamentales a la libertad de expresión y manifestación, que
se reconocen tanto a ciudadanos españoles como a extranjeros
independientemente de su situación administrativa, el derecho
fundamental a la integridad física y moral o el derecho al honor.
El objetivo de esta estrategia, compartida por el
Partido Popular y el Partido Socialista, es tan claro como torpe.
Pretenden deslegitimar a un movimiento ciudadano provocando la
desconfianza, produciendo así la desmovilización; pero es una estrategia
miope porque se basa en parámetros superados, precisamente por un
despertar ciudadano que se ha manifestado con especial potencia desde el
15 M. La decadencia de los partidos tradicionales y su falta de
conexión de la ciudadanía sólo irá en aumento si PP y PSOE continuan con
su soberbia.
La estrategia del miedo
sigue apoyándose en la capacidad de manipulación de la ciudadanía
adormecida por el pensamiento único. Sin embargo, si hubieran bajado a
las plazas o pasearan por las calles de muchas ciudades, como Valencia
(sí! Valencia!) podrían haber apreciado que el panorama ha cambiado y
que, por fin, el debate político ya está en la calle. Así, muchas
personas han incorporado a sus preocupaciones del día a día cuestiones
como la reforma de la ley electoral, los mecanismos de democracia
participativa, los paraísos fiscales, la dación en pago en las
hipotecas, el control de la corrupción, la necesidad de una reforma
laboral justa que controle los despido injustificados o la contratación
temporal….
Y éstas son las cuestiones, con un sinfín de otras, que se debaten laboriosamente en las Plazas, mediante estructuras no jerárquicas sino horizontales,
con mecanismos de respeto a las minorías y búsqueda del consenso,
manteniendo permanente la escucha activa de todas las opciones y
opiniones, con una paciencia infinita sacada de la ilusión de estar
mirando a los ojos de mucha gente que comparte problemas y voluntad de
cambio.
Pase lo que pase con el icono de las Plazas, el cambio
ha empezado y seguirá convertido en estructuras de barrio, comisiones
temáticas, asambleas periódicas, marchas multitudinarias e iniciativas
diversas de autogestión y participación. Y esto no sólo se ve desde las
Plazas, también se debe ver desde las ventanas de los Ayuntamientos, de
las Cortes o del Ministerio del Interior. Por eso, si al principio
afirmábamos que no teníamos miedo, ahora podemos afirmar que el miedo, el miedo a perder su poder, lo empiezan a tener ellos.
Vìa :
http://diagonalperiodico.net/El-miedo-al-15M-cargas-detenciones.html
http://diagonalperiodico.net/El-miedo-al-15M-cargas-detenciones.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario