Defender nuestras semillas es defender nuestra cultura, nuestra
propia especie. Con este convencimiento tres personas interpusimos
demanda por Acción de Nulidad Simple a la 9-70, pues no podemos tolerar
que sea una entidad que no tiene el fuero para legislar se lo atribuya,
incluso desconociendo
Y quien no se ha visto el
documental 9.70? Si, el de la realizadora Victoria solano, en el que se
muestra a agentes de la policía obligando a unos campesinos a arrojar 62
toneladas de semillas de arroz en Campo Alegre, en el Departamento del
Huila. Con inmensa rabia e impotencia nos sentimos ante tamaña afrenta
en la que a nuestros campesinos del Huila le quitan las semillas,
verdad? pues bien, no queremos que esto continúe sucediendo en Colombia.
El paro nacional agrario y popular, ha logrado hacer retroceder ese
esperpento, pues se dice que ha sido congelado. Pero, congelar no es
matar de raíz el problema y requerimos, en honor a la vida, sepultar por
siempre cualquier intención de cualquier multinacional por imponernos
sus perversidades. Es claro que será la lucha de los sectores populares
en las calles, quienes enterraran por siempre las pretensiones
neocoloniales de las Multinacionales, pero también vale el esfuerzo de
nuestros compañeros abogados y de la Antropóloga Jeritza. Estas tres
personas han demandado al INSTITUTO COLOMBIANO AGROPECUARIO - ICA -,
entidad Pública del Orden Nacional con personería jurídica, autonomía
administrativa y patrimonio independiente, perteneciente al Sistema
Nacional de Ciencia y Tecnología, adscrita al Ministerio de Agricultura y
Desarrollo Rural, entidad que deberá comparecer representada, de
conformidad con lo dispuesto por
el artículo 159 del Código Contencioso Administrativo, por la persona
de mayor jerarquía en la entidad que expidió el acto, en este caso su
Gerente General, el señor LUIS FERNANDO CAICEDO LINCE. Pero dejemos que
sean los propios demandantes quienes nos cuenten de qué se trata,
informándoles que al final encontraran la demanda en PDF, la cual podrá
ser descargada para su conocimiento y socialización.
Hola mis queridos amig@s, Jorge,
Angelita y Yo (Jeritza) queremos hacerles participes de una demanda
que interpusimos para defender la no propiedad de las
semillas. Esperamos contar con Ustedes, para su divulgación, apoyo y
acompañamiento.
Muchas gracias y un abrazo!!!!
… Ricardo murió ese día haciendo bien sus quehaceres
cayó sembrando semillas de nuevos amaneceres
les dijo la tierra es nuestra también es nuestra la tierra
y las palabras que traigo son semillas también nuestras…
- nuestras semillas es defender nuestra cultura, nuestra propia especie. Con este convencimiento tres personas interpusimos demanda por Acción de Nulidad Simple a la 9-70, pues no podemos tolerar que sea una entidad que no tiene el fuero para legislar se lo atribuya, incluso desconociendo lo mandatado por la Constitución y la ley, las disposiciones de la Corte, y en fin desacatando la normativa de nuestro contrato social; pero tampoco podemos dejar que una disposición sin ningún peso de legalidad, se vuelva legitima, para borrar estrategias de vida propias de nuestra especie, entre otras:
- La agricultura, su desarrollo y su proceso, nos define culturalmente, pues alrededor de ella nos debemos leer como alfareros, orfebres, inventores y societales.
- El sembrar, cultivar y garantizar la repetición de ciclos de siembra, cosecha significó una revolución en el neolítico, nos hizo sedentarios, nos garantizó la continuidad de la especie en tanto, nos obligó a establecer criterios estructurales de pensamiento que permitieron el desarrollo de habilidades para equilibrarnos en y con el contexto natural, de manera material, simbólica, societal y cultural (pensamiento, acción, organización y sistemas complejos de existencia).
- La paleantropología, nos demuestra como biológicamente, el hecho de no ser arborícolas, insectívoros y “carroñeros”, tiene incidencia en nuestro proceso de hominización: nuestro sistema óseo, nuestro desarrollo cerebral, nuestro sistema digestivo, olfativo, visual, etc., es decir, que el homo sapiens-sapiens haya aprendido a sembrar, tiene una íntima correlación no solo con nuestra evolución morfológica, sino cultural, con nuestra forma de vida y nuestra cosmogonía.
La agricultura y la siembra, en una
especie de diálogo vital, al unísono que fijan en la tierra especies
vegetales, cultivan al hombre (genérico) a la tierra; y como el puñado
de semillas que se arraiga en la chagra, igual el grupo humano lo hace
alrededor de su cultivo; ahí se da ese vínculo irrompible del hombre y
su tierra. Por eso en cualquier organización social, el territorio como
categoría cosmogónica adquiere su máximo valor de raigambre, de ser, de
identidad, de existencia. Por eso Ulises a pesar de los encantos que
quisieron extraviarlo, siempre buscó volver a su Itaca, porque fue
allí donde estaba su simiente. El afincarse en la tierra, hace al
hombre (genérico) artista, técnico, inventor, pensante y místico. Lo
hace congregacional, colectivo y comunicativo, lo hace integralmente
humano en materia, símbolo, historia y sociedad, es decir lo hace
culturalmente significativo. El llegar a ese estado de integralidad le
llevó aproximadamente dos millones de años (Australopithecus - homo sapiens), pero
a partir de que hace cultivador aproximadamente, 10 000 años, cuando
logra la domesticación de algunas plantas y animales, su evolución ha
tenido un desarrollo extraordinariamente acelerado, debido al “cultivo”
cultural de su especie.
Pretender hoy, privarnos de nuestras
semillas, es cercenar nuestra simiente, retroceder culturalmente,
desarraigarnos cosmogónicamente y olvidar la impresionante capacidad de
pensamiento humano desarrollado en torno a procesos de domesticación
de cereales (trigo, maíz arroz) significativos en la consolidación de
la cultura occidental y oriental; pero también es desconocer la
dinámica comunicacional entre culturas, la variabilidad de trueque e
intercambio entre comunidades que se acercaron humana, social y
culturalmente mientras variaban sus dietas a propósito de las
leguminosas cotiledóneas (aceites, especies, bebidas sagradas…)
Por eso, como omnívoros, como sapiens,
como especie debemos resistirnos a retroceder cultural, vital y
humanamente. Defender nuestras semillas es defender nuestro lugar en
la tierra.
Con ese propósito, desde nuestra
posibilidad en ella, como seres actantes y actuantes, nuestra humilde
ofrenda a la tierra, la hacemos en forma de intervención y defensa
(Jorge, Ángela y Jeritza) demandando la 9-70; pero la invitación a
una minga por nuestras semillas, porque tod@s podemos,
debemos y tenemos que hacerlo desde el lugar en que nos hayamos
cultivado y en el que estemos sembrando como indígenas, raizales,
negritudes, pueblo Rum, campesinos, estudiantes, profesores,
trabajadores, niños, adultos, viejos, hombres, mujeres… Porque todos
comemos, porque todos nos congregamos alrededor de la búsqueda de la
“papita”, porque todos tenemos derecho al “pan-trigo-maíz- sorgo…” de
cada día. En esta lucha no solo hay identidad de clase, sino de especie.
- entonces, como los provincianos de Parinacota en Chile, entorno al pachallampi (término) aymara, es decir reunámonos "con la tierra", "junto a la tierra", hagamos "unión con la tierra", celebremos ese "festejo a la tierra con cariño", no por un día, ni una jornada, ni frente a un acto, sino toda la vida, porque el que hayamos crecido en ella, significa que en ella se ha sembrado nuestra semilla.
Un abrazo a tod@s, adjuntamos la demanda.
Gracias!!!!!!
vía:
http://www.kaosenlared.net/america-latina/item/67774-colombia-y-las-palabras-que-traigo-son-semillas-tambi%C3%A9n-nuestras-demandada-por-acci%C3%B3n-de-nulidad-simple-la-resoluci%C3%B3n-970-del-2010-sobre-semillas.html
http://www.kaosenlared.net/america-latina/item/67774-colombia-y-las-palabras-que-traigo-son-semillas-tambi%C3%A9n-nuestras-demandada-por-acci%C3%B3n-de-nulidad-simple-la-resoluci%C3%B3n-970-del-2010-sobre-semillas.html
Defender el 9.70 o como se llame la obligatoriedad de comprar semilla extranjera en perjuicio de la nacional es traición a la Patria, ademas de ser una imbeciliadad. Solo a un comprado malnacido se le ocurre semejante idea.
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