Unas mil personas del movimiento
ciudadano del 15 de mayo (15-M) hicieron un plantón a las puertas de
l
Congreso de los Diputados, en esta capital, en repudio a la inminente
aprobación de un nuevo convenio laboral impuesto por la Unión Europea
que recorta derechos laborales y aumenta la precariedad.
En un clima de tensión ante la fuerte presencia policial, los
manifestantes gritaron sin cesar las consignas clásicas de la revuelta
ciudadana y una advertencia directa a los diputados españoles:
vamos a parar su reforma.
La revolución de los
indignadosmostró de nuevo el malestar que genera en buena parte de la sociedad el endurecimiento de los planes de ajuste provocados por la crisis financiera y económica internacional. En esta ocasión la spanish revolution eligió los parlamentos de Barcelona, Valencia, el ayuntamiento de Toledo y el centro del poder político del Estado, el Congreso de los Diputados, entre otros.
En los plantones simbólicos y pacíficos se criticó la actuación de la
clase política durante la crisis, a la que señalaron por sus
privilegiosy
corruptelas, así como a los empresarios y banqueros que
teledirigen desde la sombralas políticas públicas en materia económica.
La protesta más simbólica fue la de Madrid, donde más de mil
de personas gritaron sin cesar desde las siete de la tarde y así hasta
bien entrada la madrugada. Al grito de
Los manifestantes celebraron el relajamiento de los agentes como un triunfo y advirtieron:
Al cierre de esta edición se informó que los manifestantes abandonaron la sede de la cámara baja y acordaron, en asamblea, regresar a la Puerta del Sol.
Fuente, vìa :
http://www.jornada.unam.mx/2011/06/09/mundo/029n2mun
Foto Reuters
o pasamos o acampamosse situaron estratégicamente ante las puertas del Parlamento, mientras decenas de agentes antidisturbios colocaron sus vehículos blindados frente a los
indignadospara impedirles el paso y se colocaron en posición de ataque. Así estuvieron más de tres horas, con los cascos y sus armas a punto para actuar. Alrededor de las once y media de la noche finalmente les dieron la orden de que se quitaran los cascos y se limitaran a esperar y a proteger el inmueble.
Los manifestantes celebraron el relajamiento de los agentes como un triunfo y advirtieron:
No tenemos miedo.
Al cierre de esta edición se informó que los manifestantes abandonaron la sede de la cámara baja y acordaron, en asamblea, regresar a la Puerta del Sol.
Fuente, vìa :
http://www.jornada.unam.mx/2011/06/09/mundo/029n2mun
Foto Reuters
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