- Ilustración: Isa
El movimiento de los indignados
ha puesto en
evidencia las escasas
credenciales democráticas
de muchas instituciones
estatales y autonómicas. La Junta
Electoral Central fue incapaz
de distinguir las actividades de
proselitismo partidista de un
legítimo e innovador ejercicio
del derecho a la manifestación
y a la libertad de expresión.El
Gobierno de la Generalitat parece
haber confundido el apoyo
electoral recibido por su partido
con una carta blanca para
‘limpiar’ todo reclamo ciudadano
que no se pueda reconducir
a los mecanismos electorales.
Con anterioridad, el Gobierno
español también cedió a la tentación
de barrer la protesta en
la Puerta del Sol en Madrid. Y
ahora el Gobierno de Aguirre y
ciertos empresarios insisten en
cortarla de raíz.
Las plazas de ciudades y pueblos
españoles, durante las últimas
semanas, habían recuperado
una de las funciones originales
de la plaza pública: espacio
donde la población puede hablar,
encontrarse y expresarse,
generando nuevas formas de
convivencia ciudadana.
Como
diferentes sindicatos policiales y
los mismos servicios municipales
de limpieza habían reconocido,
la actuación de los acampados
en el mantenimiento del espacio
público había sido ejemplar.
Esto explica que la operación
preventiva ordenada por el
Gobierno catalán haya resultado,
además de desproporcionada,
ridícula, poniendo de relieve
la extrema debilidad de algunos
discursos de tolerancia ‘cero’
con todo lo que sea disidencia
más allá de las instituciones. Y
más tras constatar la capacidad
de los acampados para evitar,
con una cadena humana, la extensión
de los incidentes futbolísticos
a la plaza.
Como diferentes sindicatos policiales y los mismos servicios municipales de limpieza habían reconocido, la actuación de los acampados en el mantenimiento del espacio público había sido ejemplar
El 1 de mayo, en un momento
en que los bancos multiplicaban
sus beneficios y el paro juvenil
sobrepasaba el 40%, el consejero
de Interior Puig prometió que
“tensaría la ley hasta allá donde
está permitido y algo más” para
desarrollar su tarea. La irresponsabilidad
y la carencia de realismo
de esta filosofía no tardaron
en manifestarse. Una cuestión
de simple “limpieza del espacio
público”, que se podría haber resuelto
con diálogo y mediación,
se convirtió en un problema de
orden público. La Policía “del
país”, rechazada por manifestantes
pacíficos, se vio expuesta a
una fuerte deslegitimación. Y el
Gobierno acabó proyectando
una concepción del Estado de
derecho más propia del mamporrero
caricaturizado en el programa
de humor Polonia, que de
un consejero obligado a respetar
la legalidad vigente.
Unas instituciones más inteligentes habrían entendido hace tiempo que detrás de esta interpelación late algo más que una simple protesta juvenil
Lejos de lograr sus objetivos,
la actuación policial desató y extendió
la indignación por todas
partes: cortes en la entrada de la
ciudad, atronadoras caceroladas
por todos los barrios o muestras
de solidaridad del resto del
Estado. En definitiva, un nuevo
acicate para un movimiento que
ha vuelto a reconquistar, con
más fuerza que nunca, la plaza.
Y que ha dejado una retahíla de
peticiones de dimisión o quejas
ciudadanas de entidades como
Jueces para la Democracia, la
Federación de Vecinos de Barcelona
o el Síndic de Greuges. Pero
también del resto de partidos políticos
e incluso de sindicatos
policiales, como el SME-CC OO
de los Mossos y la Unión de
Oficiales de la Guardia Civil.
Unas instituciones más inteligentes
habrían entendido hace
tiempo que detrás de esta interpelación
late algo más que una
simple protesta juvenil a la que
se pueda barrer a golpe de porras.
Con su arrogancia, por el
contrario, han mostrado su incapacidad
de entender que una democracia
genuina no se puede
reducir a una cita electoral que
deja fuera muchas reivindicaciones
y puntos de vista. Educarlas
en estos valores será, quizás, una
de las principales tareas de salubridad
“y de higiene pública” que
los movimientos ciudadanos y
populares tendrán por delante
en estos turbulentos tiempos.
Fuente, vìa :
http://diagonalperiodico.net/Porrazos-contra-indignacion.html
http://diagonalperiodico.net/Porrazos-contra-indignacion.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario